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Voces UNIVA

Los alienígenas como seres extradimensionales y falsos dioses a la luz de la obra de Salvador Freixedo

By Voces UNIVA, Voces Univa

Dr. Fabián Acosta Rico • Docente-Investigador UNIVA

 

Una variante a la tesis de Sitchin sobre la verdadera identidad de los dioses nos la ofrece quien fuera en vida uno de los más afamados ufólogos de habla hispana, Salvador Freixedo. Su estudio del fenómeno ovni lo llevó a dejar el sacerdocio católico y a renunciar a la Compañía de Jesús. Freixedo afirma que los dioses de la antigüedad eran en realidad extraterrestres; nada nuevo hay en esta afirmación; pero, va más allá cuando asegura que dichos seres han dominado a la humanidad y lo siguen haciendo. Las religiones fueron creadas por ellos con la perversa intensión de someter a los seres humanos; así que nuestro autor propone una suerte de escepticismo, que no necesariamente habría de derivar en ateísmo, que nos ponga en guardia y nos libere de estos tiranos secretos a cuyos caprichos voluntariamente y de forma inconsciente, la mayoría de las veces, nos sometemos.

Igual que Daniken y Gerhard R. Steinhäuser, y en un tono más alarmista, le niega su estatus de Dios todo poderoso y universal al Yahvé del antiguo testamento. Como sus colegas, se atreve a decir que el Dios de la Biblia es uno entre muchos dioses, equiparable a Zeus o a Odín y, en términos más monoteístas y teológicos, pasaría a ser un ángel de mayor rango y poder (Freixedo, 1984, pág. 10). Para haber sido presbítero y religioso de la Iglesia católica, Freixedo resulta demasiado crítico con la fe cristiana. Califica al dios cristiano de usurpador:

… el dios cristiano de que se nos habla en el Pentateuco, también existió, pero no es el padre bueno que él quiso hacernos creer, y mucho menos es el Dios Universal, Creador de todo el Cosmos. Es simplemente un suplantador más, que al igual que muchos otros semejantes a él, pretendió hacerse pasar por la Gran Energía Inteligente creadora de todo el Universo (Freixedo, 1984, pág. 5).

El engaño de las falsas divinidades lo concretan valiéndose de elegidos. Como se mencionó líneas atrás, todas las religiones son un timo además de perniciosas. Los superhombres que las crearon distan de ser verdaderos iluminados. Para Freixedo personajes como Buda, Zoroastro, Mahoma… no tendrían nuestra veneración y gratitud si supiéramos que nacieron o fueron escogidos y preparados para instaurar cultos mediante los cuales los conversos y creyentes caen en la manipulación y control de las falsas divinidades. Seres como Krishna, Quetzalcóatl, Viracocha e incluso el propio Jesucristo mostraron una apariencia humana; pero, los dones extraordinarios que los hicieron destacar obligan a considerar que en su naturaleza tuvieron una participación de los “dioses”; serían seres híbridos (humanos-dioses) creados intencionalmente por las falsas divinidades para cumplir con una determinada misión en este planeta.

En esta teologal teoría conspirativa, como se puede ver, los místicos, profetas y santos del ayer y del hoy participan de un montado engaño. Sus orquestadores, las que nuestro autor califica de falsas divinidades, no necesariamente provienen de otro planeta. Sin precisar ni dar mayores argumentos, Freixedo, sostiene que son de la tierra y, por tanto, en nuestra clasificación quedarían catalogados como suprahumanos terrestres no sagrados posthumanos. Por sensacionalista que suene, serían seres extradimensionales y guías malévolos que se han hecho pasar a lo largo de miles de años por dioses; y sabiéndose adaptar a nuevos tiempos y al cambio de mentalidad casi planetaria ahora se manifiestan como extraterrestres. Esta camaleónica capacidad se la deben, a su naturaleza sutil; tienen cuerpo, pero este es de naturaleza electromagnética.

Como ya lo dije, para Freixedo, muchos de ellos por no decir la mayoría, son de este planeta, aunque algunos vienen de fuera y están aquí solamente de tránsito (Freixedo, 1984, pág. 8). Vistos de esta manera, empataría esta descripción, mutatis mutandis, con la hecha por otro de los grandes gurús de las nuevas espiritualidades, Carlos Castaneda, quien, en varios de sus libros, pero en especial en el Arte de ensoñar (2006) describe a unas creaturas de naturaleza psíquica a los que llama seres inorgánicos; ellos nos consumen o viven de nuestra energía vital y muchos brujos y nahuales comercian psíquicamente con ellos conocimientos y poder.

Entendemos que las religiones presentan grandes diferencias doctrinales y entre algunas de ellas persiste la rivalidad y el antagonismo a pesar de que todas en teoría predican el amor y la espiritualidad. La explicación a todo lo anterior, la da el autor de Defendámonos de nuestros dioses, afirmando que entre estos seres extradimensionales hay también una gran diversidad: “los dioses no pertenecen a la misma clase genérica de seres, y entre algunos de ellos es muy posible que haya tanta diferencia como hay entre nosotros y un mamífero desarrollado” (Freixedo, 1984, pág. 7).

