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Voces Univa

Periodismo y periódico, ¿algún futuro?

By Voces UNIVA, Voces Univa

Pbro. Lic. Armando González Escoto • Director de Publicaciones del Sistema UNIVA

 

En el mundo occidental el periódico y, por ende, el periodismo, nacieron como una alternativa a los sectores institucionalizados de la política, la educación, la cultura, la economía y la religión. Era la puerta a la libertad de pensamiento en todos los órdenes, a la pluralidad, al espíritu crítico y al debate. Su objetivo original fue informar y poner en sintonía a la sociedad desde esa otra ladera, y tuvo tanto impacto que muy pronto se convirtió en un fruto apetitoso, y por lo mismo, debió enfrentar el riesgo permanente de la infiltración, la manipulación, la amenaza y la mordaza.

Al margen de sus orígenes históricos, es un hecho que la época de oro del periódico fueron los siglos XIX y XX, y su crisis inició con el afianzamiento de una nueva cultura digital, que no cuestionaba al periodismo, pero sí a su forma clásica de expresión, el periódico impreso. Esta crisis ha tenido especial impacto en sociedades que vieron al periódico como un recurso publicitario, y no como un medio para informarse, por lo mismo, al surgir otras alternativas, dejaron de aportar a los periódicos los notables ingresos que daban a cambio de publicidad, ingresos que permitían a los periódicos costear su aparato periodístico informativo. Pero también los lectores que acudían al periódico para buscar la publicidad encontraron de pronto otras muchas alternativas, incluso gratuitas.

Existía desde luego un consolidado público lector de periódicos, al margen de su carácter publicitario comercial, pero ese sector, por ley natural, comenzó a disminuir, mientras que las nuevas generaciones no heredaron ese gusto e interés. Esas nuevas generaciones hay que ubicarlas entre los nacidos a partir de 1990, cuando el internet estaba en plena expansión sin que se advirtieran todavía sus infinitas posibilidades.

Paradójicamente eran los periódicos los que estaban más posibilitados para entrar a internet y establecer ahí un nuevo periodismo, pero las posibilidades materiales no siempre coinciden con las posibilidades mentales, y así sucedió que todos los periódicos entraron en crisis, incluso en sociedades tan lectoras como serían las europeas o la norteamericana.

Se debe advertir que el combate no era solamente entre un medio impreso y un medio digital, el debate más fuerte ha sido entre la palabra escrita y la imagen sonora, también un debate de tiempo, entre la información procesada y la información inmediata, o de muy rápida edición, así como el debate entre formas estáticas y formas constante y permanentemente variables. La búsqueda de la novedad en la cultura actual es casi obsesiva y frenética.

El otro reto, no menor, ha sido la inicial incapacidad que muchos periódicos mostraron para poder obtener recursos económicos desde un periodismo digital, es decir, el no saber como cobrar en internet, pero por encima de todo, el no saber como hacerse deseable a través de estos nuevos caminos, y tanto, que la gente pague para poder entrar a su espacio.

Es posible que durante varios años la crisis del periódico impreso se mantenga, lo cual le dará la oportunidad de seguir incidiendo en el campo de la creatividad y del dominio de las nuevas carreteras informáticas.

 

Publicado en El Informador del domingo 31 de enero de 2021

La importancia del peso y la composición corporal en el adulto mayor

By Voces UNIVA, Voces Univa

Arturo Gibrán Ramírez Ramos • Docente de Ciencias de la Salud UNIVA Puerto Vallarta

 

Entre las personas adultas mayores, la variación del peso es más frecuente que en otras etapas de la vida. Además, estas oscilaciones se relacionan tanto con la ganancia de kilos como con la pérdida.

Hoy en día, en el adulto mayor se reconoce la importancia de los cambios en peso, en talla y en composición corporal. En algunos estudios se ha informado que el peso corporal aumenta entre los 20 y los 50 años de edad y que después de los 70 años disminuye progresivamente. Respecto a la talla, se ha indicado que ésta disminuye en la medida en que aumenta la edad.

Asimismo, se ha establecido que, en las personas de la tercera edad se presentan otros cambios antropométricos, como el aumento en el grosor de los pliegues cutáneos, la relación cintura-cadera y el índice de masa corporal (IMC), entre otros.

Respecto a los cambios en la composición corporal se ha mostrado que la masa corporal libre de grasa (MCLG) disminuye de 25 a 30% entre los 30 y los 70 años de edad, y ocurre un aumento de la grasa corporal de 10 a 15% durante todo el ciclo de vida.

En algunos estudios se ha encontrado que, además de aumentar, la grasa corporal se redistribuye de manera desfavorable para la salud del adulto mayor; aumenta la cantidad de tejido adiposo en la parte central del cuerpo, lo cual puede ser un importante factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas y alteraciones metabólicas como hipercolesterolemia, resistencia a la insulina, aterosclerosis, hipertensión y diabetes mellitus.

Según un artículo de revisión publicado en noviembre de 2009 en la revista «Journal of the American Dietetic Association (JADA)», la prevalencia de la obesidad entre adultos de edad avanzada ha crecido de una forma importante en los últimos 20 años. Esta situación afecta de manera destacada a la demanda de servicios médicos y de ayuda social.

Las recomendaciones habituales referidas a los beneficios de la pérdida de peso en estas circunstancias no quedan del todo claras entre las personas ancianas, ya que con frecuencia esta pérdida se puede acompañar de una reducción de masa muscular, al tiempo que se agrava la desmineralización ósea propia de estos años.

Numerosos artículos han constatado una estrecha relación entre la pérdida de masa muscular y la consecuente disminución de peso, con un aumento de la tasa de mortalidad por cualquier causa, en especial, cuando esta disminución de la masa libre de grasa se registra de forma rápida y es involuntaria. Tal es así que en un artículo de 2008 publicado en la revista «The Journal of Nutrition Health and Aging» se advierte de que, con el fin de preservar la masa muscular, las estrategias que persigan la pérdida de peso en este tipo de población anciana no deben contemplarse desde la única perspectiva de la reducción de la ingesta calórica. El artículo publicado en JADA señala que se debe prestar una atención especial a una serie de nutrientes cuando una persona anciana afronta un programa de pérdida de peso.

