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Líderes de Opinión

Vulnerables

Por Líderes de Opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Pbro. Lic. Armando González Escoto • Director de Publicaciones del Sistema UNIVA

 

Somos los sobrevivientes de una historia de epidemias que a lo largo de dos millones de años han asolado a la humanidad, haciéndola más fuerte pero nunca invulnerable.

En la memoria escrita de los seres humanos, por lo que se refiere a la cultura occidental, ninguna nos ha marcado tanto como la “peste negra” que a mediados del siglo XIV mató en tres años a la tercera parte de los habitantes de Europa, un colapso poblacional verdaderamente desastroso. Por siglos ésta y muchas otras enfermedades contagiosas serán endémicas, así la viruela, el cólera, la malaria, el tifo, la influenza, el sarampión, la varicela, etc. Por siglos también los humanos buscarán todo tipo de respuestas a estas enfermedades, con altibajos, avances y retrocesos, hasta llegar a la moderna ciencia médica, sin duda la más destacada de toda nuestra historia, y, aun así, enfermedades nuevas y antiguas siguen retando los mayores avances y las más calificadas certezas.

Justo hace ciento dos años la humanidad enfrentaba una epidemia mundial llamada “influenza española”, que era igualmente un coronavirus al parecer surgido en granjas de Estados Unidos, y que fue luego llevado a Europa por soldados contagiados que iban a combatir en la Primera Guerra Mundial. En ese entonces el virus entró por Francia y luego de tres años se había ya cobrado la vida de cincuenta millones de personas por lo menos.

El SARS por su parte se reveló en el año 2002 como una nueva mutación del coronavirus de la influenza, altamente contagiosa y en determinadas condiciones, mortal, mientras que el dengue, enfermedad tropical cuyo transmisor se ha ido adaptando paulatinamente a mayores alturas, ha resultado ser también una epidemia devastadora que ahora, en México, y más concretamente en Veracruz, se está presentando como otra mutación más virulenta.

En cuanto al COVID19, nombre dado por los científicos a esta nueva forma del SARS y del coronavirus histórico, se destaca su carácter altamente contagioso, si bien, su mortalidad al presente no ha rebasado el tres por ciento de los infectados.

Tratándose de un virus es muy improbable que no llegue a México, desde la antigüedad la movilidad humana no solamente ha transportado mercancías o personas, también enfermedades de todo tipo, como la viruela, traída a América por los europeos del siglo XVI, en tanto que la peste negra fue llevada a Europa por las pulgas que viajaban en el ganado caballar desde el Medio Oriente.

Tenemos la trágica experiencia de la epidemia del dengue en Jalisco, que tuvo el año pasado el primer lugar nacional de infectados, en un escenario chusco donde los responsables declaraban todo tipo de cosas en tanto la población padecía este mal, contándose también varias personas fallecidas. Con el ocaso del invierno y la llegada del calor, reinicia la temporada del dengue, la sociedad, experimentada por los hechos, debe de exigir ya desde ahora la toma de todas las medidas preventivas necesarias para que no nos vuelva a ocurrir lo mismo. Pero también debemos de hacernos todos más responsables en lo que nos toca, ya que las autoridades, aún si hacen lo que deben, no son ni pueden ser la única ni la más efectiva respuesta.

 

Publicado en El Informador del domingo 23 de febrero de 2020

La banalización de la vida cotidiana

Por Líderes de Opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Dra. Martina Carlos Arroyo • Coordinadora de Posgrados y Educación Continua UNIVA Plantel Puerto Vallarta

Cuando hablamos de vida cotidiana, hacemos alusión a una(s) forma(s) de vida que incluye aspectos de ser, de estar y convivir; por tanto, al hablar de formas de ser jugamos también con elementos de subjetividad e individualidad. Al referirnos al estar, necesariamente nos situamos en un contexto-espacio-tiempo, que marca las formas y normas de convivencia entre personas, géneros y ambiente.

Además de ello, la vida cotidiana incluye elementos práctico-comportamentales que pueden situarse en niveles de automatización y, por ende, en una baja capacidad de conciencia. Esto deriva en una secuencia de repetición del ser, estar y convivir cotidiano que corre el riesgo de naturalizar la socialización, por tanto, conduce a la banalización.

