
Ana Laura Zavala Oviedo ·Estudiante de Licenciatura en Producción de Medios Audiovisuales
Dulce néctar de la vida que riega este desierto,
dejado en el olvido, casi muerto
carente de emociones
deseando a un campo de
flores,
ridículo que algo tan sediento
falto de sueños y futuro sin duelo,
anhele tu suave lluvia
que revive la lujuria
Ignoro al sol que me
acompaña pues no es más que
un ingrato que absorbe mi vida
con saña y total desenfreno
Insatisfecha con su calor abrasador
que intenta reducirme a nada
conduciendo al desamor
solo observando si resulto embarazada
Desesperada busco la frescura de tu persona
la brisa otoñal de tu piel
solo la tuya embona
energía femenina y cruel
Solo mirando tus ojos veo la belleza de la vida
Aquella que había perdido color hace tanto tiempo
liberándome, pues sin ellos estaba perdida
¡créeme!, pues yo no te miento
Casi ocultos tras aquellas pestañas que dan inicio a los vientos
Contemplando el mundo con aquellos ojos luminosos,
Esos que me elevan cual cometa y despiden a mi cordura
sumergiéndome en la más dulce locura
Descubro nuevas tentaciones
adornadas con rosas y tulipanes
suaves y tranquilas
amor es lo que destilas
Esos labios rojos que incitan a lo incorrecto,
trayendo al deseo
Dejando su marca con cada beso
Me siento arder tras un roce indiscreto
Y esos cabellos tan oscuros e hipnotizantes
que prometen guiarme a un oasis
Ahogándome cada vez que me pierdo es sus ondulaciones
Ignorando las restricciones