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Laura O. Robles Sahagún · Coordinadora de Alumni y Bolsa de Trabajo UNIVA Guadalajara

 

Hoy en día hablar de liderazgo parece ser una moda y que, como tal, se está distorsionando desde su más pura concepción y desde mi punto de vista, esto ha sucedido desde el uso excesivo de plataformas para emitir mensajes sin contenidos de calidad, sin tecnología, efectos o cualquier tipo de arte, sí, me refiero a aquellos que se dicen “influencers” porque han logrado monetizar sus cuentas. Claro está, no nos podemos olvidar tampoco de esos personajes creados para la política o para la farándula.

Este suceso va más allá de grupos de edad, géneros, preferencias y/o ideologías, pero ha logrado impactar fuertemente a la sociedad.

Quizá visto desde un punto de vista muy puro o tradicional, un liderazgo se ve reflejado en el ser, en el decir, en el pensar y en el sentir. Un líder probablemente nace con ciertas características que pueden ayudarle a desarrollar esa personalidad pujante, pero sin duda, hay elementos que se deben aprender sí en el aula, pero también sí en casa y sí en la vida diaria.

Ejecutar acciones de liderazgo conlleva una fuerte dosis de responsabilidad, de congruencia y de autenticidad. En cada momento se requiere ver a las cosas, a las situaciones y a las personas con detalle para detectar las oportunidades que se presentan y, por ende, aprovecharlas.

Ser líder no es gritar, no es imponer miedo, ni sentirse superior a los demás. Ser líder es estar en constante crecimiento, preparación, tener la humildad para seguir aprendiendo y para contar con la inteligencia emocional que este nombramiento conlleva.

Por ello, para de verdad influir en la vida de los demás, no solamente basta una cámara, una banda ancha de Internet y saber manejar las aplicaciones. Eso cualquier persona puede aprenderlo (dicho está de paso que reconozco en todo lo que vale la mente de los creadores de estas maravillas que nos facilitan la vida); pero crear contenidos de calidad solo es para personas con gran preparación y alta dosis de empatía, conocimiento de su público y de los micro y macroentornos.

Hay miles de frases relativas al liderazgo y muchas de ellas con importantes dosis de verdad; desde aquellas que dicen que ser jefe no es ser líder o los siete pasos para ser un gran líder, etc. Pero el liderazgo se forja día a día y no es necesario demostrarlo, ese se nota por sí mismo.

Las falsas figuras no son líderes, son personajes creados para un objetivo, pero tan endebles que en cualquier momento sale al descubierto su verdadero ser. Así que en nosotros mismos está a quien impulsamos, seguimos y a quien le creemos.

Publicado en La Crónica de Hoy Jalisco del viernes, 21 de enero de 2022.

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