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Motricidad fina: Factores asociados al desarrollo cognitivo y la caligrafía

Por 3 noviembre, 2023Voces Invitadas

Mtra. Carmen Verónica Cruz Vergara · Docente de Educación General Básica en Ecuador

 

La relación entre la motricidad fina y el desarrollo cognitivo en niños es un tema de creciente interés en la educación y la psicología infantil. La motricidad fina se refiere a la coordinación y destreza de los movimientos pequeños y precisos de las manos y los dedos, mientras que el desarrollo cognitivo implica la maduración de las habilidades mentales y el pensamiento. Además, estas habilidades son esenciales para adquirir competencias fundamentales, como la lectura y la escritura.

La estimulación temprana de la motricidad fina en los niños es crucial para su desarrollo cognitivo. Los niños que participan en actividades que fomentan esta destreza tienen una base más sólida para el aprendizaje académico y un mejor rendimiento en la escuela. La relación entre la motricidad fina y el desarrollo cognitivo es un área de investigación en constante evolución que arroja luz sobre cómo optimizar el aprendizaje y el crecimiento de los niños. El entendimiento de esta conexión es esencial para los educadores y padres que buscan apoyar el desarrollo integral de los niños.

La motricidad fina es un componente esencial del desarrollo infantil, con implicaciones significativas en el ámbito cognitivo y académico de los niños. En el contexto de una comunidad educativa del Tercer año de EGB de la Institución Educativa Fiscal ERNESTO CHE-GUEVARA en Ecuador, como en muchas partes del mundo, el desarrollo de la motricidad fina se ha convertido en un tema de interés creciente. La capacidad de los niños para realizar tareas que requieren destrezas motoras finas, como escribir, dibujar, recortar y manipular objetos pequeños, es fundamental para su éxito académico, especialmente en lo que respeta a la adquisición de habilidades de caligrafía.

En todas las etapas del desarrollo del ser humano la educación es un factor fundamental. Desde la primera infancia (0-5 años) es clave que provenga de los padres, familias, maestros o en general del entorno y tiene un efecto en el corto, mediano y largo plazo, impactando en los distintos ámbitos de la vida como el desarrollo psicológico, psicomotor e intelectual, debido a que es en esta etapa donde se desarrolla la mayor parte del cerebro y sus conexiones. Es así que los cuidados y la estimulación intelectual que reciban los niños y niñas determinan las bases para la capacidad y las oportunidades que estos tendrán a lo largo de la vida.

Unicef en su informe mundial de la infancia (2001) señala que los efectos que ocurran en el período prenatal y durante los primeros meses y años del niño, pueden durar toda la vida. La educación del menor de seis años tiene características diferentes en relación con los otros niveles del sistema educativo, ya que atiende a una población que se encuentra en una etapa esencial para el desarrollo de la persona; al respecto, Rivera afirma: Diversas investigaciones permiten enfatizar que el desarrollo de la inteligencia, la personalidad y el comportamiento social en los seres humanos ocurre más rápido durante los primeros años. En general, la educación inicial ha estado marginada, en parte porque no se ha reconocido sino hasta hace pocos años su importancia para el desarrollo del niño y la niña, a esto se suma que por décadas se han manejado concepciones erróneas en la sociedad en general y en particular en algunas familias que piensan que los niños y niñas que ingresan al primer grado persistan en este nivel y tengan mayores oportunidades de éxito en años superiores inmediatos.

Sin embargo, en este contexto específico, surge un planteamiento de problema apremiante; la mayoría de los niños que estudian en esta escuela no han recibido educación preescolar, lo que conlleva que las destrezas motoras finas y gruesas no han sido desarrolladas de manera formal, de ahí que el proceso circular (mano-mente) que debería presentar hechos como el escribir a mano ayuda en el reconocimiento visual y aprendizaje de las letras e incluso que los niños que practican la escritura a mano muestren mayor actividad cerebral incluyendo que la experiencia de escribir manualmente permite que los niños reconozcan las propiedades de las letras, lo cual contribuye en el desarrollo de una buena comprensión lectora; estas son situaciones que no se presentan y los docentes refieren además que la caligrafía de los niños muestra serios retrasos a partir de la incompetencia para sujetar el lápiz; en vez de sujetar el lápiz con los dedos pulgar, índice y corazón, empuñan el lápiz, es síntoma de que deben realizar rutinas diarias para el desarrollo de la motricidad fina.

