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Alexa Camacho · Estudiante de la Licenciatura en Psicología, UNIVA Guadalajara

 

La película Las horas es una adaptación de la novela de Michael Cunningham ganadora de un premio Pulitzer en 1999, dirigida por Stephen Daldry en 2002. La cinta se desarrolla en el transcurso de un día, en tres épocas diferentes, y cuyo punto de conexión es la novela de Virginia Woolf: Mrs. Dalloway.

La primera historia se desarrolla en 1923, y sigue a Virginia Woolf (interpretada por Nicole Kidman), quien lucha con su depresión y creatividad mientras escribe Mrs. Dalloway. La segunda historia se desarrolla en 1951, y presenta a una ama de casa llamada Laura Brown (interpretada por Julianne Moore), quien lucha con su propia depresión mientras lee Mrs. Dalloway. Finalmente, la tercera historia se desarrolla en la actualidad y sigue a Clarissa Vaughan (interpretada por Meryl Streep), una editora de libros que está organizando una fiesta para su amigo Richard (interpretado por Ed Harris), quien está gravemente enfermo.

La película aborda temas como la soledad, la depresión, la homosexualidad y el papel de las mujeres en la sociedad. Además, la película explora la relación entre la vida y la literatura al brindarnos un vistazo de la vida de Virgina Woolf, y cómo su novela surge de las vidas de Laura y Clarissa.

A pesar de la distancia entre épocas, todas comparten la falta de sentido y control sobre sus vidas, así como la experiencia con la muerte. Virgina Woolf nos deja conocer su ardua lucha contra la bipolaridad, sus alucinaciones y los problemas que encara en la sociedad, con su familia y pareja. Sintiéndose incapaz de decidir sobre su vida y siendo víctima de las decisiones de los demás, busca escapar de su entorno, suicidándose en 1941. Por su lado, Laura Brown es una ama de casa que no encuentra la felicidad en la vida que lleva, enfrentándose al hecho de no amar a su hijo y a su esposo. Ella considera el suicidio como una salida eficaz a su duelo, pero se arrepiente al final, viviendo con su pena y decisión. Clarissa Vaughan, una mujer bisexual, se encuentra emocionalmente estancada en una época de su vida que compartió con Richard, su gran amor, quien se encuentra en fase terminal de SIDA. Al final de la película, Richard decide poner fin a su dolor y aventarse por la ventana frente a Clarissa.

La tristeza y la muerte son dos conceptos fundamentales en este filme. Cuando alguien muere, los que quedan atrás suelen experimentar una gran tristeza y dolor. Del mismo modo, la tristeza puede ser tan profunda que a veces sentimos como si algo dentro de nosotros ha muerto.

En cierto sentido, la tristeza puede ser vista como una especie de proceso de duelo por algo que hemos perdido, ya sea la pérdida de una persona amada, una relación, un trabajo o incluso una parte de nosotros mismos. La tristeza puede hacernos sentir como si algo esencial hubiera sido arrebatado de nuestras vidas y que ya no hay nada que podamos hacer para recuperarlo.

La muerte, por otro lado, es el final definitivo de la vida. Es la última frontera que todos debemos cruzar, y nos enfrentamos a ella con una mezcla de miedo, incertidumbre y, a menudo, tristeza. Pero la muerte también puede ser vista como una liberación, una liberación de los sufrimientos y las luchas de la vida. Aunque pueda ser difícil de aceptar, la muerte también puede ser vista como una oportunidad para la transformación y la renovación, para dejar atrás lo viejo y dar paso a lo nuevo.

La película es una reflexión conmovedora sobre la vida y la muerte, y cómo nuestras acciones y decisiones pueden afectar a las personas a nuestro alrededor. En general, es una película para los que estén interesados en la literatura, el drama, y la exploración de temas profundos y complejos de la vida.

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