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Comunicación Sistema UNIVA

El dengue en tiempos de pandemia

By Lideres Universitarios, Voces Univa No Comments

Jocelyn N. Fuentes Contreras, Claudia A. Ramírez Galicia, Ángel Ruíz Anguiano y Oswaldo Torres Madrid Palacios. Estudiantes de Medicina, 4.º semestre, Epidemiología.

Coordinación: Dra. Ana Karina García Suárez

 

Mientras el mundo te aconseja que te quedes en casa para cuidarte del COVID-19, en los jardines de las casas mexicanas podemos encontrar la causa de una enfermedad igual de grave o incluso con daños a la salud con mayor impacto.

El dengue no es una enfermedad nueva para la sociedad, sólo es una enfermedad que no recibe la atención que se merece. Por ejemplo, ¿sabías que tan sólo esta semana fueron detectados 3,673 casos nuevos1 en todo el país? ¿Qué en comparación con el año pasado, en esta semana se registraron alrededor de mil casos más? O incluso, ¿Qué el estado de Jalisco es uno de los estados que más casos reporta cada año?1

Bueno, después de todo esto cabe preguntar, ¿qué tanto conoces del dengue?

A grandes rasgos, el dengue es una enfermedad causada por la picadura de mosquitos infectados con el virus del mismo nombre, que causa diferentes tipos de fiebre las cuales se mencionarán más adelante. 2,3,4,5,6,7

Los primeros registros que se han encontrado a lo largo de la historia van desde el siglo primero d.C., en unos manuscritos chinos, por lo que se cree que ahí pudo haber sido el origen de la infección. 4,6,8

En cambio, no fue sino hasta el siglo XVIII que llegó a otros continentes, incluyendo a América. Durante la década de los 60’s, se empezaron a registrar casos graves de dengue, por lo que para esas fechas se intentó exterminar la enfermedad del país; cosa que se logró y duró un par de años, hasta 1978, cuando resurgió para quedarse. 4,6,8

Hoy en día, esta plaga la podemos encontrar en 29 estados de la República Mexicana; entre los cuales se destacan Veracruz, Jalisco, Tabasco, Guerrero y Nayarit; por tener el índice más elevado de casos. 4,6,8

Aunque se ha visto que la enfermedad afecta a todos los niveles socioeconómicos, se han detectado con mayor frecuencia casos entre personas de bajos recursos que, además, tienen estilos de vida que les lleva a acumular objetos innecesarios en sus casas, que pueden ser criaderos de mosquitos.5 No sólo el hogar es escenario para el vector, incluso áreas de trabajo o escuelas.

Antes se pensaba que el tema estaba relacionado meramente con climas tropicales, 5,6 cálidos 4 y normalmente con mucha agua.11 No obstante, se ha visto en años recientes alteraciones en el ciclo de reproducción del mosquito debido a cambios climáticos cuyas repercusiones se han visto en el incremento de las precipitaciones (lluvia), así como por la creciente urbanización.2

¿Todos nos contagiamos?

La respuesta es no. Realmente no todos los mosquitos causan la enfermedad, así como no todas las personas van a desarrollarla con la misma intensidad, si es que se llegan a contagiar.

Para comenzar a explicar la transmisión se debe tener en cuenta que un mosquito nace sin el virus, este lo adquiere hasta al momento en el que se alimenta (con la sangre) de una persona que ya tiene la enfermedad. Luego de un periodo que va de 4 a 10 días17, este mosquito va a adquirir el virus, y ya va a ser capaz de transmitir el virus con cada picadura durante toda su vida.

Ahora bien, esa es la forma más común por la que una persona se puede contagiar, pero no es la única. También podemos conseguir enfermarnos por medio de transfusiones sanguíneas, trasplantes de órganos o durante el embarazo al momento del parto.5,12, 13

Cuando se adquiere el virus, suelen pasar de 4 a 10 días para empezar a ver los primeros síntomas. A partir de ese momento, nosotros podemos pasar el virus durante 4 a 12 días.14,15

¿Qué sucede en mi cuerpo?

Esta infección tiene la característica de aparecer con o sin síntomas. En el caso de tener síntomas, los podemos dividir en tres fases que a continuación se mencionan:

Fase Febril → Fiebre alta (40 °C) y repentina, los síntomas pueden durar de 2 a 7 días. Otros síntomas incluyen: Dolor en articulaciones o musculares, dolor generalizado, dolor detrás de ojos, dolor de cabeza, intolerancia a la luz, enrojecimiento de abdomen y/o pecho en las primeras 24-48 horas, sin embargo, al ser la fase no grave se acompaña de varios signos, es importante reconocer los datos de alarma que pueden condicionar la evolución a una fase grave, estos suelen ser aparición de puntitos rojizos en la piel, moretones, sangrado bucal, dolor al tragar, anorexia, náuseas y vómitos.12

Crítica → Conocido como dengue grave, es una complicación peligrosa o incluso mortal por sus sangrados severos o falla multiorgánica dentro de las primeras 24 a 48 horas. Después de un periodo de tiempo que va desde 3 a 7 días, también se puede presentar dolor abdominal intenso, vómitos continuos, respiración acelerada, hemorragia bucal, cansancio, inquietud o vómito con sangre. Estos síntomas deben de ser atendidos por un médico lo antes posible.12,16

De recuperación → Etapa en la que podemos ver una disminución de los síntomas, sobre todo, por la interrupción de los sangrados.12

