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Líderes de opinión

La lectura como factor de cohesión social

Por Líderes de opinión, Voces Univa Sin comentarios

Mtra. Claudia Martínez Videgaray • Docente UNIVA Plantel Guadalajara

 

Leer para aprender, conocer, saber más, informarse, instruirse, son algunas de las bondades que se le atribuyen a la lectura. ¿Pero por qué no añadir la cualidad de la generación de vínculos sociales? En este breve escrito intentaré presentar algunas ideas que nos inviten a pensar en la lectura como una actividad que propicia la unión y la búsqueda de integración con otros.

Reunirse para compartir algo en común es una característica humana, particularmente con actividades culturales: coincidir con aficionados en un estadio para apoyar a un equipo de futbol; asistir a un concierto o al cine, incluso, reunirse alrededor de la televisión a ver la inauguración de los juegos olímpicos. En todos estos casos existe un pretexto o gusto común que genera un interés por estar con otros.

De la misma forma, la lectura —una actividad comúnmente individual— puede propiciar lazos sólidos con otras personas y transformarse en un vínculo generador de comunidad. A diferencia de otras actividades de grupo, en las que compartes espacio y experiencias, las reuniones para comentar un libro o los momentos de lectura colectiva, propician que haya un intercambio de ideas, no solo a partir de la propuesta literaria, sino que el texto funge como un detonador para hablar de uno mismo con otros y escuchar a otros hablar sobre sí mismos, lo que favorece la empatía y la tolerancia. En suma, la lectura compartida (ya sea de forma sincrónica o asincrónica) propicia el ejercicio de análisis e interpretación del mundo.

Para ilustrar este planteamiento, presentaré tres experiencias que me han llevado a la afirmación propuesta en el título de este texto:

Círculo de lectura “Tribu de letras”: hace ya un año sugerí a algunas amigas leer un libro por mes y platicar sobre el autor y su obra. Haberlo hecho nos ha ayudado, no solo a elevar nuestro ritmo de consumo literario, sino que hemos aprendido a dar al mismo texto múltiples lecturas a partir de la mirada de cada lectora. Además de esto, lo que considero más valioso es que nos ha ayudado a fortalecer lazos de amistad y a tener cierta complicidad entre nosotras. Cabe añadir que la hija de 10 años de una de las participantes, al saber que su mamá formaba parte de un club de lectura, quiso replicar la idea con sus amigas.

Lectura de cuna y cama: desde que mis hijos son bebés, hasta ahora que ya tienen 7 y 10 años, he leído con ellos en diversos momentos, principalmente antes de dormir. Esta actividad (sumado a tener libros en casa, asistir a bibliotecas, con cuentacuentos, etcétera), además de haberles facilitado el aprendizaje de la lecto-escritura, les arraigó el gusto por la lectura y amor por los libros. Las razones anteriores serían suficientes para elogiar el hábito de leer juntos, pero el mayor valor que le encuentro es la cercanía que nos ha dado, no solo física —pues muchas veces leemos abrazados y bajo una cobija—, sino que nos ha dado tema de conversación e, incluso, recursos formativos: a partir de lo leído les puedo explicar alguna problemática o situación que les preocupa.

Lectura en el aula: en ciertas asignaturas en la UNIVA implementamos el programa de lectura en el aula, el cual consiste en asignar la lectura de una obra no académica. Hacerlo ha sido positivo, pues he recibido comentarios como, por ejemplo, que nunca habían terminado antes un libro completo o que hacía tiempo que no leían. Como en las dos experiencias anteriores, más allá de cumplir el objetivo de favorecer la lectura y su ya sabido beneficio académico, comentar el texto en el aula ha propiciado la participación de estudiantes que en ocasiones no hablan en público y ha hecho que se comenten temas que a veces no se discuten en clase. Considero que la lectura, entonces, ayuda a generar un buen ambiente de grupo entre estudiantes y vínculos con los maestros.

Como hemos visto, la lectura es un vehículo de cohesión social, pero no solo el acto de leer lo fomenta, también la escritura tiene esa virtud, tal como pudieran ser los talleres de creación literaria; en mi caso he participado en uno y puedo decir que el lazo de camaradería que se ha formado es invaluable. La lectura y la escritura son actividades que pueden, incluso, sanar (como la escritura terapéutica u ontoescritura). En conclusión, valdrá la pena adentrarse a revisar cómo estamos concibiendo la lectura en el ámbito educativo, cómo estamos acercando a la población a ella, preguntarnos por qué hay tantas personas a quienes no les interesa leer o no han encontrado una experiencia positiva a través de los libros. De aquí mi reto e impulso a seguir animando a la lectura para que, a través de ella, podamos unirnos y entendernos mejor como sociedad.

Una tradición a ultranza

Por Líderes de opinión, Voces Univa Sin comentarios

Mtro. Miguel Camarena Agudo • Encargado de corrección y estilo del Sistema UNIVA

 

Cada suspiro es como un sorbo

de vida del que uno se deshace.

Juan Rulfo

 

Un tema recurrente dentro de la literatura es la muerte. Desde la Ilíada hasta los Cien años de soledad, hemos leído sobre el asunto. A los antiguos griegos les preocupaba a raudales, al grado de que algunos historiadores de la filosofía como Guthrie proponen que el sentimiento de “angustia”, por el destino inevitable de nuestras existencias, dio origen a la propia filosofía.

El no saber si algo de nosotros queda o trasciende después de la muerte, les hizo pensar a muchos en hipótesis (específico pensadores de la Antigua Grecia y desde luego a los filósofos romanos) sobre el destino y la constitución del ser, la vida, el cosmos, etc., había que buscar un aliciente para no sentirse, del todo, seres efímeros con interacciones efímeras, en un mundo que, como sentenció José Alfredo Jiménez, ni él es eterno.

