Vayan y proclamen por el camino que ya se acerca el Reino de los cielos.
Excelente día para todos. Después de la lluvia de anoche se antoja calentar el cuerpo con un rico cafecito; también calentemos nuestra alma con este café con Dios. Hoy el Evangelio nos presenta el llamado y la misión de los doce discípulos de Jesús. ¿Y Jesús a quien llama? Por lo menos, en la lista que nos presenta Mateo, aparece un publicado, un zelota, un traidor; y podemos hablar también del rudo de Pedro, los temperamentales hijos del trueno, el incrédulo Tomás y sus demás compañeros que también tenían tela de dónde cortarles. Con esto, ¿Jesús se equivocó? Para nada, porque al final todos se dejaron moldear por el alfarero y son santos. Porque Jesús no elige a los perfectos, sino que perfecciona a los elegidos. Ahí está el gran misterio de la libertad de Dios, entonces nosotros también somos llamados a ser transformados por su amor. Amigos estemos atentos al llamado que es al final la misión del discípulo: anunciar que el Reino de Dios está cerca. Y el Reino de Dios se presenta en la misma persona de Jesús, quien se acerca a nuestra vida para perfeccionarla.
¡Feliz miércoles!