Miguel Ángel Martínez Moreno · Alumni del Curso en Poesía mística de San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús UNIVA Online
Se ha analizado ya el tema de la noche oscura en san Juan de la Cruz y el simbolismo que esta encierra. Pero la noche oscura del alma, ¿sólo se vive cuando se tiene una experiencia espiritual de encuentro con Dios? ¿O cuándo por fin el alma deja este mundo terreno, y por el camino de la negación espiritual se encuentra con el amado?, ¿o es acaso que uno estando en vida puede experimentar la noche oscura?
Sabemos ya que el poeta místico se vale de símbolos que le ayudan a expresar de la mejor manera posible lo vivido en las experiencias de ese carácter, san Juan habla de la noche para hacer referencia a la experiencia de purificación para poder llegar al encuentro del Creador, durante la noche es que el alma se prepara para comenzar el camino hasta Dios, solo en la noche oscura es que se puede encontrar a Dios mediante la luz de su amor.
Si bien, el término es mayormente conocido por el poema de san Juan, a partir de este simbolismo es que otros autores, místicos, santos y hasta artistas, han hecho uso del término para referirse a situaciones donde la soledad, tristeza y desolación consume a la persona. Entonces es posible que durante el transcurso de nuestras vidas pasemos por la Noche Oscura del Alma, además de los místicos (donde su experiencia se podría considerar positiva). Se ha sabido que, por ejemplo: Teresa de Lisieux, Pablo de la Cruz y Teresa de Calcuta experimentaron la noche oscura del alma, hasta Jesucristo experimentó esa sensación de desolación espiritual, cuando en la cruz clamó “Elí, Elí, ¿lemá sabactaní?”.
Estando en vida podríamos decir que la noche oscura del alma adquiere una connotación negativa, a modo en que lo vivieron los santos ya citados y el mismo Jesucristo. Es cuando el alma se siente desconectada y abandonada por Dios, pero desde mi punto de vista creo que esta noche oscura también sirve para la purificación del Alma. Puesto que desde la experiencia uno suele encontrarse abandonado por Dios cuando se ha alejado de Él mediante el pecado, cuando la persona se encuentra en la miseria es cuando experimental la noche oscura. Pero no solamente en el pecado, podría pensar también en la situación en que por alguna situación en nuestras vidas nos sentimos abandonados por Dios, como cuando tenemos un problema grave o cuando muere un ser querido, también se experimenta una noche oscura, donde en ambos casos, ya sea por el pecado por alguna situación en particular, esa sensación de abandono y desolación al final nos lleva en el camino hacia Dios, en Él es donde encontramos consuelo ante todas estas situaciones, a final de cuentas la noche oscura sigue siendo un instrumento para la purificación y encuentro del Creador. No solamente se experimentará cuando llegue nuestro momento.
Desde mi entendimiento la noche oscura supone el alejamiento de Dios, el no sentir su presencia y sentirse abandonado, para mí, es en ese momento cuando el alma se siente en amores inflamada, pues como ya he mencionado, gracias a la vivencia de la noche oscura es que se puede llegar a la presencia divina.
En conclusión, la noche oscura del alma la podemos experimentar desde ahora, cuando nos sentimos abandonados por Dios ante lo que la vida nos presenta, pero que a pesar de que como humanos nos sentimos abandonados, Dios no nos abandona, y simplemente es una etapa que hay que vivir para poder encontrar a Dios. Pero creo que cuando nuestra alma deje el cuerpo, tendrá que comenzar ese camino a través de la noche oscura para poder encontrarse con el amado, a diferencia de la noche oscura que se puede vivir en el presente, esta noche oscura la esperamos con ansias, ya que dicha noche se vivirá solo una vez, cuando emprendamos el camino hasta Dios y entonces después de haberla vivido podremos decir: “Quedéme y olvidéme, el rostro recliné sobre el amado, cesó todo y dejéme, dejando mi cuidado entre las azucenas olvidado”.