En la versión de uno de los docentes de estos grupos de estudio destaca que las dificultades en los niños radican en la escritura, pues es insuficiente, no entendida. Siendo una preocupación, que se manifiesta con timidez y recelo al presentar los cuadernos, trabajos o actividades realizadas durante la hora de clase, los estudiantes expresan desagrado por sus rasgos caligráficos. El proceso de escritura sigue, generalmente, una misma dirección: de arriba hacia abajo. Además, deben escribirse con la menor cantidad de trazos.

Todo ello por supuesto implica problemas posteriores que se desarrollan o desencadenan con otras consecuencias. Pues al no tener la habilidad de escritura desarrollada, los trazos no son claros, no están completos y esto repercute considerablemente en el proceso comunicativo personal y social. El estudiante no cuenta con apuntes claros, no puede comunicarse, pues no sabe lo que significan aquellos trazos; tanto los que intenta leer, como los que pretende escribir.

En este sentido, interesa y llama la atención poder explicar las siguientes preguntas: ¿Cómo afecta el desarrollo de la motricidad fina al desarrollo cognitivo y la caligrafía en niños?, ¿qué aspectos son los que el docente debe atender para lograr la regularización de las habilidades motoras?¿Cómo puede aprender a leer y escribir un estudiante? Las respuestas a estas preguntas tienen implicaciones profundas en la calidad de la educación inicial y en la preparación de los estudiantes para su futuro académico.

El objetivo de este escrito fue evidenciar, explorar y comprender la relación entre el desarrollo de la motricidad fina, el desarrollo cognitivo para su iniciación en la escritura.

A través de la revisión sistemática y el análisis de documentos y artículos, se espera contribuir al entendimiento de la importancia de la motricidad fina en el contexto educativo y su influencia en el desarrollo cognitivo y las habilidades de caligrafía en los niños. Estos conocimientos pueden guiar a educadores y profesionales en la mejora de las prácticas educativas y el apoyo a los niños en su camino hacia el éxito académico.

Se han seleccionado artículos indexados publicados en los años 2018 a 2022. Se realizó un flujo sistemático que permitió la categorización de los temas abordados en los artículos que se muestran en la Tabla 1. Categorías de Investigación, los subtemas abordados en los documentos, se enuncian los autores y se emite un breve resumen de los textos revisados.

En la revisión efectuada sobre el tema, se determinaron algunos ejes que tienen relación directa con el fenómeno estudiado y que en su análisis ofrecen acciones que pueden ser tomadas en cuenta.

Estos enfoques teóricos subrayan la importancia de considerar la habilidad motora y la caligrafía como componentes esenciales de la educación básica, ya que influyen en el desarrollo integral de los estudiantes y en sus habilidades cognitivas y comunicativas.

 

Principales enfoques abordados

Desarrollo Motor y Psicomotricidad: Este enfoque se centra en el desarrollo motor de los niños y cómo las habilidades motrices finas y gruesas son fundamentales para su desarrollo cognitivo y social. Se argumenta como a través de actividades físicas y ejercicios de psicomotricidad, los niños mejoran su coordinación, equilibrio y control motor, lo que a su vez influye en su capacidad para escribir con precisión.

Desarrollo Cognitivo y Caligrafía: Desde una perspectiva cognitiva, se enfatiza cómo la caligrafía no es solo un acto mecánico de escritura, sino una actividad que involucra procesos cognitivos complejos, como la planificación, la atención y la memoria de trabajo. El desarrollo de la caligrafía se asocia con el desarrollo de habilidades cognitivas que son esenciales en la educación básica.

