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Voces UNIVA

El amor a la vida y la fascinación por la muerte: El ambiente biofílico y necrófilo

By Voces UNIVA, Voces Univa

Dr. Juan Manuel Madrigal Miranda • Docente UNIVA Uruapan

 

En cierta forma la condición humana es muy simple: el nacimiento de la conciencia como especie y como individuos implica una separación entre sujeto (yo) y objeto (tú, las cosas). Así nace la conciencia, pero también, se conlleva la conciencia de la separatidad, de que estoy solo en cuanto al yo individual; de este darse cuenta nace el impulso más poderoso en el ser humano: el deseo de darle sentido a la existencia, la trascendencia de mi soledad, esto me lleva a relacionarme tratando de encontrar la unión, la comunión, con “ella”, “el mundo”, los objetos o situaciones

Este deseo de unión para trascender mi soledad toma tres formas básicas:

  1. Los estados orgiásticos
  2. El conformismo
  3. La unión creativa benigna

Los estados orgiásticos son usualmente a través de drogas (legales e ilegales), sexo compulsivo, sobrestimulación sensorial, y poder material; se caracterizan por ser intensos, violentos, implican al cuerpo y a la mente, son transitorios y periódicos; pero traen frustración, angustia, confusión, neurosis, agresividad, enfermedades, muerte y destrucción del medio ambiente.

El conformismo implica rutinas, pasividad y convencionalismo; trae mediocridad, destrucción del medio ambiente y del tejido social, así como la posibilidad de poderes políticos opresores y criminales.

La unión creativa o biofilia trata de cuidar a las personas, a otras especies y al medio ambiente, trae equilibrio personal y ecológico. Esta forma de unión considera que la salud mental es la capacidad de amar maduramente (respeto, cuidado, responsabilidad, justicia, ternura y conocimiento).

Estas tres formas de unión, de búsqueda de sentido, de saciar el Deseo Supremo (amor incondicional), por lo general no se dan en forma pura, se presentan en nosotros en forma alterna o mezclada, pero tiende a predominar una de ellas (véase, Erich Fromm, El Arte de Amar, Ed. Paidós, México, 1987).

La muerte de Dios como expresión radical de la necrofilia

Desde la Segunda Guerra Mundial pensadores muy influyentes, intelectuales, filósofos, teólogos, artistas, ateos “militantes” (agresivos contra las religiones), etc., influenciados especialmente por Federico Nietzsche han hablado de “la muerte de Dios”. Esos términos han fascinado a muchos, incluso surgió con Jean Paul Sartre el movimiento cultural “existencialista”, pero ¿qué significa a profundidad la “muerte de Dios”? Para comprender esto es necesario recordar que toda sociedad humana requiere un orden y sentido mínimo, un nomos para poder sobrevivir con sus niños y jóvenes, para reproducirse como comunidad que tiene una identidad que la estructura. Por esto el surgimiento del ser humano siempre ha ido acompañado de expresiones religiosas y simbólicas, como las de las pinturas rupestres y entierros.

Así, vemos que la religión, la aceptemos o no, es la actividad humana que trata de ordenar la vida cotidiana, es una lucha continua por mantener un orden sagrado y/o legal que le da sentido al sufrimiento, a la muerte y a la alegría de vivir; es una lucha constante contra el caos, la desorganización, contra el sufrimiento inútil; es un “escudo” contra el terror del sinsentido.

Entendemos por “religión” a un foco vital de orientación y devoción, así los ateos también son religiosos en el sentido de tener un foco, como la democracia, justicia social, etc., y somos conscientes que las religiones pueden también convertirse en factor de manipulación y enajenación cuando se olvidan de su núcleo: la espiritualidad (amor fraterno, compasión y justicia social).

La falta de orden benigno (nomos) es la anomia, la cual es un peligro contra el individuo pues pierde su sentido de realidad, la razón de vivir, la alegría y paz, se esfuman los vínculos emocionales benignos, la identidad gozosa y el disfrute de la belleza. Sin un orden benigno terrenal y trascendental el ser humano se queda en una absoluta orfandad, sin rumbo ni mundo coherente. La anomia produce anemia espiritual, angustia y sufrimiento sinsentido (“infierno”). La anomia puede ser individual o social y se retroalimentan recíprocamente (véase, Peter Berger, La construcción social de la realidad, Ed. Amorrortu; y del mismo autor, El Dosel sagrado, hacia una teoría sociológica de la religión, Ed. Amorrortu).

Esta noche intensa, absoluta y absurda es la “muerte de Dios”, la negación de todo valor benigno como cimiento de la vida personal y social (necrofilia). Federico Nietzsche se bañó delirante en esta sangre espesa y oscura, y logró alentar al nazismo. Gran parte de la historia de la humanidad es la lucha por sostener al nomos: un orden justo, la justicia, la paz, la belleza, el sentido benigno de vida y de muerte, y la alegría de vivir (biofilia)…

El gran humanista Erich Fromm (1900-1980), sociólogo, filósofo, psicoanalista, pacifista y luchador por el bien social, fue uno de los más importantes pensadores del siglo XX. Fromm desarrolló dos conceptos cruciales para comprender la condición humana actual que se debate entre la esperanza y el pesimismo, entre la injusticia, la violencia y la búsqueda de paz y alegría de vivir. Estos conceptos son el síndrome de Biofilia y el síndrome de Necrofilia.

Esta concepción fue desarrollada por Fromm, especialmente, en su obra El corazón del hombre: su potencia para el bien y para el mal, Ed. FCE, México, 1974.

El síndrome de Crecimiento o Biofilia

Este síndrome consiste esencialmente en el amor a la vida, al ser humano y a la libertad. Implica amor al vecino, al extraño y a la naturaleza. Lo bueno es la reverencia a la vida, todo lo que le sirve y fortalece. La biofilia construye y produce balanceadamente, considerando al Todo; prefiere lo nuevo y la aventura en vez de lo rutinario y repetitivo; elige la alegría en vez de la tristeza, gusta de lo orgánico sobre lo artificial y mecánico. El amor a la vida es el núcleo de las filosofías, piscologías y religiones humanistas. Quiere influir por el amor y la razón, con el ejemplo más que con órdenes. Todo lo ve como algo vivo, lleno de espíritu. Su carácter es genital, quiere compartir con cuidado y respeto más que dominar.

