Padre, quiero que donde yo esté, estén también conmigo los que me has dado
Después de un merecido día de descanso, bueno, un miércoles diferente, regresemos con toda la actitud para terminar la semana llena de Diosfeína.
Tanto ayer como hoy, el evangelio nos recuerda que Jesús intercede por nosotros desde antes de su Pasión hasta el día en que lleguemos a su presencia. Sé consciente de que estás en el corazón de Jesús y que te quiere cerca y no solo por un rato, sino por toda la eternidad, su fidelidad permanece para siempre y sin pausa o interrupción.
En un minutito, te invito a recostarte en el pecho de Jesús para que te recargues de su amor y compasión, déjate apapachar por Aquel que te ama con amor eterno.