Educación Integral: Enfoques pedagógicos integrales promueven la idea de que el desarrollo de habilidades motoras y la caligrafía son parte de una educación completa. Se argumenta que las habilidades motrices y la caligrafía no solo son importantes en sí mismas, sino que también contribuyen al desarrollo general de los niños, incluyendo su capacidad para aprender, expresarse y comunicarse de manera efectiva.

Motricidad Fina: La motricidad fina empieza a desarrollarse desde el primer momento de vida del niño y va en aumento según su aprendizaje y maduración, así como el incremento de la inteligencia de las habilidades gruesas y finas (Figura 1).

Son movimientos controlados y precisos de los músculos de los ojos, lengua, manos y dedos al momento de utilizar herramientas y diversos objetos, tiene implicancia con el control de pequeños músculos del cuerpo que son los encargados del movimiento, lo cual conecta con las extremidades superiores en especial las manos que son la base de la capacidad del movimiento, implicando el funcionamiento de las destrezas, estructuras del cuerpo humano asociado a los hemisferios del cerebro.

Destreza Manual: Es la capacidad de manipular los objetos con las manos, es esencial para los niños en la etapa prescolar, por que determina el rendimiento, velocidad y la legibilidad de la escritura a mano, se desarrolla a través de la práctica de ejercicios que implica equilibrio, coordinación motora fina y gruesa, la obtención de esta destreza influye en la autoestima y motivación en el niño, sin embargo la ausencia de esta afecta el rendimiento académico teniendo como consecuencia una escritura lenta y desigual. El desarrollo de esta destreza es fundamental para la instrucción y proceso de la escritura a mano, mejorando la articulación, aislamiento de los dedos, agarre en pinza, separación de los dedos pulgar e índice de la mano dominante de los niños para la escritura a mano de la etapa preescolar, incluso ayuda a la mejoría de la motricidad fina en los infantes con un déficit motor específico diagnosticado y con disgrafía. En efecto, la destreza manual en los niños es fundamental, ya que prepara al infante en el proceso de articulación para la escritura a mano y no tener más adelante una carencia motora específica.

La práctica y preparación a través de adecuados ejercicios, actividades, uso de herramientas y materiales proporcionados en el periodo de práctica, estimula, acrecienta el desarrollo motriz y la creatividad en los niños, a través de movimientos de manipulación y digitales perfeccionándolas y preparando así las bases para su posterior enfrentamiento a la escritura.

Se manifiesta escasa atención y acción al realizar actividades como: dibujar, colorear y calcar. Los niños y niñas de la escuela experimentan bajo dominio de la coordinación grafo-perceptiva y por tanto; el desarrollo de esta herramienta impide el desarrollo psicológico del niño como Piaget (1991), señala en la fase fundamental y la construcción de su personalidad, aunque se ha de centrar en el interés de aprovechar las habilidades y destrezas que el estudiante posee para elevar su desarrollo psicomotor.

El desarrollo madurativo comprende una evolución en el que cada niño lleva su propio ritmo. Durante este proceso, va poniendo en marcha sus habilidades, que pueden ser predecibles en función de una edad cronológica, que responde a un periodo de tiempo aproximado. Cada niño tiene un ritmo madurativo propio que se ha de tener en cuenta a la hora de iniciarle en los diferentes aprendizajes. Ferreiro y Teberosky (1998) ven en la madurez para la lectoescritura la concretización de uno de los objetivos de la instrucción básica y dan gran importancia a su obtención para determinar la condición de éxito o fracaso escolar. En este sentido, Ferreiro y Teberosky (2001) conciben “la madurez para la lectoescritura, como el momento del desarrollo, en el que ya sea por obra de la maduración biológica, de un aprendizaje previo o de ambas situaciones cada niño/a. Esta madurez supone un estado óptimo para desarrollar actividades de aprendizaje en este campo, las cuales requieren de una adecuada condición biológica y un aprendizaje previo para su obtención, marcado además por factores contextuales, que condicionan el éxito o fracaso de los niños y niñas y son, por tanto, la base del aprendizaje escolar.