El síndrome de Necrofilia o Decadencia

“Necrofilia”, etimológicamente significa “atracción por la muerte”, a veces se usa el término para designar la fascinación morbosa hacia los cadáveres, pero aquí la usaremos en un sentido más profundo, como una fascinación humana por la destrucción, la muerte, la oscuridad, lo enfermizo, lo marchito, frío, mecánico, gris, la basura, la admiración obsesiva por “la ley y el orden”; los necrófilos admiran al poder sobre otros, la capacidad de matar, desprecian a los débiles y pobres, ven cosas más que valores en sí y personas, prefieren lo pasado y la memoria en lugar de la frescura del presente, del aquí y ahora; quieren dominar, controlar; fácilmente caen en el sadismo y en el masoquismo, son posesivos, buscan compulsivamente seguridad. Esta orientación de carácter es anal, tienen tendencia a retener y a acumular.

La biofilia y la necrofilia son raras en su forma pura, la mayoría somos una mezcla, pero siempre predomina en la personalidad una de estas tendencias. La biofilia y la necrofilia no son un fatalismo mecánico como el Eros (“instinto de vida”) y Thanatos (“instinto de muerte”) de que habla Sigmund Freud, sino tendencias modificables de carácter personal y social. Predomina la tendencia a la biofilia, pero si no se cultiva, predomina la fascinación por lo perverso y el pesimismo.

La necrofilia está vinculada, como síndrome, con el egocentrismo y la fijación al placer. El “narcisismo óptimo” necesario, es decir, el impulso a sobrevivir, poseer y centralizar; el tener un centro de referencia entre los contenidos de conciencia puede inflarse, exagerarse y convertirse en soberbia y adicción a uno mismo, lo cual es una deformación patológica. También existe el narcisismo de grupo, pequeño o grande (nacionalismos fanáticos, trasnacionales imperialistas, etc.).

El placer es medicinal, pero con sustancias o personas inadecuadas (pedofilia, perversiones sexuales, etc.) o en circunstancias no éticas, se transforma en veneno. El narcisismo y la fijación al placer son los dos obstáculos más poderosos para desarrollar el amor maduro, la biofilia. El amor maduro conlleva responsabilidad, cuidado, justicia, respeto, ternura y conocimiento, es diferente al enamoramiento y a la pasión ciega.

¿Qué factores producen a la biofilia y a la necrofilia, en general?

La convivencia con personas biofílicas es muy decisiva, es un ejemplo vivo más allá de reglamentos y órdenes. El cariño, la libertad en vez de autoritarismo o libertinaje; otros factores son el estímulo de la creatividad, el cultivo constante de la ética y la espiritualidad; el contacto con la naturaleza, lecturas de sabiduría, estilos de vida sanos (ejercicio, dietas sanas, etc.), aprecio de la serenidad, la calma, tranquilidad, la respiración correcta, la contemplación estética, etc.

La necrofilia se fomenta en la convivencia con personas admiradoras del poder sobre otros, de la fuerza bruta, con los que desprecian a los débiles y pobres económicamente y a los diferentes, los abusivos, injustos, adictos, rutinarios, fríos, discriminadores, soberbios, obsesivos, que viven en la constante sobreestimulación sensorial, dominados por las emociones destructivas (odio, ira ciega, lujuria, avaricia, gula, pereza, envidia, violencia).

Socialmente, un factor clave para el desarrollo de la biofilia es la justicia social (no se usan a los demás como medio para acumular poder y objetos), esto implica la equidad de bienes y de oportunidades. Otros factores son la no producción de mercancías que dañen a las personas (física, psicológica y espiritualmente) y al medio ambiente; ausencia de manipulación por los medios masivos de información y comunicación (TIC); fomento de las artes; posibilidad de descanso y diseño de sano uso del tiempo libre; conservación e incremento de áreas verdes, parques y jardines; protección de la naturaleza; estimular a las religiones para que vinculen conceptual y prácticamente a la espiritualidad con la ecología.

Lo más importante para la construcción de la Biofilia

Decía Platón desde hace más de 2,500 años que la realidad externa es un espejo de la realidad interna, de nuestra conciencia, a esto se le conoce como “El espejo de Platón”. La experiencia humana se construye a partir de la existencia de algo, para la física ese “algo” es la partícula elemental y primordial de hidrógeno, para las religiones, para el cristianismo, por ejemplo, es la existencia de Dios. En ambas versiones el ser humano viene después de esa creación original a partir de “la nada”.

La conciencia humana es fruto de un proceso previo en ambas narraciones, “cuentos”. Pero aquí está la clave para comprender que la conciencia se forma a partir de “algo” que está allí, la Tierra para la ciencia y el Jardín del Edén para el cristianismo, es decir, lo objetivo se hace algo subjetivo. Esta subjetividad vino a dar los conceptos o ideas, el pensar a partir de impresiones sensoriales, un proceso que va desde hacer una lanza de una rama, afilar una piedra, hasta construir un edificio o una nave espacial, escribir libros sagrados, de poesía y música.

Así, el ser humano ha creado maravillas benignas, pero también, armas mortíferas e instituciones grises como cárceles, organizaciones criminales, manicomios, leyes injustas drogas sintéticas, entre otras más; lo más asombroso es que luego esas cosas creadas por él mismo se convierten en una selva extraña, compleja y destructiva, esto es lo que llamamos “el mundo”, “la realidad”, y pensamos que, “así es la vida” y nos resignamos… Pero no, así no es la vida, así la hacemos. El gran secreto olvidado para desenredar este nudo es revertir el proceso de encadenamiento y confusión, retornar al punto donde se decide entre la conciencia biofílica o necrófila, al origen de la conciencia, es decir, el darse cuenta -raíz de la formación de conciencia- como especie y como individuo.

De esta manera, la posibilidad de una conciencia benigna está en darnos cuenta a cada instante, en el continuo, de qué estamos sintiendo y pensando aquí y ahora pues, de esto depende cómo vamos a actuar y qué mundo estamos haciendo. Este cultivo metódico de la atención dentro del marco de que estamos hechos para el bien es precisamente la Atención Plena (mindfulness).

Este es el núcleo de toda religión humanista, de su espiritualidad más sabia pues de ello depende la calidad ética y la evolución benigna del cerebro humano. La espiritualidad universal, la psicología profunda, la filosofía y la neurociencia coinciden aquí. En términos religiosos es posible decir que la Atención Plena es una forma de oración continua (atención y concentración constantes, centradas en la reverencia a la vida, en la biofilia).