Y hablando del tema de la muerte, nuestro país se distingue precisamente por celebrar un día dedicado a ese hecho, del cual los vivos no tenemos experiencia propiamente. Maruan Soto Antaki, ha escrito que lo que sabemos de ella no es más que producto de una construcción narrativa. Conjeturamos sobre la muerte, la verbalizamos, la representamos por todos los medios posibles tratando de hacerla asequible, comprensible y digerible; siempre desde la perspectiva de los vivos, en específico dentro de la literatura. Para los epicúreos tal meditación era considerada un desperdicio de tiempo y una preocupación anodina, por el hecho de ocuparse de algo que es inevitablemente y va a llegarnos a todos. Pero lo inevitable es eso, precisamente, dejar de pensar en ese día. Pues sabemos que sucederá pero, no cuándo ni cómo.

Escritores como Juan Rulfo, Octavio Paz, Jaime Sabines, Carlos Fuentes, Félix Vargas, Francisco Rojas González, desde luego, el maestro Carlos Monsiváis, han echado mano del tema; algunos de ellos lo han tocado con maestría excepcional, al grado de volverlo el eje central de su obra. Pero también lo podemos encontrar en el cine mexicano, principalmente en el denominado de “Oro”, la música ranchera, los corridos, la pintura; en casi todo encontramos una representación de la muerte. En nuestro país no es un tabú (al menos mientras no haya alguien muerto de por medio) como sí lo es en otras latitudes. Los griegos, según no lo cuenta Kazantzakis en Libertad o muerte, decían no hables o pronuncies aquello que no quieras que suceda. En nuestra cultura desde lo prehispánico hasta el día de hoy, es algo constante y presente.

Paz enlistaba una serie de aspectos representativos de la celebración del 2 de noviembre en México. El pan simbolizando los huesos, las calaveritas de azúcar con el nombre de las personas, las catrinas, las composiciones rimadas deseando de manera irónica y humorística la muerte de alguien, (por lo regular querido), etc., el asunto es que acá el misticismo en relación con la vida después de la muerte es una condición cultural. Los relatos populares se encargan de alimentar ese enorme y multicolor bagaje de manifestaciones, alrededor de la muerte.

Para Gabriel García Márquez la muerte era, una injusticia, una trampa, algo inaceptable, mientras que Rulfo pensaba en lo bueno que sería tener a un amigo enterrado al lado de su tumba, para poder espantar el aburrimiento una eternidad. Véase desde la perspectiva que sea, trágica o sarcástica, la muerte es un hecho colectivo, social, donde los involucrados reconstruyen según su herencia y su propia experiencia la imagen de este suceso.

Por último, me gustaría sugerir algunas recomendaciones sobre el tema: la película de Macario (1960) de Roberto Gavaldón; la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo; la canción No sé qué tienen las flores interpretada por Óscar Chávez, el libro de cuentos La muerte de rostro azul de Félix Vargas; los poemas Qué costumbre tan salvaje y Procesión del entierro de Jaime Sabines; los grabados, ilustraciones, dibujos de Guadalupe Posadas y la canción de La Llorona, interpretada por Chavela Vargas, versión amada por una entrañable amiga y compañera.

 

Después de todo la muerte es sólo un síntoma de que hubo vida.

Mario Benedetti

Educación UNIVA Online

Por Líderes de opinión, Voces Univa Sin comentarios

Dra. María Cristina Martínez Arrona • Jefa de UNIVA Online

 

En este año, en el macro de la Semana UNIVA, me otorgaron un reconocimiento de trayectoria laboral por cumplir 15 años de colaborar en este gran proyecto educativo, de formar parte de la familia UNIVA, posibilitando un crecimiento personal y profesional. Inicié apoyando de manera voluntaria a la Pastoral Universitaria, y en el 2004 me solicitaron asesorar y diseñar algunos materiales para los programas a distancia de la Universidad. Esta fue mi entrada oficial en la vida académica de la institución.

La concepción de una Universidad a Distancia, conocida a lo largo de los años como UNADIS, inició como proyecto en 1989 con asesoría de Teléuniversité de Quebec, Canadá; y en 1992 inicia las gestiones necesarias para ofertar programas educativos de forma alternativa a la modalidad mixta y presencial con la que ya contaba, colocándose como la primera Universidad particular en México en ofrecerlos; ya que en esos años, solo algunas universidades públicas contaban con proyectos similares, como por ejemplo, la UNAM y la Universidad Pedagógica Nacional.

Siempre he considerado la modalidad a distancia una buena opción para las personas que trabajan, y para todas aquellas que, por situaciones personales, familiares y/o geográficas no pueden acudir a un centro universitario. Los programas a distancia en el país, en los últimos 10 años, muestran un crecimiento del 156%; y de la Universidades que ofrecen programas a distancia el 47% tiene una antigüedad menor a cinco años, esto es, son instituciones relativamente jóvenes (SINED, 2015).

La UNIVA tiene experiencia de más de 20 años en el diseño y operación de estos programas. En 1996 la Secretaría de Educación Pública (SEP) otorga el Registro de Validez Oficial de Estudios (RVOE) a su primera licenciatura en modalidad a distancia: Administración de Negocios, pronto le siguieron, Mercadotecnia Empresarial y Negocios Internacionales.

La educación del siglo XXI exige nuevas habilidades como son la comunicación, gestión de conocimiento, análisis de datos, trabajo interdisciplinar, visión global, uso de la tecnología, entre otras. Destrezas que, por características propias de los programas a distancia, se desarrollan de forma transversal. En la actualidad Univa Online ofrece 8 programas: 7 licenciaturas (Administración en Negocios, Negocios Internacionales, Mercadotecnia Internacional, Teología, Filosofía, Educación, Enseñanza y Gestión del Inglés) y un doctorado en Ciencias del Desarrollo Humano, así como cursos de educación continua.

El Sistema UNIVA cuenta con modelo curricular y pedagogía propio; 57 años de historia; áreas especializadas en tecnología de la información, tecnología educativa, innovación curricular, administración escolar, internacionalización, movilidad estudiantil, sistema bibliotecario virtual con más de 95 mil ejemplares; programas de vinculación, investigación y emprendimiento; ofrece, en sus 10 planteles ubicados en diferentes estados de la república, cerca de 100 programas con calidad educativa en modalidad escolarizada y mixta, por lo tanto, esta historia y estructura, es la ventaja competitiva de estudiar un programa Online en la UNIVA.