Entendemos la banalización como una percepción natural y válida de relacionarse tanto a nivel personal como a nivel colectivo que ejerce influencia sobre la subjetividad e identidad con una interdependencia entre lo individual y lo social, entre lo privado y lo público. Pero la banalización como un ejercicio de la naturalización, puede ofrecer al menos dos consecuencias:

  • Por un lado, entendiendo la lógica de una realidad en constante cambio, los procesos de aceptación de la diversidad cultural y de género abonarían a la construcción de una sociedad más libre, más justa. Los contextos y espacios caminarían en torno al tiempo, entendido éste como una construcción social que justifica las interrelaciones sociales.

 

  • Pero, por otro lado, la banalización de la vida cotidiana, puede llevar a la perpetuación de una sociedad carente de empatía, exigente de ritmos, formas de exclusión, de violencia que se vuelve imperceptible al vivirse todos los días, desensibilizando a las personas “que no la viven, que aparentemente no la practican”. La banalización de la vida cotidiana como un ejercicio diario carente de conciencia, puede llevarnos a una sociedad indiferente. La indiferencia sería la antesala de la deshumanización, del egoísmo en su máximo esplendor.

Resulta necesario entonces, que quienes estamos insertos en espacios e instituciones educativas, que quienes somos formadores, facilitadores, líderes o guías educativos, seamos punta de lanza de (auto) conciencias críticas, generadoras de espacios de discusión, de deconstrucción constante, de desafío de formas y pautas rígidas; que busquemos que, a partir de estos espacios socializadores de la educación, se genere una vida cotidiana más humana, más consiente, menos banal y más propositiva.

 

 

¿Refundar Guadalajara?

Por Líderes de Opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Pbro. Lic. Armando González Escoto • Director de Publicaciones del Sistema UNIVA

 

Fundar y nacer son términos que se reclaman, de igual manera refundar y renacer, sólo que para que algo se re-funde debe previamente haber muerto, y, en consecuencia, re-nacer. Al igual que la vida de un ser humano, la vida de una ciudad es un continuo que se desarrolla a través del tiempo y en un espacio determinado, con un origen específico que puede alterarse pero nunca negarse, es un asunto tanto histórico como genético. Nadie, en este sentido, puede negar a sus padres hayan sido como hayan sido, porque negarse sería negar su propia naturaleza.

Guadalajara no es solamente una ciudad fundada en 1542, sino sobre todo una sociedad que a partir de ese año comenzó a construir aquí su propia historia, su personalidad, su manera de ser, su cultura. En 18 años logró conquistar su vocación de capital con la alianza de su geografía y de su clima, y a lo largo de los siguientes tres siglos maduró hasta decidir su independencia con respecto a España. Este acontecimiento ocurrido en 1821, no obstante, su enorme trascendencia, no llevó a nadie a pensar en que la ciudad debiera ser refundada, puesto que Guadalajara no sólo se conservaba viva sino extraordinariamente dinámica y propositiva, muy consciente de su antiguo origen y muy orgullosa de su trayecto por los años virreinales, sin los cuales nunca habría desarrollado el ideal emancipador.

La actual crisis de identidad que viven muchos habitantes de Guadalajara no es de origen genético, sino de origen educativo, tiene que ver con la inmigración galopante pero también con la incapacidad de las instituciones para arraigar a los nuevos habitantes, por lo mismo no se resuelve dando por muerta a la ciudad, y refundando otra, porque en primer lugar Guadalajara sigue viva y actuante, y no sería justo ni racional desconocer todo lo que Guadalajara ha sido para inventar una nueva ciudad desde el archipiélago de cotos culturales que hoy existen en nuestra área metropolitana.

A veces puede uno pensar que a Guadalajara le sucede lo que a los conejos de la fábula, hallándose éstos en su madriguera se desató una terrible tormenta, razón por la cual un sapo corrió hasta ellos suplicándoles que lo dejaran entrar para guarecerse; no sin cierta aprensión lo dejaron entrar, pero apenas lo hizo comenzó a inflarse a tal punto que los conejos, propietarios de la madriguera tuvieron que salirse, mientras el sapo, muy a sus anchas se adueñaba del lugar, haciendo y disponiendo todo a su antojo.

Los individuos y los grupos que no logran o ni siquiera desean incorporarse al proyecto de la ciudad, a su historia y a su identidad, actúan muchas veces como el sapo de la fábula, se benefician de Guadalajara pero no aprecian la cultura que la hizo existir y acaban queriendo destruirla, mientras que aquellos inmigrantes que logran incorporarse a la ciudad resultan luego no solamente beneficiarios sino grandes benefactores de nuestro proyecto cultural, afortunadamente la lista de éstos es muy amplia.