Tal y como lo explican los mitos, entre estos seres privan las rencillas y los desencuentros tal como ocurrió entre Yahvé y Lucifer. Sin intentar hacer una apología luciferina del “ángel caído”, Freixedo explica que su verdadera maldad reside en haberse revelado contra su superior; pero, dicha insubordinación no lo convierten en la encarnación del mal ni en el príncipe de las tinieblas. El desenlace del conflicto que lo colocó como el vencido lo convirtió, según nuestro autor, en el malo. Si los dioses o ángeles no son tan divinos como pensamos y comparten con nosotros muchos de nuestros defectos; es casi entendible que Luzbel: “trate de tomar venganza de su vencedor y la mejor manera de hacerlo es tratando de restarle súbditos y de deshacer de toda la obra que aquel haya pretendido hacer entre los hombres” (Freixedo, 1984, pág. 10).

Si diferentes dioses han creado distintas religiones y si entre ellos no hay concordia ni entendimiento esto explica por qué entre los cultos y en las religiones reina la hostilidad: esta sería en esencia transferida o aprendida.

Para Freixedo la credulidad de los hombres antiguos ante la manifestación o epifanías de los dioses resulta hasta cierto grado aceptable dado lo rudimentaria que resultaba su cultura y grado de entendimiento. Más hoy los alcances científicos y tecnológicos de nuestra civilización nos deberían poner más alertas contra la interferencia de estos seres sutiles que de manera oculta nos han controlado. Pero, como se mencionó líneas atrás, para esta teoría conspirativa, nuestros amos, los antiguos dioses han sabido adaptarse a los nuevos tiempos y reaparecen ahora en platillos voladores; los que antes se manifestaban como divinidades superiores o inferiores como las hadas, los gnomos, los duendes… ahora se presentan como hombrecillos grises de ojos avellanados o como seres con apariencia de reptil:

Hoy no tenemos absolutamente ninguna duda de que lo que los antiguos llamaban «los dioses» —y los enmarcaban en todo un complejo sistema de creencias y ritos— es exactamente lo mismo que los modernos denominamos con el genérico término de «fenómeno ovni», cuando éste se entiende en toda su amplitud y profundidad (Freixedo, 1984, pág. 22).

Generalmente la ufología conduce a un neopoliteísmo seudocientificista por denominarlo de alguna manera; el caso de Freixedo sus teorías acerca de los verdaderos dioses derivan en un gnosticismo que denuncia al supuesto falso dios, casi demiúrgico y propone reverenciar a un dios impersonal inabarcable e incomprensible enunciado no por la teología, sino por la metafísica más depurada de cualquier atisbo de antropomorfismo (Freixedo, 1984, pág. 24). Habría que precisar también que los gnosticismos, tanto antiguos como actuales, proponen una divinización del hombre a través de superación de la condición humana mediante ciertas prácticas ascéticas y espirituales. Para Freixedo podemos aspirar a subir varios peldaños en la escala de nuestra condición material y espiritual; pero, jamás llegaremos a ser dioses simplemente porque somos de naturalezas distintas y seguimos por tanto rutas evolutivas distintas.

Este deslindarse de los dioses para reconocer a la verdadera divinidad también es propuesto por el ya mencionado Steinhäuser. Advierte sobre no caer en la adoración de los nuevos dioses ahora desenmascarados como astronautas de la antigüedad o como entidades extradimensionales. Se antoja necesario hacer un repaso de toda la historia antigua y sobre todo de los pasajes más míticos o legendarios y hacer el deslinde de lo que pudieron ser únicamente encuentros cercanos del tercer tipo; dejando al descubierto y debidamente cernidas las experiencias verdaderamente espirituales con el Dios absoluto y universal.

Para el autor de Retorno a los dioses la ruta hoy vigente hacía una nueva espiritualidad nos la traza el exponencial entendimiento que hemos logrado de la realidad a la luz de las nuevas teorías de la física relativista, las cuales hacen hincapié en que hay más dimensiones de las que podemos percibir; comprensión y dominio, pudiendo hacer factibles los viajes interplanetarios o los desplazamientos en el tiempo ya sea hacía el pasado (como en la novela el Caballo de Troya) o rumbo al futuro.

Steinhäuser en sus muchas especulaciones también deja abierta la posibilidad de que los supuestos visitantes del espacio exterior sean en realidad crononautas de nuestro mundo o de otros muy distantes al planeta tierra. Como veremos en futuras entregas; el negarle al Dios de los monoteísmos y con Él a los dioses de las tradiciones religiosas su condición sagrada de creadores de los seres humanos y de la naturaleza, fue sólo el primer paso hacía una secularización antropocéntrica que como segundo acto explayó otras concepciones seudorreligiosas que le dan la batuta del destino y la dirección del mundo no a Dios ni a la Providencia, sino a otras entidades suprahumanas tanto celestes o terrestres que aparecen en las neomitologías conspirativas con nombres como los iluminatis, reptilianos o pleyadianos.

 

El rápido tránsito de la vida

By Voces UNIVA, Voces Univa

Mtro. Miguel Camarena Agudo • Encargado de corrección y estilo del Sistema UNIVA

 

 

Así que, de momento, nada de adiós muchachos

Me duermo en los entierros de mi generación

Cada noche me invento

Todavía me emborracho

Tan joven y tan viejo, like a Rolling Stone.

Joaquín Sabina

 

Cuando era niño me daba la impresión de que el tiempo pasaba lento, como un auto atascado en el lodo. El verano o la Navidad recién sucedían y me embargaba una especie de nostalgia. Desde luego, después de una gran felicidad hay una gran tristeza, después de un gran amor hay un gran sufrimiento, después de un gran placer hay un gran dolor. Condición sine qua non para darnos cuenta de que la vida tiene esos matices, relieves o dimensiones, sin los cuales tendríamos una existencia plana.