Pero, saber lo correcto no implica hacer lo correcto automáticamente (esto es un autoengaño), para desarrollar la Atención Plena, se requiere entrenar a la propia conciencia (mente). Nuestra conciencia ingenua u ordinaria, enajenada, vive presa de la libre asociación y el azar de las huellas mnémicas, de los recuerdos (ruido interno), y de las impresiones sensoriales ambientales (ruido externo), es decir, siente, piensa y actúa a base de ocurrencias, por esto está el mundo líquido, violento, gris y caótico. La Atención Plena es un estado óptimo de conciencia sana y una puerta hacia la evolución benigna de la conciencia humana.

Comprometidos con la educación

By Voces UNIVA, Voces Univa
Dra. Ma. Cristina Martínez Arrona • Directora de UNIVA Online

 

Si queremos un mundo de paz y de justicia

hay que poner decididamente la inteligencia al servicio del amor.

(Antoine de Saint-Exupéry)

 

Este tiempo de contingencia nos ha dado una perspectiva global gracias a la comunicación a través de la tecnología, hemos tomado conciencia de la interdependencia mundial que vivimos, y del cuidado que debemos tener en la dignidad humana y nuestra casa común. Estamos ante una crisis de salud, social, cultural y económica. El Comité de Oxford de Ayuda contra el Hambre (Oxfam, 2021) entrevistó a 295 economistas de 79 países donde el 78% considera que la desigualdad de ingresos aumentará y el 67% de ellos opina que sus gobiernos no han buscado ningún plan para mitigarlo. En México, el CONEVAL (2021) estima que tenemos 9,8 millones de nuevos pobres.

El pasado mes de octubre, el papa Francisco (2020) convocó a todas las instancias responsables de la educación, a realizar un Pacto Educativo Global ante la ‘catástrofe educativa’ que tenemos. Millones de estudiantes, a consecuencia de la pandemia, se han visto en la necesidad de abandonar sus estudios. El papa nos invita a no olvidar el papel transformador que tiene la educación, ya que es uno de los espacios más eficaces para humanizar el mundo y la historia, es ante todo “una cuestión de amor y responsabilidad”, por lo que no podemos permitir el empobrecimiento del pensamiento y la imaginación, ya que lo que realmente está en crisis, es la forma de entender la realidad y de relacionarnos.

No debemos descuidar nuestra misión educativa, el buscar estrategias para que todos tengan acceso a la educación, preparación, desarrollo de competencias, fomento a la lectura y el estudio. Nelson Mandela decía que “la educación es el arma más poderosa que podemos usar para cambiar el mundo”, la verdadera riqueza de un país, de una empresa, de una sociedad, está en su gente, de ahí la importancia de trabajar en pro de la dignidad de la persona, de enriquecernos a través de una información –formación- de calidad que promueva la reflexión crítica y la imaginación, una educación humanista que forme ciudadanos, profesionales comprometidos, libres, responsables y solidarios.

Ante un contexto de elecciones políticas, en el que vemos y escuchamos campañas que dejan mucho que desear en su propuesta, con personas que cuidan más su prestigio y poder, debemos ser críticos y optar –votar– por la mejor opción, por aquella que muestre interés por la dignidad de la persona y el bien de la sociedad en general, que apueste por una educación de calidad desde la que busquemos nuevos paradigmas capaces de responder a los desafíos y exigencias que tenemos a nivel mundial desde nuestra realidad como país, que ponga al centro de sus estrategias promover el desarrollo integral sostenible. Tenemos el compromiso de ofrecer, a las nuevas generaciones, un futuro lleno de esperanza.

La emoción del momento

By Voces UNIVA, Voces Univa

Mtro. Juan José Iglesias Núñez • Director de UNIVA Plantel Colima

 

Este próximo mes de junio se llevará a cabo una de las elecciones más importantes en la historia de México. En una somera revisión de la historia de las elecciones y sus modos, es posible trazar la evolución de la política y principalmente la forma de hacer campañas. Desde acartonados discursos demagógicos apoyados por el monopolio de medios de los años setenta y ochenta hasta los bailes de segundos que parecen una eternidad en TikTok. En una elección democrática, uno de los principios básicos debería ser que la población conozca los postulados de los partidos en contienda, así como la propuesta de gobierno de sus candidatos. La persona que elijamos, trabajará -en teoría- por los intereses comunes de la población representada, por lo tanto, para poder elegir, necesitamos conocer sus proyectos de gobierno y la forma en que pretende resolver las problemáticas más acuciantes de sus representados.

Sin embargo, en esta elección en particular, algunos de las y los candidatos han relegado el contenido para centrarse en la forma, es decir, priorizan los videos, las actitudes y discursos que nada tienen que ver con una gobernanza y si con un afán de ganar popularidad a la más pura forma de un entertainer. Es de suponer que los candidatos -o sus asesores- al optar por este tipo de propaganda, tienen muy claro que las personas eligen principalmente con la emoción y no con la razón.

La estrategia de estar cerca de las personas visitando barrios y plazas en donde a través de saludos y sonrisas (o llevándoles cumbias y jingles pegajosos) se pretende ganar el voto se acerca más a esta idea que cualquier otra acción, porque, si el ser humano fuera un ser “objetivo” bastaría con acceder a las propuestas por escrito de todos los candidatos para saber cuál es el mejor de todos. Sin embargo, el candidato -o sus asesores- sabe que la emoción está involucrada y decidirá en gran medida la elección de la persona, por lo tanto, bajo esta lógica, se debe trabajar en este aspecto para que el candidato “se gane” la simpatía del elector y, por ende, su voto.

El lector atento a este pequeño escrito estará pensando a estas alturas que lo que se acaba de describir ha sido la mecánica perenne de cada elección. Sin embargo, otra novedad en esta en particular es el rompimiento absoluto de las formas, inspirados probablemente, por los gobernantes populistas no solo en México, sino en otros países. Actualmente, hay actitudes, palabras o acciones de las y los candidatos que en el pasado hubieran provocado que perdiera el respeto y la credibilidad de sus electores. Sin embargo, no necesariamente es así.

Por todo esto, en estas próximas elecciones, antes de acudir a la casilla a depositar nuestro voto, debemos tomarnos el tiempo para razonar, analizar y contrastar las propuestas para no dejarnos llevar por la emoción del momento.