Lo que se necesita saber de la prevención y control de esta enfermedad puede ser lo más básico, empezando desde el hogar, por ejemplo evitar tener criaderos de mosquitos en las casas, un criadero puede ser desde una maceta que contenga planta natural hasta una tapa de refresco que tenga algunas gotas de agua limpia, ya que es común tener agua estancada dentro de algunos objetos expuestos al aire libre.14 Otras recomendaciones incluyen el uso de ropa como barrera contra el mosquito, usar repelente o aplicar insecticidas en aerosol en los hogares.12

Como conclusión, se puede decir que el dengue es una enfermedad que está desde hace años, la cual no se le ha dado la importancia necesaria; pero ahora, con la llegada de COVID-19, se ha dejado en segundo término. Si bien es cierto, ambas enfermedades son peligrosas, sin embargo, con el dengue podemos tomar acciones que generen una gran disminución de contagios con cosas tan simples que podemos realizar en nuestras casas, así como evitar el aumento de contaminación para disminuir el impacto del cambio climático que hoy en día que pone en riesgo nuestra salud y nuestro planeta.

 

Referencias:

Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica. Panorama Epidemiológico de Dengue, 2020 [Archivo de base de datos en Internet]. México [Actualización: 8 de junio de 2020; Citado: 12 de junio de 2020]. Disponible en: https://www.gob.mx/salud/documentos/panorama-epidemiologico-de-dengue-2020

Pang T, Mak TK, Gubler DJ. Prevention and control of dengue—the light at the end of the tunnel. The lancet. [Internet]. 6 de febrero de 2017 [Consultado: 2 de junio de 2020]; 17 (3). Disponible en: https://doi.org/10.1016/S1473-3099(16)30471-6

Secretaría de gobernación [Internet]. NORMA Oficial Mexicana NOM-032-SSA2-2014, Para la vigilancia epidemiológica, promoción, prevención y control de las enfermedades transmitidas por vectores. 16 de abril de 2015 [Consultado: 2 de junio de 2020]. Disponible en: https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5389045&fecha=16/04/2015

Fajardo Dolci G, Meljem Moctezuma J, Vicente Gonzalez E, et al. El dengue en México, Conocer para mejorar la calidad de la atención. Rev Med Inst Mex Seguro Soc. [Internet]. 2012 [Consultado: 2 de junio de 2020]; 50 (6): 631-639. Disponible en: http://revistamedica.imss.gob.mx/editorial/index.php/revista_medica/article/viewFile/1101/1733

Organización Mundial de la Salud. Dengue. Guías para el diagnóstico, tratamiento, prevención y control. [2009; Consultado: 2 de junio de 2020]. Disponible en: https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/44504/9789995479213_spa.pdf;jsessionid=C0E23BFD7184CFE45B9AD5B07FD194C0?sequence=1

Dehesa López E, Gutiérrez Alatorre AFA. Dengue: actualidades y características epidemiológicas en México. Rev Med UAS. Julio-Septiembre 2019 [Consultado: 2 de junio de 2020]; 9 (3): 159-170. Disponible en: http://hospital.uas.edu.mx/revmeduas/articulos/v9/n3/dengue.pdf

Secretaría de Salud. [Internet]. Lineamientos de vacunación contra el Dengue. [207; Consultado: 3 de junio de 2020]. Disponible en: https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/305805/Anexo_1._LINEAMIENTOS_DENGUE_2017.pdf

Torres Galicia I, Cortés-Poza D. Dengue en México: análisis de dos décadas. Gac Med Mex. [Internet]. 29 de enero de 2014 [Consultado: 2 de junio de 2020]; 150: 122-127. Disponible en: http://anmm.org.mx/GMM/2014/n2/GMM_150_2014_2_122-127.pdf

Investigando nuevos métodos para controlar los zancudos en el estado de Veracruz [Internet]. Xalapa: Veracruz [c2020; Consultado: 2 de junio de 2020]. El Instituto de Ecología; [3 pantallas aprox]. Disponible en: https://www.inecol.mx/inecol/index.php/es/2017-06-26-16-35-48/17-ciencia-hoy/737-investigando-nuevos-metodos-para-controlar-los-zancudos-en-el-estado-de-veracruz

Torres Galicia I, Cortés Poza D, Becker I. Dengue en México: incremento en la población juvenil durante la última década. Boletín médico del hospital infantil de México. [Internet]. 27 de marzo de 2014 [Consultado: 2 de junio de 2020]; 71(4): 196-201. Disponible en: http://www.scielo.org.mx/pdf/bmim/v71n4/v71n4a2.pdf

Con planta mexicana desarrolla IPN insecticida contra mosquito transmisor del dengue [Internet]. Ciudad de México: México. [3 de junio de 2020; Consultado: 3 de junio de 2020]. Instituto Politécnico Nacional; [3 pantallas aprox]. Disponible en: https://www.ipn.mx/CCS/comunicados/ver-comunicado.html?y=2020&n=86

Baldi Mata G, Hernández Redondo S, Gómez López R. Actualización de la fiebre del Dengue. Revista médica Sinergia. [Internet]. 1 de enero de 2020 [Consultado: 2 de junio de 2020]; 5 (1). Disponible en: https://revistamedicasinergia.com/index.php/rms/article/view/341/685

Wilder-Smith A, Ooi EE, Horstick O, Wills B. Dengue. [Internet]. Febrero de 2019 [Consultado: 9 de junio de 2020]; 393 (10,169): 350-363. Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0140673618325601

Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades [Internet]. Estrategia de control de vectores en el escenario de transmisión simultánea de dengue y COVID 19 en México. [13 de mayo de 2020; Consultado: 7 de junio de 2020]. Disponible en: https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/551912/Estrategia_Control_Vectores_COVID-19_Mexico.pdf

Centros para el Control y Prevención de Enfermedades [Internet]. Dengue. [2020; Consultado: 9 de junio de 2020]. Disponible en: https://www.cdc.gov/dengue/

Organización Panamericana de la Salud [Internet]. Documento técnico para la implementación de intervenciones basado en escenarios operativos genéricos para el control del Aedes aegypti [2019; Consultado: 7 de junio de 2020]. Disponible en: https://iris.paho.org/bitstream/handle/10665.2/51654/9789275321102_spa.pdf?seq

Brady OJ, Gething PW, Bhatt S, Messina JP, Brownstein JS, Hoen AG et al. Refining the global spatial limits of dengue virus transmission by evidence-based consensus. PLoS Negl Trop Dis. [Internet] 2012 [Consultado: 12 de junio de 2020] 61760. doi:10.1371/journal.pntd.0001760.

Las lecciones de la epidemia

By Líderes de opinión, Voces Univa No Comments

Pbro. Lic. Armando González Escoto • Director de Publicaciones del Sistema UNIVA

 

A tres meses de emergencia epidemiológica podemos ya identificar algunas lecciones o aprendizajes que este serio problema de salud nos ha dejado en México.

Una de esas ha sido el efecto colateral de la sobre información que hemos sufrido con mayor virulencia que la epidemia misma, particularmente desde las redes sociales y las diversas páginas de internet, como por ejemplo You Tube, y sus infinitas réplicas por todo otro tipo de medios que nos han dicho lo mismo que la epidemia es la más letal que podamos imaginar, o que todo es invención de los grandes consorcios garantes del nuevo orden mundial. Entre uno y otro extremo una increíble variedad de opiniones, declaraciones, conferencias, entrevistas ofrecidas por el más variopinto número de personas, desde las muy capaces e informadas, hasta aquellas que recibieron su información de parte de los extraterrestres o de complejas revelaciones divinas alertándonos de la conspiración mundial de los malosos en contra de las almas piadosas.

Otra importante lección ha sido constatar lo pésimamente mal preparados que estábamos para una emergencia semejante en el campo de las nuevas tecnologías de la comunicación, y nuestro aferramiento a no hacer las cosas sino a la antigüita, así el mundo se acabe. Pero cuantos intentaron hacer las cosas de otro modo, es decir, “en línea”, se encontraron con que fallaron los sistemas que se tenían, se saturaron las redes, los anchos de banda no fueron suficientes, la fibra óptica no llega a todas partes, ni siquiera en la misma ciudad, y además se notó nuestra grave elitización, es decir, en una emergencia de este tipo, las nuevas soluciones de la tecnología solamente operan en favor de los que más dinero tienen.

Aprendimos también hasta dónde puede llegar el fracaso de la educación cívica, y poner en riesgo la salud y la vida de todos por esa irresponsable forma de enfrentar un problema común, haciendo cada quién lo que le dé la gana, un caso ejemplar, el uso del cubrebocas, que algunos entendieron que bastaba con traerlo colgado del cuello en el mejor de los casos, en parte debido a que las mismas autoridades de salud no se ponían de acuerdo sobre su utilidad o inutilidad, cuando al fin dijeron que sí era importante usarlo, les creyeron los que quisieron. La “sana distancia” topó inevitablemente con el indispensable uso del transporte público y sus medidas de higiene “formales” y rara vez vigiladas, total que el asunto de contagiarse o no, se le dejó a la buena o mala fortuna de cada quien.

Lamentable pero previsible la actuación de la clase política que hasta la fecha no ha logrado convencer a la ciudadanía de su genuino interés por la salud de todos; para variar muchos de sus integrantes han actuado con su incurable oportunismo partidista o personalista, lo cual ha llevado a confrontaciones entre federación y Estado, descalificaciones mutuas, ocultamiento de datos sobre enfermos y fallecidos, maquillamiento de recursos que nos hacía sentir en el primer mundo, opacidad informativa para los familiares de pacientes, disimulos de todo tipo, usurpación de funciones donde tal o cuál político acabó siendo el sábelo todo, dimes y diretes de aquí y de allá, y claro, arranque de nuevas campañas, a destiempo oficial, mientras la gente asolada por la epidemia y por la crisis económica trata de sobrevivir como Dios le da a entender, porque la ayuda prometida no llegó o no era para todos, o las redes se saturaron y ya no fue posible hacer los trámites, o porque reabrir un negocio se hizo mucho más difícil y complicado que abrirlo por primera vez. En este tipo de escenarios, hasta las cosas correctas y oportunas que la autoridad ha hecho acaban por confundirse.

¿Feliz día del padre?

By Líderes de opinión, Voces Univa No Comments

Coordinadora de Alumni y Bolsa de Trabajo UNIVA Plantel Guadalara

 

Vi hoy un comentario en una red social que decía “Este 21 de junio será el primer día del padre que no se celebrará por la pandemia…los otros años han sido porque se les olvida” y me quedé reflexionando acerca del valor que le damos a los padres de familia y concluí que lo consideramos desde la relación que tenemos con ellos.

En muchas ocasiones se les valora por lo que proveen, otras por lo que no proveen y esa podría ser una de las cargas más fuertes que traen sobre los hombros los padres. Claro que no olvido la historia de tantas mujeres que solas han sacado adelante a sus hijos y que lo han hecho como cabeza de familia.