Pero, en fin, el tiempo en esa edad de la vagancia tenía un ritmo semilento en el que todo transcurría con tranquilidad. Para mi fortuna o desgracia, como sucede en la vida de barrio, convivía con personas más grandes de edad, eran de alguna u otra manera los mensajeros del futuro o de la vida más allá de la etapa que estaba viviendo. Sus crónicas, relatos o simplemente anécdotas, me hacían querer crecer más rápido, volverme uno de ellos lo antes posible. Sus aventuras, exageradas, dicho sea de paso, me llenaban de una ansiedad y hasta cierto punto de una insatisfacción por lo que me ocurría a mí. Quería conocer ese mundo cuanto antes y como un explorador realizar esas expediciones a las que ellos ya se habían embarcado. Quería crecer y ser uno de ellos.

Con el paso de los años irremediablemente fui creciendo y dando cuenta de esas regiones de la existencia humana que tanto anhelé: el maravilloso paraíso del amor de las mujeres, el viaje con los amigos, las fiestas de fin de semana, los conciertos, las resacas de los domingos. Muchas cosas más fueron sucediendo y no siempre placenteras, pero sí llenas de aprendizajes. La etapa de la secundaria a la preparatoria fue un lapso de tiempo muy significativo, la literatura, la música, el cine, la pintura, complementaron aquello que en la calle y en la escuela aprendía de mis pares y no tan pares. Por ellos aprendí que el arte se paladea cuando a la vida no le ocurre nada. Debo reconocer que corrí con buena fortuna de tener, hasta la fecha, muchos de esos amigos, los cuales tienen y mantienen la maravillosa cualidad de ser unos crápulas locuaces, pero no idiotas. Sí, fue una buena época, de mucha diversión, de autoconocimiento, de nacimiento; fue tan buena que se me escurrió de entre las manos con la velocidad del agua.

En la adolescencia, sin darme cuenta, encontré la fórmula de la felicidad y hasta la fecha a mis ya casi cuarenta años de andar por este mundo, la sigo aplicando en la medida de lo posible. El único problema es la velocidad con que se sigue escurriendo, a diferencia de cuando era un niño, pues hoy los días me resultan horas y los meses días. No sé cómo pasó todo, cómo llegué hasta aquí. He perdido y encontrado, he dejado y me han dejado. Hoy me doy cuenta de la gran verdad contenida en ese lugar común de que la vida es un sueño, es cierto, se va rápido créanme. Mi padre no hace mucho cumplió 65 años y estando en su celebración de cumpleaños le pregunté sobre qué pensaba acerca de la vida y me dijo que para él la vida era un instante. Escuchar eso me impresionó en demasía. De la misma manera que me impresionó leer un texto de Enrique Krauze donde él cuenta lo que le respondió Octavio Paz una semana antes de que morir a su pregunta de si, ¿quería algo? o, si ¿se le ofrecía algo?, a lo que el poeta enojado y desde su silla de ruedas le contestó – ¡vivir, vivir! -.

Otros lugares comunes para terminar: la vida es corta. Y a lo mucho es un conjunto de instantes o momentos todos efímeros, muchos sublimes e inefables. Somos presente y recuerdo a la vez. Y por eso pienso que estamos obligados a vivir y a convivir, de tal manera que infundamos o nos infundan el exacerbado deseo de vivir.

 

Al principio yo no entendía nada, pero ahora lo entiendo. Entiendo lo que dices, entiendo lo que mi papá entendió. Que en la vida te vas a cruzar con un montón de pendejos que no entienden nada, que no saben lo que hay detrás de las cosas, el mundo sólido pues. Que no importa qué pase, siempre que tengas eso, que puedas ver lo que hay detrás de las cosas. Lo único que no te pueden quitar es ese sentimiento… Ahora sé de qué sentimiento hablas. Mi papá decía que, si el mundo era una estación de trenes y la gente los pasajeros, los poetas no son los que van y vienen, sino los que se quedan en la estación viendo los trenes partir.

 

                                                                                                                           Fragmento de la película “Güeros”

 

 

Alimentación consciente

By Lideres Universitarios, Voces UNIVA

María José Gómez • Pasante de la Licenciatura en Nutrición

 

A lo largo de la vida siempre se le ha dado gran importancia a lo que se come. Se habla de múltiples dietas y métodos para lograr el peso y la figura deseada. Conforme va evolucionando la vida cada vez salen más dietas de moda y más remedios milagrosos para lograr ese cuerpo que tanto se anhela y se ve en todas las revistas de moda y en las redes sociales. La alimentación y la imagen se han vuelto una presión social, más allá del estado de salud y perdiendo el valor de la alimentación consciente.

El término alimentación consciente o mindful-eating es una práctica que cada vez va quedando más arraigada en el día a día de las personas. Esta práctica tiene como objetivo el tener una relación sana y completamente mental con la comida. Esto quiere decir que, más allá del plan de alimentación que se esté practicando es importante ser consciente de las emociones y sensaciones fisiológicas alrededor de la comida.

Hoy en día ya no se está consciente de lo que se come, ni de cuando ni donde se realiza esta práctica. A pesar de que la actividad de comer es una necesidad fisiológica, en la sociedad se ha vuelto un acto meramente rutinario. Se come de pie, en cualquier lado, solo con el fin de saciar una necesidad, sin la consciencia del carácter emocional que conlleva.

El objetivo que tiene la práctica de la alimentación consciente es sincronizar mente y cuerpo con la realidad, estar conscientes y presentes, observando y prestando atención a toda sensación interna. Esta práctica comienza desde el momento de la compra de los alimentos, la preparación y la ingesta. Pretende ser reflexivo y hacer una conexión interna del por qué se elige algún alimento o por qué se desea comer en ese momento, si se habla de la presencia de una necesidad fisiológica o si hay un sentimiento o emoción que está llevando a ese actuar.