Los valores y el crecimiento económico

Por Líderes de opinión, Voces Univa Sin comentarios

Mtro. Luis Gonzalo Hernández Camacho • Docente UNIVA Plantel Guadalajara

 

La sociedad requiere satisfactores de diversos tipos. Existen satisfactores económicos e intelectuales, por ejemplo. Sólo nos referiremos a los o materiales, que se encuentran identificados con los económicos. Los satisfactores materiales son provistos por la naturaleza y por la sociedad a través de los procesos productivos. Pero es importante señalar que en cualquier forma de organización de la producción intervienen las familias, las empresas y el gobierno.

Cuando algunos de los agentes económicos se dedican a satisfacer alguna necesidad humana se dice que desarrolla una actividad empresarial. Principalmente las empresas hacen uso de los bienes naturales o creados a su vez por otras empresas. Una empresa transforma los bienes y servicios que ofrece la naturaleza y los pone a disposición de la sociedad. Es un gran avance que todos podamos dedicarnos a transformar los bienes de la naturaleza y obtener satisfactores cada vez más sofisticados.

Pero las empresas actúan en un marco de referencia que se compone de dos partes:

El jurídico o legal;

El económico.

El primero, está definido en todas las leyes y reglamentos que existe en el estado. El segundo, por el tipo de estructura productiva. Cuando una empresa decide su comportamiento en una economía de mercado, este quedará indisolublemente definido por estas dos áreas. Pero es innegable que su comportamiento estará basado en valores.

¿De dónde provienen esos valores y qué tan importantes son para su buen funcionamiento? Los valores provienen básicamente del comportamiento de las personas, ya que ellas son quienes guardan estos valores en su interior y los ponen en práctica en su actuar cotidiano. También, las empresas, como un conjunto de personas manifiestan sus valores en el actuar cotidiano, en la forma en que se comporta en el mercado.

La sociedad se dedica a varias actividades. Desde un punto de vista todas las actividades del ser humano son importantes. Aunque para lograr la satisfacción de todas las necesidades la sociedad hace uso de lo que se conoce como división del trabajo. Este concepto está en el origen de la humanidad. Quién presentó en forma sistemática tal concepto fue Adam Smith (1776), en su obra más importante: Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones.

Esta división del trabajo, cuando está basada en valores logra su mayor efectividad. Una economía como organización de la producción tiene como propósito generar riqueza. La importancia de la interioridad del ser humano en el comportamiento económico tiene como resultado un mayor equilibrio en el mercado. El comportamiento ético y moral es fundamental para el crecimiento económico, de una familia, empresa o nación. Los países que han logrado un mayor crecimiento económico están representados por aquellos que tienen un comportamiento ético y moral establecido en los valores.

Los valores permiten la práctica en libertad de las actividades humanas. Cuando existen estos valores en una sociedad, el cuidado de unos hacia otros se da de manera natural. Los valores permiten así, el avance de las sociedades humanas ya que se puede convivir en forma pacífica y creativa. Esta situación tiene grandes beneficios para el incremento de la producción y provisión de los servicios en un ambiente de innovación y progreso.

Si se guardan los valores, el desempeño económico será más firme y por tanto el crecimiento económico se presentará en forma permanente. Los valores, desde este punto de vista, son los pilares en que se sostiene el crecimiento económico. Cuidar estos valores y cultivarlos, es decir, sembrarlos y posteriormente cuidarlos hace que las sociedades crezcan más en términos económicos.

El crecimiento económico tiene impactos en la sociedad. Pero también es importante observar que el crecimiento económico tiene impacto en los valores. Cuando una sociedad crece, en términos económicos, puede suceder que los valores se descuiden y sea necesario recuperarlos desde su origen.

Uno de los semilleros más importantes de estos valores son los centros educativos en todos los niveles, entre los que se encuentran las universidades. Todas las universidades imparten educación con valores, algunas los transmiten de manera explícita, otras de forma implícita.

Las empresas, las organizaciones gubernamentales y las familias cuentan con valores. Prácticamente toda la sociedad tiene a su disposición valores éticos. Sigue siendo importante que en la universidad se definan y cultiven los valores y la comunidad los recuerde continuamente a través de la práctica cotidiana.

Agradezcamos que las universidades transmitan educación con valores.

La educación escolar como instrumento de reproducción ideológica del poder capitalista

Por Líderes de opinión, Voces Univa Sin comentarios

Mtro. Alán René Coronado Ponce • Coordinador Académico de Ciencias de la Comunicación, Lenguajes y Multimedia UNIVA Plantel Guadalajara

 

El concepto de educación

¿Por qué la educación es la pieza angular en la formación humana? ¿Cómo explicar la educación escolar como una herramienta de reproducción de las condiciones económicas de la sociedad capitalista? ¿Hay espacios en las instituciones educativas para llegar a la resistencia ideológica?

Para Kaplun (1998), la educación es un proceso permanente en el cual el educador y el educando, concebidos como sujetos sociales, van descubriendo, elaborando, reinventando y haciendo suyo el conocimiento, teniendo como mediador la realidad en la cual están insertos.

Así, es imperante que reconozcamos que la realidad social actual dista mucho de ser la ideal para evocar la concepción de Kaplun dado que las formas de interacción escolar más que individuales son colectivas y vinculantes como puede ser la política educativa, la currícula y las disposiciones escolares. Sin embargo, sigue siendo el medio a través del cual el sujeto se vuelve cada vez más social de acuerdo a las exigencias que le presenta el contexto, particularmente el económico.

Aun así, uno de los conceptos ideales con el cual se puede asociar la educación es con el de construir juntos, y por ello los roles tradicionales de los procesos de enseñanza han cambiado, ya que ahora no sólo el educador enseña sino que directamente, con su cúmulo de experiencias, los estudiantes pueden generar procesos de apropiación y de asimilación de conocimientos y también son ellos los que los socializan a sus iguales.

