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Es difícil tener amigos

Por 27 junio, 2023Tendencias, Voces UNIVA

Carolina Palacios García · Encargada de Edición, Audio y Video, Corporativo UNIVA

 

Desde el ritual de codeo en la marea de individuos (el terror y tortura de los introvertidos) para encontrar alguno que encaje en nuestro rompecabezas de gustos, pudiendo así emprender el viaje a conocerse y descubrir cuánto durará la aventura, si un par de meses, de años, o si hay exceso de suerte, toda una vida.

Después de las increíbles y desafortunadas enseñanzas de la secundaria y, más concretamente, de la adolescencia; me di cuenta de que dicho ritual social no me era difícil y aquí, culparé a la personalidad extrovertida por dicha suerte.

Me es sencillo hacer una conversación cálida. Las frases que rompen el hielo y animan el humor lo suficiente para que se asome una sonrisa, llegan sin inconvenientes; la práctica lleva a la excelencia o ¿cómo era?

No hay mucho problema en encajar (o hacerlos encajar), incluso las conversaciones difíciles, cuando lo que hay para escuchar de ellos, no son las risas largas, sino lo que cargan en esa pesada bolsa que no suelen compartirle al mundo con tanta libertad. Es sencillo.

Volvamos a lo complicado, sencillo. Propongo que tengamos una lista de pasos, un instructivo breve y fácil de leer, que no tome mucho tiempo, claro, entre más breve, mejor. Algo como…

Paso 1: Convivencia amena y tranquila. Un par de lágrimas, un par de carcajadas y uno que otro desacuerdo.

Paso 2: Conocerse, verse vulnerable, decir la verdad, ser uno mismo; y, aun así, quedarse, hacer equipo, (pretender) ser una familia.

Paso 3: Apoyarse, estar presentes en las ausencias y escuchar en silencio, esperando que decidan si quieren sólo un abrazo o un consejo. Cuidarnos, sí, y como podamos, pero siempre los unos a los otros.

Qué bonita se lee esa fantasía, ¿verdad?

Lo cierto es, que como afirma Natalia Vivas en su artículo Psicólogo: Problemas en las relaciones sociales: Nuestro funcionamiento psicológico se ve afectado por nuestras relaciones interpersonales.

Lo que pasa con los demás, nos afecta y, con empatía e imaginación suficiente, lo que les pasa a otros, también nos afecta. Compartir la alegría de quien esté feliz o el dolor de quien sufre.

¿Qué es lo que sigue?

Bien, después de cumplir (o al menos intentar cumplir) cada punto de la lista, falta el paso más importante: Mantener una amistad.

Hay metáforas de plantas, pero seamos directos esta vez: Las amistades se mantienen por reciprocidad, haciéndole saber al otro que te importa; eso dice la experiencia y el muy parafraseado artículo de Mayo Clinic: Las amistades: Enriquecen tu vida y mejoran tu salud.

(O la empeoran… si consideramos la cita anterior a esta).

Regresemos a la comodidad que encontremos en estos ahora cuatro pasos:

Aclaramos ya, que es un proceso recíproco, así como continuo, repetitivo, recurrente, frecuente y cientos de sinónimos más que sólo indican lo que no nos gusta admitir: es cansado.

En ocasiones así es, los ciclos pueden ser agotadores, por eso la decisión de continuar es tan importante y, creo que la podemos tomar sin pensar demasiado debido al afecto que le tenemos a ese otro lado de la amistad, porque le ponemos corazón.

¡Ah, el corazón! Sanado con amigos cada que el tóxico hace alguna tontería o la tóxica se pone de irreverente… pero ¿a dónde vas si el corazón te lo rompe un amigo? Si sólo se tratara de romance, por ejemplo, con llorar un par de canciones y otro par de meses con su vicio controlado de preferencia, desaparece el dolor (o eso nos decimos).

Ojalá fuera tan fácil como sacar con otro clavo a la expareja en turno cuando se trata de perder una amistad; donde el refugio de las relaciones románticas, las caídas emocionales y la abrumadora rutina, ya no existe.

Ya no sé si es sentimentalismo o mi poca «colmilluda» manera de ser (como constantemente se me recuerda), el privilegio de la ignorancia o la desgraciada inocencia que mi necedad no deja de buscarle al mundo; sólo creo que ese tiempo obsequiado, se marchó con el cariño que siempre se vistió a ese vínculo, aunque fuera unilateral un par de (muchas) veces.

Y… finalmente, confieso que, mi gran interés por darle vueltas al asunto hasta sacar el tornado en catarsis es porque de alguna manera tenía que volverlo tangible, bueno, tan tangible como una idea puede ser. A lo mejor dicha inquietud, sólo es porque (en palabras de mis amigos) tengo mucho corazón o porque soy una persona sensible… Aun después de dos meses, sigo sin saberlo con certeza, tal vez la respuesta más corta a todo esto, sea volver a leer el título.

 

 Referencias

Madrid, P. E. (s. f.). Problemas en las relaciones sociales | Psicológico en Madrid. Psicólogo en Madrid Centro – Natalia Vivas. https://www.psicologoenmadridcentro.es/problemas-relaciones-sociales

Las amistades: Enriquecen tu vida y mejoran tu salud. (2022, 5 marzo). Mayo Clinic. https://www.mayoclinic.org/es-es/healthy-lifestyle/adult-health/in-depth/friendships/art-20044860

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