Los hombres desde chicos, saben que tienen que estudiar y/o tener un buen trabajo porque serán el sostén de una familia y con ello ser buenos padres, como si esa fuera la manera de decir si cumplen bien o no ese rol. Ser padre no solo es proveer, es contribuir con la educación, con la preparación académica, con los valores y la formación integral de hombres y mujeres de bien.

Dicen que nadie nació enseñado para ser padre, pero tampoco estamos calificados para evaluar a uno de ellos. La subjetividad de los sentimientos hacia esa persona nos hace ponderar desde excelente hasta pésimo; las circunstancias propias y del entorno (hasta las de pareja), cambian a cada segundo y eso también influye en las evaluaciones.

En estos tiempos de confinamiento, muchas familias han podido pasar más tiempo con los papás en casa, han visto, quizá, cosas diferentes como su forma de trabajar, hacer labores de hogar y ellos también han tenido oportunidad de conocer más a sus propios hijos.

Los papás pueden proveer bienes, pero también afecto, buen ejemplo, disciplina, conocimientos. No se les puede catalogar en casa solo por sus logros laborales, son el cúmulo de muchas facetas, pero se tiene que dar la oportunidad y darles a ellos la oportunidad de mostrarlas.

Valorar a los padres (hombres), en su justa medida, es símbolo de equidad y de justicia. Y así como hay madres que cometen errores, también hay padres que los cometen. Pero ¿quién, que haya convivido con su papá, no tiene un buen recuerdo que le haga sonreír?

Feliz día del padre a los que siguen dando su mejor esfuerzo y a los que ya descansan en paz.

 

Publicado en La Crónica de Hoy Jalisco del viernes, 19 de junio de 2020.

 

¿Qué hace un psicólogo de la salud en tiempos de COVID-19?

By Lideres Universitarios, Voces Univa No Comments

Horacio Luque Badillo • Alumno de la Licenciatura en Psicología

 

Las emociones se definen como las respuestas psicofisiológicas que experimentamos todos los seres humanos y son: alegría, sorpresa, asco, ira, miedo y tristeza. Partiendo de ello, me surge la siguiente curiosidad, ¿qué sucede con las emociones de las personas con COVID-19 en este momento?

Me gustaría informarte sobre un especialista al cual se le conoce como psicólogo de la salud. La psicología de la salud es una rama de la psicología que pocos conocen: ésta se encarga de estudiar las enfermedades a través de su prevención y tratamiento, con el objetivo de que el paciente acepte su situación y afronte los problemas derivados de ella, con una actitud responsable y positiva.

Estos profesionales están, en su día a día, trabajando con personas que padecen un sinfín de enfermedades tanto terminales, como crónicas de manera conjunta con los doctores y la familia del paciente para que este proceso no sea desgastante para ninguno de los involucrados.

Por eso, es de suma importancia crear conciencia sobre la labor que tienen los psicólogos de la salud, desde el momento en que el paciente recibe su diagnóstico, porque tanto él como su familia, pasan por un proceso de negación, y es aquí donde pueden aparecer las emociones de ira y tristeza en los contagiados, por la sensación de incapacidad para poder afrontar la situación. En este punto es donde psicólogos de la salud entran en acción, buscando restablecer el estado de ánimo de los implicados.

El psicólogo, en esta etapa, va en búsqueda de explorar los miedos que estén aquejando a la persona para darle un apoyo emocional de acuerdo con sus necesidades y, ayudarle a crear metas a corto plazo que se vayan consumando, para así, lograr la homeostasis emocional.

En este acompañamiento es fundamental no negar al paciente la información de su estado de salud, así como saber contextualizar de forma sencilla y comprensiva a sus familiares y amigos.

A pesar de este delicado y valioso trabajo, a los psicólogos de la salud no se les da la importancia suficiente, al igual que a los mismos médicos y enfermeras que están en plena lucha contra el virus.

Por eso, no solo en este momento debemos agradecer el trabajo de todo el sector salud, que está dispuesto a salvar nuestra vida sin importar el poner en riesgo la de ellos y sus familias. Ellos nos están protegiendo, no hay porque lastimarlos, ¡valorémoslos!

#CuidémonosEntreTodos #QuédateEnCasa

Se desarrolla de manera virtual el conversatorio “La pandemia desde la espiritualidad: fortalecernos para afrontar la nueva normalidad”

By Noticias No Comments

Con el objetivo de reforzar la fe católica de la comunidad UNIVA en tiempos de pandemia, como una herramienta que permita fortalecerla para afrontar la nueva normalidad postpandémica, se llevó a cabo el conversatorio “La pandemia desde la espiritualidad: fortalecernos para afrontar la nueva normalidad”, con la participación del presbítero licenciado Francisco Ramírez Yáñez, Rector del Sistema UNIVA, el presbítero licenciado Aurelio González Rosales, director de Preparatoria UNIVA, el presbítero maestro Sergio Rivera Fuentes, jefe de Desarrollo Integral UNIVA y el presbítero licenciado Armando González Escoto, director de Publicaciones del Sistema UNIVA. El panel fue moderado por el presbítero licenciado Marco Antonio Cedillo Jiménez, coordinador de Formación Espiritual UNIVA, y presentado por la maestra Laura Robles Sahagún, coordinadora de Alumni y Bolsa de Trabajo UNIVA.

Para iniciar con el evento, la maestra Laura Robles dio la bienvenida a los asistentes para posteriormente darle la palabra al padre Marco Cedillo quien presentó el objetivo del conversatorio y compartió una reseña de cada uno de los ponentes del conversatorio.

