De lengua me como un taco

Dra. María Ángeles Aldana Hernández · Docente UNIVA Online

Nuestra mente es un sistema complejo de relaciones y procesos que nunca deja de trabajar, de modo que la estructura del pensamiento humano tiene un orden, una sistematización e incluso una jerarquía. Se ha dicho que la mente humana puede compararse con una súper computadora, misma que no ha sido creada.

Por otro lado, el pensamiento como actividad humana, se realiza como creación y como actividad de la mente y es algo que no puede dejar de hacerse.

Disponer del pensamiento para obtener ideas claras y significativas resulta todo un reto en estos tiempos, pues la relación dinámica que existe con el lenguaje y la escritura, conlleva el filtrado de esos pensamientos, y, cuando esto llega a suceder, se trata de un proceso creativo que se enriquece y revoluciona.

Pestalozzi (citado por Paul y Elder, 2005, p. 8) afirma que: el pensamiento dirige al hombre hacia el conocimiento. Puede ver, oír, leer y aprender lo que desee y tanto cuanto desee; nunca sabrá nada de ello, excepto por aquello sobre lo cual haya reflexionado; sobre aquello que, por haberlo pensado, lo ha hecho propiedad de su propia mente.

Entonces, pensamiento es un concepto que puede definirse como: todo lo que pasa por nuestra mente en algún momento (recuerdos, ideas racionales o generadas por la imaginación). Así, el pensamiento crea y determina el lenguaje, manteniendo una relación interdependiente y dinámica que luego favorece la comunicación y, por tanto, la escritura.

Comunicar es un proceso circular, es decir, el interlocutor genera una retroalimentación, mientras que informar implica entregar o dar algo.

Según el Diccionario de dudas del lingüista Fabián Coelho, etimológicamente el significado de la palabra comunicación es la idea de poner nuestras ideas y pensamientos en común con los de otra persona, pues lo común es aquello que se comparte. La comunicación en ese sentido es la acción de compartir con los demás lo que pensamos, creemos o sentimos, y también, por lo tanto, de transmitir o difundir informaciones o mensajes para hacerlos del conocimiento de los demás.

Ahora bien, información es el conjunto de datos procesados y ordenados para su comprensión, que aportan nuevos conocimientos al ser humano.

Y entonces para aprender a leer los medios de comunicación como la televisión, las redes sociales, entre otros, ¿qué tenemos que hacer? Para lograr la tan de moda comunicación asertiva.

La máxima periodística: Las malas noticias son buenas noticias, frase que motivó la práctica periodística por más de un siglo y medio, y que hizo que el mercado llevara el ejercicio a un tono morboso, carente de análisis, pues su producto final señalaba es lo que vende.

Las consecuencias de este estilo de comunicar no son vagas, han implicado la naturalización de la violencia y la sensación de desamparo social, en donde la realidad plasmada parece no poder ser distinta. Hay diferencia entre exponer hechos, argumentar o contraargumentar, como en cualquier debate político. La ética y la responsabilidad social son dos puntos importantes, que los que comunican deberían considerar.

Pero… y en la vida cotidiana todo esto, ¿a dónde nos lleva?, pues revisamos entonces que día a día son decenas y hasta miles de mensajes, comunicados, pensamientos, ideas y escenarios con malas noticias, que sirven para poner en cuestionamiento las fallas de la sociedad en que vivimos… ¡uff! Esto suena agotador.

Como la bola de nieve que cae sin control, los pensamientos negativos o las malas noticias nos arrebatan la energía, cuanto más se entrega uno a esos pensamientos, más fuertes se vuelven y demeritan la calidad de vida. Un pensamiento negativo duele y condiciona una conducta y nuestras decisiones.

Solo siendo conscientes de nuestros pensamientos negativos podremos tomar medidas para desactivarlos.

La propuesta para contrarrestar este escenario puede ser así:

• Decodificación y comprensión que depende de la calidad de los conocimientos previos sobre lo que se lee y las habilidades para distinguir los contenidos principales.
• Buscar y encontrar tips para desarrollar la comprensión lectora.
• Destinar momentos de reflexión e interiorización de los mensajes recibidos, dando tiempo para procesarlos.
• Validar la confiabilidad de la fuente de información.

Para tener pensamientos positivos:

• Observa, pero no juzgues, busca la contradicción.
• Piensa en los procesos, ríete.
• Háblate en tercera persona, muévete y actúa físicamente.
• Evita los disparadores de pensamiento negativo: una canción, una imagen, una lectura, compañía de ciertas personas.
• Rodéate de experiencias agradables, recuerda que nadie es perfecto, sigue adelante.
• Los pensamientos no durarán toda la vida, son fugases y temporales.

Y si todo ello no es suficiente, entonces, recuerda la sabiduría mexicana… De lengua me como un taco.