Como en cualquier otra etapa de la vida, también en la tercera edad hay una relación importante entre el peso y los predictores de salud. Así queda reflejado en un artículo publicado en agosto de 2010 en la revista «Journal of Internal Medicine», sobre un estudio de seguimiento realizado entre una muestra europea de personas de más de 60 años. Concluye que en adultos de edad avanzada mantener un peso estable es, desde un punto de vista estadístico, una buena garantía para reducir la tasa de mortalidad. Además, se constata que la pérdida de peso (en particular cuando es involuntaria) se asocia con un aumento de la tasa de mortalidad a corto plazo debido, con probabilidad, a una enfermedad subyacente.

Frente a los riesgos sanitarios de mantener un peso elevado conforme a las recomendaciones en todas las etapas de la vida, diversos estudios han señalado la paradoja de la obesidad durante el periodo de la tercera edad. En un estudio de revisión publicado en agosto de 2010 en la revista “Interdisciplinary topics of Gerontology”, se pone de manifiesto que a pesar de que el sobrepeso en la tercera edad aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, la tasa de mortalidad por esta patología es menor de lo esperado en virtud de las expectativas.

No obstante, tanto en el artículo mencionado como en otros que abordan el mismo tema, se hace hincapié en los efectos beneficiosos que tendría para la salud la pérdida de kilos de forma adecuada y controlada en las personas mayores con sobrepeso u obesidad. En especial, si ya padecen comorbilidades (otras enfermedades vinculadas con la primera) asociadas a la obesidad, tales como diabetesenfermedades cardiovasculares y determinados tipos de cáncer.

Generalmente, uno de los parámetros más utilizados para determinar si nuestro peso es el adecuado o no, es el cálculo del Índice de Masa Corporal (IMC). Este cálculo permite descubrir el ideal del peso con base en la estatura y se calcula dividiendo el peso por la altura al cuadrado.

Cuando el valor que arroja el IMC se sitúa entre 20 y 25 hablamos de un peso normal, y cuando el valor obtenido es superior a 25 hablamos de sobrepeso.

Esta tabla sufre alguna modificación cuando hablamos del peso ideal en la tercera edad. En los adultos mayores se recomienda que su índice de masa corporal se sitúe entre 25 y 27, y generalmente no por debajo de 25.

Esto es así porque un IMC por debajo de 25 en un anciano puede significar pérdida de masa muscular y adelgazamiento óseo.

Teniendo en cuenta este dato y otros factores, podríamos definir el peso ideal en la tercera edad como el peso que cumple las siguientes funciones y parámetros:

  • IMC situado entre 25 y 27
  • Peso suficiente para proteger la masa ósea y corporal
  • Peso no muy elevado, con la función de no empeorar la carga articular y enfermedades como la artritis o artrosis
  • Peso que permita un bienestar físico, emocional y social

Los cambios más relevantes están en el aparato gastrointestinal, donde la boca es un sitio importante para investigar. El 80% de los adultos mayores, que consultan por baja de peso, tiene algún grado de disfunción oral, lo que hace que sea muy importante su examen.

La pérdida de hueso mandibular, dificulta la función masticatoria en las personas mayores, además hay disminución de la producción de saliva, que produce disfagia, y esto hace que la alimentación no sea del todo adecuada. En el estómago puede haber disminución del ácido clorhídrico, en el intestino delgado se reduce la absorción de hidratos de carbono hasta en un tercio. Hay disminución de la absorción de calcio, por lo que se recomienda la ingesta de 1 g de calcio al día.

Entre las causas orgánicas están los problemas orales, los trastornos gastrointestinales, la presencia de enfermedades, visión y audición reducidas, elementos sensoriales muy importantes en el adulto mayor; también disminución del sentido del gusto, del olfato y también el deterioro mental.

Entre las causas psicosociales están la apatía, soledad, depresión y problemas del ambiente social. Con respecto a las intolerancias reales o percibidas, vemos que a veces a los adultos mayores se les indican muchos medicamentos llevándolos a la polifarmacia, con el riesgo de tener interacciones farmacológicas que pueden producir anorexia. Además, si tiene alguna dificultad para tragar, tomará líquidos y la saciedad será más precoz.

Hay imposibilidad o intolerancia física, por ejemplo, adultos mayores con artrosis de rodilla que deben caminar cinco cuadras para comprar alimentos; esto influye en su alimentación, y habrá reducción de peso por causas anexas que es importante conocer. El consumo de alcohol, como evidencia de una depresión y por sí mismo, puede disminuir la apetencia por los alimentos.

Dentro de las patologías que pueden desencadenar baja en el apetito y por ende baja de peso, están las afecciones pulmonares, que provocan hipermetabolismo, gran trabajo de la musculatura respiratoria, aerofagia, etc.

La patología cardíaca, con derivación de elementos inflamatorios y gran correlación con patología pulmonar, que determina la caquexia cardíaca; además de la intervención de medicamentos. Otras causas de anorexia en el adulto mayor son la caquexia del cáncer y la demencia con rechazo alimentario, aunque también puede haber hiperalimentación en un paciente con demencia, pero con alto grado de hiperactividad que lo puede llevar a la baja de peso. El alcoholismo y la depresión, en que la propia enfermedad o el uso de fármacos como los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina pueden influir en la baja de peso; la falla renal y la infección, y no olvidar nunca interrogar por TBC.

Medidas para prevenir la anorexia en los ancianos

  • Comer acompañado, “comida cocinada”, aumentar el ejercicio, dar tiempo suficiente entre las comidas; potenciar las preferencias en los alimentos, evitar la saciedad precoz (picoteo, líquidos), evitar los alimentos flatulentos, mejorar la salud bucodental, que es uno de los elementos a destacar y tratar las náuseas y el estreñimiento.
  • Dentro del examen físico vuelvo a destacar la importancia del examen bucal.
  • Dentro de la evaluación de la baja de peso y sus repercusiones es muy importante la encuesta social para determinar todos los factores de acceso, disponibilidad de alimentos, incapacidad para prepararlos, y proporcionar medidas de soporte social.

