Frida Mancilla Peña Romano · Estudiante de bachillerato, UNIVA Guadalajara
En estos últimos años es un hecho que hemos recibido una explosión de información digital, la cual en palabras de cualquier señor de más de cincuenta años Nos ha hecho papilla el cerebro. Y no están muy lejos de la realidad, ya que gracias a la pandemia nuestra masa cerebral necesita tener un video donde nos relajan los pensamientos para obtener nuestra mínima atención. De cierta forma podrías llegar con tu profesor a excusarte que no puedes hacerle caso porque tienes déficit de atención. Lamento informarte que no es tan probable que sufras de esta enfermedad y que simplemente puedes sufrir de infoxicación.
La infoxicación es un fenómeno donde las personas se sienten desbordadas de información que su cerebro está recibiendo, la cual supera su capacidad de asimilación. En palabras más simples, tu cerebro se llena de tanta información que ya ni siquiera sabe qué está comiendo, pero lo sigue haciendo hasta que quiere vomitar. Sin embargo, tu cerebro no puede vomitar la información tan fácil como quisiéramos, por lo que acabamos siendo parte de este fenómeno que nos provoca ser inútiles en muchos sentidos, terminando con nuestro órgano hecho una masa suave que debe estar constantemente estimulada.
Pero… ¿Cómo hemos llegado a esta sobreinformación? Bueno, hay varias formas en la que terminamos así. Podríamos considerar a la pandemia la principal culpable de esto, ya que al estar desconectados de nuestra principal fuente de socialización (de forma física), fuimos infectados por las redes sociales constantemente. TikTok también influyó en esto, videos de entre diez a quince segundos, donde rara vez nos notificaba del todo las horas que llevábamos en su plataforma.
Sin embargo, no sirve de nada echarle la culpa de todo a la pandemia, ya que otras formas son la falta de búsqueda profunda fuera de los títulos llamativos que vemos en la gama tan extensa de apps que tenemos hoy en día. De igual forma de que estamos a menudo en un ambiente que nos genera miedo e incertidumbre, por lo que buscamos comparar la información encontrada, pero existe tanta que terminamos bloqueados, a esto le debemos de incluir nuestra vida personal que nos afecta. Es decir, si te peleaste con tu pareja, el día es demasiado caluroso, te bajó, alguien cercano falleció o sientes un dolor en tu muñeca.
Son cosas que tenemos tan normalizadas que nos hace inconscientes de las consecuencias de esta infoxicación que recibimos desde hace años. Estos síntomas no son tan notorios a nuestros ojos, algunos ejemplos son generar un Síndrome de Fatiga Informativa, pérdida de memoria, disminución de la atención, desinformación, superficialidad al leer, miedo, y, finalmente, lo más importante, al estar desbordados de información, hemos llegado a necesitar de nuestros canales de ASMR, limpiando alfombras, cocinando pasteles, haciendo slime o videos de jueguitos como lo son Minecraft, Subway Surfers, y entre otros más.
Aquellas pequeñas acciones, como ver múltiples videos al mismo, ponerlos en por dos o saltarnos a las partes más importantes para evitar ver lo que consideramos como relleno, terminan provocando que nuestro cerebro siga sufriendo por infoxicación. Usualmente hacemos este tipo de cosas porque consideramos que nuestra vida va muy lenta y debemos mantener rapidez en todos los aspectos de cotidianidad de nuestro día, pero simplemente es una excusa para ocultar que buscamos que nuestra mente siga estimulada por nuestro ambiente.
Una de las mejores formas para evitar sufrir es escuchar a tu maestra y ver tu Instagram para prestarle un poco de atención. Es literalmente comenzar a aburrirte, debes de empezar a dejar de sobrestimular tu plastilina cerebral y medir tu tiempo de TikTok. Ponte a disfrutar de un libro físico por horas sin distraerte en tu WhatsApp, y cuando tengas que buscar algún tipo de información, vete a Google Academics y dedícate a leer esos ensayos hasta que tu cerebro te diga “estoy satisfecho”, si no le vas a seguir generando esclerosis mental de por vida, o puedes seguir consumiendo la droga de tu cabeza que necesita sus videos de Subway Surfers.