Lo que a veces ha fallado y sigue fallando es la participación de los tapatíos de origen, en la defensa de Guadalajara, de su identidad y de su cultura.

 

Publicado en El Informador del domingo 16 de febrero de 2020

¿Y si hablamos honestamente?

Por Líderes de Opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Mtra. Laura O. Robles Sahagún • Coordinadora de ALUMNI y Bolsa de Trabajo

 

Se dice que la honestidad es la base de las buenas relaciones y la convivencia, ya que genera confianza.

Para la UNIVA, los valores son imperativos en el educar. Por ello, en la filosofía institucional se enmarca que “antes de aprender a hacer, hay que aprender a ser”, frase íntimamente ligada con la honestidad sobre la cual señala: “Actuamos con rectitud, responsabilidad y legalidad, en congruencia con la búsqueda de la verdad y el respeto a las reglas de convivencia”.

Estuve preguntando a varias personas si conocían la diferencia entre honradez y honestidad y su primera reacción era tratar de buscarlo en Google para responder, en lugar de reflexionarlo. Hace algunos años estos términos tenían diferentes significados, sin embargo, en el uso cotidiano se han combinado sus definiciones, a tal grado que ya se ha generalizado su empleo como palabras sinónimas.

Los estudiosos del tema de valores mencionan que una persona honrada respeta las normas sociales, se comporta de manera justa, recta e íntegra; no roba, no miente, no engaña, no traiciona, respeta las leyes y a los otros seres humanos. Una persona honesta respalda sus acciones con la verdad y justicia, sin anteponer sus propias necesidades o intereses; es honesto primero consigo mismo, con sus gustos, sus pensamientos e intereses y a la vez lo es con el resto de la sociedad tanto en lo laboral como en sus relaciones afectivas como familiares.

Mientras que la honradez es definida por la Real Academia de la Lengua Española como rectitud de ánimo, integridad en el obrar, a la honestidad la señala como el ser decoroso, decente, recatado, pudoroso, razonable, justo, recto, honrado. Se considera a Sócrates como el descubridor de la definición de honestidad y determinaba que una persona honesta, es quien lleva una cualidad o valor humano propio y que se vincula con la justicia, la verdad y la integridad moral y que solamente puede ser honesto internamente con su propio “yo” cuando es razonable con lo que piensa y tiene un nivel de autoconsciencia.

Quisiera saber de alguna persona a la que le gusta que le mientan, que lo traicionen, que le den un mal servicio, que le oculten cosas o hechos; quisiera saber a quién le gusta que le roben, que lo extorsionen, que no le cumplan. Al momento, de verdad, no conozco una sola persona que diga ¡sí, a mí me gusta! Es así como nos empezamos a encontrar con los valores universales, esos que todos deberíamos conocer y practicar; esos que más allá de creencias, nos llevan a convivir en una sociedad en armonía y más justa.

¿Cómo queremos ser reconocidos los egresados UNIVA? Sí como profesionales exitosos, pero recordemos que ya somos muchos, entonces marquemos la diferencia siendo honestos primero con nosotros mismos y así será por añadidura en nuestros ámbitos laboral, familiar, social. Demostremos el por qué somos una familia con valores. Los egresados somos la cara de nuestra Universidad, somos el reflejo de lo que dentro de ella sucede.

Tu mejor versión, la mejor inversión

Por Líderes de Opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Mtra. Ana Karina Cosío Vidaurri Martínez • Secretaria General del Sindicato UNIVA

 

De la vista nace el amor…. No hay segunda oportunidad para una primera impresión.

¿Qué tan de acuerdo estás con esta frase? Pareciera que este tipo de frases caen en la superficialidad y evocan principalmente el tema de la apariencia o algo que se reduce al simple “verse bien”.

Sin embargo, al hablar de tu mejor versión nos referimos a un tema mucho más completo y profundo, donde no sólo participa el aspecto estético, sino factores de conducta, educación, actitudes y valores. Tu mejor versión se dará en el desarrollo de la consciencia y comprensión de la interrelación que hay entre los elementos antes mencionados.