También es necesario darle la importancia necesaria a la comida, ser conscientes de la textura, cantidad y sabor de cada uno de los alimentos. Evitar cualquier tipo de distractor como es la televisión o el celular. Darle el tiempo y espacio al recibir los alimentos y tener presente lo que se está sintiendo al momento de comer.

Esta práctica puede no sólo ayudar a cumplir las metas nutricionales, sino lograr un completo cambio de hábitos.

 

La Iglesia en el mundo actual: A 55 años de la Gaudium et Spes

By Voces UNIVA, Voces Univa

Mtro. Jorge Iván García Morando • Coordinador de Proyectos Sociales y Religiosos 

 

“Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo”, estas son las palabras con las que inicia la Constitución Pastoral del Concilio Vaticano II Gaudium et Spes o Sobre la Iglesia en el mundo actual y que no dejan de tener fuerza a 55 años de distancia, sobre todo, cuando se trata de entender la relación que media entre la Iglesia, el mundo y nuestra comunidad actual, además de que está en íntima relación con la nueva encíclica del papa Francisco Fratelli tutti.

Por la dignidad humana

Te has preguntado, ¿cuál es la situación del hombre en el mundo actual? ¿por qué nos parece estar en un tejido social carente de fraternidad, solidaridad o amistad social? Considerando que no se puede leer los signos de los tiempos sin el escrutinio e interpretación a luz del Evangelio, o bien, como dice el papa Francisco, <<entender una forma de vida con sabor a Evangelio>>. El poner al ser humano en su sentido propio de dignidad humana, nos lleva a comprender el trasfondo antropológico que la Gaudium et Spes valora como centro y proyecto de vida, de ahí que <<no hay nada verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón>>, no sólo en su sentido teórico, sino en una perspectiva existencial, porque considerar la historia del hombre es entender la historia de la Iglesia misma. Vivir los gozos y las esperanzas es discernir que la salvación no está dirigida a individuos asilados sino a la humanidad entera, por eso la Iglesia ha emprendido un diálogo profundo con el mundo, siguiendo la pedagogía del buen samaritano y haciendo eco de las palabras del papa Francisco en Fratelli tutti: “Seamos parte activa en la rehabilitación y el auxilio de las sociedades heridas. Hoy estamos ante la gran oportunidad de manifestar nuestra esencia fraterna, de ser otros buenos samaritanos que carguen sobre sí el dolor de los fracasos, en vez de acentuar odios y resentimientos, sólo falta el deseo gratuito, puro y simple de querer ser pueblo, de ser constantes e incansables en la labor de incluir, de integrar, de levantar al caído”, que, en otras palabras, el sentido de la dignidad humana surge de la consideración del hombre creado a <<imagen y semejanza de Dios>> (Gen 1,26), así como Juan Pablo II en su carta encíclica Evangelium Vitae nos lo recuerda en tanto que el Evangelio del amor de Dios al hombre, el Evangelio de la dignidad de la persona como el Evangelio de la vida son un único e indivisible Evangelio.

Por la solidaridad en un mundo abierto

La visión de la Iglesia en el mundo actual es de compromiso y responsabilidad pastoral para promover la dignidad humana, el desarrollo integral de la persona y la insistencia por el discernimiento moral y teológico, es decir, que no podemos desarrollarnos ni encontrarnos plenamente si no es mediante la entrega plena y sincera consigo mismo y los demás, entendiendo que, nuestras condiciones de vida hoy nos han arrojado a un tipo de sociedad cerrada y elitista, olvidándonos de nuestra acción cristiana en las periferias existenciales, aquellas periferias que están cerca de nosotros, en los barrios, en el centro de la ciudad, o bien, en nuestra familia, por ello el papa Francisco retoma el valor de la solidaridad como virtud moral y actitud social que es fruto de la conversión personal: “volvamos a promover el bien, para nosotros mismos y para toda la humanidad, y así caminaremos juntos hacia un crecimiento genuino e integral”.

 

Involución política

By Voces Univa, Voces UNIVA

Pbro. Lic. Armando González Escoto • Director de Publicaciones del Sistema UNIVA

 

En un periodo de cincuenta años la política en México ha pasado por el idealismo socialista de los años sesenta, por el idealismo partidista de los años noventa, y por el idealismo democrático de los primeros años del presente siglo, para llegar finalmente a una profunda crisis de lo que es y debe ser la función pública y el ejercicio político.

El socialismo muchas veces pro comunista de la primera etapa, generó líderes muy honestos y comprometidos que realmente buscaban un cambio radical que beneficiara a sectores de la población cada vez más marginados del otrora “milagro mexicano”.

El idealismo partidista posterior a 1970 seguía creyendo que la solución a los problemas del país era un cambio radical de partido, es decir, que un partido distinto o nuevo era la única posibilidad que tenía México, ante el fracaso de los movimientos estudiantiles y guerrilleros precedentes, disueltos con plata o con plomo.

La rapidez con que todo otro partido, nuevo o viejo, se corrompía, puso el acento en lograr entonces una sociedad democrática y participativa, capaz de sujetar tanto a los partidos como a los gobiernos emanados de ellos, llegando incluso a establecer las candidaturas independientes.

