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Tres factores culturales de México que afectan en la criminalidad

Por 6 diciembre, 2022Líderes Universitarios

Erika Josseline Tadeo Sigala · Estudiante de la Licenciatura en Criminología y Criminalística, UNIVA Guadalajara. Trabajo realizado en la asignatura de Sociología Criminal, bajo la asesoría del Mtro. Diego Santiago Carrillo Garibay.

 

“La cultura es todo lo que constituye nuestro ser y configura nuestra identidad. Hacer de la cultura un elemento central de la política de desarrollo es el único medio de garantizar que éste se centre en el ser humano y sea inclusivo y equitativo” (La Organización para las Naciones Unidas para la educación, la cultura y la ciencia, UNESCO, 2017).

Acciones que parecieran cotidianas o “normales”, pueden alentar a la sociedad a cometer actos ilícitos, propiciando como consecuencia un país inseguro y delictivo. La idolatría hacia personajes que cometen actos delictivos y/o violentos, como son los narcotraficantes, y su glorificación en series, películas o música, nos hace querer ser como ellos, ver su comportamiento como algo bueno; series como “Rosario Tijeras”, “El señor de los cielos” y los corridos o narcocorridos, en donde se justifican sus acciones, nos incita a querer replicarlo. En nuestra cultura vemos acciones que perjudican a personas, y las copiamos, frases como “las mujeres son más emocionales que los hombres”, “los pobres son pobres porque quieren”, “así se comportan los hombres”, normalizan problemas en lugar de analizarlos e intentar combatirlos.

A continuación explicaré a detalle cada uno de algunos factores, según mi opinión y varios autores que ven la criminalidad como consecuencia de nuestra cultura:

 

Pobreza

Como mexicanos se nos tiene marcados con un tipo de ideología: la flojera.
Aunque realmente somos de los países más trabajadores, pero de los países menos desarrollados. En nuestra cultura, desafortunadamente tenemos la pobreza. Y al ya tener establecido uno de los factores de la criminalidad tenemos el primer factor relacionado del porqué de nuestros índices de criminalidad.

Ahora bien, la pobreza no es un signo de delincuencia, pero sí puede llegar a ser una de las causas y hasta consecuencia de la misma. O sea que, la pobreza no es un factor por sí solo para que las personas cometan crímenes, pero puede ser un impulso, y la pobreza también puede ser consecuencia de la misma criminalidad, dejando este ciclo interminable.

Según la Coparmex, México es el país de la OCDE en donde, en promedio, se dedican más horas al trabajo. Datos de 2019 muestran que son, en promedio, 2,137 horas al año; mientras que los países de la OCDE tienen un promedio de 1,730 horas. Es decir, que en México se trabaja 23 % más horas. Entonces, ¿por qué no se ve el fruto de nuestras horas de trabajo?

De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, en el segundo trimestre de 2022, la Población Económicamente Activa (PEA) fue de 59,3 millones de personas, 1,7 millones más que en el mismo periodo de 2021. “La PEA representó 59,9 % de la población de 15 años y más” (Coparmex, 29019).

Según la CONEVAL 13.9 % es el porcentaje de pobreza en México en lo que llevamos de este año (Coneval, 2022). El cambio porcentual anual de la línea de pobreza extrema por ingresos (canasta alimentaria) en febrero de 2022 fue de 13.9 % en el ámbito rural y de 12.8 % en el urbano.

Todo esto nos indica que, la pobreza se va desarrollando más cada día, aunque no se tienen datos claros del porqué, ni cómo es posible que se trabajen esas horas al día y no se vea el resultado, sino las repercusiones de esta injusticia en nuestra sociedad.Considerando lo anterior, podemos entender que, aunque en promedio trabajemos más no recibamos lo que merecería el trabajo dejándonos con deudas, familias y necesidades sin reconocer, por lo que recurrir a robar, asaltar o a unirse a los grupos delictivos suena como una necesidad en nuestro país, ya que, el índice de delincuentes por robo o asalto por una necesidad cada vez crece más en México, pues las personas piensan en sobrevivir.

Este factor de la pobreza se ve en nuestra cultura, ya que lo tenemos en nuestra vida diaria, en la calle, lo vemos en todos lados y aún así no tomamos responsabilidad de ello.

 

Injusticia e impunidad 

Pienso que estos dos factores se pueden contar como uno solo, ya que, desafortunadamente van de la mano en México, pues si alguna vez se ve una injusticia, es muy probable que quede impune. A continuación mostraré los porcentajes y cifras que respaldan mi opinión.

El porcentaje de impunidad en México es del 94.8 % según estudios. Según la FGR en 2020 inició 38, 855 carpetas de investigación. Esto contribuye a la confianza de los criminales a continuar o a migrar de tipología de delitos a más violentos, o que otros ciudadanos se hagan primodelincuentes (Forbes, 2021).

¿Y qué pasa cuando socialmente no sentimos que podemos denunciar, o cuando históricamente no les dan la capacitación necesaria a los servidores públicos y dejan a las víctimas revictimizadas, e incómodas sin ganas de seguir el proceso? ¿O la visibilización de problemas en donde los mismos policías están dentro de los crímenes porque su salario mínimo y sus horas de trabajo requeridas son exhaustivas? ¿O que son tantas las carpetas de investigación que simplemente le dan prioridad a otro tipo de delito? ¿O si los afectados no tienen el dinero para hacer un trámite justo? Como podemos ver, cada problema o causa en sí es un mundo de explicaciones del porqué muchas veces decidimos ceder a nuestro alrededor y ya no continuar con la investigación, haciendo que el problema de la impunidad, así como su porcentaje, sigan incrementándose.