Debemos estar conscientes de que todo lo que hacemos o dejamos de hacer, comunica; aun en nuestra ausencia estamos mandando un mensaje, y este a su vez generará una percepción. La percepción no es necesariamente la realidad, sin embargo, cobra mucha fuerza en nuestras decisiones diarias, incluso sin que haya la certeza de ser precisa, fiel y objetiva.

La consciencia de sí mismo tiene como base el autoconocimiento, para ello necesitamos comenzar por preguntarnos: ¿Cuáles son mis fortalezas? e identificar lo que me gusta de mi físico, de mi carácter y de mi persona; ese puede ser un buen comienzo. Así, el autoconocimiento lo conformaremos a partir de las respuestas que le demos a las siguientes preguntas:

¿Cuáles son los valores que me rigen?

¿Qué creencias tengo e influyen en mis decisiones?

¿En qué áreas de oportunidad tengo que trabajar?

¿Qué me impide lograr mis anhelos?

¿Qué hay en mí que no resulta tan agradable para los demás o para mí?

Para profundizar este análisis sobre nuestras actitudes, valores, educación, crecimiento y apariencia física; también es fructífero involucrar a personas cercanas a nuestra vida para tener su punto de vista sobre nosotros, independientemente del nuestro.

En el plano físico habrá cosas que te molesten, elabora un listado de éstas y sepáralas en dos columnas, en una coloca lo que no te gusta y sí puedes cambiar o trabajar en ello; en la otra, coloca lo que no te gusta y que no puedes cambiar.

Lo de la primera columna, lo susceptible de ser modificado, realízalo con el convencimiento de que el proceso posiblemente no será tan placentero pero valdrá totalmente la pena; está en ti trabajar esos aspectos para sentirte mejor en el camino a tu mejor inversión.

Con relación a la segunda columna, te diré un secreto: aquel rasgo físico que no te guste y no puedas cambiar, abrázalo (metafóricamente), velo con amor, acéptalo y agradécelo. Date cuenta que eso es sólo algo pequeño comparado con el gran ser humano que eres y puedes llegar a ser. Este ejercicio aumentará tu confianza y, al sentirte bien contigo mismo, proyectarás una mejor imagen, conectando de manera más integral con tu entorno y, sintiéndote radiante la gente verá en ti a una persona en armonía.

No se puede comprar reputación, confianza y prestigio, estos son elementos que la gente que te rodea te otorgará según vayas sumando acciones positivas a la construcción de tu imagen personal.

La inversión más valiosa es trabajar en uno mismo, no desistas de hacer de ti, tu mejor versión.

 

 

A veces comprendemos que…

Por Líderes de Opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Mtro. Miguel Camarena Agudo • Encargado de Corrección y Estilo UNIVA

 

Uno vive, acumula para asimilar después.

Luis Jorge Boone

 

Sucede que a veces nos damos cuenta del significado de las cosas tardíamente. Nos enteramos con los años del amor profesado por alguna tímida compañera de secundaria o preparatoria. Descubrimos las triquiñuelas cometidas por algunos de nuestros pares, gracias a un encuentro fortuito con un retrasado mensajero. Inclusive alguna canción cobra sentido después de mucho tiempo. Hace no tanto, me sucedió con Noche de ronda de Agustín Lara, se reprodujo gracias a esas listas aleatorias de YouTube. Y así, una noche insomne, se reveló un significado nunca antes percibido por mí. También esto nos sucede con las palabras; en un tiempo son etiquetas vacías, lejanas. Pero lo nombrado por ellas terminan un día por alcanzarnos, por ocupar cada una de esas palabras.

No por nada Gabriel García Márquez recomendaba la relectura. Pues no se tiene la misma experiencia de la lectura de Los amorosos de Jaime Sabines a los quince años que a los treinta. No podemos ser ni sentirnos los mismos, y si así fuera, seríamos unos nefandos. Con el tiempo nos vamos llenando de un número mayor de experiencias, ganando bagaje a fuerza de vivir. Cada experiencia nos va dejando una especie de sedimento, capa o cimiento; pero no siempre con una función de armadura o sostén, sino de loza para ciertos temples. Un experto de la vida en el precipicio, José Alfredo Jiménez, lo expresó en una canción sin velos ni atavíos: Nada me han enseñado los años/ siempre caigo en los mismos errores/ otra vez a brindar con extraños/ y a llorar por los mismos dolores.