En las tres etapas mencionadas fue el sistema político mexicano el responsable de sofocar el entusiasmo y la esperanza de un país distinto, un país de compromiso con los sectores más vulnerables, de libertades y oportunidades leales para los partidos, cuando todavía se creía en los partidos, o de un país donde crecimiento y desarrollo finalmente se conciliarán en una sociedad democrática y participativa, más por el empuje de la gente que de los políticos.

Es verdad que en cierto modo, el actual gobierno federal podría representar la posibilidad de hacer realidad algunos de los postulados anhelados en esas tres etapas que hemos vivido, pero luego de tantos años de idealismos frustrados resulta difícil creerlo, aún si millones de mexicanos tradicionalmente desprotegidos, hoy por primera vez en la historia reciben ayudas económicas contantes y sonantes, sin las cuales la actual crisis económica mundial estaría siendo para ellos mucho más agresiva y explosiva de lo que ya es.

En cambio, el futuro político de la nación se está volviendo no incierto, sino certeramente regresivo, siendo sus síntomas, por una parte, la manera en que los medios de comunicación están siendo reprimidos o comprados, marginados al ostracismo los líderes de opinión, y promovidos solamente quienes apoyan a los nuevos políticos futuristas.

Otro síntoma igualmente penoso es el surgimiento de políticos a los que nuevamente sólo les interesa la conquista del poder, pero carecen de planteamientos sociales, económicos y morales sinceros que diseñen metas realizables en beneficio de todos, metas sobre todo de carácter democrático que ayuden a la sociedad a superar su enajenación política, puerta de todo abuso y permisividad.

Hoy día resulta evidente y preocupante el que estemos oscilando todo el tiempo entre la dictadura y la anarquía, y que nadie diga nada, pues incluso célebres analistas se han puesto al servicio o de los millonarios o de los partidos, pero ya no al servicio de la comunidad y, sobre todo, al servicio de la verdad y la justicia.

 

Publicado en El Informador del domingo 6 de diciembre de 2020

Las miradas de Los Cabos

By Tendencias, Voces UNIVA

José Alejandro Domínguez Islas • Alumni Preparatoria UNIVA

 

El pasado 9 de noviembre se inauguró el Festival Internacional de Cine de los Cabos, uno de los eventos de cine más importantes de México, que, en su novena edición, se enfrentaba al año del desastre, en el que el COVID-19 detendría la acostumbrada gala y exhibición que tenían normalmente los festivales de cine del país. Sin embargo, a pesar de las inconveniencias, el evento logró migrar a través del internet, específicamente a la página oficial del festival, en el que usuarios de todo México podían rentar de manera gratuita (eso sí, de forma limitada) todas las cintas de la competencia en sus respectivos días de estreno. Un servidor logró ver varias de las películas exhibidas, con visiones únicas de sus directoras y directores que valen la pena darle un vistazo cuando lleguen a plataformas digitales o salas comerciales.

 

Summertime (2020) Dir. Carlos López Estrada.

El director mexicano cuenta la historia de 25 personas (mismas que escribieron el guion para cada uno de los segmentos de sus personajes) que buscan encontrar su voz a través de la música y poesía en un día caluroso en la ciudad de Los Ángeles.

Desde el aspirante a influencer, la pareja al filo de su relación o los músicos que sólo buscan una oportunidad, Summertime logra hacer de varias anécdotas y pequeños sucesos de la vida citadina, una historia íntima en la que este grupo de desdichados son el alma y corazón de una ciudad que, en la tierra de las oportunidades, su motor sigue siendo los artistas que nadie ve, y de los que nadie cuenta sus historias del día a día. Aún sin fecha de estreno en México, podremos ver más del director en su próximo proyecto, Raya y el último dragón de Disney, en marzo 2021.

 

Shiva Baby (2020), Dir. Emma Seligman.

En su ópera prima, la directora nos relata la historia de Danielle, quien, en la celebración judía del Shiva, es cuestionada por todos sus familiares por sus relaciones amorosas, desempeño universitario y futuro laboral, mientras se encuentra en el mismo lugar con su amante, la esposa de este último y su exnovia.

Basado en el cortometraje que Seligman realizó como parte de su proyecto de tesis en la universidad, Shiva Baby es una experiencia claustrofóbica e incómoda en el que se nos refleja las distintas maneras de vivir la sexualidad, mientras ella es frecuentemente criticada por todo lo que es o debería ser de acuerdo con las convenciones sociales de su hogar; sumado a esto, se siente una confusión y trauma en la incertidumbre que el futuro depara en una joven que aun cuando parece que ve todo con claridad, sigue descubriéndose en el camino. Aún sin una fecha de estreno en México, si quieren adentrarse en la temática, recomiendo ampliamente darle un vistazo a la comedia Booksmart (2019) de Olivia Wilde, que, en su debut como directora, también explora temas de identidad y relaciones LGBTQ+.

 

Wolfwalkers (2020), Dir. Tomm Moore y Ross Stewart.

La cuarta película del estudio de animación Cartoon Saloon, nos transporta a un pequeño pueblo irlandés que busca eliminar a los lobos salvajes de la región, hasta que una chica de nombre Robyn, entabla amistad con Mebh, una joven del bosque con la capacidad de convertirse en lobo.

Con ciertas convenciones narrativas, Wolfwalkers logra destacar por su estilo de animación hecha a mano y de trazos ligeros. Con el característico apego a la cultura céltica que acostumbra el estudio, la cinta es una necesaria lección de humanidad, consciencia ambiental y amistad que une dos mundos que pueden, y deberían, coexistir en armonía. Una cinta exclusiva de Apple TV+, que se estrenará en dicha plataforma de streaming el 11 de diciembre de 2020.

