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Capacidad solar en México en un panorama de cambio climático

Aída Yolanda Jiménez Romero · Becaria Delfín UNIVA y Estudiante de Licenciatura en Ingeniería en Energía en la Universidad de Guadalajara. 

Está claro que la situación energética de México actualmente está en un punto crítico, nos encontramos en el lugar 14 a nivel mundial de emisores de gases de efecto invernadero y en el segundo lugar en América Latina, sin embargo, no se ve un esfuerzo activo por parte de las autoridades del país para cambiar esta situación. Los datos más recientes del Inventario Nacional de Emisiones de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero 1990-2019 muestran que las emisiones de 2019 fueron de 736.63 millones de toneladas de dióxido de carbono CO2 equivalente en gases de efecto invernadero. En dicho documento, también queda claro que el sector que contribuye mayormente a estas emisiones es el energético con un 64 %, las cuales, a su vez, provienen principalmente de la quema de combustibles fósiles. Sin embargo, el panorama no se ve nada prometedor, ya que otras fuentes calculan que las emisiones de CO2 equivalente en el 2020, un año después, fueron de aproximadamente 804 millones de toneladas, esto implica un aumento de aproximadamente 68 millones de toneladas de un año al otro, lo cual parece menos esperanzador si mencionamos que en el 2019 se comenzó la construcción de la refinería Dos Bocas, en Tabasco, la cual habría sido diseñada para producir 170,000 barriles de gasolina y 120,000 de diésel al día, mismos combustibles fósiles que son responsables de la crisis climática que cada vez se está volviendo más difícil de ignorar.  

Pareciera que no existe ninguna otra alternativa, pero olvidamos el hecho de que México está catalogado como un país megadiverso que, si bien se refiere a su fauna, es cierto que esta fauna encuentra su hogar en ecosistemas muy variados y con abundancia en cuanto a recursos naturales.  

Comenzando con el recurso más obvio: El solar. México se encuentra en una posición geográfica privilegiada en cuanto a este recurso, ya que, de acuerdo a los resultados presentados en la COP16, el territorio mexicano cuenta con una radiación promedio de entre 5.66 y 6.16 kWh/km2, la cual en las zonas norte del país incluso excede los 8 kWh/km2, lo que implica que tenemos un alto potencial de aprovechamiento fotovoltaico y solar térmico. A través de pruebas de laboratorio con paneles fotovoltaicos, estufas y concentradores solares, se ha demostrado las ventajas del aprovechamiento de la energía del sol, que aunque estos equipos varían en eficiencia dependiendo del modelo y las condiciones atmosféricas puntuales se observa que hay ahorros potenciales de energía como disminución de consumo de gas LP o electricidad y a pesar de tener variación en sus eficiencias, comparativamente con un sistema industrial de producción de energía eléctrica, como puede ser una central termoeléctrica, que son la principal fuente de energía eléctrica que tiene una eficiencia de entre el 30 y 60 %, que puede ser más alta que los equipos solares y no están supeditados a la falta de sol y los fenómenos naturales, como los nublados y la lluvia, pero la desventaja más grande que tienen es la gran producción de emisiones contaminantes y el costo del combustible que en el caso del sol no existe un cargo por utilizar el sol, por lo que consideramos que es relevante cambiar nuestra mentalidad al respecto, y dejar de ver estos métodos por sus debilidades y veamos cómo lo que son: maneras de aprovechar un porcentaje de la energía que, de otra manera, estamos desperdiciando. 

En conclusión, es imperativo que se tomen acciones para mitigar las consecuencias del cambio climático ya, no es algo que se pueda dejar para futuras generaciones ni que podamos seguir ignorando, ya que, cómo lo hemos notado en el aumento de olas de calor y desastres naturales durante los últimos años, se está convirtiendo en una necesidad cada vez más difícil de ignorar y de postergar, y podemos empezar disminuyendo nuestras emisiones de gases de efecto invernadero, que son las principales causas de dicha situación. Si bien, cada ciudadano es responsable de poner su parte, desde sustituir sus calentadores de gas o eléctricos por calentadores solares de boro silicato que, dicho sea de paso, son de los métodos de aprovechamiento termosolar que ofrecen mayor eficiencia, o colocando paneles solares en nuestras casas, es importante tener claro que estas medidas son pequeñas en comparación a las emisiones industriales, y que se requiere la aplicación severa de políticas que de verdad estén impulsadas por un interés medio ambiental. Es necesario un cambio sistemático y de raíz, y que, si bien, la parte económica es muy importante para el desarrollo de nuestro país, es necesario tener siempre en orden nuestras prioridades como nación, y que asegurar que va a existir un país y un planeta en condiciones ambientales dignas es primordial para asegurar un futuro para próximas generaciones. 

Comunicación Sistema UNIVA

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