En Cinema Paradiso (1988) el personaje de Toto o Salvatore, quien se enamora de Elena durante su adolescencia, no se desprende de ese sentimiento de amor durante treinta años. El fantasma de esa rubia joven no le permite conseguir un amor duradero en Roma, cosa que su propia madre le reprocha. Pero a veces el amor puede ser una pesada lápida, un muerto con el cual cargamos y no nos permite andar ligeros de equipaje. Porque se puede amar sin ser correspondido. Para muestra está el bolero ranchero de Cien años, famoso por la interpretación de Pedro Infante.

¿Cuántas estatuas y mausoleos se han edificado en honor de la desdicha amorosa? Desde luego, hay sus excepciones, El amor en tiempos del cólera, por ejemplo. Pero todas estas representaciones de un sentimiento a ultranza no son, sino algo que no permite ver la cosas en su justa dimensión. Son anteojos que usan durante un largo periodo de vida. Con los cuales no vamos a poder ver ni a poder captar muchos significados con claridad.

Pero, ahí mismo, en el filme de Cinema Paradiso el viejo Alfredo le cuenta un relato a Salvatore sobre un soldado que se enamora de una mujer, la cual le pide a éste que espere por ella cien días fuera de su ventana en la intemperie y, justo un día antes de cumplir la petición y condición de amor, el soldado se levanta y se va. Alfredo no quería el mismo destino para él, por eso manipuló las cosas de tal manera y Salvatore terminó en Roma siendo otra cosa distinta a la que hubiera sido quedándose incluso con Elena ¿Cuántas cosa si hubieran permanecido con nosotros, nos hubieran apresado, anquilosado? ¿Cuántas cosas tienen que irse para que podamos movernos? ¿Cuántos significados importantes de la vida se pierden o se ganan cuando permanecemos siendo los mismos? O como preguntaría Luis Jorge Boone en uno de sus cuentos ¿Para qué atesorar lo que con toda seguridad nos hará daño? ¿Para qué fotografías de quien en un futuro empezaremos a olvidar (si es que nos atrevemos a ello)?

El amor se hace viejo, como la amistad y la alegría, pero el temor la reticencia, la duda, se mantienen intactas en los callejones del corazón, te cobran cada vez como si se tratara de la primera vez en los experimentaste.

                                                                                                                                          Luis Jorge Boone

El reto migratorio

Por Líderes de Opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Pbro. Lic. Armando González Escoto • Director de Publicaciones del Sistema UNIVA

 

Un sueño: en la frontera de México y Guatemala, cientos de migrantes fueron trasladados en autobuses al aeropuerto de Tapachula, donde abordaron el avión presidencial y otros más con rumbo a Tijuana y el Paso, según las preferencias de los interesados. A nadie se le pidió ningún tipo de documento. El ahorro logrado por el gobierno con esta acción compensó ampliamente los gastos generados por los traslados terrestres y aéreos.

Una pesadilla: cientos de migrantes siguen cruzando la frontera Sur con destino a Estados Unidos, al carecer de papeles no pocos desaparecen en el trayecto sin saberse su paradero, lo mismo niños que adultos, otros cientos son una y otra vez sometidos al chantaje de autoridades, delincuentes y polleros, así como todo tipo de abusos por parte de comerciantes y vecinos. El río Suchiate es una amplia pasarela que todo mundo cruza en ambos sentidos sin el menor control y a la vista de todos, arriba, en el puente hacen fila los que traen documentos, abajo, con mayor rapidez, pasan los que no los tienen. El rastro que van dejando los migrantes por el camino es por otro lado bastante agresivo para el ambiente y la salud, en tanto que las organizaciones civiles de ayuda que suelen responder muy bien a las primeras emergencias, van decayendo en su entusiasmo cuando estas emergencias se vuelven cotidianas.

La realidad: bajo presión norteamericana, el Gobierno de México decide poner orden en su frontera Sur, con las medidas correspondientes a la fuerza que contra la autoridad ejercen los propios migrantes, decididos a invadir el territorio por las buenas o por las malas, con la justificación de que son migrantes y que sólo van de paso.

La crítica: de inmediato analistas y opinadores de todo tipo critican las medidas del gobierno y apelan a la extinta Comisión de los Derechos Humanos, dejando la impresión de que lo correcto sería simple y llanamente abolir la frontera Sur, con lo cual cualquier protocolo de control de migrantes sería irrelevante e innecesario.