Freire, pedagogo brasileño, proponía en su Educación liberadora o transformadora que, nadie se educa solo sino que son los propios hombres quienes se educan entre sí mediatizados por el mundo (Cfr. Kaplun, 1998).

Por su parte, Willis, retomado por Giroux (1985) afirma que: “la educación no persigue la igualdad, sino la desigualdad […] el propósito principal de la educación, el de la integración social de una sociedad de clases, sólo puede lograrse preparando a la mayoría de los chicos para un futuro desigual, y asegurando su subdesarrollo personal” (p. 103).

De acuerdo a las posturas de los 3 autores referidos, la educación en un proceso social complejo más allá de la concepción básica de escuela, profesor y alumno; su apreciación real es que es un instrumento detonante para vincular los contextos, los procesos y los requerimientos exógenos en la formación de niños, jóvenes; que puedan irse condicionando a un futuro profesional, a una identidad económica y de clase que más que integrarlos, los homogeneizará a los otros y los incluirá a la sociedad con roles determinados.

La institución escolar

Por lo que respecta a las instituciones educativas, son las directamente vinculadas al proceso de formación de los jóvenes con su propuesta de modelo educativo que contemple saberes prácticos-profesionales, éticos-morales y de construcción social; todo ello para permitirle insertarse a una cotidianidad conflictiva, desigual e impregnada de procesos contrastantes.

Para Giroux (1985), las escuelas “son ámbitos sociales que se caracterizan porque en ellas los planes de estudio ocultos compiten con los evidentes, las culturas –dominantes y subordinadas- se enfrentan y las ideologías de clase entran en contradicción” (p. 105).

Del posicionamiento anterior, rescatamos la idea del contexto escolar como un espacio de enfrentamiento de las ideologías de clase en virtud, y visiblemente más en los modelos de universidad privada, de la lucha de visiones sobre los presupuestos sociales. Es decir, cómo las élites con mayor posicionamiento económico llegan a incidir en la modificación de los currículos escolares a partir de la definición de los perfiles profesionales que requieren y aceptan en el mercado laboral.

Por ello, el campo institucional de la educación es un intersticio entre los requerimientos de habilidades prácticas, teóricas y construcciones lingüísticas que se exigen en los procesos de producción y la necesidad liberadora del estudiante.

También, cuando en un contexto social se imponen las determinaciones del otro, en este caso una clase de poder, hay un proceso de imposición de su visión y no solamente económica, sino social y cultural y máxime cuando se integra a la misma, el rol reproductor de otras instituciones como el gobierno y los medios de comunicación, por citar algunas.

Así, el capital humano de nuestro tiempo, en términos del Habitus de Bourdieu, estará integrado no sólo por capacidades cognoscitivas sino también por valores humanos y éticos que requieren los niños y los jóvenes para insertarse en procesos y relaciones para los cuales están siendo preparados.

Con respecto a la institución educativa se podría afirmar que tanto en el modelo público como en el privado, se contempla un papel reproductor de las condiciones externas; ya se habló en líneas anteriores de la currícula, pero también la existencia misma de éstas obedece a un sistema de clasificación en el cual está destinado a ser incluido aquel sujeto que es evaluado como apto o el que puede pagar para ello.

Un ejemplo que puedo referir de acuerdo a la idea ya expuesta es la propuesta de saberes y habilidades prácticas que llega a exigir el sector empleador de un programa educativo cuando se realiza un proceso de actualización del mismo.

El contexto escolar como espacio de poder

También, de acuerdo a Bourdieu (1977, 1984), en Popkewitz (1997), el contexto escolar es, al igual que todos los espacios sociales, sistemas simbólicos de clasificación y categorización que ordenan las propias prácticas de los sujetos en lo individual y lo colectivo para generar sentido (p. 39).

Por tanto, la escuela se ha convertido desde hace tiempo en el espacio de reproducción de las condiciones del poder económico por sobre la dimensión cultural y social, en virtud de que este espacio se asume como parte de la política de gobierno y desde ese ámbito se toman las decisiones que incidirán en el tipo de sujeto social que será formado en las aulas.

 

Otra idea central de cómo el poder político incide en las estructuras escolares lo establece Foucault en Popkewitz (1997) al definirlo “como algo incluido en la forma de adquirir el saber y de utilizarlo para intervenir en asuntos sociales” y por lo tanto, asociado a la estructura macrogubernativa del Estado y en el microgobierno del individuo (p.42).

 

La experiencia docente como espacio de mediación

La mediación puede entenderse como el espacio en el cual adquieren sentido los significados transmitidos o reproducidos por las instituciones y las personas. Ante ello, no solamente la institución escolar, el ámbito laboral, el contexto cultural o mediático generan significación; el maestro, considero, también puede llegar a generar significación contraria a la esperada siempre y cuando lo desee.

Estar supeditado a instrumentos de control pedagógico implica para el docente, encontrar los momentos para la resistencia cultural y con ello generar visiones alternas del proceso de formación.

La conciencia y la voluntad de incidir son requeridas para presentar visiones que contrasten los problemas sociales, derivadas del dominio de unos sobre otros

Me quedo con la reflexión de que la praxis docente debe centrarse en los procesos individuales y colectivos (de grupo) más que circunscribirse exclusivamente en los contenidos de las materias; claro, negociando y equilibrando la propia expectativa docente y la de la institucional que de una u otra forma es también la del sector empleador y la de la sociedad.

Para concluir, la realidad social es compleja y máxime cuando entran en juego los intereses de clase que derivan en procesos de dominación y control social. El poder, entonces, implicará la sujeción de las mayorías hacia unos cuantos (élites) en correlación a estar sometidos en lo económico, lo político y lo social.