 

 

Publicado en la Revista Aprendiendo a Envejecer, Vol. 2, Numero 8. Págs. 15-16

 

Referencias

  • Secretaría de Salud. La salud de la población de edad avanzada. Un reto más hacia el futuro. Cuadernos de salud núm. I Población y Salud. México, D.F.: SSA, 1994.
  • Silver AJ, Guillen CP, Kahl MJ, Morley JE. Effect of aging on body fat.) Am Geriatr Soc 1993:41:211-213.
  • Borkan GA, Hults DE, Gerzof SG, Robbins AH, Silbert CK.Age changes in body composition revealed by computed tomography. J Gerontol I983; 38:673-677.

 

En las alturas del Kilimanjaro

By Voces UNIVA, Voces Univa

Mtro. Miguel Camarena Agudo • Encargado de corrección y estilo del Sistema UNIVA

 

Han pasado 24 años desde que leí por primera vez Zorba el griego de Kazantzakis. La impresión causada por este texto me llevó a releerlo, por lo menos, un par de veces más durante mi vida. Zorba es un personaje fuera de lo común, es una expresión enorme de intuición, sensibilidad, hombría, anarquía y libertad, por decir algo. No sé por qué presiento fue el alter ego del propio Nikos, por tal motivo supongo lo inmortalizó en las páginas de su libro.

La novela tiene muchísimos matices que considero extenuante tratar aquí y prefiero sean buscados por el lector, por el contrario, optaré por centrarme en un tema en específico, el de la separación. En un pasaje de la novela Zorba le cuenta a Nikos una serie de encuentros con diferentes mujeres, las cuales lo dejaron o él dejó. En un par de estas historias se percibe una diferencia, en una él estaba enamorado y en otra, ellas de él. En ambas, la separación sucedió de manera inevitable, voluntaria o involuntariamente.

Martin Heidegger hablaba de la muerte como lo único seguro e inevitable. Savater explicaba en un ensayo, el azaroso e irrespetuoso modo de conducirse de esta dama de negro. Pienso lo mismo sucede con la separación, estamos condenados a ella desde el nacimiento y en el trayecto de nuestras vidas nos suceden como una especie de ensayos de muerte, con la pequeña diferencia de la contundencia y el sin retorno.

A pesar de estas certezas muchas personas no renuncian a la vida y al amor. Se esfuerzan por tener experiencias significativas y enrolarse en estos vericuetos, aunque estos los dejen solos, con el corazón entre los pies y buscando el consuelo en el fondo de una botella de tequila. No importa, por más rupturas que se tengan siempre habrá un amor por encontrar, y si no, muchas botellas de alcohol y canciones de José Alfredo para acompañar las despedidas.

Existen pues, seres descendientes de Ícaro, que no temen calcinarse el corazón, porque saben éste tiene la naturaleza del Fénix. En cambio, los hijos de Sísifo cuando están por colocar la enorme piedra en la cima la dejan caer, renunciando una y otra vez a la altura que otorga el amor y la vida, víctimas de una voluntad escuálida o del miedo de caer desde lo alto.

Desde adolescente tuve consciencia de la muerte y casi por el mismo tiempo de la separación, es decir, de lo efímero. Y desde luego, fue un madrazo saber que todo en este mundo tiene fecha de caducidad. Pero, no por ello dejé de embarcarme y buscar periplos dignos de un kamikaze. Lo mismo que Zorba, quien sabía que la vida era un peligroso juego donde más vale apostar todo que nada, muy a pesar del fatum de la separación.

 

El Kilimanjaro es una montaña cubierta de nieve de 5,895 metros de altura, y dicen que es la más alta de África. Su nombre es, en masai, «Ngáje Ngái», «la Casa de Dios». Cerca de la cima se encontraron el esqueleto seco y helado de un leopardo, y nadie ha podido explicarse nunca qué estaba buscando el leopardo por aquellas alturas.

 

                                                                                                                                                 Ernest Hemingway

¿Víctima o victimario del trabajo forzoso?

By Voces UNIVA, Voces Univa

Laura O. Robles Sahagún • Coordinadora de Alumni y Bolsa de Trabajo

 

El 2021 es un año que sin lugar a dudas marca una nueva ruta por la cual deberán transitar los empleados y los empleadores. Conocer las obligaciones y los derechos laborales aplica para quienes son contratados y para los que contratan, por eso todos debemos estar al tanto.

Si eres una persona contratada, revisa tus derechos para que no te den gato por liebre. Si eres un empleador, conoce la ley para que no sufras las consecuencias de las infracciones. Aquellos que se dicen emprendedores y que no las necesitan, no está de más que sepan que si deben saber acerca de la Ley del Trabajo y sus implicaciones. De igual manera los comerciantes y exportadores.

A partir de noviembre 2020, entró en vigor un nuevo sistema de justicia laboral, el cual pretende que la resolución de problemas y conflictos laborales se den a través de procesos de conciliación en plazos cortos y que ya no duren años en los tribunales. Los responsables de Recursos Humanos deberán capacitarse para poder atender este tipo de situaciones, ya no es solo responsabilidad de los abogados laborales.

El T-MEC ha obligado a México a realizar algunos ajustes en la Ley Federal del Trabajo, como por ejemplo los contratos colectivos de trabajo y también lo referente al trabajo forzoso. Con este último entendemos, como lo define la Organización Internacional del Trabajo (OIT), “todo trabajo o servicio exigido a un individuo bajo la amenaza de una pena cualquiera y para el cual, dicho individuo no se ofrece voluntariamente”.

El capítulo 23 del T-MEC en lo concerniente a asuntos laborales, señala claramente que cada parte que firma este tratado deberá adoptar y mantener en sus leyes y regulaciones, y en las prácticas que deriven de estas, los derechos tal y como se establecen en la Declaración de la OIT sobre los Derechos en el Trabajo.

La explotación infantil y el trabajo forzoso deben ser erradicados de las prácticas laborales que en la actualidad tienen diferentes formas a las que se conocían en la época de la esclavitud pero que, sin duda, siguen existiendo. Los tres países se comprometen a comerciar sola y exclusivamente mercancías que cumplan con las condiciones de este capítulo 23 del T-MEC.