Algunos hechos: varios líderes de estas caravanas migrantes ya no tienen necesidad alguna de ir a Estados Unidos, con lo que ganan promoviendo estas marchas tienen más que suficiente para pasarla bien en tanto organizan la que sigue.

El hecho básico: el sistema económico que vivimos sigue fundado en una profunda desigualdad no sólo al interno de las sociedades sino en el concierto de las naciones, desigualdad en las reglas, en las oportunidades, en el reparto de los beneficios, en el disfrute de las nuevas posibilidades científicas y tecnológicas, en los logros educativos, en la participación democrática. Adicionalmente, los gobiernos de los países subdesarrollados o en vías de desarrollo han sido permanentemente cómplices de esta desigualdad internacional a cambio de beneficios personales o políticos, es decir, enriquecimiento de la clase gobernante y su perpetuación en el poder. Este hecho, no sólo perpetúa el sistema político sino su conocida ineptitud, pareciera que la norma es poner al frente de la administración a las personas menos capaces a fin de que su nulidad favorezca la precariedad social y sistémica. El resultado, la inevitable migración, no les puede ir peor de como ya les está yendo.

 

Publicado en El Informador del domingo 2 de febrero de 2020

La Medicina en la Filatelia: Miguel Francisco Jiménez

Por Líderes de Opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Dr. Enrique Fernández Valadez , Profesor de Cardiología • Ciencias de la Salud Plantel UNIVA Guadalajara

 

Fue un médico poblano nacido en 1813 en Amozoc, realizó investigaciones sobre el tifo y la tifoidea. Aunque sin duda su aportación más importante es en el estudio del absceso hepático amebiano, publicando su trabajos en el entonces Periódico de la Academia de Medicina de Méjico; otros ya fueron publicados después en la Gaceta Médica de México, especialmente las “Lecciones de clínica médica sobre el absceso del hígado” en 1866 que abarcó sus experiencias obtenidas en 297 casos.

Después de haber estudiado filosofía en el Seminario Conciliar ingresó al Establecimiento de Ciencias Médicas, donde obtuvo su título el 24 de septiembre del año de 1838, fue uno de los primeros alumnos de dicho Establecimiento.

Más tarde fue profesor de anatomía de la Escuela de Medicina del Hospital de San Juan de Dios, lo que le permitió tener los conocimientos adecuados para establecer la muy necesaria correlación clínico-patológica de diferentes padecimientos al estudiar los hallazgos de la autopsia y la relación que guardaban con los síntomas que el paciente había manifestado en vida. Cabe mencionar que en ese entonces no se conocía todavía el agente causal de los abscesos: la amiba o Entamoeba histolytica, pero un hecho importante y que hay que recalcar es que logró reducir la mortalidad en un 30%. La introducción de la punción de la punción evacuadora para el drenaje del pus fue realizada por Miguel Jiménez en 1846 (aunque ya desde 1833 la practicaba Roberts).

Además fue un gran clínico que insistió en la importancia de la auscultación. En 1843 le tocó atender a los soldados heridos en las batallas durante la invasión de las tropas estadounidenses. Fue director del Hospital de San Andrés además de fundador de la Academia Nacional de Medicina que comenzó en 1864 como una sección de lo que era inicialmente la Comisión Científica, Literaria y Artística de México creada por Maximiliano de Habsburgo durante la intervención francesa.

Otra de sus aportaciones es que en 1857 fue el primero en diagnosticar en vida del enfermo la perforación al pericardio de un absceso del lóbulo izquierdo del hígado y que fue corroborado después por la autopsia, en su descripción mencionó que “la emigración al pericardio constituye, como fácilmente se comprende, uno de los peores escapes que puede tener el pus hepático”. Es un hecho innegable que la pericarditis amebiana es un padecimiento totalmente quirúrgico. También publicó un artículo en el primer tomo de la gaceta Médica de México un artículo llamado “De la obliteración de las arterias”.

El periodo comprendido entre 1861 y 1867, marcado por la ocupación extranjera, particularmente por Francia, es sin lugar a dudas rico en gestas de patriotismo sin igual en la historia de México por la coyuntura política, militar e incluso religiosa del periodo en cuestión; sin embargo, poco se ha abordado de manera concreta el estado que guardaban la salud y la ciencia médica en dicho periodo, lleno de episodios sumamente interesantes en cuanto a epidemias como el tifo, la fiebre amarilla o el cólera, sobre todo cuando estas enfermedades afectaron y marcaron el rumbo de la historia nacional, a la par con el desarrollo de la naciente medicina científica mexicana encabezada por varios médicos, en especial por el Dr. Miguel Francisco Jiménez. Es de mencionar que junto con el Dr. Rafael Lucio fue uno de los médicos mexicanos encargados de atender al emperador Maximiliano de Habsburgo.