En lo referente a la educación inicial y el desarrollo de la grafomotricidad infantil; durante el desarrollo de esta investigación se ha encontrado que los docentes no promueven actividades innovadoras para llamar la atención e interés de los estudiantes. Esto conlleva a la falta de participación por parte de los estudiantes. El no tomar en cuenta estas actividades innovadoras, desinterés y desaprovechamiento de los conocimientos previos de los estudiantes, falta de integración de actividades dentro de la planificación y participación para desarrollar los contenidos de esta disciplina, aplicación tradicionalista y monótona de las mismas actividades, ausencia de medios y recursos didácticos para la conducción del aprendizaje.

Es importante considerar que la habilidad de la motricidad fina y la caligrafía son aprendizajes y se logran adecuadamente dependiendo de cuán desarrolladas estén las funciones básicas de los niños y niñas, las que por cierto son potenciadas y estimuladas por una buena educación inicial. En el área del lenguaje entran en juego y tienen un papel importante la recepción, comprensión y expresión; en el ámbito de la percepción, la orientación espacial y temporal, junto con la función corporal; y en cuanto a la lateralidad se relacionan con la direccionalidad y la coordinación viso-motriz. Sin embargo, la realidad escolar es que las distintas capacidades que deben adquirir los niños y niñas están adjudicadas a un curso académico concreto. Un ejemplo claro es el de la escritura. El paso por los niveles básicos de la escuela; lleva consigo la adquisición de esta destreza, por lo que su aprendizaje está condicionado a la etapa de Educación Infantil.

La escritura es un proceso muy complejo que requiere la adquisición de habilidades manuales, intelectuales y madurativas que el niño va logrando a lo largo de su desarrollo en la función de su ritmo madurativo propio.

Mientras no tengamos estudios científicos acerca de la verdadera importancia del ingreso a las escuelas desde edades muy tempranas para que desarrollen habilidades y destrezas propias de la edad, en nuestro país, jamás se hará una reestructuración adecuada a las verdaderas necesidades a nuestro sistema educativo durante la primera infancia en pro de mejorar la Educación Infantil de nuestros niños y niñas. Muchos de los juegos y dinámicas que nos ayudaban a practicar las habilidades motoras gruesas y finas se han ido perdiendo por la vida sedentaria no solo en casa sino en nuestros jardines infantiles en los que se supone deben implementar un sinnúmero de estrategias que ayuden a potenciar estas habilidades pedagógicas y metodológicamente. Finalmente se puede concluir que el eje de evaluación de las dimensiones de la Escritura a Mano implica el dominio de la escritura a mano y sobre ello habrá de analizarse cómo la motricidad mejorada afecta la capacidad de los niños para controlar sus movimientos y producir trazos precisos. Se puede comparar la calidad de la escritura antes y después del ejercicio. Con respecto a la legibilidad habrá que evaluar si la mejora en la motricidad se traduce en una escritura más legible. Comprender si los niños pueden formar letras más claras y si la coherencia de sus palabras y oraciones ha mejorado. Mientras que los factores ergonómicos que ejercen una vertiente para evaluar y ensayar o repetir su práctica como la postura y el agarre del lápiz, se ve afectada por la mejora en la motricidad. Se pueden comparar las posturas y hábitos de escritura antes y después del ejercicio.

Y el eje de impacto en el aprendizaje y desarrollo mejora en el rendimiento académico; un tema por demás necesario se traduce en un mejor desempeño en asignaturas que involucran escritura, como la gramática y la ortografía. Comparar calificaciones anteriores con las actuales.

Está además un factor primordial: la confianza y actitud hacia la escritura que permite explorar si los niños muestran una actitud más positiva hacia la escritura a mano después del ejercicio y si su confianza en esta habilidad ha aumentado.

Estos ejes de discusión permiten evaluar de manera integral el impacto del ejercicio en la motricidad en la escritura a mano de los niños de primaria y cómo puede influir en su aprendizaje y desarrollo académico. El análisis comparativo de estos aspectos proporcionará una visión completa de la eficacia del programa de mejora de la motricidad.

 

Referencias

 

Contacto: jc.verito07@hotmail.com

 

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