 

 

La magia del 21

By Voces UNIVA, Voces Univa

Pbro. Lic. Armando González Escoto • Director de Publicaciones del Sistema UNIVA

 

Tuvo García Márquez la incomparable magia de retratar en sus novelas la colectiva personalidad de los gobernantes latinoamericanos, siempre añorando ser tlatoanis o reyes con poder sobre el pasado, el presente y el futuro. El “Otoño del patriarca” ha sido la primavera permanente de infinidad de mandatarios que se han dado desde México hasta Chile y Argentina, junto con otros personajes de distintos ámbitos, incluido el complejo mundo religioso.

Sin que hubiese la más mínima necesidad, a no ser psicológica o protagónica, los líderes que gobiernan la Ciudad de México han decidido que no hay mejor “21” que el que se cuadruplica. 2021, bicentenario de la consumación de la Independencia, 1821, consumación de la Independencia, 1521, nacimiento de la Nueva España, ¿y la fundación de Tenochtitlán? Bueno, pues los aztecas, que de Dios gocen, habían afirmado que su ciudad tenía sus orígenes en 1325, pero para los ideólogos del sistema vigente no ha sido ningún problema retrotraer cuatro años la fecha para que cuadre con un 1321, abundando en motivaciones de todo tipo para tener una celebración espectacular de cuatro efemérides en una sola.

No es ninguna novedad, así han sido nuestros líderes todo el tiempo, decretando que tales o cuales huesos son de Cuauhtémoc, aunque luego se sepa que el cráneo hallado era de mujer, decretando que el llamado grito de Dolores fue a las once de la noche del 15 de septiembre, aunque haya sido a las seis de la mañana de un 16 de septiembre, o que el 20 de noviembre comenzó la revolución, aunque ésta haya en realidad iniciado en enero de 1911, días más días menos, años más años menos, ¿a quién le importa? En una sociedad infantil todo es magia y fascinación. Para que cada cosa tenga el nombre que le corresponde, y los datos se respeten tal cual son, se requiere de una madurez que lamentablemente estamos lejos de alcanzar lo mismo en lo civil que en lo religioso.

Y una vez inventado el personaje o la fecha, la cascada de razonamientos de nuestros intelectuales orgánicos, que acaban acallando las voces de las personas serias, maduras y respetables, para imponer la hora de la señora jefa de gobierno y todo el asunto embrollado y mal entendido de la “fundación lunar” o lunática.

Desde luego que, a nosotros, habitantes libres del occidente mexicano, la fecha en que se haya fundado Tenochtitlán es de un muy relativo interés, pero nos hace recordar que acá también se cuecen habas, pues en realidad no sabemos en que día se fundó Guadalajara, aunque desde hace años se haya decretado que fue un 14 de febrero.

Y si alguien dice que la fundación de Tenochtitlán es importante, por ser la ciudad antecesora de la capital del país, les recuerdo que somos una república federal, por lo tanto, no tenemos una ciudad capital, sino un distrito federal que puede ubicarse en cualquier parte de la geografía nacional. En todo caso el asunto importa no por la ciudad referida, sino por la autocracia con la cual siguen actuando los gobiernos, que los hace creer que tienen poder para cambiar el pasado y el futuro, toda vez que el presente se les resiste.

 

Publicado en El Informador del domingo 23 de mayo de 2021

Impacto ambiental de la moda

By Tendencias, Voces UNIVA

Andrea Tamayo Cerda • Licenciada en Negocios de la Moda y Consultora de Imagen

 

Vestir a la moda, tener los mejores looks, comprar ropa para renovar nuestro guardarropa cada temporada y dejarse llevar por las rebajas, sin duda genera ilusión y emoción en la mayoría de personas, sin embargo, no siempre se habla de todo lo que hay detrás de ello.

Actualmente estamos viviendo momentos críticos en cuestión ambiental y sabemos que de no tomar acciones inmediatas los daños podrían ser irreversibles; sin embargo, cuando hablamos de cuidar el medio ambiente y los recursos naturales regularmente pensamos en otros ámbitos y no precisamente en la industria de la moda.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la industria de la moda es la segunda más contaminante del planeta: produce más emisiones de carbono que todos los vuelos y transportes marítimos internacionales juntos, es considerada como una de las industrias más dañinas y contaminantes para el medio ambiente.

La producción textil es responsable del 20% de las aguas residuales globales y del 10% de las emisiones globales de carbono.

El modelo dominante en el sector es el de la “moda rápida”, que ofrece a los consumidores cambios constantes de colecciones a bajos precios y alienta a comprar y desechar ropa frecuentemente. De hecho, el consumidor compra por término medio un 60% más de ropa que hace una década y una pieza se utiliza solo diez veces antes de ser desechada. Entre otros datos alarmantes tenemos que:

  • Se requieren 7,500 litros de agua para producir unos jeans.
  • El sector del vestido utiliza 93,000 millones de metros cúbicos de agua cada año; una cantidad suficiente para que sobrevivieran 5 millones de personas.
  • La industria de la moda es responsable del 20% del desperdicio total de agua a nivel mundial.
  • La producción de ropa y calzado produce el 8% de los gases de efecto invernadero.
  • Cada segundo se entierra o quema una cantidad de textiles equivalente a un camión de basura.
  • La producción de ropa se duplicó entre los años 2000 y 2014.

A pesar del panorama tan desfavorable, cada día diferentes marcas de moda comienzan a tomar acciones en beneficio del medio ambiente, sin embargo, el mayor beneficio y cambio está en nuestras manos: los consumidores.

La mayoría de los problemas surgen por la falta de conocimiento; los consumidores solamente pasan por el proceso de llegar a una tienda y adquirir su prenda para vestirla, o en ocasiones es hasta más simple, comprar en línea, con un solo click se limitan a esperarla en la puerta de su casa.

Por lo que, tener conocimiento sobre todo el impacto social y ambiental que puede ocasionar una simple prenda es el primer paso para crear conciencia y poder actuar diferente.

Interesarnos en conocer los textiles que se usan y los procesos que se emplean para la fabricación de nuestra ropa nos permitirá realizar compras con conciencia y con ello, lograremos invertir en prendas funcionales que nos brinden versatilidad para darles mayor uso, evitando así prendas desechables y eligiendo marcas que tengan un compromiso real con el medio ambiente.

Aprendamos a comprar con conciencia, adquiere calidad no cantidad, ten los cuidados necesarios con tus prendas para alargar su ciclo de vida, revisa las etiquetas interiores para conocer su composición y crea un armario inteligente para que evites comprar con tanta frecuencia.