 

Never Rarely Sometimes Always (2020), Dir. Eliza Hittman.

Una de las cintas más esperadas de la edición, la ganadora del Premio Competencia Los Cabos, nos narra la travesía de Autumm, una adolescente que tiene que viajar a Nueva York para realizarse un aborto de un bebé no deseado.

El gran acierto de Hittman no sólo es retratar las adversidades de una joven sin recursos para practicar un aborto, además, retrata de manera natural el constante y tóxico poder varonil que la rodea. Siendo de manera muy sutil, la directora exhibe el problema del abuso masculino en la cotidianidad de una chica, que aun con el apoyo de ciertas figuras femeninas en su vida, no deja de ser violentada por el constante machismo del día a día. Desde su primera escena, se percibe el ingenio para exponer el discurso, con la protagonista en un escenario interpretando He´s Got the Power de The Exciters, escuchamos a manera de canción, un grito desesperado de ayuda ante el dominio en el que tanto ella como millones de mujeres en el mundo sufren de manera silenciosa. Una de las películas más impactantes del año, que ya está disponible para renta y compra en la plataforma de Cinépolis Klic y YouTube.

Aunque parecía un año difícil para el cine, sobre todo para las películas independientes, se agradecen estos espacios que ofrecen los festivales nacionales para seguir escuchando a estas nuevas voces que tienen mucho que contar, y que muchas veces por temas de distribución no pueden tener una proyección tan amplia como se esperaría. Gracias a las plataformas digitales, es como los festivales logran tomar ventaja de la herramienta para ampliar su exhibición, para que todos y todas podamos ver desde la comodidad del hogar las distintas visiones que la nueva generación de cineastas tiene para mostrarnos.

 

 

La importancia de las energías renovables en México

By Voces UNIVA, Voces Univa

Dr. Francisco Ernesto Navarrete Báez • Profesor Investigador UNIVA

 

El 29 y 30 de octubre del presente año, se llevó a cabo en la UNIVA el 5º. Seminario sobre Energías Renovables, con la temática central de la Eficiencia de las Energías Renovables en México. Tema fundamental en la agenda nacional.

Este seminario ha sido auspiciado desde su inicio por el Servicio Alemán de Intercambio académico (DAAD). Y en donde participan expertos sobre este tema de México y Alemania, país pionero y líder en su aplicación; cuyos ponentes principalmente son, los denominados exalumnos de la DAAD que hicieron estudios sobre este tópico, y ahora son pertenecientes a distintas instituciones educativas del país. Además, contamos con la participación de gente avezada de nuestra Casa de Estudios y otras instituciones, así como de instancias gubernamentales que trabajan en su normativa. En total se expusieron 24 ponencias y con más de 30 coautorías.

La temática de las Energías Renovables es transcendental para el futuro de la humanidad y de nuestro planeta. Ya que cada día se incrementa la necesidad del uso de energías para poder hacer nuestras actividades diarias, pero el impacto ambiental, económico y social para generarlas es muy alto. Desde esta perspectiva la UNIVA, con una misión y visión hacia el bien común y el desarrollo sostenible, se planteó realizar este seminario para discutir, analizar, compartir y divulgar los avances hechos sobre el tema.

Pero ¿qué se entiende como energía renovable y cuál es la importancia hoy en día de su implementación? En forma general, se denomina energía renovable a la energía que se obtiene de fuentes naturales virtualmente inagotables, ya sea por la inmensa cantidad de energía que contienen, o porque son capaces de regenerarse una y otra vez a través de medios naturales. Por lo tanto, son fuentes en que la energía disponible existe en cantidades ilimitadas, de modo que no se agotan a medida que se van utilizando. Modelos puntuales como el sol, el viento, las caídas de agua y la biomasa son ejemplos de fuentes de energía renovables.

Dos factores importantes que las distinguen como fuente energética son: la fuente natural, es decir, en donde no hay proceso de transformación directa de materiales, como es la combustión, y que la producción de la misma no va a depender de un recurso que pueda agotarse a mediano plazo. Y segundo, que su generación y uso no tendrán un impacto ambiental considerable.

Entre las energías renovables más comunes se cuentan la energía eólica, la geotérmica, la hidroeléctrica, la oceánica o mareomotriz, la solar, la undimotriz, la biomasa y los biocarburantes. Por cuestiones de espacio, no ahondaremos en qué consiste cada una, queda al lector profundizar en cada una de éstas.

Ahora bien, este planteamiento de promover el uso y consumo de energías renovables también va alineado al bien común universal, que actualmente, como naciones de un planeta único, los hemos reunido en los denominados Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) generados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el 2015, y en las cuales las naciones pertenecientes a este organismo nos comprometimos a cumplirlos hacia el año 2030.

Estos ODS son en total 17, que cuentan además con 169 indicadores y metas propias para su monitoreo. Para el estudio de energías renovables, nos enfocaremos principalmente en el ODS 7: Energías Asequibles y No Contaminantes, que con sus cinco metas busca el garantizar el acceso universal a servicios energéticos asequibles, fiables y modernos. Y el ODS 11: Ciudades y Comunidades Sostenibles, que establece 10 metas y su objetivo es el asegurar el acceso de todas las personas a viviendas y servicios básicos adecuados, seguros y asequibles y mejorar los barrios marginales.

