Daniel Reynoso Macías · Pasante de la Licenciatura en Historia. Auxiliar de Biblioteca, UNIVA Guadalajara
En la década de los 60 el Estado mexicano heredero de la Revolución mexicana ya no contaba con aquellos caudillos que consolidaron las instituciones que gobernaban y ya no se podía ejercer el control por cualquier medio como hizo el caudillismo, los nuevos dirigentes buscaron parte de su legitimidad en la cultura, de una manera casi romántica exaltando y rememorando la revolución, el nacionalismo y la historia mexicana.
El arte en la época posrevolucionaria estaba permeada por tradicionalismos, estándares establecidos, un nacionalismo intransigente, censura, entre otras limitantes que la escuela nacional de pintura y el muralismo mexicano establecieron, como mencioné antes, buscando legitimidad y control.
José Luis Cuevas fue un pintor, dibujante y escultor mexicano que desarrolló su arte durante el siglo pasado. Como protesta escribió en 1950 La Cortina de Nopal, texto en el que Cuevas incursionó en la literatura para protestar contra la escuela mexicana de pintura y la barrera creativa que esta imponía a todo artista que pretendía innovar y alejarse del estilo impuesto.
Los personajes que intervienen en La Cortina de Nopal se ven obligados a dejar de lado sus exploraciones en nuevos estilos de arte para poder ser parte del prestigio y reconocimiento del que gozaban los tres grandes muralistas, José Clemente Orozco, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros.
José Luis Cuevas utiliza el título de forma irónica y hasta cierto punto satírica, pues “la cortina de nopal” tapaba y no dejaba entrar nada que representara un cambio de paradigma en la escena del arte mexicano. Él buscaba un arte libre de fronteras y abierto a influencias, estilos, materiales de todo tipo y de cualquier origen.
Además del cuento La Cortina de Nopal, Cuevas vuelve a desafiar al muralismo mexicano, pero esta vez de manera más punzante y controversial, creó su obra titulada Mural Efímero. En esta obra realizó un mural que, a diferencia de los tradicionales, pintados en paredes, techos o cúpulas de edificios públicos, financiados directa o indirectamente por las instituciones, se pretendía que duraran para siempre, el Mural Efímero estaba pensado para exponerlo en un anuncio espectacular en plena Zona Rosa de la Ciudad de México, expuesto a las inclemencias del clima y a la vista de todas las personas, pero este mural no estaba diseñado para perdurar en el tiempo, este solo duraría un mes y después su destino sería incierto.
Cuevas comenta en una entrevista que una de las motivaciones para realizar su obra fue un comentario de Siqueiros:
“Como Siqueiros ha dicho que su obra resistirá el paso del tiempo, se me ocurre que mi mural debe llamarse “efímero”. Sólo existirá durante un mes y después será destruido. ¿No es acaso un acto de modestia frente a la soberbia de Siqueiros? Él habla también de un arte público, una obra hecha para ser admirada por las masas. Mi mural efímero debo planearlo para que sea visto por las multitudes” (Cuevas,1999, párr. 9).
Cuevas inaugura su Mural Efímero el 8 de junio de 1967 en una azotea del cruce de las calles Génova y Londres, mediática y socialmente tuvo un impacto increíble, impulsado por estudiantes y personas jóvenes en una ciudad y una época en la que la juventud estaba deseosa de cambios a nivel político y social.
Este proyecto fue un parteaguas y un rompimiento con la pintura y el arte oficialista, despertó en los artistas su semilla de rebeldía que tenían reprimida y se comenzó a crear un nuevo tipo de arte más libre en el que podían expresarse con mayor independencia creativa. Muchos artistas se sumaron a esta rebeldía y se replicaron más murales efímeros, así nació la llamada “Generación de la Ruptura” entre ellos, Guillermo Meza, Lilia Carrillo, Gustavo Arias Murueta, Manuel Felguérez, Ricardo Rocha, Francisco Icaza, y Adolfo Mexiac, entre otros artistas.
Referencias
Cuevas, J. L. (28 febrero 1999) El mural efímero, Letras Libres https://letraslibres.com/revista/el-mural-efimero/
Enlaces de interés
Animal Político (2017) El mural efímero, la obra de Cuevas que paralizó la Ciudad de México y desafió a Siqueiros. https://www.animalpolitico.com/sociedad/cuevas-mural-efimero-historia-siqueiros
Cuevas, J. L. (1998) La cortina de nopal. Ruptura, 84-91 recuperado de https://icaa.mfah.org/s/es/item/788032#?c=&m=&s=&cv=1&xywh=-62%2C831%2C2729%2C1527
Felguérez, Manuel (1987) La Ruptura: 1935-1955. Revista imágenes estéticas. https://biblioteca.univa.mx/style/tutoriales/Gu%C3%ADaAPAnueva.pdf