Indudablemente, la educación y la institución escolar; la primera como proceso y la segunda como espacio de su materialización, son piezas clave para que se reproduzca un sistema en virtud de que integra a los miembros de una sociedad de acuerdo a su formación individual y colectiva. Por lo tanto, es en la escuela donde los sujetos asumirán las condiciones para moldearse de acuerdo a la expectativa del patrón, del gobernante, de los políticos, de los medios de comunicación.

Por lo anterior, desde la perspectiva del sistema (en este caso el capitalista) la función de la educación será la de “dogmar” a los sujetos a su visión global de reproducción económica con la presencia de la gran empresa bajo el antifaz de la inclusión, el desarrollo, la democracia y los valores humanos.

 

 

Referencias:

Bourdieu, P. y Passerón, J. (1996). La reproducción, elementos para una teoría del sistema de enseñanza. Editorial Laia S.A.

Giroux, H. (1985). Teorías de la reproducción y la resistencia en La Nueva Sociología de la Educación, Cuadernos políticos, N0. 44 Julio-diciembre. Páginas: 102-119.

Kaplún, M. (1998). Una pedagogía de la comunicación. España: Ediciones de la Torre.

Popkewitz, T. (1997). “La sociología política de la reforma educativa. Poder, saber y escolarización” en Sociología política de las reformas educativas. España: Morata.

 

México, el país donde nuestros jóvenes vivirán con una pensión mínima

Por Líderes de opinión, Voces Univa Sin comentarios

Mtra. Bertha Alicia Gutiérrez López • Docente UNIVA Plantel Vallarta

 

México es el cuarto país con mayor desarrollo económico de América Latina, pero donde el salario promedio de un trabajador es casi igual al de las naciones más pobres del mundo, de acuerdo con datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Con salarios tan bajos y casi nulos hábitos de ahorro; las nuevas generaciones o como comúnmente los llamamos “Millennials” tienen un futuro incierto en cuestión de retiro y de calidad de vida cuando éstos se retiren de la vida laboral, pues el 51% de esos millennials mexicanos ocupados gana hasta $7,952 pesos al mes y sólo el 4% percibe más de $13,254 pesos mensuales, de acuerdo con el INEGI.

Es un futuro incierto, pues si contemplamos que todos ellos se podrán retirar hasta completar las 1,250 semanas de cotización que requiere el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y asumiendo que la mayoría de ellos comienza a trabajar entre los 20 y 23 años de edad, podemos vislumbrar lo siguiente: Que no tendrán el suficiente dinero ahorrado al momento del retiro como sus padres o abuelos que corrieron con la suerte de entrar en la Ley 73 y quienes solo tienen que realizar 500 semanas de cotización ante IMSS como mínimo para garantizar una pensión. Que posiblemente la mayoría de nuestra generación millennial pasará de los 65 años de edad y todavía no tendrán esas 1,250 semanas cotizadas, lo cual los llevará a seguir trabajando a muy avanzada edad, en la informalidad, y lo que es peor, con una calidad de vida no tan buena como la tuvieron sus padres porque con esos sueldos antes mencionados difícilmente les alcanzará para lo más necesario.

¿Cuál es el papel que tenemos entonces como instituciones de formación profesional, como padres de familia, y como gobierno? La educación financiera desde temprana edad.

En la mayoría de los hogares en México pocas son las familias que llevan un presupuesto y mucho menos aun quienes hacen participe de las finanzas del hogar a los hijos, esto los lleva a tener poco o nulo conocimiento de las finanzas personales en la vida adulta. Estas generaciones que en 40 años más o menos estarán retirándose de la vida laboral, al no tener los suficientes recursos al momento del retiro, se verán obligados a seguir trabajando hasta edades avanzadas. Si ahora vemos con tristeza a adultos mayores trabajando en los supermercados empacando mercancía, en horarios donde ya deberían estar descansando, seguramente para esos años será algo muy común entre la población mexicana.

Como Instituciones formadoras es nuestra labor, implementar materias desde la primaria que haga a nuestros estudiantes participes de la forma en la que se llevan las finanzas, primeramente en el hogar y posteriormente con ellos mismos, impulsando proyectos que tengan que ver con el ahorro, la inversión y que los prepare financieramente para la vida adulta.

Por su parte, el Gobierno deberá implementar medidas que minimicen la situación que se avecina en unos años, revisando a fondo a las administradoras de recursos para el retiro (AFORE), buscando los mecanismos para que éstas sean realmente una inversión segura a largo plazo, que puedan garantizar un mayor rendimiento y minimicen el cobro por la administración de los recursos de los trabajadores, además de incentivar al ahorro voluntario sin gravarlo o penalizarlo.

Indecisiones

Por Líderes de opinión, Voces Univa Sin comentarios

Mtro. Miguel Camarena Agudo, Encargado de Corrección y Estilo del Sistema UNIVA.

 

 

Decidir es escribir, para volver a vivir

sentarse en la miseria y aun así sonreír.

Enterrar las culpas para no ser otro muerto

que deambule entre la rabia de la masa

que pulule un desierto.

Abandonemos la pesadilla

que no nos deja dormir

Soltemos las amarras es momento de partir.

Rockefeller Underground

 

 

Un hombre piensa en algo con fuerza o dedicación porque le interesa, lo conforta, lo preocupa, o sabe que lo va a matar. Se recrea escenarios, los imagina, jugando al profeta o al sabio; aunque la realidad a futuro, lo contradiga y lo haga sentir como un imbécil con todo el tiempo invertido en inútiles cavilaciones. Por el contrario, aquéllos que logran acertar, se pueden sentir satisfechos, por haber sabido con antelación el desenlace. Como ocurre cuando alguien apuesta una buena cantidad de dinero en una pelea de gallos y gana; el daño nervioso padecido durante la conflagración es irreversible. Y esto porque saben en el fondo que a pesar de obtener la victoria sobre la negación, han sucumbido en un terreno ajeno al lúdico: al de la libertad. Una efímera paradoja que mortifica de vez en cuando a nuestra mente.