La situación actual de la implementación de energías renovables como alternativa principal para la generación de la misma no es nada alentadora en el mundo, mucho menos en México. Aunque que en los últimos 20 años ha habido una revolución en cuanto a utilizar energías renovables como alternativa, por lo cual muchos países se han abocado a, primeramente, invertir en infraestructura y después reemplazar la anterior, por las distintas ofertas existentes anteriormente señaladas. Pero la realidad es que su alcance todavía está muy limitado. De acuerdo a la Agencia Internacional de Energía (IEA), en el año 2019, todavía la humanidad utilizaba el 80% de combustibles fósiles del total existente para realizar sus actividades cotidianas, como son el calentamiento de espacios, transporte y generador de energía. Del resto, el 20%, las energías renovables usadas se repartían entre el uso de energía nuclear, la biomasa tradicional y tan sólo 11% en energías renovables de las denominadas modernas, como son el viento, oceánica, hidráulica, solar, biomasa y geotérmica. Realmente todavía su impacto es mínimo. Actualmente en México, solamente el 8.6% del total de la energía proviene de fuentes renovables.

La inversión en infraestructura también no es muy grande, mucho menos en México, más ahora que la mayoría de los recursos y presupuestos disponibles se han re-direccionado para abatir el impacto de la pandemia generada por el Covid-19. Situación lógica y necesaria, por lo que su crecimiento en su desarrollo y generación está y estará muy limitado por los siguientes años.

Para México, el actual gobierno se ha decantado por la producción de energía, por seguir usando combustibles fósiles, principalmente el carbón y el gas natural, dejando de lado las políticas de fomento a las inversiones, tanto públicas como privadas, en infraestructura de energías renovables.

Desafortunadamente y profundizado por esta contingencia mundial de salud, el consumo de energías a través de las energías renovables no incrementará considerablemente en los próximos años, se calcula que para el año 2040 el planeta apenas generará el 40% del total, equiparadas con el volumen de carbón utilizada en ese tiempo, pero aún por abajo del uso del gas y del crudo. En México se calcula que llegaremos a un 27% del total. Un escenario muy desalentador.

Pero el desafío actual es que es necesario que cada ser humano piense de forma sostenible y sistemática el cómo usar adecuadamente la energía para uso personal. Pensándose como el originador del uso o mal uso de la misma. El reto es muy grande y no nos queda mucho tiempo como humanidad para que las consecuencias sean irrevertibles. Confiemos en cada pequeño esfuerzo que se hace en todos los niveles para crear así, una sinergia de gran dimensión que sea capaz de impactar positivamente.

¿Quién dijo que el amor en pareja es perfecto?

By Lideres Universitarios, Voces UNIVA

Henrique García de Souza • Pasante de la Licenciatura en Psicología

 

El amor, un tema que desde hace siglos llama la atención de diferentes expertos, artistas y formadores de opinión, y que, por ende, se conceptualiza a partir de una diversidad de comprensiones y explicaciones. Sin embargo, una discusión que casi siempre está presente en el enmarañado de ideas relacionadas con el amor es la perfección que podría existir en el mismo. ¿Es posible que exista un amor perfecto? ¿Existe la perfección en el amor?

Robert Sternberg ha sido uno de los psicólogos que ha intentado (y logrado) conformar conceptos y juicios sobre la complejidad del amor. El amor consumado, es decir, el que cuenta con disposición de intimidad, pasión-cariño y compromiso a la vez, puede ser el que desde mi opinión más se acerca a la “perfección” que buscamos entender. Siendo así, todas las otras formas de amor que no presencien estos tres aspectos de forma conjunta serán modos “no consumados” de amar, esto es, amores vacíos, sociables, fatuos, o hasta mismo solamente cariño o encaprichamiento.

Desde luego, la neuropsicología nos ha demostrado en sus estudios que la etapa más intensa y culturalmente expresada del amor, el enamoramiento, en sí mismo genera el bloqueo de las capacidades que se consideran las “avanzadas” y que distinguen a los seres humanos de los otros animales. Es decir, el ser humano presencia menor control de habilidades de planificación, codificación de información y sesgo de respuesta ante ciertos estímulos durante el enamoramiento.

Empero, esto no significa que la contraparte de este bloqueo cognitivo (esto es, la intensidad emocional y placentera) sea negativa, por lo menos, desde mi punto de vista. La dopamina, neurotransmisor vinculado al placer, nos ha servido de mucho en cuestiones involucradas a la evolución humana, y, de igual manera, la oxitocina, que es un neurotransmisor base para lograr el apego y cercanía entre humanos. Ambos son cimientos del enamoramiento y del amor, respectivamente.

¿A qué voy con esto? Como es posible observar, yo mismo tengo incertidumbre respecto a cómo comprender y explicar la perfección en el amor; lo que puedo enfatizar es que el amor perfecto no existe, aunque podríamos presenciar el acercamiento a la “perfección” en el amor, cuando se vive y se experimenta el compromiso afectivo, no el de “papeleo”; la intimidad, mas siempre respetando los límites de cada quien; y también la pasión, como un proceso de equilibrio y llaneza.

Acariciar con la palabra

By Voces UNIVA, Voces Univa

Dra. Ma. Cristina Martínez Arrona • Jefa de UNIVA Online

 

Muchas veces basta una palabra, una mirada,

un gesto para llenar el corazón del que amamos.

(Teresa de Calcuta)

El 2020 ha sido un año de renuncias y pérdidas. Hemos renunciado a celebraciones, viajes, encuentros, proyectos de vida, y también algunos sufrimos la pérdida del trabajo, de fuentes de ingreso, de bienes, y lo más triste, de seres queridos. El aislamiento que padecemos, además de afectar los proyectos personales, la falta de espacios para el encuentro, está minando un aspecto esencial de la persona: sus relaciones.

