Seguimos caminando en nuestra preparación a la Navidad. Hoy encontramos el anuncio del consuelo de Dios por medio del profeta Isaías. Dios a mismo a terminado con la servidumbre, es decir, ya no seremos más esclavos, seremos libres, por la sangre de Jesús.
Este hecho histórico y de fe no quiere decir que ya no haya necesidad de hacer algo por nuestra liberación del pecado. Existe la necesidad de preparar el camino del Señor, pues Dios no irá en contra la voluntad del hombre, Él sale a nuestro encuentro cuando estamos perdidos, sabe que estamos en peligro y no quiere que nos hagamos daño.
¿Qué cosas te hacen daño? Sabe de ellas y quiere ayudarte a salir, déjalo que te ayude, abre tu corazón y prepara el camino para que el Señor habite en tu corazón en lugar de aquello que te daña.
Señor, ayúdame a abandonarme a ti, a recibir tu consuelo que libera mi corazón del pecado.