El T-MEC menciona que “Cada Parte promoverá la conciencia pública de sus leyes laborales, incluso asegurando que la información relacionada con sus leyes laborales y procedimientos para su aplicación y cumplimiento esté disponible al público”, para ello deben conocer y replicar la información los responsables de recursos humanos, los directivos y representantes legales de las empresas. Así que, a mantenernos informados y a poner en práctica nuestras obligaciones y responsabilidades laborales que si deben importarnos.

 

Publicado en La Crónica de Hoy Jalisco del 22 de enero de 2021

 

La ¿era? Biden

By Voces Univa, Voces UNIVA

Pbro. Lic. Armando González Escoto • Director de Publicaciones del Sistema UNIVA

 

¿Qué tanto poder tiene en el momento actual un presidente? En lo que mira al poder interno, la pregunta puede tener diversas respuestas. Desde el punto de vista de los gobiernos democráticos, donde los haya, el poder de un presidente o primer ministro estará siempre acotado por el parlamento. Aún así, los mandatarios tienen siempre un amplio margen de maniobra, como pudimos ver durante el gobierno de Trump. En los países democráticamente subdesarrollados, como Rusia o las naciones latinoamericanas y africanas, el poder interno tiende a ser total, como en las antiguas monarquías absolutas, y con sus excepciones.

En lo relativo al poder externo solamente quienes presiden grandes potencias pueden tener una verdadera influencia, incluso determinante en muchos aspectos. Es el caso de los presidentes norteamericanos.

No obstante, hoy día son muchas las voces expertas que niegan incluso a estos presidentes un poder verdadero, toda vez que el mundo se mueve en términos de “política débil” y economía fuerte, es decir, si lo importante es el dinero, serán los dueños del capital quienes no sólo determinen al gobierno, sino que incluso decidan quién deba gobernar, lo cual incluye el tipo de parlamentarios que se proponen y se votan, gobiernos pues constituidos por administradores de alto perfil burocrático y convencida docilidad a las leyes del mercado. Trump no escapó a esta definición, pues él mismo venía siendo uno de los grandes capitalistas norteamericanos, con la sola diferencia de las malas maneras y una codicia que no admitía mengua, si bien la presentaba bajo el lema de “volver a hacer grande” a Estados Unidos. De cualquier modo, hace ya muchos años que la presidencia norteamericana ha recaído no sobre políticos que quieren hacerse ricos, sino sobre millonarios que quieren ser políticos, o a través del senado le han apostado a serlo, con lo cual la democracia estadounidense más bien podría ser considerada una plutocracia con compromiso democrático. Algo semejante sucede con las potencias europeas.

El nuevo gobierno de Biden ha iniciado con tres condiciones paralizantes: la epidemia, la crisis económica y la herencia de Trump. La herencia de Trump significa 74 millones de norteamericanos que buscaron su reelección y que por lo mismo se ajustan más o menos al perfil de esta persona e incluso la rebasan como se pudo ver en el asalto al Capitolio, si la democracia de Estados Unidos continua en descenso, estos millones de votantes mantendrán su beligerancia.

Económicamente el vecino del norte conserva todavía una gran fuerza, parte de la cual la obtiene por la usura mundial que ejerce, pero también por su gran desarrollo en todos los campos de la ciencia, por su dominio en las carreteras de la informática, profesionalismo, organización laboral, producción alimentaria, farmacéutica y armamentista, sin olvidar sus recursos naturales.

La pandemia no es todavía de fácil pronóstico, en este punto la incerteza seguirá presente por buen tiempo.

En favor de Biden opera la renovada esperanza del cambio, una esperanza que es mundial y que han convertido en declaraciones públicas los líderes de la Unión Europea, entre otros muchos que se alarmaron justamente ante las reiteradas acciones demoledoras de Trump.

 

Publicado en El Informador del domingo 24 de enero de 2021.

La Medicina en la Filatelia: Héroes de cada día

By Voces UNIVA, Voces Univa

Dr. Enrique Fernández Valadez • Profesor de Cardiología, Ciencias de la Salud UNIVA Plantel Guadalajara

 

Ha habido en el mundo tantas pestes como guerras.

Y, no obstante, pestes y guerras cogen siempre desprevenida a la gente.

Albert Camus

 

Recién acaba de cumplirse un año en que se detectó el paciente cero con una nueva enfermedad desconocida hasta ese día, nadie imaginaba lo que estaba por venir. Cuando era joven oí hablar a mi madre de la “gripa española” y después ya en la carrera de Medicina estudié acerca de la viruela, y aprendí las diferentes formas de llamarlas: plagas, peste, pestilencias e incluso hueyzáhuatl como llamaban los indígenas a la epidemia de viruela; y además en la Biblia leí que la humanidad ha sido asolada por diferentes epidemias (como las diez plagas de Egipto), y eran consideradas como castigos de Dios, pero nunca imaginé que me tocaría vivir una y mucho menos tan devastadora y generalizada como esta. Es aún difícil saber la magnitud final de esta pandemia, pero lo que va hasta ahora es de verdad algo muy grave. Ha producido una afectación que implica no solo la salud de las personas con repercusiones en casi todos los órganos del paciente desencadenando lo que se conoce como una tormenta de citoquinas con su consecuencia inevitable: el síndrome de respuesta inflamatoria sistémica que forma parte de una sepsis grave y que finalmente ocasiona una falla orgánica múltiple llevando al paciente finalmente a la muerte. Se sabe ahora que aquellos que sobreviven pueden quedar con secuelas en la función pulmonar, en la función cardiaca y también en la salud mental.

Al comportarse como una pandemia ha afectado prácticamente a todos los países y a todos los estratos socioeconómicos. Sus efectos se han manifestado también en la actividad económica y financiera de todos los países en mayor o menor grado.

México ocupa el nada honroso, primer lugar en cuanto a la tasa de letalidad con 8.8 fallecimientos por cada 100 habitantes infectados de acuerdo con lo reportado por la Universidad Johns Hopkins. Respecto a la tasa de mortalidad (que representa el número de muertes por cada 100,000 habitantes de la población general) nuestro país se encuentra en el séptimo lugar.

