Berenice Reyes Beltrán · Cofundadora de Mat Crianza A.C., asociación para la maternidad, crianza y neurodiversidad
Nos mintieron.
Imagínate pasar 4 o 5 años estudiando, lograr terminar una licenciatura y que el día de tu graduación te digan, lo que importa es que te cases y seas mamá.
El pasado mes de mayo el pateador de los Chiefs de Kansas City, Harrison Butker fue elegido para dar un discurso de graduación. Y fue ahí donde, frente a unas 500 personas, dijo:
“A las damas hoy presentes, felicidades por un logro increíble. Quiero hablarles a ustedes directamente porque creo que es a ustedes, las mujeres, a quienes les han dicho las mentiras más diabólicas. ¿Cuántas de ustedes están esperando a subir al escenario, pensando en los ascensos y títulos que van a conseguir en su carrera? Algunas de ustedes pueden llegar a llevar carreras exitosas, pero me atrevería a suponer que la mayoría de ustedes están más emocionadas por el matrimonio y los niños que traerán al mundo”.
¡Espera, se pone mejor!
“Les puedo decir que mi hermosa esposa Isabel, sería la primera en decir que su vida realmente comenzó cuando comenzó a vivir su vocación como esposa y como madre”.
Luego con un nudo en la garganta y lágrimas en los ojos dijo que él puede estar ahí y es quien es, gracias a que su novia de la secundaria, se convirtió a la fe, se hizo su esposa y abrazó uno de los títulos más grandes de todos: Ama de casa. Y agrega, puede que sus sueños de tener una carrera no se hayan cumplido, pero si le preguntas si se arrepiente diría a carcajadas, ¡diablos, no!
Después se dirigió a los caballeros presentes y les pidió que no se disculpen de su masculinidad, y luchen contra la emancipación cultural del hombre.
En el evento todo fue miel sobre hojuelas, estaba dentro de una universidad religiosa y bastante conservadora, pero afuera se rompió el internet, la NFL se lavó las manos, se deslindó de su discurso y más 100 mil personas pedían fuera sacado del equipo.
Y aunque yo también me enojé al escucharlo, después de tanto verlo, leer comentarios y reacciones al respecto, creo que tiene razón. Somos a las que nos han dicho las mentiras más diabólicas siempre. Desde hacernos creer que somos menos y que no valemos, hasta hacernos creer que podemos ser y hacer todo lo que queremos. Vendernos la idea de una boda como parte aguas de nuestra vida con el sueño del “vivieron felices para siempre”, o ponernos una toga y un birrete con el sueño de que llegaremos a los puestos más altos, cuando sabemos que, en ambos casos, son ellos, los creadores de las mentiras, los que no nos dejarán lograr ninguna. Mientras nosotras nos desgastamos tratando de cumplir expectativas que no son nuestras.
Y aquí es donde creo que viene la peor mentira, que es la que nos decimos a nosotras mismas; “nosotras podemos hacer todo”. Mentira no es, pero hacer todo al mismo tiempo… Es la receta perfecta para el colapso mental en el que tan frecuentemente nos encontramos, además, ¿ser mamá y ama de casa o profesionista la única opción?
¿Ser la dos y hacer más de lo posible, es lo mejor? Alguna vez te has preguntado qué pasa si no haces, si por un momento dejas la lucha y descansas, si te conoces, si ves que es lo que realmente quieres y esperas de la vida, dejemos de comprar mentiras, de correr, de querer hacer y hacer, aunque dejemos de dormir o comer.
El reto de hoy es, no sólo no aceptar las mentiras del patriarcado, es no mentirnos a nosotras creyendo que todo lo que hacemos, es porque queremos y no sólo por demostrar que podemos. Ya sabemos de lo que somos capaces, es momento de darnos permiso de simplemente ser.