El presbítero licenciado Francisco Ramírez Yáñez fue quien obtuvo la primera participación, con el tema “La familia como Iglesia doméstica y espacio para fortalecerse desde la fe”, en donde habló sobre la importancia de la unión y la comunicación familiar como una de las herramientas que pueden ayudar a sobrellevar las adversidades que ha presentado la pandemia actual por el nuevo coronavirus.

Posteriormente, el presbítero licenciado Armando Escoto habló sobre el tema “Situaciones históricas en las que la fe ha sido fuente de fortaleza”, en la cual invitó a la comunidad universitaria y asistentes a tener solidaridad y esperanza, a través de los actos de fe.

Con el tema «Los jóvenes desde la fe nos ofrecen un mañana con esperanza», el presbítero licenciado Aurelio González habló sobre la importancia de la fe en los jóvenes como ayuda para salir adelante durante el confinamiento, así como la importancia de la participación de los mismos, quienes son los protagonistas del futuro.

Para concluir con la participación de los ponentes, el presbítero maestro Sergio Rivera habló sobre el tema “La alegría de la fe”, en donde invitó a los asistentes a buscar la mano del Creador día a día, ya que es necesaria para adherirse a la alegría de Cristo.

Al término de la intervención de los exponentes, se dio espacio para una ronda de preguntas realizadas por el público hacia los participantes. El evento se realizó de manera virtual y tuvo la participación de 500 personas conformadas por la comunidad universitaria a nivel sistema y familiares de la misma.

¿Qué es lo importante?

By Líderes de opinión, Voces Univa No Comments

Dra. María Cristina Martínez Arrona • Jefa de UNIVA Online

 

Con amor y paciencia, nada es imposible

(Daisaku Ikeda)

 

Este año ha estado enmarcado por una pandemia que nos mantiene -en la medida de lo posible- en confinamiento, por el bien nuestro y el de los demás; la pregunta por el sentido de la vida nos ha interpelado de una u otra forma; actividades que considerábamos esenciales para un sano desarrollo integral y social, motivación y sentido, en este contexto, han pasado a un segundo plano.

La convivencia social, espacios para la diversión y el desarrollo físico, las rutinas de fines de semana para fortalecer el encuentro familiar y social, momentos para alimentar el espíritu, de recreación y ocio, son ocupaciones esenciales, pero que, en este contexto de epidemia, debemos realizar de forma creativa, bajo otros esquemas, sin que implique movilidad, ni aglomeraciones.

En México, en el mes de abril, 12 millones de personas salieron del mercado laboral sin goce de sueldo, y sin la cereza de regresar a su trabajo, el porcentaje de personas No Económicamente Activa (52%) fue superior a la Población Económicamente Activa (47.5%) (INEGI). Una proporción muy alta de personas no pueden quedarse en casa, el 56.2% de la población trabaja en el sector informal y tienen la necesidad de buscar recursos para cubrir sus necesidades básicas para vivir, para la convivencia familiar, como es: alimentación, luz, gas, agua, servicio de internet, renta, por mencionar algunas.

Se comprende la necesidad de buscar reactivar la economía con los mayores cuidados de salubridad posibles, pero ¿cuándo no es ésta la motivación? ¿cuándo el apuro de salir es para socializar, divertirme, distraerme por el “cansancio” del confinamiento? Se han visto bares, restaurant, fiestas y reuniones clandestinas sin las medidas de sanidad que se requiere, exponiéndose y comprometiendo a las personas obligadas a salir para cubrir sus necesidades esenciales.

Me pregunto, ¿cómo es nuestra solidaridad? ¿acaso no tenemos la creatividad y el amor suficiente para transformar esas necesidades sin afectar a los otros? ¿por qué no dejar el espacio a los que realmente lo necesitan? Hay personas que están arriesgando su vida por nosotros. Debemos evitar que el cansancio, la rutina, la monotonía ponga en riesgo la Vida, distinguir lo que es verdaderamente importante.

Uno de los frutos que del Espíritu es la paciencia (Gal 5,22), la fortaleza para soportar y elegir el momento correcto de tomar acción. La paciencia es la capacidad que nos ayuda a actuar con tranquilidad, a no perder la calma. Aunque ya pasó Pentecostés, sigamos pidiendo a Dios que nuestra paciencia se active ante un escenario que no podemos controlar, pero sí la forma como vivirlo. Hay que soportar el tiempo que sea necesario sin perder la esperanza, y no pensar sólo en nuestras necesidades sino en las de los demás. La paciencia nace del amor (1 Cor 13,4).

 

Publicado en El Semanario Arquidiocesano de Guadalajara del domingo, 14 de junio de 2020

 

Divide y reinarás

By Líderes de opinión, Voces Univa No Comments

Dr. Fernando N. Sánchez Martínez · Docente Ciencias Sociales y Humanidades

 

Este viejo adagio que Bauman (2015) comparte en una de sus obras sobre la cultura, divide y reinarás es de resaltar en el contexto actual, ya que los diversos poderes económicos y políticos hacen uso del mismo en cuanto existe un sinfín de cuestiones sociales por dar respuesta, porque esto, no hace más que asegurar que todo seguirá igual, sin una solución concreta, ya que la pérdida de interés en las necesidades y problemas de los demás, configura toda una gama de proyectos individuales o comunitarios exclusivos y excluyentes que dan al traste con toda propuesta por buena que parezca.

