Skip to main content

Lecciones de vida del Pokémon TCG

Alejandro Domínguez Islas · Encargado de ALUMNI, UNIVA Guadalajara

En días pasados acudí a un torneo local de Pokémon TCG (abreviatura de Trading Card Game, en su traducción popular, juego de cartas coleccionables), un pasatiempo, el cual llevo un año jugando constantemente con mis amigos y un par de meses compitiendo en algunos torneos de mi ciudad.

Platicándole a un amigo mi experiencia de ese día, me hizo ver que había aprendizajes que podía tomar de este juego y aplicarlos a mi vida. Antes de compartirles estas lecciones, quisiera dar un poco de contexto sobre lo que para mí representó ese torneo.

En esta competencia, me había ido muy bien en las primeras tres rondas y era la cuarta y última partida del torneo, que definiría quien se llevaba la corona a casa. Estaba jugando en contra de un mazo que regularmente no me da problemas, sin embargo, en esta ocasión no era el caso, mi rival fue agresivo en sus jugadas, haciendo que en un punto él estuviera a solo un ataque de ganar, mientras que a mí todavía me faltaban varios Pokémon por vencer.

En ese momento perdí la moral, veía todo negativo, sabía que era cuestión de tiempo para que mi oponente obtuviera la carta necesaria y dar el golpe de gracia. Para mi sorpresa, con el paso de los turnos, esa carta no aparecía, por lo que yo seguía jugando lo mejor que podía, hasta que en el turno final me di cuenta de que aún en lo que según yo eran patadas de ahogado, muy en mi inconsciente estaba haciendo las jugadas precisas para frenar a mi rival, que no pudiera atacarme y eventualmente yo poder recuperar la ventaja y salir victorioso, quedando en primer lugar y sin poder creérmela, logrando mi objetivo.

Con esta explicación previa de lo que representa un duelo de Pokémon TCG, ahora sí, quiero compartir las enseñanzas que me llevo y como las estoy relacionando a mi vida.

Confía en el proceso, pero sobre todo confía en ti

Ninguna persona inicia un hobby/trabajo/proyecto sabiéndolo todo. A veces tenemos una guía sobre qué hacer, los pasos 1, 2 y 3, pero cuando por equis circunstancias las cosas no salen como teníamos planificadas en nuestro proceso, hay que tomar valor, analizar la situación y pensar “puedo hacer esto”. Casi siempre hay una alternativa, solo es cuestión de ver el panorama completo y seguir insistiendo ante nuestros propósitos con toda la confianza del mundo. Si por algo perdemos o no logramos nuestros objetivos, que al menos sea por otros factores y no por no creer en nuestro potencial.

Evalúa tus áreas de oportunidad

En tus batallas, tendrás mazos contra los que tengas ventaja y otros en los que al ver a qué nos enfrentamos ya queremos rendirnos sabiendo que es muy probable que perdamos. Y en efecto, en muchos de esos casos perdemos. No obstante, ya sabiendo que hay mazos o situaciones que nos ponen en desventaja, lo que sigue es ver qué cambios podemos hacer, quizá incorporar otras cartas que puedan poner la situación a nuestro favor, o aplicándolo en la vida cotidiana, encontrar aquellas habilidades o herramientas que al potenciarlas nos ayuden a salir victoriosos en cada combate.

Aprende a lidiar con la derrota

No siempre vas a ganar, eso es un hecho, sin embargo, el cómo asimilamos la derrota es algo que nos ayuda mucho más de lo que imaginamos. En mi caso particular, me gusta pensar que perder en uno de estos juegos no debería afectarme, no obstante, perder en la vida real es algo que me cuesta mucho manejar. En muchas ocasiones no puedo perdonarme cometer un error, saber que por un detalle que pude haber hecho mejor la situación empeoró y sentir una culpa enorme. Es algo que llevo un rato trabajando en mí mismo, pero si de algo he sido consciente y quiero adoptar de filosofía es que las cartitas y la vida en muchos aspectos es lo mismo: es solo un juego. No significa que no te lo tomes en serio, pero equivocarte en una partida, en un día de tu trabajo, en algún aspecto de tu vida personal, no debe ser el fin del mundo, es sumamente necesario para nuestra formación perder, perder y perder, para eventualmente poder ganar.

Haz compitas, no compitas

Esta es una frase que escuché mucho en la escuela, refiriéndose como al egresar todos seremos competencia en la búsqueda de empleo, sin embargo, es mejor generar alianzas entre nosotros a vernos como enemigos. En el TCG y la vida es lo mismo, no hay nada que me emocione más que jugar con otras personas, a veces he ganado, a veces he perdido, sea cual sea el resultado, lo mejor es tener ese sentimiento de que no solo tuviste un enfrentamiento para seguir poniendo a prueba tu mazo, generaste un nuevo vínculo, uno en el que en mi caso siempre me queda esa emoción de “quiero tener otra batalla contigo en el futuro”. Podremos venir a este mundo con muchas misiones, pero generar conexiones positivas y sanas, estoy cada día más seguro que es uno de esos propósitos.

Para alguien que durante toda su vida le ha costado relacionarse con las personas, estos entornos han sido un espacio seguro para mí, uno que me ha permitido abrirme hacia el mundo y conocerme más como individuo.

Pokémon ha estado conmigo casi toda mi vida, es más que un juego, más que un anime, más que un producto, son años de historias, relaciones y aprendizajes que están impregnadas en mí y no sería yo mismo sin estas mismas. Nunca he pensado que esto es una pérdida de tiempo, porque sé que para ser el mejor, mejor que nadie más (o al menos la mejor versión de ti mismo), uno tiene que seguir entrenando y ver que incluso en ese vicio ñoño que tengas, podemos seguir encontrándonos a nosotros mismos

Comunicación Sistema UNIVA

Author Comunicación Sistema UNIVA

More posts by Comunicación Sistema UNIVA