Pero en la vida como en los juegos, la esperanza quizá sea esa especie de bolardo en el muelle en tiempos de miseria espiritual o material. En cualquier caso, la esperanza siempre promete tener a futuro un rostro mejor que el que nos ofrece en el actual estado de las cosas. Pero no sé, si se pueda pecar de ingenuidad por esperar algo que puede decidirse antes de aguardar a que llegue el anhelo o se aparezca sigiloso como un gato en la sala. Hay situaciones donde es preferible, por encima del “pensar en”, el “actuar para”. Desde luego, algunos racionalistas estarán exacerbados diciendo para sí, “es obvio, primero se piensa luego se actúa”. Pero esto poco puede aplicarse en casos de abandono, peligro, marginación y soledad. Se reacciona y ya, se sobrevive o no. También hay otro tipos de contexto en el que las resoluciones no se pueden postergar y, la especulación de cualquiera de las partes involucradas, es una suerte de manipulación o hipocresía; aceptar dicha condición es una tontería. No se puede jugar de los dos lados del ajedrez al mismo tiempo.

Los pensamientos (anhelos, fantasías, ilusiones,) consumen tiempo, igual que un partido de fútbol, un parto, un velorio. Y siempre quedará la sensación de haber podido dedicar ese lapso de tiempo a una labor más fructífera; como puede ser leer un libro, entablar una conversación con un desconocido o tirarse en un colchón para escapar mediante el sueño, de sí mismo, tratando de evitar hasta las últimas instancias la idea del suicidio simbólico o físico como una opción razonable. Mishima, por ejemplo, como hoy sabemos, se mató para afirmarse, quizás el férreo Hemingway también lo haya hecho por el mismo motivo. Ambos, tomaron una decisión, trágica desde luego, pero no se quedaron a vivir en el limbo de la indecisión.

Por eso, desconfío de los indecisos, son una especie de seres que tienen la personalidad de la sífilis, sus síntomas aparecen y desaparecen, hasta volver loco al enfermo y matarlo en una agonía, dejándolos fuera de sí mismos. Recuerdo haber leído eso en una biografía sobre Nietzsche, quien murió por tal motivo. Hoy existen antibióticos para tal padecimiento pero no para las voluntades ambiguas. Un infarto fulminante es diferente, llega de golpe, es un intempestivo y enorme dolor, sin prórrogas ni opciones. Por eso me agradan tanto, personajes como, Diógenes, Zorba, Villa, Kerouac, Maradona, Fadanelli, tipos rudos, duros de roer, cuyas decisiones acertadas o no, tomaron sin rodeos, como un golpe al corazón; aunque estas los dejaran en el fondo de una alcantarilla o en el penthouse de la vida. No se detuvieron en titubeos, ni se sentaron a interpretar símbolos o se escondieron tras la seguridad de una pantalla. Porque ellos sabían el valor de lo real, y también sabían que entre el sí y el no, está el limbo.

Lo real pocas veces se encuentra en las palabras, en las promesas ¿Cómo podemos fiarnos de ellas si nosotros mismos nos mentimos de cotidiano? Las estadísticas así demuestran tan aburrida verdad, sean aplicadas al universo de la política o de la gente común. Es ahí donde uno agradece, sin caer en generalizaciones el tener un trabajo; independiente de los condicionamientos de horario, remuneración, e interacción con los otros; su virtud es permitirnos una disciplina, por rutinaria que pueda parecernos, al final es efectiva. Sucede, es un hecho y también las estadísticas lo respaldan. La mayoría de nosotros le dedicamos un tiempo considerable de nuestras vidas a producir el medio necesario para vivir y poder pagar el jabón, el papel del baño, la pasta dental, la ropa, el auto, etc., símbolos indispensables de prosperidad dentro una civilización cada vez más vacía.

Pero no somos culpables de eso, en cierta medida, todo lo aprendimos y lo efectuamos para no dejar de existir ante los ojos de los demás, aunque haya quien nos vea con indiferencia o desprecio por otras razones, donde incluso, el desprecio y otros sentimientos, sean cosas aprendidas y no posean una justificación.

Pero al final lo anterior se refiere a “hechos” y, los hechos, otra forma de demostrar la veracidad de las cosas, así lo dicen. Y quizás sean lo único que tenemos en este mundo, incluyendo el silencio y la omisión. El propio silencio, es un hecho en sí, lo es, en cuanto que comunica, como bien dijo Watzlawick. Con la omisión sucede lo mismo, si mis padres hubieran optado por ella, probablemente este escrito no se haya realizado. Pero volviendo a los “hechos”, estos nos ayudan a poder analizar y conocer de alguna manera, las cosas, las personas, los seres en general; una bolsa de plástico en la calle, no puede comportarse de manera distinta a su condición, así como una cucaracha, una mosca o un perro, tampoco lo pueden hacer. No podemos obligarlos a ser o actuar de manera distinta, porque no está en sus posibilidades, además, ¿por qué habrían de superar aquello que los define? Es una completa necedad. No hay necesidad, si así han sobrevivido hasta el día de hoy, ya sea como especie o individuos ¿Para qué exigirles algo que esté más allá de su naturaleza o posibilidades? Y esto no tiene que ver directamente con el concepto de adaptación, donde el más fuerte, hábil, inteligente, etc., sobrevive; a algunos les ha funcionado, la cobardía y la sumisión, en una palabra la inacción; les ha permitido conservar su empleo, su pareja, su tranquilidad o lo que sea que quieran conservar y está bien. No existe una verdad para todos ni una única forma de subsistir o vivir. De eso depende nuestra maravillosa diversidad de identidades, hoy en peligro de extinción, producto de la globalización y la manipulación de los medios masivos. Pero al menos, dentro de todo estos, existen un par de verdades tangibles para todos: el tiempo y la muerte. La primera tiene la característica de irse sin remedio y la virtud de no poder recuperarse. La segunda, es un hecho contundente, sin más opciones que su aceptación: la leche se pudre lo mismo que la carne. Y es cierto, como dijo Soto Antaki, “todos tenemos (o somos parte de) lo inevitable”, pero, también tenemos, la voluntad de lo posible. Y uno no tiene la obligación de perder tiempo y vida en las indecisiones ajenas, que por cierto, no tienen un gramo de gracia, sino lo contrario, son totalmente displicentes ¿No lo crees?