 

Corrupción

Se define como todo abuso de poder, para obtener gratificaciones (Senado de la República, 2015).

El delito de abuso de poder está descrito en el artículo 215 del Código Penal Federal, cuando se niega o entorpece protección o servicios particulares, no se dan la atención a las solicitudes de aplicación de justicia, cuando no dan apoyo a la fuerza pública a su solicitud, ocultar presencia de presos bajo su custodia, el permitir la privación ilegal de libertad, apropiarse de recursos, contrataciones fraudulentas, obligar a otros (Código Penal Federal, 2021).

El abuso de poder se da por parte de los gobiernos e instituciones de alto mando en México, en la que deciden dar mayor importancia al fin de lucro y poder.

Según Corazón de la capital, en su estudio México subió seis lugares del ranking del Índice de percepción de la corrupción (IPC) en su edición 2020. Lo contradictorio es que el gobierno lo vea como un logro, ya que México sigue siendo percibido como uno de los países más corruptos, hablando de todos los niveles de poder que hay. Desde los policías que, por su salario, es fácil corromperlos, si a muchos políticos que su salario cubre más de 6 cifras se les corrompe, imagínense a funcionarios públicos mal pagados.

Ligando este factor de la corrupción con la pobreza, la injusticia e impunidad, surge el de la desconfianza en los procedimientos de las instituciones, existe la impresión de que los funcionarios están “comprados”.

 

Conclusiones

  • Hay diferentes tipos de factores que hacen que las personas vean a la criminalidad como algo normal, algo que no se puede cambiar, aunque esto último no sea cierto.
  • La mayoría de los crímenes que se cometen en México son por algún tipo de necesidad, y los que no, están impulsados por la agresividad que normalizamos en nuestra sociedad.
  • A las personas se les hace más difícil confiar en los órganos e instituciones de justicia por experiencias pasadas, en donde se les ignoró, o en su proceso los hicieron sentir inseguros e indefensos.
  • Hay muchas causas por las que las personas cometen crímenes y muchas veces, en el caso de México, es por necesidad. Por lo cual el nivel de peligrosidad como criminólogos es muy importante, aunque dejado de lado. Sería lo ideal formar perfiles criminológicos y partir de ahí poder hablar de una reinserción social buena, para evitar que reincidan en el crimen.
  • Hay que poner una responsabilidad hacia las instituciones por los altos niveles de incompetencia y desinterés hacia los problemas más recurrentes de México, que son causa de los que más critican que es la delincuencia, como la corrupción y la pobreza, y poner medidas que en lugar de “sostener” el problema, lo resuelva.
  • Los ciudadanos también somos responsables de los problemas de la sociedad al no hacer un cambio.
  • Es necesaria la visibilización de estos problemas.
  • Hay muchos otros factores de la criminalidad en México, por ejemplo: el desempleo, los bajos sueldos, la normalización de actos delictivos, la mala calidad educativa, entre otros.

 

Propuestas

  • Invertir para aumentar el nivel académico de las escuelas públicas, desde kínder hasta universidad, para generar una mayor igualdad en oportunidades de trabajo.
  • Dar ayudas financieras o “becas” a personas que las necesiten con el único propósito de contribuir a la sociedad: limpiar comunidades, trabajar con personas discapacitadas o adultos mayores, entre otros.
  • Que en los servicios sociales de los universitarios se implemente la limpieza de la comunidad, cuidado de animales, personas discapacitadas, adultos mayores, reforestación, recolectar y repartir víveres, y demás.
  • Contribuir monetariamente a escuelas de arte, música y deportes para niños, niñas y adolescentes, para que sean capaces de canalizar sus problemas o enojo y emociones hacia actividades recreativas de una forma sana.
  • Ampliar la educación de los maestros y educadores con psicología, psicopedagogía y cursos de criminología educativa: procesos de la educación con relación a conductas antisociales como medida de prevención.
  • Invertir en un buen programa de reinserción social para los presos que acaban de salir, donde se tenga acceso a la salud física y mental; una educación que les ayude a conseguir trabajo.
  • A las personas que cumplieron su sentencia, darles seguimiento y contacto para la prevención de una posible reinserción criminal.
  • Mejora a las políticas para combatir el crimen desde una visión basada en la criminología, implementando perfiles criminológicos en las cárceles y centros de detención; implementar tácticas preventivas en las escuelas para disminuir las probabilidades de que los jóvenes cometan crímenes y sepan que están seguros si denuncian a criminales que puedan estar cerca de ellos.
  • Investigar los diferentes factores de cada crimen para generar tácticas especiales de prevención y contención.
  • Implementar asignaturas de salud mental en las escuelas con especialistas, que cada alumno tenga un seguimiento en cuanto a su salud mental dentro de las instituciones educativas.
  • Que el gobierno se abra y acepte propuestas necesarias para la mejora de México.

 

 

Referencias

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