El cristiano de nuestros tiempos esta llamado a dar testimonio con su vida en medio de la sociedad y eso, querida comunidad UNIVA, es una certeza que debemos hacer vida en medio de nuestra comunidad universitaria, en medio de nuestra vida laboral, en medio de nuestras familias y en medio de nuestras amistades, de modo que al estar en medio de nuestras células sociales estemos dando testimonio de nuestro ser cristiano y sin decir una sola palabra estar predicando a Cristo el Hijo de Dios vivo.
Por esto, nunca tengamos miedo de manifestar nuestro ser cristiano, ya que al vivir una vida congruente con nuestra fe damos testimonio y luz al mundo en medio de tanta penumbra que en nuestras realidades se podrían manifestar. Por ello en el evangelio de hoy Jesús nos alienta a darlo todo por el reino de los cielos a pesar de que esa decisión implique derramar la sangre por la causa del reino de los cielos.
Estimados todos, a pesar de que a nuestra generación no le toque otra guerra cristera o alguna situación que implique de por medio defender la fe a través de la sangre, tenemos nuestras propias manifestaciones de fe que implican renuncia o muerte al mundo, como lo es el remar contra corriente en las tendencias, ideologías, políticas o cualquier otra moda que vayan en contra de la fe y la dignidad humana. Muchos le tienen miedo a no ser lo suficiente para el mundo, el cristiano debería temerle a no ser lo suficientemente digno para poder vivir en comunión con Dios.
Por ello, pidámosle a Dios que nos conceda la valentía de poder dar testimonio en medio de nuestros días, pidámosle que sea Dios quién hable a través de nosotros cuando defender nuestra fe se refiera y que sin darnos cuenta nos convirtamos en ese faro de esperanza para el mundo que busca señales de sentido, que solo Dios da, en medio del mundo. ¡Dios les bendiga!