Porque cuando los pobres se pelean con la clase media o al revés, la vida política, es decir, la convivencia colectiva, pierde su capacidad de generar estrategias que aporten al desarrollo humano, además, cuando esto sucede, el Estado suele frotarse las manos, la razón: la incapacidad de la sociedad para actuar y trabajar en la solidaridad.

La doctrina social de la Iglesia, desde una visión del humanismo cristiano, proyecta la solidaridad y la participación no solo de los creyentes, sino de todo ciudadano como parte de los derechos fundamentales de la persona en el rol social al cual está ligado de manera gestacional, ya que, el ser humano tiene tres nacimientos: el primero biológico, el cual consiste cuando la madre da a luz al nuevo ser; el segundo es el nacimiento en la fe, en donde los primeros responsables de transmitirla y fortalecerla se encuentran en la misma familia, aunque también en la comunidad parroquial que representa a la Iglesia, por medio de los sacramentos de iniciación; por último, el social, donde se pasa a formar parte de una sociedad con sus derechos y deberes. En este sentido la familia nos prepara para la convivencia social y al mismo tiempo la fe debe fungir como guía para actuar en conformidad con los valores evangélicos, junto a las responsabilidades que ello trae, como ser honestos, no estafar a los demás, ser solidarios o participar activamente de la vida política del país.

De ahí que, desde la doctrina social de la Iglesia, “la fuente última de los derechos humanos no se encuentra en la mera voluntad de los seres humanos, en la realidad del Estado o en los poderes públicos, sino en el hombre mismo y en Dios su Creador” (DSI, 153).

Por lo tanto, cabría preguntarse qué tanto ha aportado a la solidaridad y la participación las diversas controversias que se han gestado en las últimas semanas en nuestro país desde la presidencia, ¿ayuda en algo? ¿Qué nos dice como personas de fe? Ante ello ¿cómo nos vemos, cómo actuamos, en unidad o en división? ¿Cómo personas de fe, estamos respondiendo con coherencia a las exigencias del contexto social y político?

 

Referencias:

Bauman Z. (2015). La cultura en el mundo de la modernidad líquida. México: FCE

Compendio de la doctrina social de la Iglesia. (2005). Recuperado de http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/justpeace/documents/rc_pc_justpeace_doc_20060526_compendio-dott-soc_sp.html#El%20valor%20de%20los%20derechos%20humanos

 

Publicado en El Semanario Arquidiocesano de Guadalajara del domingo, 7 de junio de 2020.

La inevitable y urgente transición del bien individual al bien común: Parte I

By Líderes de opinión, Voces Univa No Comments

Mtra. Lorena González González · Docente del Departamento de Ciencias Exactas e Ingenierías

 

La actual realidad no es la nueva normalidad, ya que el no poder actuar como humanos socialmente libres para convivir, trabajar, pasear, ejercitarte en los espacios como los parques y gimnasios, respirar libremente sin cubre bocas o ver a las personas físicamente, no lo podemos llamar normalidad. Sin embargo, nos ha hecho reflexionar en que la fuente más grande y permanente de riqueza está en las cosas más básicas de nuestra existencia, el COVID-19 ha venido a recordárnoslo.

Mientras las infraestructuras se deprecian y el mundo físico se detiene, las mentes y las ideas con valor son el semillero de una nueva realidad y de una economía poderosamente nueva, basada en el regreso a los orígenes de la convivencia humana.

Nassim Nicholas Taleb en su libro Antifrágil anota que la diferencia entre el ser humano y los restantes animales reside en su capacidad de colaborar, de emprender negocios, de dejar que las ideas se entrelacen. Él mismo menciona, puesto que no podemos prever las colaboraciones ni las podemos dirigir, no podemos ver hacia dónde va el mundo. Lo único que podemos hacer es crear un entorno que facilite esas colaboraciones y establecer las bases de la prosperidad, y no centralizar las innovaciones.

En todo el mundo, se manifiesta un profundo malestar frente al aumento de las brechas sociales, la falta de respeto a la justicia, al desempleo de los jóvenes, a los abusos de poder, a la destrucción de la naturaleza. Una nueva ola de movimientos sociales se ha desarrollado.

Una conciencia social colectiva crece: no se puede seguir así. El tipo de desarrollo económico que vivimos actualmente, con sus consecuencias políticas, culturales y psicológicas, es el origen de los desequilibrios. Al mismo tiempo, la necesidad de soluciones se impone de manera urgente. Es el momento de plantear nuevas orientaciones y no solamente adaptaciones, ahora más que nunca, y para bien, el virus inteligente, parafraseando al Padre Armando González Escoto, ha acelerado la transición del bien individual al bien común. 

El Bien común es lo compartido por todos los seres humanos, hombres y mujeres. Ya Aristóteles en su obra sobre La Política, estimaba que ninguna sociedad puede existir sin algo en común. Es un estado (bien estar, bien vivir) resultado del conjunto de los parámetros de la vida de los seres humanos, hombres y mujeres, en la tierra.

 

El modelo exclusivamente binario de mercado más estado es corrosivo para la sociedad, mientras que las formas económicas basadas en la solidaridad, que hallan su hogar natural en la sociedad civil sin estar restringidas a ella, elevan a la sociedad.

Caritas in veritate

 

El bien común no es la simple suma de los bienes individuales, como el producto interno bruto, sino, antes bien, todos los bienes que sólo existen en el acto de compartirlos: la confianza, la amistad, y todas las relaciones de cooperación que dan significado a nuestras acciones.

Una sociedad que refleja nuestra naturaleza social, relacional, también rechaza el culto del individualismo desenfrenado, y las restricciones arbitrarias de la libertad que acompañan al culto del nacionalismo.

