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Urgente la visión de la interseccionalidad

Dra. Lucía Almaraz Cázarez · Experta en derecho, seguridad pública y control de la corrupción. Analista política y docente de Ciencias Sociales y Humanidades, UNIVA campus Guadalajara.

 

 La interseccionalidad es un marco diseñado para explorar la dinámica entre identidades coexistentes (por ejemplo, mujer, negra) y sistemas conectados de opresión (por ejemplo, patriarcado, supremacía blanca). El término fue creado por Kimberlé Crenshaw y desafía el supuesto que sigue socavando el movimiento feminista: que las mujeres son un grupo homogéneo, igualmente posicionado por las estructuras de poder.

La lente de la interseccionalidad permite que la superposición entre las identidades de raza, sexo, clase, sexualidad, etc. se incorpore completamente en el estudio estructural, proporcionando así un análisis feminista con la perspectiva para abarcar el verdadero rango de la vida de todas las mujeres, y el alcance para comprender todas las experiencias que les circunscriben.

Las personas vivimos situaciones de vulnerabilidad y distintos tipos de violencia de manera simultánea según nuestro género, relaciones sociales, etnia, ubicación geográfica y hasta las estructuras de poder que condicionan nuestro contexto. Históricamente, podemos gozar de algunos privilegios, pero también enfrentarnos a otras opresiones sistémicas, como la discriminación, el racismo o clasismo y saber que todas las personas estamos atravesadas por una serie de desigualdades, a esto, se le conoce como interseccionalidad.

El documento “Una herramienta para la justicia de género y la justicia económica” escrito por Alison Symington y publicado por la ONG Association for Women’s Rights in Development (AWR), señala que implementar la interseccionalidad permite erradicar la violación a los derechos humanos y establecer un desarrollo sustentable en la vida de niñas, mujeres y grupos históricamente en contextos vulnerables.

La AWR señala que los gobiernos deben realizar un análisis interseccional que se nutra de vivencias y posturas de todas las personas, en el caso de México, por ejemplo, podría realizarse un estudio de cuál es el contexto que viven las mujeres desde los estados del norte, hasta la región del sur, en Yucatán y Quintana Roo; y que las voces de todas sean tomadas en cuenta para generar políticas públicas diversas que comprendan que fenómenos como la violencia no se encuentran bajo la influencia de los mismos factores.

Desde diferentes trincheras, las mujeres vivimos distintas violencias, somos personas pluriculturales atravesadas por múltiples identidades y rasgos. Encasillar a una mujer solo por su género y crear programas públicos en masa para tratar la violencia, es un acto que carece de empatía y que en nada abonan a la violencia sistemática que sufrimos a diario las mujeres y las niñas en México.

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Join the discussion One Comment

  • María Cristina González Martínez dice:

    Excelente artículo el de la Dra. Lucía Almaraz Cázares, felicidades.