¡Buen día, comunidad UNIVA! Que Dios bendiga su jornada. Es común que, en las estructuras humanas, el criterio de poder y éxito se mida por cuánto dinero se gana o cuántas personas están bajo nuestra autoridad. Sin embargo, en el evangelio de hoy, Jesús nos recuerda que la lógica del Reino de Dios es muy diferente: el criterio de grandeza para Dios es el servicio. Así, quien desee ser el más grande debe ser el que más sirva.
Es importante aclarar que esto no va en contra del orden y la jerarquía, ya que son necesarios. Lo esencial es que quien esté a cargo de muchas personas lo haga con un espíritu de servicio, buscando siempre el bien de los demás. El poder debe estar al servicio del prójimo.
Reflexionemos: ¿Ejerzo mi trabajo como un servicio? ¿En mi hogar busco servir a mis familiares, o me aprovecho de ellos?