En este contexto surgen las “Nuevas Economías” son propuestas emergentes que han nacido como respuesta a los grandes retos sociales y medioambientales, así como las oportunidades que plantean las nuevas tecnologías y la propia innovación social. Surgen bajo diversas denominaciones: Economía del bien común, B-Corporations, Economía circular, de la funcionalidad, feminista, positiva, procomún, colaborativa, social y solidaria; y diversidad de colores: economía azul, verde, naranja, plateada, marrón, etc.

En la siguiente entrega trataré este nuevo paradigma de las nuevas economías y cómo contribuyen en la transición del bien individual al bien común.

 

 

La estrategia y el reto de construir la ventaja competitiva en las empresas

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Mtro. Eduardo Castelo Ceica Docente de CEA y Negocios Internacionales UNIVA plantel Vallarta

 

Toda empresa que compita en algún sector de la economía tiene una estrategia competitiva, ya sea explícita o implícita, la pudo haber desarrollado explícitamente mediante un proceso de planeación o implícitamente en las actividades de sus diferentes departamentos funcionales, lo que rara vez representa la mejor estrategia para alcanzar la ventaja competitiva real, que les permita alcanzar sus objetivos generales con precisión y basados en acciones dirigidas (Michael, 2000).

Es en la planeación, como primera fase del proceso administrativo, donde han de sentarse las bases para preparar a la empresa en su búsqueda de una posición competitiva en el mercado (industria), se trata del esfuerzo de visualizar con claridad, cuáles serán las acciones prioritarias para estar en condiciones de arrancar y operar en una primera etapa, que permita sostener tareas orientadas a dar certidumbre al rumbo trazado por la empresa.

La planeación es esencial para el adecuado funcionamiento de cualquier grupo social, ya que a través de ella se prevén las contingencias y cambios que deben plantearse para asumir las medidas necesarias, y afrontar los nuevos retos (Lourdes, 2012).

Existen empresas que ofrecen bienes y/o servicios que poseen características similares o que se aprecian diferentes, o únicos, y compiten en un mercado, donde los consumidores toman decisiones para adquirirlos. Ante esta realidad, las empresas deben estar atentas a las condiciones del entorno e identificar y analizar el número de competidores y su grado de influencia en el mercado donde participarán, se trata de reconocer el potencial competitivo y la realidad a la que deberá enfrentarse, incidiendo esto en la reducción de la incertidumbre en la toma de decisiones y, dándole un panorama más certero de la realidad que deberá enfrentar a corto plazo, para así, estar en una posición más concreta y objetiva acerca del mercado donde ha decidido competir.

Estos son los primeros pasos de la construcción de una estrategia competitiva, enfocada a la construcción de una ventaja que permita enfrentar a la competencia.

La estrategia competitiva se ocupa en cómo generar una ventaja en el negocio en el que compite la empresa (Henry Mintzberg & Voyer, 1997).

La competitividad, está ligada a diversos factores que impactan en su resultado, estos aspectos incluyen variables que afectan la capacidad para prosperar en el mercado: cualidades del producto, recursos, competencias, capacidades y logros comerciales que representan la diferencia entre un competidor fuerte y uno débil.

Los factores clave de éxito varían de un mercado a otro, e incluso de tiempo en tiempo dentro de los mismos, pues los impulsores de cambios y las condiciones competitivas no son estáticos (Thomson, 2012).

Así que no es suficiente el diseño de una estrategia competitiva, que despliegue factores que permitan poseer una ventaja respecto de las empresas con las que se compite, sino que hay que estar atentos a las señales del entorno, saber leer y analizar las mismas para ajustar, conforme sea necesario, las acciones que redefinan y fortalezcan las ventajas que posee la empresa, de cara a los vertiginosos cambios en el mercado, y la recomposición de la competencia.

La ventaja competitiva se crea y mantiene a través de un proceso altamente localizado, incluso los países más desarrollados no son competitivos en todos sus sectores, por lo que las naciones triunfan en determinados sectores debido a que el entorno nacional es el más progresivo, dinámico y estimulante (Buendía Rice, 2013).

Y entonces, la estrategia competitiva de la empresa, según Porter, debe enfocarse en encontrar una posición en el mercado donde pueda defenderse mejor de sus fuerzas y ponerlas a trabajar en su favor (Hijar Hernández, 2013).

Las dos preguntas fundamentales en que se enfoca la ventaja competitiva son:

¿Cuál es el valor rentable a largo o mediano plazo para un dado tipo de empresa? y ¿Cómo puede cada género de empresa asegurarse de producir y perpetuar este valor? La ventaja competitiva crece fundamentalmente en razón del valor que una empresa es capaz de generar (Robson, 1997).

Como se aprecia la ventaja competitiva se evidencia, a partir de una serie de variables propias de la empresa, combinadas con la apreciación y valoración del entorno de la misma, la cual es altamente cambiante, y que por lo tanto exige a la empresa, estar atenta a los acontecimientos del mercado y aspectos propios del entorno en donde desarrolla sus actividades. Esto refleja la importancia que tienen los elementos exógenos (externos) y endógenos (internos) de la empresa, para trazar tareas y objetivos que permitan la apropiada combinación que derive en su perfil competitivo.

La ventaja competitiva que construyen las empresas, también debe considerar la cultura organizacional, que es una noción usada para referirse a los valores organizacionales de carácter informal, y a las estructuras y prácticas que utiliza la dirección de la empresa para encuadrar a la fuerza de trabajo dentro de un cuerpo más sensible, competitivo y eficiente. La existencia de cultura corporativa fuerte es vista, en este sentido, como un prerrequisito para el éxito en el mercado (Roca, 1998).

