Georgetee G. Solórzano Jiménez • Alumna Gestión de Empresas Turísticas
Actualmente, el sector que es responsable del 10% de todo el Producto Interno Bruto del mundo y genera una realidad fuera de la cotidianidad es el turismo; no obstante, éste se encuentra amenazado por problemas de índole medio ambiental, social e incluso político. Generando fenómenos como la turismofobia y la turistificación, ambos popularizando una visión negativa del turismo. El problema no es que haya demasiados turistas, -porque el planeta puede acomodar a muchos más- el problema es que están todos en el mismo sitio al mismo tiempo.
En Barcelona, Roma, Palma de Mallorca, Venecia, Toronto, Santorini, entre otras, recientemente se ha producido una expulsión de la población local debido a la gentrificación de estas ciudades. No únicamente los barrios cercanos a las atracciones turísticas abandonados para alquilarse a los posibles turistas, sino que, el cambio es más radical.
Los espacios públicos y la sociedad local son ahora ocupados por una nueva ola de personas que transforman totalmente estos sitios. Algunos hechos provocados por el turismo de masa son que los costos de vida son más caros, se degrada el ecosistema y las áreas naturales, se intensifica el tráfico y la prostitución, el exceso de ruido aumenta la irritabilidad vecinal, se propicia la aculturación, lo cual incita la euforia, la molestia, la apatía y la falta de pertenencia de los habitantes avivando las protestas vecinales, actos de sabotaje, campañas como Tourist Go Home y Practice Balconing, que explícitamente recalcan la insatisfacción hacia los turistas.
No todos los destinos generan esta situación, son únicamente las ciudades en donde los viajeros pasan estadías más largas en comparación con otros destinos, debido a la riqueza cultural de estos destinos. Existen sitios masivos donde no se percibe este fenómeno, ya que los pobladores no sienten que se encuentren compitiendo con los turistas, porque sus diseños están enfocados al turismo, pero sin que éste entre a sus barrios; incluso hay modelos de turismo inclusivo en donde el viajero experimenta la cultura local de manera directa con el poblador, evitando una gran afluencia de personas.
Las políticas turísticas aplicadas por los gobiernos deberían beneficiar a todo el mundo, no únicamente al turista. Se debe trabajar directamente con las comunidades y permitir que sean los vecinos, no los gobiernos, quienes determinen las acciones y la cantidad de personas que desean recibir sin sentirse atacados.
La sostenibilidad como modelo turístico no es una moda, será la forma en que se podrá mejorar el entorno para que la población oriunda sea quien más lo disfrute, de modo que se propicie la reducción de la pobreza, un mejoramiento en la distribución de la riqueza e incluso, la protección del medioambiente.
REFERENCIAS
- Aldama, Z. (21 de Septiembre de 2017). Los dilemas del turismo. El país, pág. 1.
- Canalis, X. (16 de Mayo de 2017). Turistificación: la palabra de moda para demonizar al turismo. Obtenido de Hosteltur: https://www.hosteltur.com/122062_turistificacion-palabra-moda-demonizar-al-turismo.html
- Dachary, A. C. (04 de Julio de 2017). De la gentrificación a la turismofobia. Obtenido de Alfredo A. César Dachary: http://alfredocesardachary.com/de-la-gentrificacion-a-la-turismofobia/
- Hierro, L. (20 de Abril de 2015). Viajes justos, viajes verdes. El País, pág. 1.
- Linde, P. (24 de Enero de 2014). Hacia un turismo sostenible. El país, pág. 1.
