Hugo Aceves Marín · Profesor de idioma en línea y Trotamundos
Mi primer contacto con el fútbol fue aproximadamente a los 9 años, cuando en el recreo de la primaria los de mi salón se disponían a jugar contra el salón rival y se dieron cuenta de que les faltaba un jugador para completarse, me pidieron que le entrara al quite. No tenía nada de experiencia jugando, así que me dieron instrucciones muy básicas “Despejar lejos de nuestra portería todos aquellos balones que se pasearan peligrosamente por ella.” Ahí empezó mi pasión recalcitrante por el fútbol.
El primer mundial de fútbol que vi, ya como aficionado, fue el de Estados Unidos 1994, el cual fue muy especial por varias razones. Primero que todo, fue el primer mundial que se jugó en un país, en aquel entonces nada futbolero, y la inexperiencia de los americanos se vio en un incidente que hubo en el partido de México vs Irlanda, cuando Jack Charlton, entrenador de Irlanda, hizo dos cambios simultáneos, pero un malentendido entre el cuarto árbitro y un hombre de pantalón largo (que hasta la fecha no sé exactamente cuál era su función) dejó a Irlanda con 10 hombres durante algunos minutos. Esto desató la furia de Charlton y del jugador John Altridge, el cual no podía entrar al terreno de juego y quería “comerse” al culpable de tan grosero error.
Otra cosa que hizo a este mundial muy especial fue que tuvimos la fortuna de ver a equipos épicos como la Bolivia de Xavier Azkargorta; la Argentina de Maradona, Caniggia y un joven Batistuta; el Brasil de Romario y Bebeto, etcétera. Sin embargo, para mí, lo más especial fue el regreso de México a dicha justa mundialista, después de pagar el castigo impuesto por la FIFA por el tema de los “cachirules».
Recuerdo que un sector de la afición tenía un pesimismo injustificado alrededor de la selección mexicana, sobre todo después de perder en su debut contra Noruega, en un partido que se perdió, más por mala fortuna, que por jugar mal, pero, ¿por qué creo que el pesimismo era injustificado? Bueno, en el fútbol como en muchos otros ámbitos, a veces es necesario echar un vistazo atrás y ver la trayectoria de un equipo previo a un torneo. En el caso de la selección mexicana de aquellos tiempos, muy pocos recuerdan que llegó al mundial como subcampeona de la Copa América de 1992, en Ecuador, torneo en el cual competimos de tú a tú con los grandes del cono sur, y, que desafortunadamente, nos tocó jugar la final con una Argentina que venía de ser campeona del mundo en 1986 y subcampeona en 1990.
Otro dato interesante y que muy pocos mencionan es que ese equipo con nombres como Benjamín Galindo, Ignacio Ambriz, Luis García, Hugo Sánchez, Ramírez Perales y compañía, fue un equipo armado por César Luis Menotti y no por Miguel Mejía Varón, como muchos creen. “El Flaco”, como se le conoce a Menotti en el mundo del fútbol, armó un equipazo con puro talento hecho en casa. Los únicos con experiencia en ligas extranjeras eran Hugo Sánchez en el Rayo Vallecano, y Luis García en el Atlético de Madrid. En mi humilde opinión, él era el indicado para estar en el banquillo en ese mundial y no Mejia Varón, pero como siempre sucede en nuestro fútbol, la “grilla” entre directivos hizo que Menotti se hiciera a un lado. Regresando a ciertas omisiones que la afición comete, una de ellas fue desdeñar a Bulgaria antes y después del partido contra México. Lo que esta gente no sabía es que jugamos contra la mejor Bulgaria de la historia, el mismo que puso a Europa patas arriba, a tal grado que tuvo la osadía de eliminar a Francia en el Parque de los Príncipes de París, así que si alguna vez te preguntaste por qué Francia no jugó ese mundial, ahora conoces a los culpables. Estuvimos a nada de ganarle a un grande de Europa y caímos con la cara al sol.
