Cuando escuchamos misión, imaginamos inmediatamente salir a un país desconocido con condiciones difíciles y donde desconocen completamente a Dios y así es. Pero la verdad es que la misión también está más cerca de lo que imaginamos. Podemos hacer también misión con quienes compartimos trabajo, con nuestros amigos, familia. Hay personas que también necesitan de Dios y están cerca de nosotros.
El ser humano esta sediento de paz. Como cristianos somos enviados a ser agentes de paz para un mundo que vive en la angustia por el futuro y que se tortura por la culpa de su pasado, pero nosotros podemos ayudar a otros a vivir su presente, dejando estas situaciones a Dios.
La invitación de hoy es que salgamos a hacer misión con los que tenemos cerca, de hecho en la iglesia el mes de octubre esta dedicado a las misiones, es una oportunidad de hacer oración por las misiones “ad gentes” es decir a aquellos que desconocen por completo a Dios, pero sin olvidarnos de aquellos que ya han sido evangelizados pero necesitan seguir experimentando ese encuentro con Cristo que transforma.
Hagamos oración por las misiones bajo la consigna de Jesús: “la cosecha es mucha pero los trabajadores pocos. Rueguen por tanto el dueño de la mies que envié trabajadores a sus campos”. Nosotros podemos ser esos trabajadores, que mas que un trabajo es un servicio para Dios a través de los hermanos.
Señor, quiero ser misionero, predicar a todo el mundo que existes, que has dado tu vida por amor a nosotros, y que estas con nosotros, permíteme predicar la paz que das y que permanezca con ellos.