La responsabilidad y el cambio está en nosotros.

Si al lector le interesa conocer un poco más del tema, recomiendo la siguiente bibliografía:

 

 

Gestión colaborativa con la Coordinación de Responsabilidad Social UNIVA.

 

 

 

 

El Caballito Arrogante

By Tendencias, Voces UNIVA

Maricarmen de la Lastra García • Alumni de la Licenciatura en Administración de Empresas, UNIVA Plantel Uruapan

 

En un lejano lugar, donde nacen los caballos más finos del mundo, nació el más hermoso y sano potrillo de color dorado… Era un caballito juguetón y risueño.

En un lejano lugar, donde nacen los caballos más finos del mundo, nació el más hermoso y sano potrillo de color dorado. Era un caballito juguetón y risueño.

Sus padres: un finísimo caballo de color marrón; y su madre: una yegua también muy fina de color blanco, eran los más felices del lugar, pues sabían que tenían el potrillo más hermoso de todas las familias de caballos.

El caballito comenzó a crecer… sabiéndose tan hermoso, empezó a convertirse en un potrillo malcriado, grosero y arrogante; pues tantos comentarios sobre su color tan particular y su hermosura, le habían hecho daño, ocasionando que se sintiera superior a todos.

Todas las mañanas iba a beber agua a la orilla del lago, lo primero que hacía era ir a contemplar su imagen. El sol intensificaba su bello color, haciéndolo resplandeciente. Brillaba como brillan las monedas nuevas de oro; su dócil cabellera dorada se movía al capricho del viento. Parecía que brotaban de él destellos fulgurantes, su hermosa y graciosa silueta estaba llena de gallardía.

El potrillo siguió creciendo, convirtiéndose en un bello garañón…

Una mañana en que fue a beber agua a la orilla del río, el caballito se encontró con un raro ejemplar; era un feo animal de carga: orejón, peludo, tosco de facciones, panzón, con patas cortas y un horrible color gris opaco.

Sintió mucha repulsión al ver a aquel animal. Le parecía tan feo y muy poca cosa.

El animalito se dio cuenta de la presencia del caballo, pero no se preocupó. Continuó bebiendo agua, hasta satisfacer su enorme sed.

El caballo esperó impaciente para ver si el animal se retiraba al ver su presencia, pero al ver que no lo hacía, se dignó a preguntarle con voz muy altanera:

—¡¿Quién eres tú, no sabes que debo ser el primero en beber el agua del lago cada mañana?!

El animalito continuó bebiendo el agua, sin preocuparse por la pregunta del caballo.

Furioso el caballo le reclamó:

—¡¿Qué no te das cuenta que te está hablando el más hermoso ejemplar equino de toda la comarca?!

El animalito volteó, mirándolo con sencillez y le contestó:

—Sólo veo a un caballo que viene a cubrir su necesidad de tomar agua.

—¡Esto es inaudito! Gritó furioso el caballo, relinchando con gran enojo; mientras lo hacía, los destellos de su cabellera le seguían en cada movimiento, resplandeciendo como el mismo sol al amanecer.

Tratando de contener su ira, volvió a preguntar al animalito:

—¡¿Puedes decirme quién eres?!

—Soy un asno. Vengo acompañando a mi amo en un largo viaje. Por ello cargo en este morral algunas cosas que nos servirán para el viaje.

—¡Pues que te quede claro, que nadie bebe agua del lago, hasta que no lo haga yo!, dijo el caballo déspotamente.

El burrito sin inquietarse, movió su cabeza dándose por enterado del comentario del caballo, pero sin darle importancia.

El caballo continuó su camino. Paseaba plácidamente por los verdes campos llenos de flores. Le gustaba mucho trotar con elegancia para buscar la admiración de todos los animales que habitaban en el lugar. Se recostaba sobre las flores lilas que brotaban entre el pasto, tratando de esconderse; sabía que mientras hubiera sol, su color lo delataría y como una llamarada intensa se destacaría en cualquier lugar, aún oculto entre las flores del campo. Comía con mucha paciencia, creyéndose admirado por todos los de su raza y en general por todos los animales.

Los padres del caballito se sentían muy culpables del comportamiento de su hijo. Comentaban con profunda tristeza el gran error que habían cometido por haberlo hecho sentir tan especial y superior a los demás animales.

Una mañana, el caballito galopaba con toda su potencia por los verdes campos, corría con gran agilidad y destreza. Sabía que nadie era mejor que él. Que mientras más rápido corriera, a lo lejos se apreciaría el halo de luz dorada que iba dejando a su paso. De pronto, para su gran sorpresa tropezó cayendo estrepitosamente, golpeándose muy fuerte en la cabeza y lastimándose terriblemente una de sus patas delanteras. Cayó con todo su peso en un charco de lodo, perdiendo el sentido por completo a consecuencia del golpe.

Despertó al comenzar la tarde, mareado y con un fuerte dolor de pata. ¿Qué pasa?, se preguntó: ¿por qué no han venido a recogerme?

Pasaron los minutos y nadie se acercaba. ¿Qué es lo que sucede? ¿Por qué no me ayudan? Se sintió muy triste y por primera vez se dio cuenta que no contaba con ningún amigo. Nunca se dignaba a saludar a nadie, había sido grosero con todos y se sintió avergonzado de sí mismo. No podía pararse, el dolor en la pata era insoportable y tenía mucha sed. Nadie se acercaba para auxiliarle. Tuvo mucho tiempo para recapacitar y darse cuenta que no era tan distinto a los demás y que también necesitaba de ellos. En eso, sintió la presencia de alguien. Tenía los rayos del sol frente a sí y no pudo darse cuenta de quién era. Sintió que vendaban con mucho cuidado su pata lastimada. Y después, en un recipiente le ofrecieron agua fresca del lago. Sediento bebió desesperadamente hasta saciarse.

Avergonzado y con la mirada baja, preguntó tímidamente:

—¿Quién eres? El sol no me deja verte, ¿por qué me has ayudado?

—Soy el asno viajero. Pasaba cerca de aquí y el resplandor de tus rayos me hicieron voltear. Al principio    creí que comenzaba un incendio, pero cuando me acerqué me di cuenta que eras tú. Te vi desmayado y fui por ayuda… Sólo que…  Hizo un largo silencio y el caballito inquirió:

—¿Qué pasó? ¿Nadie quiso venir a ayudarme, verdad? —Dijo con profunda tristeza.