Esta es una guerra, contra un enemigo submicroscópico altamente mortal y ubicuo, en la que el ejército de avanzada es el personal de salud en primera línea. Si bien las líneas del frente son las más expuestas al riesgo es innegable que por lo mismo deben ser las más protegidas y mejor equipadas. Desafortunadamente no siempre ha ocurrido así según se desprende del análisis de los fallecimientos ocurridos entre el personal de salud en nuestro país y esto puede ser multifactorial.

Así que no sorprende que la revista médica The Lancet publicara que en nuestro país ha muerto más personal sanitario que en ningún otro lugar, una de las razones mencionadas es que en un principio no se le dotó a los médicos y enfermeras que están en contacto con los pacientes afectados por la COVID-19 del suficiente equipo de protección personal según declaraciones de la directora de la Organización Panamericana de la Salud. Por lo que en abril del año pasado la Facultad de Medicina y la fundación UNAM implementaron la campaña “Dona un kit. Protege a un residente” y un reporte de Amnistía Internacional mencionaba que en un lapso de 6 meses (28 de febrero al 23 de agosto) se habían infectado 97,632 trabajadores del personal sanitario y para el 3 de septiembre del 2020 habían fallecido 1,320 personas, mientras que en Estados Unidos el número de fallecidos era de 1,077 y en el Reino Unido 677.

Y no solamente eso, el estrés físico y mental al que están sometidos en una unidad de cuidados intensivos o en urgencias en el triage respiratorio e incluso en cualquier área de internamiento. Inexplicablemente se han presentado casos de agresión al personal de salud por miedo al contagio.

El sitio de internet Medscape en español realizó una encuesta a 2,905 trabajadores de salud de España y algunos países de América Latina, con el fin de indagar si se vacunarían contra la COVID-19, los resultados fueron los siguientes: el 76% contestó que cuando hubiera una vacuna disponible se vacunaría y el 24% restante dijo que no lo haría, es decir, una cuarta parte de los trabajadores de salud no se inmunizaría a pesar de ser población de riesgo elevado. Las razones aducidas fueron: les preocupa que no sea una vacuna segura (43%), prefieren esperar un poco antes de aplicársela (37%), escepticismo acerca de su eficacia (6%), comorbilidades que les impiden vacunarse (2%) y por otras razones (12%).

El personal sanitario, enfermeras y médicos, camilleros, laboratoristas y personal administrativo que está en primera línea tienen que cumplir jornadas agotadoras, sometidos de manera constante a un estrés físico y mental. El 83% de los médicos tienen temor de ser contagiados por un colega o por un paciente.

La tasa de letalidad en nuestro país se ha mantenido casi constante, alrededor de 9.5% según lo informado por la UNAM. El Senado de la República otorgó el año pasado la Medalla Belisario Domínguez (quien por cierto además de senador fue médico oftalmólogo con un gran sentido social y filantrópico) a las personas integrantes del Sistema Nacional de Salud “por su incansable lucha contra el COVID-19 en México” la cual será entregada en febrero de este año en sesión solemne.

El año 2020 concluyó con 5,044 casos activos de COVID-19 entre el personal de salud, correspondiendo 487 a Jalisco nuestro Estado. Con un total de 2,397 fallecimientos; el 48% de los cuales fueron médicos el 70% de los fallecimientos corresponden a hombres y en números totales y hasta el 28 de diciembre pasado se acumularon 182,246 contagios en todo el país entre el personal sanitario.

Por ello, y debido a que el personal de salud está dentro de la población de más alto riesgo es lógico que se les haya dado prioridad en recibir las primeras vacunas, aunque no han faltado lidercillos sindicales que se han aprovechado y se han “colado” con todo y familiares entre los vacunados, aunque no les correspondía en este país en donde “el que no transa no avanza”.

De estas tablas se desprende que la mayor proporción de casos se presenta en mujeres (60%) aunque la mortalidad es mayor en hombre (70%), así mismo, aunque el 42% de los casos se presentó en personal de enfermería la mayor mortalidad se obtuvo en médicos y médicas (49%).

Ciudad de México, el Estado de México, Veracruz, Puebla y Tabasco son las entidades con más defunciones entre el personal de salud. El total de trabajadores sanitarios que se han infectado por el SARS-CoV-2 hasta el momento de escribir este trabajo son más de 195,558 de los cuales han fallecido 1,744 personas, según lo reportado por el director general de epidemiología, el Dr. José Luis Alomía. Es por esta razón que se ha decidido vacunar en primer lugar al personal sanitario que es el que está más expuesto al contagio. Hasta la fecha se han vacunado 329,983 integrantes del personal de salud.

En la revista de la UNAM de diciembre del 2020 se muestra la afectación sobre el personal de salud:

En lo que respecta la afectación de acuerdo con la presencia de comorbilidades y a la profesión las cifras son las siguientes:

Siempre atentos a cualquier llamado para mejorar la salud han sido convocados también para formar parte de las brigadas de vacunación aquellos estudiantes y académicos de medicina, enfermería y odontología que quieran participar en esta titánica tarea.

¡Vaya esta contribución de “La Medicina en la Filatelia” dedicada a todos aquellos que día y noche luchan sin cesar para preservar la salud de miles de pacientes atendidos en diferentes hospitales públicos y privados!

Honor a quien honor merece.

Lecturas Recomendadas

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El arte sin belleza

By Voces UNIVA, Voces Univa

Cristina González Martínez • Egresada de la Licenciatura en Filosofía UNADIS

 

La belleza, o lo que gusta, no podría de ninguna manera

servirnos de base para una definición del arte.    

Tolstoi

 

Desde la antigüedad hasta el siglo XVIII, aproximadamente, el hombre había conjugado la reflexión sobre el arte con la de la belleza, llegando inclusive a identificar el primero como expresión de la segunda, sin embargo, el desarrollo histórico de la estética ha deslindado al arte de tal encomienda, en virtud de que el arte como expresión cultural de todos los tiempos, pone de manifiesto aquellos intereses de la sociedad que van desde el culto a los dioses y a Dios, hasta las modas de vanguardia de nuestros días, que de acuerdo con las categorías estéticas, no siempre serán bellas expresiones artísticas.

