Cuando hacemos oración, podemos decir comúnmente que no sabemos cómo hacerlo, y pensamos inmediatamente en las oraciones que ya sabemos de memoria. Ahí está el punto de esta reflexión, pues corremos el riesgo de hacer de la oración algo monótono, sin darle sentido y profundidad a estás oraciones que sabemos de memoria.
Hoy, Jesús en el evangelio, nos invita a pedir a Dios aquello que sabemos que necesitamos, pero nos pide que lo hagamos con insistencia, con plena confianza de que aquello que le pedimos pronto tendrá respuesta.
Te hago la invitación de pedir a Dios por aquello que tu bien sabes que necesitas. Pide por ese problema familiar, económico, de salud, etc. Pero pide con la confianza de que Dios te escucha, y date cuenta también de aquello que se mueve en tu corazón cuando haces esta petición en la oración, pues en esos movimientos del espíritu Dios puede estar hablando para darte una respuesta. Aprendamos a que todo llega a su tiempo.
Querida comunidad UNIVA, te invito a que cada que pidas lo hagas de la mano de María, ella como madre nos puede ayudar a saber pedir, nos encomendamos a ella en su advocación de nuestra Señora de la Expectación de Zapopan a quien estaremos celebrando este próximo fin de semana.