—Bueno… es que los demás animales se encontraban demasiado ocupados, dijo el burrito, tratando de no lastimar los sentimientos del caballo.

—No… No fue eso… he sido tan arrogante que nadie quiso venir a ayudarme. Dijo al borde del llanto el pobre caballo.

—Ven, dijo dulcemente y con compasión el burro. Te he vendado lo mejor que he podido con una sábana que traía en mi morral. Trata de levantarte. Te ayudaré a volver a tu casa.

El caballo intentó pararse y después de mucho rato, logró hacerlo. Cojeaba dolorosamente, pero el burrito trató de ayudarle lo más que pudo y le sirvió de apoyo. Con gran esfuerzo caminaron por la vereda más corta que los haría llegar más pronto. En el camino, el caballo pudo ver la forma en que lo veían los animales:

La hiena, lo veía con mucho odio. En eso recordó que alguna vez se había burlado de las grandes orejas de sus hijos y agacho la cabeza.

Pasaron por donde estaba el gran oso. Éste lo miró desafiante, pues el caballo le había dicho con mofa que era torpe y tosco para correr. De nuevo el caballo volteó la mirada hacia otro lado.

Encontraron a su paso a un cuervo, quien se acercó para reclamarle al caballo:

—Y bueno… ¿No habías dicho que todos caeríamos rendidos ante tu majestuoso color dorado? ¿Recuerdas tus palabras, hermoso corcel?— dijo con un tono muy burlón, pues el caballo se encontraba lleno de tierra y lodo, su reluciente color estaba opacado.

—¿Recuerdas que me dijiste que mi color negro aunque brilloso siempre sería el color de la muerte? ja, ja, ja… rió el cuervo con todo el descaro que pudo y se fue aleteando gustoso, alegrándose por la desgracia del caballito.

Ya casi para llegar, la noche se había presentado. El caballito se sentía rendido y muy triste. El dolor de su pata era insoportable, pero no tanto como el que sentía en su corazón. Se había dado cuenta que ser arrogante y engreído sólo le había servido para ganarse el odio de los demás. Pensó que se merecía el desprecio de todos. Recordó avergonzado el incidente que tuvo con el asno apenas hacía unos días y dijo para sí: “Este burrito me ha dado una gran lección: me enseñó que no importa la condición que tengamos, sino las acciones que realizamos en la vida“.

 

El caballito sanó de sus heridas. Y sanó también su corazón, al volverse sencillo y gentil con todos los animales del bosque.

 

FIN

 

Ilustraciones de Maricarmen de la Lastra García.

El muerto que vivió 96 años

By Voces UNIVA, Voces Univa

Mtro. Miguel Camarena Agudo · Encargado de Corrección y Estilo del Sistema UNIVA

 

En algún momento de la preparatoria estuve trabajando en una bodega de papel y cartón para reciclaje. Bueno decir bodega es un eufemismo, en realidad era una casa vieja cerca de la prepa uno, muy espaciosa y derruida. En uno de sus costados tenía señales de haber sufrido un incendio. En el baño había una bañera cuya exuberancia en el pasado debió alojar a los propietarios de ese lugar, quienes seguramente ya habían muerto para esas instancias. Era de dos pisos, pero por su tenebroso aspecto a mí me cabreaba explorar otros rincones. Me limitaba a la gran sala donde separábamos y ordenábamos el papel y el cartón. Espacio que no estaba exento de sustos, porque pasaban unas ratas del tamaño de un pug. Al principio sentía repulsión, pero después me daba la impresión de que eran una especie de prisioneras, junto con los fantasmas que hacían ruidos o tiraban cosas, estaban cansadas y aburridas de la monotonía de sus vidas. Y se les notaba porque salían sin ningún empacho, si había gente o no, su paso era lento, no trataban de evadir a nadie, incluyendo a la muerte.

Pero bueno, más allá de las ratas el interés de escribir esto es porque hace unos días soñé a don Marín, como le decían al viejo de 94 años que me había dado empleo en ese lugar. Un tipo locuaz a sus casi cien años de edad. Vivía solo en un departamento y no perdía la ilusión de volverse rico, como alguna vez lo había sido. Don Marín era un rico venido a menos, el alcohol y las mujeres se habían encargado de ello. Admiraba la belleza femenina y me prometía cada que veíamos a un de esas musas, que iríamos los dos a ver los toros con una mujer para cada quien y con vino, paella y puros. Yo me reía de sus ocurrencias, sin dejar de admirar su ímpetu de vida. Obviamente hablando de eso, le encantaba hacerle mofa a los viejos que estaban en silla de ruedas o estaban más desvencijados que él, orgulloso de su condición. Yo pensaba, que sí, que era un fenómeno y que seguramente si hubiera llegado a los 120 años se burlaría de mí de la misma manera.

Don Marín me pagaba 50 pesos por medio tiempo y me daba todos los libros o revistas que me interesaran, los cuales se compraban a 3 pesos el kilo, si mal no recuerdo. Ahí me encontré con más escritores que en toda mi educación preparatoriana, Flaubert, La Fontaine, Ricardo Garibay, Félix Vargas, Maupassant, Erasmo, Cicerón, Stevenson, entre otros. También tuve la fortuna de rescatar del reciclaje algunos números de la revista LIFE donde aparecían Fidel Castro y el Che Guevara, todas del mismo año en que la Revolución Cubana había triunfado. Sin embargo, la mejor paga que recibía eran todas las historias que el dueño del negocio me contaba sobre su vida.

Él había nacido en Oaxaca, producto del matrimonio forzado entre un hacendado de 40 años y una jovencita de algunos 16 años, a inicios del siglo XX. A los 6 años su madre enferma y él se toma el caldo con el cual la estaban tratando, contrayendo la enfermedad y muriendo. Justo la noche anterior al día de su entierro, se levanta del ataúd vomitando y sacándoles el corazón del susto a los presentes –conocí la vida y la muerte en una misma vida- me decía carcajeándose.

