Skip to main content

COP29: retos y desafíos en un mundo turbulento

Dr. Francisco Navarrete Baéz · Docente Investigador UNIVA Guadalajara

En el contexto de un mundo marcado por turbulencias políticas, económicas y sociales, del 11 al 22 de noviembre de este año se llevó a cabo la COP29, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en Bakú, Azerbaiyán. Esta edición, conocida como COP29 (por “Conference of Parties” y su 29ª edición), continúa una tradición iniciada en 1995 en Berlín, Alemania, con hitos como la COP16 en Cancún, México. Estas conferencias nacen de los compromisos adquiridos desde 1992 en torno al cambio climático y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos en 2015. 

Un foro decisivo en tiempos críticos 

La COP es un espacio multilateral donde se toman decisiones clave para enfrentar la crisis climática que afecta a todo el planeta. Sus metas incluyen limitar el aumento de la temperatura global a no más de 1.5°C, apoyar a las comunidades más vulnerables frente a los impactos climáticos y alcanzar cero emisiones netas para el año 2050. 

En un panorama global caracterizado por cambios de gobierno en países como México, Estados Unidos y Alemania, así como por conflictos armados como la guerra entre Rusia y Ucrania, el enfrentamiento entre Israel y Hamas, y otras crisis en Asia y África, la COP29 se centró en consolidar compromisos previos y abordar nuevos desafíos. 

Prioridades y logros de la COP29 

Uno de los puntos centrales de esta edición fue la financiación climática. Retomando un objetivo planteado en la COP28 en Dubái, se buscó garantizar recursos económicos para que todas las naciones puedan implementar las medidas acordadas, especialmente aquellas con menos recursos y mayor vulnerabilidad. Se lograron compromisos de 300 mil millones de dólares anuales hasta 2035, aunque esta cifra está lejos del billón inicialmente solicitado. Sin financiamiento suficiente, los avances quedan limitados, a pesar de las mejores intenciones. 

Otro progreso significativo se dio en los mercados de carbono. Este sistema permite a organizaciones y países comercializar certificados de emisiones, incentivando proyectos que reduzcan gases de efecto invernadero. Además, se acordó mayor transparencia en los reportes de emisiones por nación, lo que busca garantizar un seguimiento más objetivo y equitativo. 

La COP29 también incluyó un enfoque en equidad de género, infancia, juventud y participación de la sociedad civil. Asimismo, se destacó el papel del sector privado, tradicionalmente rezagado en su compromiso climático. Este aspecto será evaluado en la COP30, que se llevará a cabo en Belém, Brasil, en 2025. 

Contexto político y económico 

Resulta paradójico que las dos últimas ediciones de la COP se hayan celebrado en países cuya economía depende en gran medida del petróleo y el gas, como Emiratos Árabes Unidos y Azerbaiyán. A esto se suma la postura de países como Brasil, que, pese a su tradición ambientalista, ha optado por retrasar su transición energética para mantener el crecimiento económico. 

En el caso de Estados Unidos, la posible llegada de Donald Trump a la presidencia genera incertidumbre, dada su postura escéptica frente al cambio climático. Por otro lado, China, siendo uno de los mayores emisores per cápita de gases de efecto invernadero, enfrenta presión para asumir un rol de donador de fondos en lugar de receptor, dadas sus vastas capacidades económicas. 

Reflexión final 

A pesar de los logros obtenidos, queda por ver cuánto de lo acordado en la COP29 se materializará en acciones concretas y resultados tangibles. El seguimiento en los próximos meses será crucial, especialmente en un contexto global tan incierto. 

 El éxito de estas iniciativas no solo afecta a las generaciones presentes, sino que define el futuro de toda la humanidad. Por ello, es imperativo mantener el enfoque en la implementación y resultados de estos acuerdos climáticos. 

Comunicación Sistema UNIVA

Author Comunicación Sistema UNIVA

More posts by Comunicación Sistema UNIVA