Mtra. María Ana Rábago Agredano • Docente de Ciencias de la Comunicación, Lenguajes y Multimedia.
Una noticia más, si así, como queda solo en reseña periodística una desaparición, como un feminicidio se hace viral por días o solo horas; como queda en memes el reflejo gracioso de un pueblo sin sustancia para decir, como queda en cifras, la opinión de las autoridades. Así quedó en la memoria de México el paro del 9 de marzo y no es mi percepción, es lo que, al buscar resultados del paro, arrojan los medios de comunicación, las redes sociales y algunos blogs o webs.
Me pregunto ¿Cómo habrá quedado el ideal del paro, de la invisibilización de las mujeres para hacernos visibles, para denotar una importancia que pareciera que no existe… eso que al parecer da igual? Quedó como esas películas donde, por arte de magia, se hacen cambios de roles del papá a la mamá o de la hija a la madre, y es ahí, cuando se valoran y agradecen las acciones del otro. ¡Qué lindura!
¿Será que un día después es muy poco tiempo para hablar de efectos? ¿No se supone que serían inmediatos?
Y no es el hecho del paro, de la inmovilización o de la solidaridad, no es lo que hacen las protagonistas, lo realmente importante sería que la audiencia, a quien va dirigido el mensaje, reflexione y actúe… ¡Que actúe!
¿Quién o quiénes son la audiencia? Los que desde el principio denostaron la propuesta, la minimizaron e incluso nos llamaron flojas por no existir un día. Ellos son los que no funcionan.
Hoy, un día después, no tengo nada más que decir; aquí dejo los sacos (hay de todos los tamaños), para que se los pongan sus dueños.