Históricamente hemos tenido otros grandes equipos como el de Francia 98, armado con algunos veteranos de guerra de 1994 y sangre joven, como lo fue el caso de un tal “Cuauhtémoc Blanco” (quizás oíste hablar de él), Francisco Palencia, Luis Hernández, entre otros. Con diferentes selecciones, unas mejores que otras, ostentamos un récord de haber clasificado a 7 fases finales consecutivas, algo que ni selecciones como Argentina, Holanda o Italia pueden presumir.
Después de este mini tour por la historia de la selección mexicana surgen preguntas como: ¿Qué nos espera en Qatar 2022? Sinceramente, yo creo que nuestra racha de 7 mundiales consecutivos jugando los octavos de final peligra en este mundial. La situación actual del fútbol mexicano es poco alentadora por las siguientes razones: la liga mexicana ha adoptado un sistema de competencia meramente mediocre, en el cual el número 10 de la tabla se puede meter a la liguilla por medio de un repechaje y pelear por el título; los clubes mexicanos tienen poco roce internacional y nuestros rivales a vencer son los equipos de la MLS (la liga estadounidense); el entrenador nacional ya nos demostró que le importa un pepino su trabajo, vive en Argentina y no ve los partidos de la liga mexicana, de hecho prefiere ir a ver un partido de San Lorenzo de Almagro, donde no hay mexicanos, que asomarse a la liga mexicana, la cual debería ser su principal fuente de futbolistas, está casado con un grupúsculo de futbolistas influyentes que no están en su mejor nivel y que tienen su puesto prácticamente asegurado en Qatar, por lo que no creo que estén muy interesados en recuperar su nivel en vísperas del mundial; otro factor es que el técnico está aferrado con un futbolista como Funes Mori que lleva meses lesionado y tiene un promedio muy bajo de gol. No tengo nada en contra de los naturalizados, pero sí creo que los naturalizados en México tienen que ser unos “fuera de serie”, con características que no se encuentren en el balompié nacional y, seamos honestos, Funes Mori es fácilmente reemplazable y no tiene nada que hacer en México. Obviamente, hay más razones, como los rivales que vamos a enfrentar y lesiones de futbolistas de peso como el Tecatito Corona, sin embargo, y a pesar de todo lo mencionado, tengo la esperanza que la suerte nos vuelva a sonreír en Qatar.
Ya para concluir, quisiera dejar el tema de México de lado y aprovechar este espacio para responder una pregunta que mucha gente me hace, ¿quiénes son tus favoritos para ganar el mundial? Personalmente no me gusta dar favoritos, pero les puedo dar algunas selecciones que, de acuerdo con sus recientes actuaciones, podrían dar el campanazo en Qatar. Las ordenaré de mayor a menor posibilidad.
Argentina: campeón de la última edición de la Copa América, en la cual se sacudió una terrible maldición de muchas finales perdidas de forma consecutiva. Además, es la última llamada para algunos futbolistas como Leonel Messi o Ángel Di María que, de ganar el mundial, pasarán a los libros de la historia del fútbol como unos de los más grandes.
Inglaterra: una selección que sufrió mucho para hacer un cambio generacional después de la partida de nombres como David Beckham, Paul Scholes o David Seaman, pero que, finalmente, ha conseguido formar un equipo con futbolistas de peso. Vienen de jugar la final de la última edición de la Eurocopa, la cual perdieron, y este mundial podría ser una buena oportunidad para una revancha con su historia.
Bélgica: no creo que esta selección gane el mundial, pero sí creo que puede ser un gran protagonista. Tiene la que muy probablemente sea la mejor generación de futbolistas de su historia, y para algunos de ellos Qatar es el último baile.
Prefiero no incluir a equipos como Brasil o Francia en mi lista, ya que estos aparecen en las listas de medio mundo, y la finalidad de este artículo es mencionar aquello que se menciona poco y no lo que dicen las masas futboleras.
