
Mtra. Laura O. Robles Sahagún · Coordinadora de Alumni y Bolsa de Trabajo, UNIVA Guadalajara
Se llega septiembre y los mexicanos pensamos en fiestas patrias y nos sale el nacionalismo portando sombreros gigantes, vistiendo de verde, blanco y rojo. Pensamos en comida como pozole, birria, tortas ahogadas (bueno en Jalisco, sí) y toda clase de antojitos. También pensamos en tequila, música y sí, mucha fiesta.
De repente, surgen dos términos que tratan de hacer aparentar que se siente amor por nuestro país: civismo y patriotismo. Dos palabras que más que tener un significado, deberían ser muestras de verdadero compromiso con nuestro país, pero no es así, todo indica que están en peligro de extinción.
El civismo es, de acuerdo a la RAE, el comportamiento respetuoso del ciudadano con las normas de convivencia pública. Mientras que el patriotismo es el amor a la patria, un sentimiento y conductas propias del patriota, quien es el que procura todo el bien a su país. Como vemos, los conceptos tienen implícita una acción: comportamiento y conducta, respectivamente.
Si bien es cierto se llevaba la materia de civismo, en primaria y secundaria, luego la quitaron, después la volvieron a poner y así han estado jugando con eso, también lo es que son parte de los valores que deben enseñarse, aprenderse y practicarse desde casa. Hacerlo de esta manera, sería el binomio perfecto.
Desde mi punto de vista, civismo y patriotismo, que van de la mano, se conjugan con respeto, bien común, trabajo colaborativo, armonía. Todo lo opuesto a ventajoso, egoísta, irracional, grosero, entre otros temas que hacen que vivamos en una sociedad irritable, insegura y por supuesto, llena de problemas de toda índole.
El amor a México representaría el respeto a las instituciones, desde los que están dentro de ellas como los de fuera; trabajo comunitario; respeto a las reglas, normas y leyes por parte de gobernantes y ciudadanos. Uso y aprovechamiento adecuado de los recursos; pactos de no agresión, no corruptelas, no ver por intereses propios solamente y muchos temas más que solo me hacen sentir una persona ilusa, soñadora y poco realista.
Hay países que han salido adelante de guerras, pandemias, revoluciones políticas, sociales e industriales, inseguridad, desastres naturales, pero México pareciera que va en caída libre tras la pérdida de los derechos humanos.
Y para seguir con las fiestas patrias, habría que hablar de sus símbolos, de la historia, de sus personajes, del motivo de la conmemoración y hasta de la repercusión que tiene en la actualidad la lucha de independencia. Esto no es de copiar y pegar, es de hacer y demostrar, como lo hace el verdadero amor.
Publicado en La Crónica de Hoy Jalisco del 9 de agosto de 2023.