Hoy damos inicio a las posadas. No me refiero únicamente a las tradicionales fiestas navideñas, sino al profundo significado del camino de María y José buscando un lugar donde pudiera nacer Jesús, el Hijo de Dios. Dentro de la liturgia, también comienzan hoy las llamadas antífonas de la «O», que nos acompañarán hasta el 24 de diciembre. Estas antífonas, que inician con esta letra, nos preparan para la llegada del Emmanuel, el Dios-con-nosotros.
La antífona de este día nos presenta a Jesús como la Sabiduría: aquella que dispone todas las cosas con fortaleza y suavidad. ¿Necesitas una brújula que guíe tus pasos? La sabiduría de Dios nos ilumina y nos ayuda a discernir el camino correcto, evitando que nuestros pasos vacilen.
Nos encontramos ya a solo una semana de la Navidad. Es el momento perfecto para preparar nuestro corazón. Te invito a reflexionar en familia y a agradecer a Dios por todo lo que nos ha concedido: por el amor que nos une, por su cercanía y por su fuerza para enfrentar las dificultades. Aun en medio de los desafíos familiares, es importante tener siempre la intención de encomendarnos a Él.
La familia es el núcleo donde nace y crece la fe. Que nuestras acciones sean un testimonio de esa fe que compartimos y vivimos día a día. Pidamos a la sabiduría de Dios que guíe nuestros pasos en el camino de la vida y nos permita discernir con claridad:
¿Qué debo agradecer en mi familia? ¿Qué heridas necesitan ser sanadas? ¿Qué situaciones debo dejar en las manos de Dios?
La sabiduría divina actúa precisamente allí: en el corazón dispuesto, en la fe entregada y en el amor que transforma.
