Este 2025 es un año jubilar para la Iglesia. El Santo Padre Francisco nos invita a reflexionar sobre la esperanza y a convertirnos en peregrinos de esperanza en un mundo marcado por la incertidumbre.
El Evangelio de hoy (Lc. 4, 14-22) nos lleva a meditar en el cumplimiento de las Escrituras. Dios Padre, al enviar a su Hijo Jesús hecho hombre, lo hace lleno de la gracia del Espíritu Santo para proclamar la liberación y anunciar el año de la gracia del Señor. Tras leer el pasaje, Jesús declara: “Hoy se cumple esta Escritura que acaban de oír”.
Que nuestra esperanza repose en Dios, con la certeza de que todo llega en el momento adecuado, pues la esperanza no defrauda. No te dejes llevar por lo superficial; aspira a cosas grandes y proclama desde el corazón que Dios ha cumplido su obra en ti.
En este año de gracia, te invito a buscar un lugar de peregrinación para recibir la gracia de la indulgencia plenaria, un regalo de Dios que no debemos dejar pasar. Que este Año Jubilar renueve en nosotros la esperanza en el Señor.
Señor, pongo mi esperanza en ti. Enséñame a confiar en que eres la respuesta a mis plegarias. Gracias por tu mirada amorosa y por seguir realizando en mí tu obra salvadora.