Me contó que cuando creció y heredó las tierras de su padre hizo negocios con los nazis antes de la Segunda Guerra Mundial, vendiéndoles hierro. Y que los indígenas que trabajaban en las minas eran tipos recios y de poca palabra –estaban resentidos los huehuenches, por eso no hablaban con los blancos- me confesaba don Marín, quien, además, era un racista sin escrúpulos. Para él todos los morenos eran “huehuenches”, sin importar si eran indígenas o no. Curiosamente en ese tiempo tuvo una relación muy cercana con uno de ellos, Juan era su nombre y según su historia los indígenas de la región en la que tenía las minas tenían la creencia del “tonal”. Esa creencia consiste en que cuando un niño nace alrededor de la casa dibujan un círculo de cal y el primer animal que pise se convierte en el protector del recién nacido. Juan una tarde después de trabajar, fue con don Marín a platicar y mientras hacían planes para el día siguiente, Juan vio un halcón que se posó en la rama de un árbol justo frente de ellos. Se quedó callado y se despidió abruptamente de su patrón, diciéndole que lo disculpara, que tenía que preparar sus cosas. Pasaron los días y Juan no se aparecía por la mina. El aprecio que don Marín le tenía lo hizo irlo a buscar, y ahí, en su jacal, le dijo su esposa que había muerto el día en que habían platicado la última vez –Juan llegó esa tarde y me dijo que había visto a su tonal y que venía por él- le dijo la mujer.

Muchas cosas más le escuché hablar a ese viejo eterno, que en estos días me visitó en sueños. Lo último que supe de él es que lo habían internado en un asilo en Reynosa, donde paso sus últimos días haciendo padecer a todo el personal y compañeros de residencia. Según me platicó su nieto, se hizo fanático de una boina parecida a la de los combatientes cubanos, la cual ni para bañarse quería que le quitaran. El viejo vivió sus últimos años emulando a un guerrillero, supongo así es que como se debe vivir y morir: luchando.

Qué extraño es que a veces los muertos nos visiten en sueños, cuando quizá el olvido ya los había enterrado. Pareciera es una forma de rebelarse a la tumba y seguir latiendo en el corazón y la memoria de los otros.

Una vez más se sigue hablando de los muertos…

Optimismo pandémico

By Lideres Universitarios, Voces UNIVA

Horacio Luque Badillo • Alumno de la Licenciatura en Psicología UNIVA

 

En estos tiempos donde todo se ha vuelto incierto, los pensamientos positivos son una herramienta que debemos tener presente en el día a día, puesto que nos permite enfrentar cualquier situación de adversidad que quizá no nos agrade de forma digerible.

El pensamiento positivo suele iniciar en el diálogo interno que es ese flujo de pensamientos que te pasan por la cabeza en algún intervalo del día, los cuales pueden ser desencadenados por las actividades que nos generan placer como pintar, escribir, escuchar música, ver fotos y videos de buenos recuerdos.

Estas son actividades que nos pueden ayudar a evocar y crear pensamientos positivos. Si te es complicado, te comparto algunas frases que quizás puedan animarte en circunstancias complejas:

  • “Saber vivir es hacer lo que podemos con lo que tenemos en el momento en que estamos” Alejandro Jodorowsky.
  • No pienso en toda la desgracia, sino en toda la belleza que aún permaneceAna Frank.
  • “La actitud es el pincel con el que la mente colorea nuestra vida y somos nosotros quienes decidimos los colores” Adam Jackson.
  • “No conocemos nuestra verdadera fortaleza hasta que ser fuerte es la única opción” Anónimo.
  • “Cosas buenas le esperan a quien insiste y persiste” Anónimo.
  • “No te rindas, cada dificultad es una oportunidad” Anónimo.
  • “Todo lo que pasa tiene sentido, aunque ahora no lo entendamos” Anónimo.
  • “Poder disfrutar los recuerdos de la vida es vivir dos veces” Marcial.
  • “Todas las personas son tan felices como deciden serlo” Abraham Lincoln.

Esta época nos ha puesto a vivir experiencias que nunca hubiéramos imaginado que sucederían, y qué mejor manera de afrontar esta abrupta situación que con la mejor de las vibras y el corazón lleno de entusiasmo.

Las circunstancias difíciles son para dejarnos aprendizajes significativos que nos hacen cambiar nuestra manera de enfrentar la vida, porque los cambios sirven para crear nuevos hábitos.

Es por ello que los quiero invitar a ser positivos, a que seamos capaces de ver la belleza de la vida en cada instante que tenemos para disfrutar. Con el simple hecho de despertar y sonreír, tienes una nueva oportunidad para ser una mejor persona de la que fuiste ayer.

¿Cómo se enferma y sana una sociedad?

By Voces UNIVA, Voces Univa

Dr. Juan Manuel Madrigal Miranda · Docente UNIVA Plantel Uruapan

 

La supervivencia exige al ser humano la capacidad de responder con rapidez e integración a estímulos, pero como sus instintos son pocos, entonces desarrolla un sustituto a ellos. Este sustituto de los instintos es precisamente el carácter. El carácter es la estructura específica en que se organiza la energía humana para lograr sus fines. Así, el carácter de una persona motiva su conducta en relación con sus fines dominantes.

Estos impulsos y afanes condicionados por el carácter son tan fuertes y típicos para su portador que le parecen “naturales” y que todo mundo es así. Una de las funciones más importantes del carácter de una persona es determinar sus ideas, valores y actos aunque esa persona piensa que la lógica de su manera de pensar es independiente de sus emociones y deseos (su carácter, precisamente).

No hay que confundir el temperamento con el carácter. Desde Hipócrates se distinguen cuatro temperamentos: colérico, sanguíneo, flemático y melancólico. El temperamento es el modo de reaccionar, y es biológico, constitucional e inmodificable. En cambio, el carácter se forma por la experiencia, es adquirido socialmente y es modificable por medio del autoconocimiento y el aprendizaje.

Los caracteres tienen dos tipos de orientación: necrofílicos (insanos, pasivos, conformistas y destructivos) y los biofílicos (sanos, creativos, racionales y optimistas). Los caracteres necrofílicos son: a)Pasivo-masoquista; b)Explotador-sádico; c)Acumulativo-destructivo; d)Mercantil–indiferente. El carácter biofílico es el creativo y que ama maduramente (respeto, responsabilidad, cuidado, conocimiento, ternura y justicia). Por lo general estas formas de carácter no se dan en forma pura sino combinadas en diferentes modos y grados.

Uno de los más grandes descubrimientos del siglo XX -realizado por Erich Fromm- fue la existencia del “carácter social” el cual, es la estructura de carácter compartida por la mayoría de los individuos de la misma sociedad y cultura. Sociedad e individuo son interdependientes. Individuos insanos mentalmente producen una sociedad enferma y una sociedad enferma produce sujetos enfermos, se da un círculo vicioso. El carácter social es la condensación psicológica de la actividad humana de una sociedad específica.