 

El problema real de los materiales plásticos

Por Líderes de opinión, Voces Univa Sin comentarios

Dra. Sandra Pascoe Ortiz • Profesor-Investigador del Sistema UNIVA

 

¿Es verdad que los plásticos son tan malos como los pintan? ¿Cuál es el verdadero problema con ellos?

En los últimos meses hemos visto una serie de noticias, documentales, fotografías e información en las que se ha puesto al descubierto la cantidad de residuos plásticos que se encuentran en los mares, playas, campos, ciudades y tiraderos de basura; generando con ello diferentes reacciones en todo el mundo. Hay quienes se declaran abiertamente en contra del uso de este material y proponen la prohibición del mismo, otros están preocupados por las implicaciones económicas y sociales que la prohibición de los plásticos pudiera desencadenar con el despido masivo de trabajadores y el cierre de plantas industriales de llegarse a concretar la prohibición de ciertos productos, otros aún no han pensado en estos aspectos y continúan sin tener una postura definida ante tales datos. Por otra parte, los gobiernos están trabajando en normas y leyes que regulen el uso del plástico de un solo uso, la introducción de nuevos materiales a esta industria, la transición de los procesos y el apoyo que pudieran dar hasta cierto punto a las industrias comprometidas con el medio ambiente, sin embargo, por la poca información al respecto o la ignorancia de algunos, los costos que esto pudiera implicar y demás aspectos involucrados en esta problemática, este asunto se ha vuelto en verdad complejo.

El problema de los plásticos ha servido de inspiración para diferentes campañas publicitarias que se realizan en todo el mundo con el interés de disminuir el impacto ambiental de estos materiales, no obstante, con todo esto, se ha llegado a “satanizar” al plástico en general, pero, hay que recordar que cuando se descubrió éste, la humanidad encontró la “solución” a diferentes problemas ambientales con los cuales se enfrentaba en esos momentos como por ejemplo, la tala desmedida de árboles para producir papel y cartón para bolsas, empaques, platos y popotes entre otros, este nuevo material (plástico) tenía diferentes propiedades que lo hicieron realmente atractivo y competitivo con los materiales que en esos momentos se utilizaban, no solamente con el papel; al ser ligero y resistente, podía sustituir a los metales, la madera e incluso al vidrio en diferentes aplicaciones y productos.

El plástico es un material con propiedades mecánicas importantes entre las que destacan su flexibilidad, resistencia y dureza, son ligeros, económicos y la mayoría de ellos pueden llegar a ser reciclados. En la actualidad la industria del plástico ha tenido tanto auge que prácticamente es imposible pensar en la vida común sin este material, si miramos a nuestro alrededor encontramos un sinnúmero de objetos producidos con los diferentes tipos de plástico que existen, nos encontramos en la llamada “era del plástico”, y se prevé que la producción de este material seguirá en aumento.

¿Entonces qué es lo que ha convertido a este material con tantas “bondades” en el villano de la película?

En realidad, el problema no es el material como tal, sino el abuso que se ha tenido de éste, sobre todo con los materiales de empaque y desechables además de la mala gestión y disposición de los residuos y el largo tiempo que tardan estos en degradarse.

Como es sabido al ser materiales derivados del petróleo muchos de ellos no son biodegradables y desprenden durante su proceso de degradación diferentes sustancias tóxicas y en algunos estudios se ha comprobado que afectan la salud de las personas. Investigaciones recientes han encontrado que el mayor problema de la mala disposición de estos materiales es que se fragmentan y producen cientos de partículas y micro-partículas que no se reincorporan a los ciclos de la naturaleza y quedan como micro-plásticos que contaminan sino visualmente el ambiente, sí tóxicamente. Se han encontrado estas pequeñas partículas en la arena del mar, en suelos, ríos y mares. Aún no se determinan con certeza los efectos que la ingesta e inhalación de ellos generarán en los seres que se encuentren expuestos a ellos, ya se han hecho algunos estudios principalmente con peces y desafortunadamente los resultados apuntan a que sí existen efectos negativos en estos organismos por el contacto directo con los plásticos y microplásticos.

Entonces, ¿ya está todo perdido? ¿No hay esperanza de poder resolver esto?

Desde mi punto de vista considero que sí será posible mitigar y resolver este problema. En todo el mundo se está trabajando en la generación de nuevos materiales, se están realizando investigaciones sobre degradación, biodegradación, aprovechamiento y procesos de reciclaje con plásticos, normatividad de uso y disposición de materiales, y algunos otros aspectos. El problema se irá resolviendo en la medida en que cada uno nos involucremos en la solución, en que nos hagamos conscientes de lo que consumimos y lo que hacemos con los residuos que generamos, que sepamos que cada una de nuestras acciones tiene un impacto en el medio ambiente y nos hagamos responsables de ellas, que empecemos a optimizar el uso de bolsas plásticas, es decir que no las utilicemos sin medida y una sola vez, que disminuyamos el consumo de productos desechables, que reutilicemos los envases y empaques, que nos comprometamos a depositar los residuos en los lugares correspondientes y que en este caso, tanto empresas como autoridades se encarguen de que éstos sean reciclados adecuadamente.

Ya es tiempo de llevar la bolsa de tela al mandado, de utilizar el termo, taza o botella en el trabajo y en la escuela, ya es tiempo de dejar esa mentalidad de “compro-uso-tiro” al cabo tengo con qué pagar, aquí no es cuestión de dinero sino de amor a la vida propia y al planeta porque con toda sinceridad que los plásticos desaparezcan por completo de nuestra vida, es prácticamente imposible.