En su raíz alemana, arte se deriva de “ser capaz de” y significa “habilidad, pericia, sabiduría”, de tal suerte que el artista será quien es capaz de, pero en forma eminente; sin embargo, en su raíz latina también se refiere al artesano, sería aquel capaz de elaborar una obra sensorialmente perceptible y con imaginación, la diferencia está en que el artesano elabora buscando la utilidad de su creación y en teoría, el artista buscará la belleza, en su raíz original así lo fue en alguna época, hoy en día ya no, puede sí buscar la belleza el artista, pero no sólo eso, ni necesariamente.

Por otro lado, la belleza se enlaza etimológicamente con contemplar. Bello, significa originariamente: contemplable, digno de verse; pasa luego a significar luminoso, brillante, resplandeciente, de donde paulatinamente nace el significado actual (Brugger,1995).

Entre los filósofos de la antigüedad se atribuyen a Sócrates tres categorías de la belleza ideal, que correspondería a la naturaleza, la espiritual que sería la que refleja el alma a través de la mirada y la útil o funcional. Sin embargo, la belleza, según Platón, rebasa el plano físico, puesto que para él la belleza para ser tal, ha de ir de la mano del plano intelectual, exige el arte dialéctico para captar la verdadera belleza. Algo que san Alberto Magno y Sto. Tomás de Aquino sintetizan en cuanto a la armonía de la forma, misma que denota la esencia y el núcleo del ser, cuyo contenido expresado por la unidad, la verdad y la bondad, darán como resultado que tales atributos serán de un brillo luminoso, cuando se esté frente a una auténtica belleza.

Y es que resulta que cuando el hombre no permite que su visión sea empañada por el «demonio» de la belleza que lo cautiva y lo sitúa en la sola belleza corporal, entonces en la belleza se percibe un reflejo del más allá, de la absoluta perfección de Dios y de su creación.

En nuestros días el arte ha pasado a ser objeto de estudio de la estética, prescindiendo de la belleza. Walter Benjamin habla de cómo la reproducción de las obras de arte ha dado lugar a que el arte se vuelva algo cercano, a costa de su sacralidad de otros tiempos, se ha ganado en extensión y perdido en intensión, convirtiéndolo en un objeto de consumo, se le despoja de su valor y se convierte en un sucedáneo de arte, que complace a las masas.

Lo kitsch inunda el mercado, un “arte popular que se vende como si fuera lo que no es. El arte ya no se encuentra con el absoluto, entrará en espacios que no eran suyos, como el espacio urbano o natural, así como a su disolución no artística como la moda, el diseño y la publicidad, se está frente a la estetización de la existencia, surgiendo así la transestética, de la que habla el filósofo francés Gilles Lipovetsky.

La estética no podía sustraerse de la posmodernidad que ha permeado todos los ámbitos de la vida del hombre, de tal suerte que habiendo estado siempre en estrecha alianza con el pensamiento filosófico y con la historia del arte, hoy en día ha traspasado las fronteras de tales espacios y se encuentra convertida en una moda que marca tendencias en la tecnología, en la mercadotecnia, en la industria automotriz, en fin en todo aquello que forma parte de la sociedad de consumo, en el mundo capitalista.

Es posible seguir la crítica de Lipovetsky desde algunas de las características de la sociedad posmoderna: positiva, transparente, flotante, dinámica y global.

La sociedad positiva elimina los conceptos de verdad y bondad con objeto de evitar el conflicto, relativizándolo todo de acuerdo con principios subjetivos, lo que permite que aquella axiología que orientaba los gustos, el pensamiento y la conducta del hombre, desaparezca y en su lugar prevalezcan los valores subjetivos, dando como resultado el hiperconsumo, entre otras cosas.

La sociedad transparente es permisiva, todo puede ser visto y tolerado en todas partes, todos tienen derecho a todo, es una cierta democratización de la vida que, en el caso del arte, lo ha convertido en una expresión cultural democrática, más que estética propiamente dicho, y que le ha abierto las puertas a espacios que le eran ajenos como el capitalismo, los mass media o la tecnología, por ejemplo.

La sociedad flotante es la que ha perdido sus raíces, el desarraigo se presenta en la naturaleza de las cosas y tristemente, también de las personas, olvidando lo que las cosas o las personas son esencialmente, se adopta la moda que será la que marque lo que se quiere que sean las cosas y las personas, de acuerdo con las tendencias del momento.

La sociedad dinámica imprime velocidad, casi vértigo, a la producción y consumo de todo: ropa, electrodomésticos, películas, automóviles; llegando a considerar a las personas como un bien más que será desechado en cuanto pierda su utilidad o pase de moda.

Finalmente, la sociedad global comprende el que todo se dé en todas partes, las campañas de publicidad de cualquier producto de una compañía transnacional, serán publicitadas en todos aquellos países en los que la compañía esté presente, trasladando la moda de un país a otro, las tendencias culturales de un país a otro, los valores estéticos de un país a otro, lo cual irá conformando una generación de expresiones artísticas híbridas y es así como aparece en el mapa cultural de la posmodernidad la transestética de la que habla Lipovetsky, cuyo mayor riesgo es, justamente la pérdida de la esencia de la estética, como aquella preocupación del pensamiento filosófico acerca de lo bello, de lo trascendente, de lo que eleva el espíritu.

Muestra de lo expuesto es el Belén de la plaza de San Pedro en el Vaticano con motivo de la Navidad del 2020.

El Nacimiento dentro de la tradición cristiana es una representación plástica del misterio de la Encarnación, invita a los cristianos a la reflexión acerca del amor de Dios hecho hombre, sin embargo, las figuras del Belén citado, sin negar su calidad artística, lejos de invitar a la oración, parecieran trivializar el citado misterio y convertirlo simplemente en una expresión de arte posmoderno y sincretista.

No obstante, consideramos que es posible esforzarnos por rescatar y plasmar en el arte, lo bello de la naturaleza y lo sublime de la belleza humana, que habrán de prevalecer por encima de todo arte transestético, como camino de elevación del hombre a la Belleza esencial de la que participan toda belleza material y espiritual.

 

¿Cómo le podemos llamar a lo que estamos viviendo?

