Skip to main content

Autos a gasolina dan la batalla al auto eléctrico

Mtro. Alejandro Garza Galicia · Docente investigador, UNIVA Guadalajara

La movilidad eléctrica sigue ganando terreno, y cada vez más compañías ensambladoras se suman a la transición hacia los vehículos eléctricos. Sin embargo, en los últimos años, los diseñadores y fabricantes de motores de combustión interna han trabajado en mejorar la eficiencia de los motores a gasolina, optimizando la química de la combustión de combustibles fósiles. Además, han comenzado a adaptar la configuración de los motores para utilizar otros combustibles, como el hidrógeno o los biocombustibles, lo que ha reducido significativamente las emisiones. Con estos avances, el sector de motores a gasolina ha recuperado competitividad, demostrando que no dejará el mercado fácilmente, apostando también por la lucha contra el cambio climático y la reducción de la huella de carbono.

El auto eléctrico ha revolucionado la industria automotriz y se ha convertido en un pilar de la transición energética en términos de movilidad. Compañías como Tesla, BYD, VW, Toyota, BMW, Volvo y Nissan, entre otras, ya tienen diversas líneas de modelos eléctricos para diferentes sectores del mercado. Una de las innovaciones más destacadas ha sido la transición de vehículos con tres motores eléctricos a solo uno, lo que ha mejorado el rendimiento de las baterías. En 2022, China lideró la producción de vehículos eléctricos con 2.3 millones de unidades, lo que pone en una posición difícil al motor a gasolina.

No obstante, poco se habla de los problemas que han surgido con la llegada de los autos eléctricos al mercado. Entre ellos, la falta de estaciones de recarga, el tiempo necesario para cargar las baterías, los problemas con las instalaciones eléctricas domésticas debido al alto consumo, lo que provoca sobrecalentamientos, cortocircuitos y aumento de tarifas. Además, la vida útil de las baterías no cumple con los ciclos de recarga inicialmente prometidos, lo que lleva a una pronta sustitución y devaluación del vehículo. Estos factores han sido evaluados por los fabricantes de autos a gasolina, quienes no han cerrado sus divisiones de motores de combustión interna. Por el contrario, han visto oportunidades para innovar en el tradicional motor reciprocante, integrando nuevas tecnologías, materiales avanzados, inteligencia artificial (IA) y la posibilidad de utilizar combustibles alternativos. Esto sugiere que el motor a gasolina aún tiene mucho por ofrecer, siempre y cuando cumpla con los límites de emisiones y se adapte al cambio climático.

Voceros de distintas armadoras y centros de diseño internacionales han señalado que se están utilizando diferentes mecanismos para hacer más eficientes los motores a gasolina. Entre ellos, destacan la reducción de peso con el uso de polímeros y la implementación de instrumentación avanzada para optimizar todos los recursos del automóvil, desde la inyección de gasolina y la química de la combustión hasta la gestión del enfriamiento y la recuperación de calor. Todo esto es controlado por una computadora central que, a través de IA, maximiza el rendimiento del motor.

Una de las apuestas más fuertes para ganar terreno es el sistema híbrido, compuesto por un motor de gasolina para el arranque que se acopla al motor eléctrico, lo que aumenta la eficiencia. La IA determina qué motor utilizar según las condiciones de tráfico y, al mismo tiempo, recarga la batería. Este sistema fue introducido inicialmente por el Toyota Prius, pero ya otras marcas han lanzado modelos híbridos con gran aceptación, además de ser favorecidos por incentivos fiscales en varios países.

Otra visión de futuro se centra en el uso de combustibles con una química más eficiente, como el etanol y sus combinaciones, que han reducido considerablemente la producción de monóxido de carbono (CO) y partículas (PTS). Con la adición de sensores integrales, los motores a gasolina se vuelven más competitivos en mercados donde ya existe disponibilidad de biocombustibles.

Europa, por su parte, está apostando al hidrógeno (H2), un combustible gaseoso con alta energía interna capaz de generar grandes potencias en motores de cilindro. El principal desafío es su almacenamiento a temperaturas extremadamente bajas (-250 °C), pero ya se ha demostrado que es viable si se desarrolla una cadena de suministro de hidrógeno verde. Este tipo de motor ha tenido excelentes resultados en competencias de autos de carreras, como lo reportó NAPA SUPER TEC de Japón en las 24 Horas de Le Mans.

Aunque parece futurista, la comunidad científica ya menciona la posibilidad del motor de fusión nuclear, un concepto predicho por Albert Einstein. En 2021, la compañía emergente Rockstar comenzó a desarrollar un modelo que aprovecharía las altas temperaturas de la fusión para expulsar protones y generar un empuje mecánico que impulse el vehículo. Aunque esta tecnología parece lejana, el tiempo dirá si es viable. Lo que es un hecho es que el motor eléctrico aún enfrenta competencia de los motores reciprocantes, y la lucha por los mercados automotrices no será fácil.

Comunicación Sistema UNIVA

Author Comunicación Sistema UNIVA

More posts by Comunicación Sistema UNIVA