Sentimos la carencia del afecto que teníamos a través de actividades laborales, educativas, familiares, sociales, culturales o de ocio, experiencia que ha llegado a cuestionar el sentido y la motivación de la existencia, ya que, como afirma el papa Francisco: “hacen falta gestos físicos, expresiones del rostro, silencios, lenguaje corporal, y hasta el perfume, el temblor de las manos, el rubor, la transpiración, porque todo eso habla y forma parte de la comunicación humana” (FT 43).

La propuesta ante este contexto es no preguntarnos ¿quién soy? sino ¿para quién soy? No detenernos en lo que estamos dejando de recibir, sino en lo que podemos decir, hacer, arreglar, fortalecer, para ayudar y compartir alegría en este contexto de oscuridad e incertidumbre. El entorno está reclamando nuevas formas de comunicación, de expresión, que podamos acariciar con la mirada, con las palabras.

Por su autonomía y libertad la persona es un ser en relación y la palabra es la expresión más propia del ser humano para entrar en relación consigo mismo y con el otro, por lo tanto, cuando la comunicación se interrumpe, se pierde el sentido. El lenguaje es lo que nos hace profundamente humanos, para la antropología bíblica, la boca expresa lo que percibió el oído y el ojo, de ahí que la comunicación, el encuentro se da con el rostro: “respóndeme Señor, no me escondas tu rostro” (Sal. 143,7).

Decir significa mostrar, aparecer, expresar, dejar ver y oír. La capacidad de comunicación de la persona es una función creadora para entrar en relación con algo o alguien diferente a nosotros mismos, con la competencia y habilidad de transformar la realidad, de fortalecer el encuentro a través de la palabra. Se necesita una paciente escucha para captar, ir más allá de las palabras o actitudes externas, que nos permitan acoger y aceptar al otro como es, integrándolo así en nuestra vida.

No dejemos de percibir la presencia de los demás pese a la distancia, el pensar, sentir y amar de la persona a través de su rostro, escuchándola con todos nuestros sentidos. El amor recrea y da sentido, y este se fortalece en la relación a través de las palabras: el signo y vínculo más bello, “como en el agua un rostro refleja otro rostro, así el corazón de un hombre refleja el de otro hombre” (Prov. 27,19).

 

Publicado en El Semanario Arquidiocesano de Guadalajara del domingo, 29 de noviembre de 2020

Un país respetable

By Voces Univa, Voces UNIVA

Pbro. Lic. Armando González Escoto • Director de Publicaciones del Sistema UNIVA

 

Una cosa son los derechos y otra muy distinta es el respeto. Todos nacemos con derechos, pero el respeto es algo que se gana.

A un país se le puede admirar por sus grandes logros o temer por su poderío económico y militar, pero el respeto depende del tipo de sociedad que ha producido.

En las sociedades premodernas el respeto se adquiría en la medida que sus habitantes se adecuaban a los principios y valores que ostentaban como parte de su identidad, principios fundamentalmente de origen religioso; muchos de estos principios pasaron a las sociedades modernas en versión secularizada, así: la veracidad, la honradez, la honestidad, y el espíritu de justicia, añadiendo otros nuevos como serían los valores de la democracia: libertad, igualdad, racionalidad empírica. Después se incorporará la solidaridad, las normas cívicas, el respeto a la sana convivencia, etc.

Principios y normas entran en juego cuando la sociedad debe resolver sus conflictos o contradicciones internas, pero también a la hora de dar forma y mantenimiento a sus instituciones, en la confiabilidad de sus empresas y sus productos, en la calidad de sus sistemas educativos, en el valor real de sus credenciales, certificados y documentos, en el grado de control que ejerce sobre las conductas disruptivas, por ejemplo, la delincuencia o la corrupción.

Si nos atenemos a este conjunto de elementos, es inevitable admitir que México no es todavía un país que merezca respeto, nos pueden admirar por nuestro pasado, incluso por nuestra capacidad de sobrevivir en una sociedad tan distorsionada, pero el respeto sólo se alcanza cuando la sociedad es capaz de modificar sustancialmente su disfunción interna.

No somos una sociedad respetable, entre otras cosas, porque no somos una sociedad confiable, las potencias extranjeras conocen muy bien nuestro alto grado de corruptibilidad, y las sociedades de esos países saben que no siempre podemos respaldar con los hechos los títulos o reconocimientos que ostentamos, ya que en nuestro país pesa más la recomendación que el mérito, el soborno que el examen. Saben que no somos sólo víctimas de gobiernos ineptos o corruptos, sino también cómplices y beneficiarios.

Una sociedad que todo lo “arregla” o todo lo “altera” en función del dinero o de las influencias, no es digna de crédito, ni puede realmente progresar en el campo del conocimiento, la productividad y el ingenio. Por eso la Universidad de Guadalajara puede presumir el número de “Premios Nobel” que ha invitado a su Feria del Libro, pero no el número de Premios Nobel que ha producido, porque para obtener esos reconocimientos se necesita mucho más que poder, dinero o recomendaciones.

Hacer de México un país respetable no figura por cierto en las agendas de nuestros partidos y políticos, tampoco sus informes anuales nos hablan del grado de respetabilidad que hemos alcanzado, situación explicable ya que para que la sociedad mexicana se volviese respetable tendría que, en primer lugar, desarticular a la clase política y a su sistema, sustituyéndola por una auténtica sociedad democrática y participativa; todavía estamos lejos de este logro, tan lejos que los políticos no puede ni siquiera entender de qué se trata.

 

Publicado en El Informador del domingo 29 de noviembre de 2020