El Dr. Miguel Francisco Jiménez murió el 2 de abril de 1875 a los 63 años de edad, y seis días más tarde, el día 8 se le rindió homenaje en ceremonia fúnebre de cuerpo presente en la Escuela de Medicina, entre los oradores destaca la intervención de el Dr. Gabino Barreda.

 

LECTURAS RECOMENDADAS:

Carlos Viesca T. Nace la Sección Médica de la Comisión Científica. 1864. En: Carlos Viesca Treviño: La Academia Nacional de Medicina: 150 años de Sucesos Médicos. Conacyt. Menarini México 2015 pp 1 -3

Xóchitl Martínez Barbosa: Muere el Doctor Miguel F. Jiménez y presenta sus últimas consideraciones sobre el diagnóstico de los abscesos de hígado. 1875. En: Carlos Viesca Treviño coordinador: La Academia Nacional de Medicina: 150 años de Sucesos Médicos. Conacyt. Menarini México 2015 pp 42 – 43

Vicente Guarner Dalias: La Gastroenterología. En: Hugo Aréchiga, Juan Somolinos (compiladores): Contribuciones mexicanas al conocimiento médico. Biblioteca de la Salud. Fondo de Cultura Económica. México 1993 pp 251 – 263

Fernando Quijano Pitman: la Cirugía. En: Hugo Aréchiga, Juan Somolinos (compiladores): Contribuciones mexicanas al conocimiento médico. Biblioteca de la Salud. Fondo de Cultura Económica. México 1993 pp 169-195

Alfredo de Micheli. Los inicios de la cardioangiología mexicana en los albores de la Academia Nacional de Medicina. Archivos de Cardiología de México 2016;86:276 – 281

La historia de Miguel Francisco Jiménez y la clínica moderna en México. En: Ciencia UNAM.   http://ciencia.unam.mx/contenido/audio/206/

La vileza humana

Por Líderes de Opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Mtro. José Luis Ríos Rodríguez • Coordinador de Desarrollo Integral UNIVA Plantel Vallarta

 

Es verdad que el ser humano guarda en su interior la eterna lucha entre el bien y el mal, lo que lo hace “rebajarse” y lo que lo hace “supremo” sobre cualquier criatura en la tierra. Porque a diferencia de otros “seres”, está dotado de inteligencia y libertad, que le dan la capacidad de poner orden y cuidado a todo cuanto existe. Siendo consciente de esta gran virtud, se vuelve una pieza importante para mantener ese equilibrio que se necesita y que lo convierte en un administrador.

Difícil es saber cuál es el momento en el que podemos pasar de la bondad a la maldad y de ésta, a ver desfigurado no sólo el rostro por su expresión, sino de la vida, por la materialización de hechos que hacen perder la dignidad y la de las personas a las que se afecta. Que puede tener diferentes matices o facetas, incluso niveles o etapas, que poco a poco van contribuyendo a ir construyendo una personalidad y junto con esto a una misión distinta para la cual se ha sido hecho.

La maldad puede tener características muy variadas que se van forjando de acuerdo a cada persona y, que pueden ir llevando de la maldad a una postura más “vil” en la relación con todo el entorno, que se recrudecerá al encontrar en la debilidad de los demás una tierra fértil y fecunda.

Como seres humanos debemos estar atentos de cuánto bien hacemos a los demás y no por llevar una contabilidad de buenas acciones, sino por el bien estar preocupados por que haremos a los demás, nuestros iguales y a nuestro entorno, quien en todo caso no se puede defender.

¿Somos más capaces de construir o de destruir? o en nuestro sano juicio nos consolamos con “no hacer daño” o “no hacer nada”, que al mismo tiempo nos convierte en seres indiferentes, encerrados en su egoísmo, que manipula y controla su propia persona tratando de justificar su inacción, con la consigna de no tener injerencia de lo que pasa más allá de nuestra nariz.

A la luz de muchos se construye un desarrollo que alcanza sólo para unos y a otros más deja fuera, pareciendo que el progreso está reservado para quienes son privilegiados, que son además a quien deben servirles.