Con lo que, es de considerar, que la definición de una ventaja competitiva, directa e indirectamente, va de la mano con una diversidad de aspectos y que incluye, entre ellos a la cultura; llena de símbolos, creencias, valores, filosofía y principios y que es recreada, configurada y alentada por quienes emprenden la empresa, y buscan como fin último, generar beneficios a la sociedad, su entorno y en todos los que participan en su origen, crecimiento, desarrollo y posicionamiento en el mercado.

A veces sucede, que el miedo se convierte en rabia

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Mtro. Miguel Camarena Agudo • Encargado de corrección y estilo del Sistema UNIVA

 

El hecho de que, como todo el mundo, pudiéramos vivir un infierno y que, con el corazón encogido de rabia a medida que el sufrimiento arrasaba nuestra existencia, acabáramos de descomponernos, en el tumulto del temor y del horror que la muerte a todos inspira, no se le pasaba siquiera por la mente a nadie en aquel lugar.

 

                                                                                                                              – Mauriel Barbery

 

Hay momentos en que todo se acumula, en que silenciosamente algo va creciendo, para después de un golpe manifestarse abruptamente. Realidades que están ahí, ocultas ante los ojos pocos atentos o las sensibilidades poco desarrolladas, y que no por esa ceguera e insensibilidad, éstas dejan de tener existencia propia. Pero un día estas realidades nos miran de frente y su fealdad hace que nuestra confianza o fe en lo humano se tambaleen. Porque una cosa es el aburguesado concepto de felicidad y éxito, que bien confeccionado y publicitado está, y otra el determinismo social o económico, el cual funge como yugo sobre la voluntad de millones. Este determinismo donde el “quiero” no es una opción sino una maldición.

Ahora bien, aparte de la violencia estructural padecida por un amplio sector de la población, existe otra forma de violencia, la llamada cultural (clasismo, racismo, sexismo, machismo, etc.), la cual le suma al resentimiento y a la frustración. Y ésta también contribuye a que un día, tarde que temprano, se dé un incidente de violencia, confrontando a los grupos implicados. Porque casi siempre un acto brutal de violencia (directa) nos cuestiona sobre la salud mental de nuestra sociedad. Nos hace ver el tamaño del tumor o la gravedad de la enfermedad y principalmente nos responsabiliza de alguna u otra forma. Porque las diferencias salen a relucir y la lucha por reducir los privilegios de unos sobre otros, también.

Los políticos en turno, en el papel de mediadores, recurren a los oxidados clichés de siempre cuando hay un caso extremo de prepotencia o abuso de autoridad, hablan del “peso de la ley”, la siempre futura “justicia” o “el ir hasta las últimas consecuencias”; pero estas frases sólo son fórmulas o paliativos para intentar calmar la rabia colectiva, en lugar de prometer obviedades y reprimir con más fuerza policial, deberían apostar por ir hasta las “primeras causas” y emprender acciones concretas.

Pues, el actual orden y estado de las cosas se fundamenta en la injusticia y la desigualdad, esa es una verdad, las ciudades se han convertido en manicomios donde todos vamos contra todos y un diminuto grupo de personas dictan las leyes, y además viven con una obscena cantidad de privilegios, gracias al usufructo del trabajo de otros; mientras un amplio margen de la población vive al día, apretando todo el tiempo puños y dientes. Pero, aunado al enfado que produce la explotación y la impunidad con que se conducen las personas en el poder político y económico, hoy tenemos signos claros de un malestar social, de una rabia y un cansancio. Síntomas inconfundibles de que algo lleva mucho tiempo pudriéndose. La muerte de Giovanni López y de George Floyd en manos de policías, destapó una cloaca social e hizo apoderarse de las calles a miles de indignados, a pesar de la pandemia. De alguna u otra manera esto tiene sentido, mi abuela decía que el valiente es hasta que el cobarde quiere, lo cual significa que el miedo es susceptible de convertirse en rabia; por lo que estas manifestaciones tienen su justificación, porque si uno se pone a pensar, ¿qué garantiza que a mí no me suceda algo así, a mis padres, hermanos o amigos? Blancos no somos, ni ricos (esto no quiere decir que estas personas estén exentas, la proporción en que sucede es el tema). Entonces, o te quedas a esperar que te suceda a ti o sales a denunciarlo, siempre y cuando estés dentro del grupo vulnerable.

Es una desgracia que vivamos en un mundo donde, en general, el trato otorgado por los otros dependa de tu color de piel, apariencia, lugar de nacimiento, estatus económico, preferencia sexual, género, profesión, oficio, etc., es una desgracia que tus posibilidades de realización personal y expectativa de vida dependan de esas diferencias, las cuales además nadie eligió, en algunos casos, según tengo entendido. Seguramente si George Floyd hubiera sido blanco estaría vivo y si Giovanni López hubiera vivido en Puerta de Hierro, también seguiría con vida o por lo menos no hubieran muerto a la edad ni de la forma en que todos ya conocemos.

Por último, quisiera relatar brevemente algo que me contaron hace unos días. Un niño de siete años, después haber visto el video donde el policía presiona con la rodilla el cuello de George Floyd, fue con su madre a la habitación donde ella estaba y le preguntó, si a él le podía pasar lo mismo por ser moreno. La madre se le quedó mirando y en silencio, según me contaron.