By Voces UNIVA, Voces Univa

Mtra. Laura O. Robles Sahagún • Coordinadora de Alumni y Bolsa de Trabajo

 

No hablaré de nada nuevo, no hablaré de algo desconocido. Hoy me siento obligada a hablar de lo que desde hace casi un año es el tema, estemos donde estemos, leamos lo que leamos, platiquemos con quien platiquemos. Simplemente hoy quiero compartir mi visión de esta novela que solo puedo calificar como dantesca, permitiéndome hacer alusión a este término que se ha popularizado por la forma en que el escritor Dante Alighieri relata una de las tres partes de su obra “La Divina Comedia”: el infierno.

Lo que he estado viendo, de unos días para acá, a diferencia de todo el pandémico 2020, nunca imaginé siquiera que pudiera darse en la vida real, por ello me atrevo a adjetivarlo como dantesco, en esa connotación de horrible, de espeluznante, de macabro, de desolador. Hay filas en las farmacias buscando medicamentos escasos y que por cierto día a día aumentan de precio; qué decir de las personas formadas para comprar oxígeno o la gente publicando desesperadamente que busca concentradores o tanques; hay lista de espera para ingresar a los hospitales, en los públicos no hay lugar y hasta abandonan a enfermos en el piso para que sean atendidos, en los privados tampoco hay camas disponibles y las cifras a pagar son increíblemente altas.

Qué decir de las imágenes aterradoras de las carrozas funerarias esperando en fila para recoger los cuerpos de las personas fallecidas; hay fila en las casas funerarias para poder velar, aunque sea por cuatro horas, a los difuntos y solo pueden estar 15 personas (si se quiere aumentar el número de personas, el permiso puede salir en más de 20mil pesos); hay que esperar turno en los panteones para cremar o para inhumar y asimismo para que las cenizas sean entregadas. Cualquier cambio que se quiera hacer, aun en los planes de previsión funerarios, son de miles de pesos.

Vi muchos mensajes al finalizar el año en donde decían que había sido un año de aprendizaje, pero ¿de verdad estamos aprendiendo alguna lección? Porque hay acaparamiento, abuso en los precios y en la calidad de productos y servicios. También vi imágenes de playas y destinos turísticos llenos. Leía que los centros comerciales estaban atestados previo a las celebraciones decembrinas. Veo fotografías de gente que anda de fiesta, tanto en las ciudades como en los pueblos (en algunos casos bajo la complicidad de las autoridades), sin mayor protección y sin cuidar la tan famosa “sana distancia”. ¿A esto cómo lo podemos calificar, doble moral o gente sin miedo?

No hay día que no lea condolencias de personas cercanas, para compañeros de trabajo, conocidos, familiares. El ambiente huele a muerte, a una descontrolada muerte que no son números, son dolores reales, vidas cercanas, que se van sin poder hacer algo por ellas.

El miedo que causa la enfermedad, sus consecuencias, su desafiante atención, las diferentes manifestaciones y el desconcierto de complicarse en cualquier momento es aterrador. Las mutaciones de las cepas y los síntomas aun inciertos causan pánico y es inevitable sentirlo tanto para el paciente como para su familia o sus seres queridos, quizá pudiera ser derivado del exceso de información y de desinformación.

¿Cuánto más necesitamos pasar para poner en práctica ese supuesto aprendizaje del que hablamos o seguiremos siendo parte de esta novela dantesca en un nuevo capítulo llamado vida?

 

Publicado en La Crónica de Hoy Jalisco del viernes, 15 de enero de 2021.

Desinformar

By Voces UNIVA, Voces Univa

Pbro. Lic. Armando González Escoto • Director de Publicaciones del Sistema UNIVA

 

La libertad de expresión es un bien invaluable, la sociedad occidental invirtió en su conquista cientos de años, hasta lograr convertirla en ley y en termómetro de civilidad política y social.

Esta libertad se ha buscado para dar expresión a la diversidad de opiniones, observaciones y pensamientos que se da entre los seres humanos, y en principio es absoluta, partiendo de la base de que cuanta persona expone su punto de vista es capaz de sustentarlo o de asumir las consecuencias.

Pero si esta libertad es un derecho que está ahí, a disposición de todos, supone en la gente la capacidad de saber discernir todo cuanto los demás dicen por el medio que sea, y es justo en ese punto donde la sociedad se convierte una y otra vez en una torre de Babel. Hacer que las verdades que algunos no quieren que se sepan, parezcan mentiras, y que las mentiras que otros quieren divulgar parezcan verdades, es hoy día el deporte de individuos, empresas e instituciones de todo tipo y marca, cuya consecuencia es el cultivo de la sospecha, la incertidumbre, la confusión y finalmente el agnosticismo informático.

El pasado año 2020 nos brindó sin duda el más impresionante escenario mundial del teatro desinformativo, donde todos los vestuarios de la humanidad se lucieron a la hora de divulgar noticias epidemiológicas en todas las escalas de la verdad y de la mentira, contando con que para cualquier afirmación que se hiciera, por descabellada que fuera, habría siempre mentalidades adecuadas para asumirla y “reenviarla” como verdad absoluta, en sucesión interminable y planetaria.

En el revoltijo “informativo” en torno al COVID-19 naufragaron honras, se manipularon documentos científicos, se alteraron declaraciones valiosas, se multiplicaron las “falsas noticias”, y cuanta persona se puso al frente del problema, independientemente de sus méritos, acabó siendo sospechoso, inepto, vendido, emisario del anticristo, cómplice conjurado del “nuevo orden mundial”, o aliado de los alienígenas.

Esta desinformación generó linchamientos morales en casi todo el planeta, e incluso en países que solían ser más civilizados, se dieron verdaderos movimientos sea para negar el problema, sea para oponerse a las medidas preventivas que las autoridades iban implementando. En otras regiones la autoridad acabó optando por un “sálvese quien pueda”, como pueda, y por lo demás, hagan lo que quieran. Esta huida de la autoridad fue más sensible a la hora en que los vivales de siempre encarecieron desmedida e injustificadamente los precios del oxigeno, de los tanques, de los honorarios y los costos hospitalarios sin que nadie los controlara o sancionara.