Emprendimiento sostenible: Una ventaja competitiva por el bien común

Por Líderes de opinión, Voces Univa Sin comentarios

Mtra. Julia Patricia Samperio Casco • Docente UNIVA Plantel Guadalajara y Coordinadora del Centro de Competitividad y Emprendimiento Sostenible

Según Richard Branson, CEO de Virgin Group, muchos líderes de negocios se han dado cuenta de que todas las empresas deben volverse una fuerza para el bien.

Últimamente, nuestro mundo se ha vuelto un gran escenario para hablar de corresponsabilidades en materia social y ambiental y es que, no es casualidad que los medios se encuentren centrados en importantes reflexiones al respecto. Sin duda alguna, ha llegado el momento de proponer una convergencia entre gobierno, empresa, academia y organizaciones de la sociedad civil para sumar esfuerzos a favor del bienestar común. Y los grandes organismos internacionales, lo saben.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU), en conjunto con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) han desarrollado la Agenda 2030, una agenda transformadora que pone la igualdad y dignidad de las personas en el centro y llama a cambiar nuestro estilo de desarrollo, respetando el medio ambiente (ONU, 2016) y para lograrlo, propone cumplir a nivel mundial los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que invitan a todos los sectores a mejorar el estado del mundo en el ámbito económico, social y ambiental a través del cumplimiento de metas muy concretas y ambiciosas antes del año 2030. Ejemplo de ellos son: hambre cero, fin de la pobreza, igualdad de género, energía asequible y no contaminante, educación de calidad, acción por el clima, entre otros (ONU, 2016).

El emprendimiento sostenible, gira en torno a basar la naturaleza de la idea de negocio en una de las metas de uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, de tal forma que, la razón de ser de la empresa tenga una fundamentación que no permita que hacer el bien sea una mera acción social esporádica y asistencialista, sino que, por el contrario, sea una herramienta que asegure que el modelo de negocio es original, innovador y necesariamente sustentable a nivel económico para beneficiar permanentemente a su entorno, ya que, al tener el factor del compromiso social y/o ambiental, dentro de su estructura, el empresario debe cuidar las formas y fondos para poder cumplirlo.

Según el Instituto del Fracaso (2014), en México, el 75% de las empresas no logran sobrevivir a los dos años de su creación; por ello, el emprendimiento sostenible, ayudará a las empresas a que el propósito económico no sea el único fin, sino que se complemente con una propuesta de valor que resuelva alguna problemática de la sociedad o del medio ambiente que se desprenda de los ODS, brindando así, una ventaja competitiva sostenible, dado que si el fin económico no ha sido lo suficientemente fuerte para lograr la permanencia de los emprendimientos en el mercado, tal vez, planear hacer bien con intención bajo un marco de referencia internacional como la ONU, dada la corresponsabilidad que esta estrategia conlleva, sí lo sea.

Para conocer más de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, consulta:

  • http://www.onu.org.mx/agenda-2030/
  • Instituto del Fracaso. (2014). El libro del fracaso. México: Offset Rebosan.
  • Organización de las Naciones Unidas (ONU) (2016). Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Una oportunidad para América Latina y el Caribe. Publicación de las Naciones Unidas. Santiago.

 

El Ateísmo ¿un estilo de creencia?

Por Líderes de opinión, Voces Univa Sin comentarios

Dra. María Cristina Martínez Arrona • Jefa de Universidad a Distancia

 

“Recuerda que en lo que crees dependerá mucho de lo que eres” (Noah Porter)

 

En el periódico El País, se desarrolló un debate de posturas ante lo que se considera es una persona atea: una forma de expresar su ser religioso y los que opinan que no necesariamente.

Para los que el ateísmo es una forma de ser religioso, consideran que las personas que no creen en Dios, ni en las religiones, proyectan su fe en sí mismos, en cosas, ideas o personas que les dan sentido; es su forma de relacionarse con lo trascendente. Esta postura afirma que las personas se re-ligan siempre a algo, por lo tanto, la religiosidad en un contexto de secularización, lo que se relaciona con lo sagrado se vierte en lo social.

Los que opinan que las creencias no tienen que ser religiosas, consideran que estas no sustituyen “una necesidad”; los seres humanos pueden sencillamente prescindir de lo religioso, sin tener que suplirlo con algo o alguien, -con actividades o aficiones-, y esto se constata en grandes masas de sociedades avanzadas. Se entiende la religión como creencias y prácticas que responden a un sentido moral trascendente, de ahí que ser religioso, merma el progreso de una sociedad de ciudadanos libres.

La realidad es que el número de ateos va en aumento, Global Index of Religion and Atheism (2012) describe que el 59% de la población en el mundo se considera religiosa, el 23% no religioso y un 13% se declara ateo convencido. Se encuestaron a 68 países para conocer su porcentaje de ateos y China es el que cuenta con el mayor número, el 67% de su población; le sigue Japón con un 29%. México tiene un 8% de ateos superando “a todos los países latinoamericanos” cuyo promedio es del 2-3% (Gallup International, 2017).

Para la cosmovisión católica, la dimensión religiosa o espiritual es constitutivo de la persona, llámese creyente, religioso, ateo, científico, etc. Einstein decía “creer es más fácil que pensar. He ahí la razón de que haya más creyentes”, postura comprensible, cuando se separa la razón de la fe, y estas siempre deben de ir de la mano (Fides et Ratio). Los Evangelios muestran ejemplos de fe en personas, creyentes y no creyentes, que se traducen en conductas profundamente humanas (Ejem. Mt. 8, 5ss).

El debate, considero, no se debe centrar en que postura tiene razón o cuál es mejor que otra, sino preguntarnos, tu creencia ¿te hace una persona más autónoma y libre? Tus opciones de vida ¿construyen una mejor sociedad? En tu relación con los otros ¿respetas a las personas que encuentran sentido y trascendencia en sus creencias, aunque sean diferentes a las tuyas? Acciones que, para el católico, son posibles gracias a su dimensión religiosa.

Publicado en El Seminario Arquidiocesano de Guadalajara del domingo, 6 de octubre de 2019.