Quizás como diría Ortega y Gasset, “hacemos lo que hacemos para ser lo que queremos ser”, y nuestra apuesta por la vida podría estar siendo el simplemente mantenernos al margen de lo que los demás necesitan y de que el espacio que nos ha sido encomendado sea sobre todo descuidado.

Mucho mayor será el daño, cuando individuos con esta perspectiva y postura ante la vida, se asocian, y que no sólo para dañar a una persona o familias enteras con saña y sin miramientos, de la manera más hostil, sino también a un grupo o una comunidad. Con esa perspectiva estaremos construyendo un entorno mal educado, lleno de pobreza, miseria, hambre y técnicamente insostenible.

Quizá sea tiempo de cambiar la dirección de a donde vamos; parece que los mecanismos utilizados han generado muchos problemas y es necesario hacer nuevos planteamientos, comenzando por pensar con el corazón y no sólo con la razón. La gran apuesta tiene que ser por una economía con un alto sentido de responsabilidad social y un entorno natural sano.

Sociedad pornográfica

Por Líderes de Opinión, Voces UNIVA Sin comentarios

Pbro. Lic. Armando González Escoto • Director de Publicaciones del Sistema UNIVA

 

Pornográfica es la forma en que Byung Chul Han califica la cultura de la sociedad contemporánea. Byung es un notable filósofo surcoreano radicado desde hace décadas en Alemania, que recupera el concepto de pornografía, ampliando su acepción más común, para aplicarlo justamente a una sociedad que ha abolido toda mediación en el arte de comunicarnos. En ese sentido, la pornografía tiene que ver con dos tendencias, por una parte el afán actual de mucha gente a “desnudarse” ante quien sea, sobre todo en las redes sociales, y hacerlo de manera abrupta, casi violenta, y por otra el combate desatado en contra de toda privacidad, no sólo la propia, sino también la ajena.

En la realidad humana ha existido siempre, de manera natural, la necesidad del desahogo como ayuda para sobrevivir a determinadas experiencias, pero nunca antes nos había tocado vivir una cultura donde el desahogo se volviera maniático y colectivo, impertinente, constante y abrumador, ajeno y opuesto a toda reserva juzgada en delante como represión o hipocresía. A diferencia de los grupos de ayuda en que todos los participantes están de acuerdo en desahogarse entre ellos como parte de una terapia, hoy día todo usuario de las redes sociales y de la misma vida es obligado a entrar en este mega grupo no de ayuda, sino de simple y llano exhibicionismo.

El combate a la privacidad nace de esta tendencia, todo mundo quiere sacar a todo mundo de su personal espacio para exhibirlo y que se exhiba, pareciera que ya no hay derecho a la privacía, o que ese derecho ha quedado supeditado al criterio de los demás. Es verdad que con frecuencia, a lo largo de la historia, personas e instituciones han hecho de la privacidad ajena un coto de poder, una forma de manipulación, de sometimiento, pero eso ha sido siempre una perversidad y un abuso grave del poder que incluso en nuestros caóticos tiempos sigue siendo sancionado, se le llama delito de difamación con o sin chantaje; pero abatir la privacidad ya como parte de una cultura es desde luego algo muy distinto.

El fortalecimiento de esta tendencia ha tenido en el mundo occidental dos amplios campos de apoyo, el de la política y el de la farándula, de uno y otro, un determinado tipo de prensa se ha hecho permanente portavoz, contaminando cada vez más a cualquier tipo de prensa, porque “desnudarse y desnudar” a los demás se ha convertido en un lugar común.

La cinematografía, parte muy visible de la farándula, ha puesto su parte desde el momento en que muestra actores haciendo ante el público todo un sinfín de cosas que anteriormente no debían aparecer en una pantalla, por ejemplo, vomitar, pero puesto que vomitar es algo que le pasa a todos, ¿por qué no exhibirlo?

La mediación es el espacio que se interpone entre la persona y su entorno para fortalecer, ahondar, profundizar o velar el mensaje, es mediación la palabra en sus infinitas formas, también el vestuario, los símbolos, y el mismo silencio. Por la mediación se preserva la autonomía de la persona y el derecho a mantener su intimidad ¿debemos renunciar a ello en aras de la epidemia pornográfica?

 

Publicado en El Informador del domingo 26 de enero de 2020