El carácter social tiene la función de moldear y canalizar la energía humana dentro de una sociedad determinada, para que siga sobreviviendo como sociedad de vida, intercambio y comunicación. El modo de producir y satisfacer la sobrevivencia material y las ideas religiosas, filosóficas y políticas determinan el estilo y calidad de vida de los miembros de una sociedad, es decir, condicionan al carácter social. El carácter social es el puente entre las condiciones socioeconómicas y las formas de pensar (ideologías).

Cuando hay injusticia en la satisfacción de las necesidades básicas y/o frustración de la realización de las necesidades humanas más profundas, entonces la función social del carácter social, en vez de ser cemento del edificio social para convivir en paz y alegría, se torna dinamita destructora de la comunidad. Este es el fenómeno que está aconteciendo en Michoacán, México y el mundo.

Los defectos socialmente modelados son rasgos de carácter irracionales que al ser parte de la mayoría entonces se consideran como cualidades positivas, como el machismo, superficialidad, hipocresía, abuso, materialismo, individualismo, competencia despiadada, corrupción, discriminación, injusticia, lujo, etc. Para bien o para mal, el carácter social es el medio a través del cual la ideología dominante se encarna en los individuos.

Así, la violencia maligna es la frustración ante la impotencia de encontrar un marco de orientación y objeto de devoción que satisfagan el impulso más poderoso del ser humano: trascender su soledad personal, su egoísmo, aislamiento y sobrevivir materialmente con salud, justicia y dignidad.

Una sociedad insana solamente puede transformarse en una sana si se cambia su carácter social, su inconsciente colectivo, es decir, si se libera su bondad, belleza, justicia y sentido trascendente, ahora reprimidos, sepultados entre el consumismo, sus objetos inútiles, conformismo, cinismo, pasiones perversas, hiperactividad, distracciones, dispersión y pasatiempos insanos y destructivos.

El amor incondicional al milagro de la vida es la fuente de energía para convertir el estiércol en flores fragantes. Reconocer esta verdad no garantiza que automáticamente sepamos amar maduramente (respeto, responsabilidad, cuidado, ternura, justicia y conocimiento).

Tener la capacidad de amar maduramente requiere transformar nuestros defectos de carácter, formar conciencia, esta formación (transformación) requiere fe y un entrenamiento, es como un músculo que no existía y que puede existir debido al conocimiento y a la disciplina diaria del entrenamiento. Hay muchos métodos de desarrollo humano, pero el cultivo de la Atención Plena (mindfulness) es uno de los más poderosos y consiste en el cultivo del darnos cuenta qué estamos pensando y sintiendo en el continuo de conciencia, pues ¿Cómo podríamos corregir pensamientos y emociones destructivas si nos secuestra la impulsividad y confusión mental?

Y claro, si no nos damos cuenta serenamente de lo anterior entonces no podemos prevenir las acciones derivadas de ese caos mental y emocional. La sociedad es la suma de nuestros pensamientos, emociones y actos. Lo subjetivo y lo objetivo es un espejo mutuo. Hay que trabajar interna y externamente por un mundo mejor para todos, pero la intención subjetiva determina esta dinámica.

 

La universidad como legado

By Voces Univa, Voces UNIVA

Dr. Fernando Sánchez Martínez • Docente de Ciencias Sociales y Humanidades UNIVA

 

La universidad es una institución apreciada como patrimonio de la humanidad, ya que es el centro donde se gesta el conocimiento y donde se crean las grandes mentes que modelan la sociedad, sin duda alguna uno de los grandes aportes de la Iglesia en la Edad Media.

Por su origen se remonta al siglo XII siendo esta, producto de múltiples factores, tanto políticos, como intelectuales, religiosos y sociales. Este resultado no surgió de una idea inmediata, se fue forjando lenta y paulatinamente, siendo la Iglesia la principal generadora de este impulso del conocimiento gracias a las escuelas catedralicias y monacales que después darían paso al surgimiento de las universidades “el trabajo de los copistas, glosadores o grandes compiladores de la cultura antigua como San Isidoro de Sevilla, San Beda el Venerable y Gregorio de Tours, permitieron mantener vivo el saber” (Silva, 2009, p. 03).

La especulación filosófica unida a la teología, forman parte integral de esta etapa mejor conocida como escolástica, la cual sigue estando en auge durante la Edad Media, y donde el diálogo razón y fe constituyen el punto medular del “pensar lógico, profundidad filosófica, respeto y libertad espiritual” (Goñi, 2010, p. 73).

Carlomagno suscitó un verdadero renacimiento gracias al cual se gestó la salvaguarda del conocimiento en ese entonces reunido en los monasterios extendidos por toda Europa por orden del emperador, por lo que estaban listas las causas de las universidades: las escuelas palatinas, monacales y catedralicias.

En la actualidad, la universidad ha evolucionado a gran escala, pero, al igual que en la Edad Media, sigue siendo el centro medular de la innovación, la creatividad y del avance del conocimiento, aunque ahora con una visión muy distinta, desde una responsabilidad social que implica hacer frente a las diversas problemáticas que como sociedad se enfrenta.

Estos son los desafíos de la universidad en la actualidad, ya que, consciente de que por medio de la cultura el hombre se convierte en ser humano, tiene el reto de formar personas, contribuir a conformar la identidad personal y social de sus alumnos, de manera que al distinguirse diferentes de los demás es porque le ha proporcionado un rol que le sitúa e identifica dentro de una comunidad universitaria, que le reconoce como sí mismo pero que le proporciona un herramental académico y humano para reconocer a los otros, a los diferentes como un igual. Este es uno de los objetivos principales no solo de la universidad católica, sino de cualquier universidad, ya que humanizándonos es como podremos generar una sociedad más justa, más solidaria y amigable con la casa común.

 

Comparto con el lector las siguientes referencias:

  • Goñi, C. (2010). Breve historia de la filosofía. Madrid: Palabra
  • Silva García, J. A. (2009). La identidad de la Universidad Católica. (Excerptum de Tesis Doctoral el Estatuto canónico e identidad de la universidad católica. Claves históricas y legislación vigente). Cuadernos Doctorales: Excerpta Et Dissertationibus In Iure Canonico, 23, 271-331.

 

Publicado en El Semanario Arquidiocesano de Guadalajara del domingo, 16 de mayo de 2021.