Sígueme.
Buen día a todos, querida comunidad, les deseo que comiencen esta semana y nuevo mes, que también empieza, con toda la actitud. Para ello, les prometo que este café con Dios nos va a ayudar.
A Jesús hoy, en el Evangelio, le piden seguirlo, pero inesperadamente pone, podríamos decir, condiciones: “el Hijo del Hombre no tiene dónde reclinar la cabeza”, y “que los muertos entierren a sus muertos, no pierdas tiempo, y sígueme”. En síntesis, seguir a Cristo en la práctica no es cosa tan fácil. Vamos a ponerlo en un lenguaje no religioso, que a efectos es lo mismo: seguir la verdad, hacer lo correcto, como seguir a Cristo, también tiene su dificultad. Porque en la vida ordinaria exigimos la comodidad, “reclinar la cabeza”, pero la verdad casi siempre te saca de tu zona de confort. También, hacer lo que es correcto nos cuesta un mundo, porque tendemos a ser egoístas, a “enterrar primero a nuestros muertos”: yo, yo, yo y, si quedan fuerzas, quizá los demás. Hoy Jesús nos recuerda lo verdaderamente difícil que es hacer el bien y seguir la verdad, porque va contra nuestra naturaleza herida. Pero no deja de insistir en que lo sigamos, que va a costar, sí, pero que la satisfacción y la paz interior, son el resultado inevitable. Les invito a que nos animemos este mes a seguir a Jesús, haciendo lo correcto y el bien a los demás.
¡Feliz inicio de mes