Y si en su momento la epidemia ha tenido este tratamiento, ahora las infinitas opiniones sobre la vacuna no se han quedado atrás: que no sirve, que sirve poco, que transmite el virus que se quiere evitar, o que conlleva elementos no declarados con el avieso objetivo de atontar o aniquilar a la humanidad que ingenuamente la reciba.

Esta es la sociedad humana, así somos, así pensamos y compartimos, así reaccionamos ante una amenaza evidente, porque para prevenir la credulidad hoy sabemos que no bastan ni siquiera los mejores títulos académicos ni la racionalidad más evolucionada.

 

Publicado en El Informador del domingo 17 de enero de 2021

Salir de la caverna

By Voces Univa, Voces UNIVA

Mtro. Miguel Camarena Agudo • Encargado de corrección y estilo del Sistema UNIVA

 

Se encuentran en ella desde su niñez, sujetos por cadenas que les inmovilizan las piernas y el cuello, de tal manera que no pueden ni cambiar de sitio ni volver la cabeza, y no ven más que lo que está delante de ellos… Se parecen a nosotros, respondí. Y, ante todo, ¿crees que en esta situación verán otra cosa de sí mismos y de los que están a su lado que unas sombras proyectadas por la luz del fuego sobre el fondo de la caverna que está frente a ellos?

Platón

 

Hace tiempo en otro escrito hice referencia a un texto de Jean Carles-Mèlich donde nos narra un hecho sucedido en un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial, este hecho trata sobre un niño que muere sin haber visto un árbol. El grado de desolación de este incidente nos puede poner a pensar sobre las privaciones extremas que un humano puede llegar a sufrir debido al autoritarismo político y militar de un grupo ejercido hacia un grupo o raza.

Eduardo Galeano en otra parte nos cuenta cómo mineros de Bolivia, le piden les cuente cómo es el mar. Estos hombres, nos refiere el escritor uruguayo, nacían y morían sin poder salir de esa árida región donde se encuentran las minas. En esta otra referencia podemos sentir, a diferencia de la historia del niño judío, el anhelo de algo desconocido, pero existente. Quizá el niño haya muerto sin haber oído de un árbol y por ello, sin el anhelo de conocer uno. Nació en el encierro y murió en él, sin mayor posibilidad que eso. Muy probablemente el haber sabido de los árboles le haya dado el ímpetu para seguir viviendo y poder conocer un mundo allende las bardas del campo de concentración. En cambio, para los mineros su pobreza y la mutilación de su voluntad, producto del cansancio y otras vicisitudes, no les permitía escapar de su contexto.

Ya lo decía el coronel Frank Slade en Perfume de mujer, no hay peor mutilación que la del espíritu, porque para este tipo de privación no hay prótesis. La familia, la escuela, la religión, incluso los amigos, en ocasiones nos cercenan la posibilidad de aspirar a la libertad; heredándonos y transmitiéndonos prejuicios, ideas, paradigmas; muchas veces defectuosos. La superación de esas cargas depende de la voluntad, y desde luego, de valentía de cada uno. El miedo, independientemente de todos los factores externos que influyen en nosotros, es una ignominiosa limitante; porque detrás del miedo está la felicidad y la más íntima de nuestras pasiones.

Por otra parte, la ignorancia, también es otro de los muchos factores que no nos permiten experimentar sensaciones, emociones y sentimientos distintos a los que creemos son los existentes. Estamos tan acostumbrados a sostener un tipo de relaciones con los otros en determinados y reducidos contextos que, consideramos el mundo se reduce a eso, como sucede en el Mito de la caverna de Platón. En ese relato un individuo logra escapar por sus propios medios y se dirige en búsqueda de la luz verdadera, la del sol. Yo en cambio, soy un fervoroso creyente del catalizador que puede ser el otro, de la liberación que nos puede ofrecer para cambiar o para poder salir de cualquier encierro existencial.

Necesitamos darnos cuenta de la función emancipadora del otro. Para ello debemos andar, como Faulkner lo dijo, con las antenas encendidas y poder percibir esos intersticios por donde podremos escapar de una realidad fracturada y condenada a la zozobra.

Considero para fugarse es condición tener la profunda necesidad de hacerlo, así como para vivir plenamente, ser feliz o amar. Aristóteles sentenciaba de manera contundente que la libertad en manos de esclavos era un desperdicio pues éstos no iban a saber qué hacer con ella. Estoy de acuerdo con él en parte, y seguramente mi abuelo, quien decía, el que es buey hasta la yunta lame. Pero, entre tener la oportunidad de liberarnos y no tenerla hay un abismo, siempre es preferible tenerla a no tenerla, aunque hay quien la tenga y simplemente la tire por un retrete. Al final, a quien le guste sufrir, la humillación, la subestimación, la simulación, el engaño, la mera apariencia y el ser utilizado por otros, seguirá sufriendo; como versa un viejo refrán pueblerino, la miel no se hizo para el hocico de los cerdos.

En resumidas cuentas, la vida debería ser el modo radical de nuestra existencia, la vida con mayúsculas, no sucedáneos. Pues la vida es un breve sueño y sin ésta no cultivamos la intuición, la reflexión y la acción, como lo decía Ortega y Gasset, siendo conscientes de nuestra circunstancia y haciéndonos responsables de ella, no podremos salvarla ni dignificarla.

Estoy de acuerdo con Sartre en aquello de que a veces no podemos cambiar nuestra situación, sin embargo, sí podemos nos podemos cambiar en situación. Volviendo a Gasset, a su imperativo de autenticidad, nuestros actos deberían estar encaminados hacia nuestra verdadera vocación; buscando aquellas vivencias dignas de reafirmar nuestro ser, nuestra felicidad y nuestro amor propio.

Por último, no debemos olvidar que han existido esclavos que se han liberado del yugo de la caverna, al igual que hay gusanos que se han convertido en mariposa.

La vivencia se percibe de forma personal, no es algo que a uno le cuentan, sino que uno mismo es protagonista. Como resultado de la vivencia se transforma nuestro estado de ánimo. Las vivencias intensas dejan una huella psicológica más o menos duradera y más o menos aguda, de tal modo que a partir de ella se transforma en algún aspecto nuestra biografía.

                                                                                                                           Diccionario filosófico de Centeno