Lic. Daniela Adriana Guerra Vázquez · Encargada de difusión institucional, UNIVA Lagos de Moreno
«El diseño gráfico no solo embellece, sino que transforma: promueve la diversidad y la inclusión, iluminando el camino hacia una sociedad más equitativa y empática»
En el vibrante y visualmente cautivador mundo del diseño gráfico, la diversidad y la inclusión están tomando un papel cada vez más central. Más allá de la estética, los diseñadores tenemos la capacidad única de influir en percepciones y actitudes públicas. El diseño gráfico puede ser una herramienta poderosa para fomentar la inclusión, enfrentando tanto los desafíos como las amplias oportunidades que este enfoque trae consigo.
Vivimos en una era donde la imagen lo es todo. Desde los anuncios publicitarios hasta las redes sociales, la representación visual impacta profundamente en cómo percibimos y entendemos el mundo. El diseño gráfico es fundamental para moldear estas percepciones y, como forma de comunicación visual, debe reflejar y celebrar la diversidad humana en todas sus formas: étnicas, culturales, de género, edad, y capacidades físicas y mentales.
Es crucial que los diseñadores nos eduquemos y sensibilicemos sobre diversas culturas y realidades sociales para poder crear representaciones auténticas y respetuosas. Tener acceso a información verídica y actualizada es clave para un diseño inclusivo, asegurando que todos puedan interactuar y entender la información presentada. Esto implica ir más allá de los estereotipos superficiales y representaciones simplistas, y esforzarnos por captar la esencia de cada individuo y comunidad.
El diseño inclusivo también puede potenciar la empatía y la solidaridad. Campañas y proyectos que promuevan la diversidad no solo mejoran la calidad de nuestras obras, sino que también contribuyen a la construcción de una sociedad más equitativa y consciente. Como diseñadores gráficos, tenemos la responsabilidad de ser conscientes de las imágenes y mensajes que creamos. Es esencial que nuestras obras no perpetúen estereotipos ni exclusiones. En lugar de eso, debemos esforzarnos por crear diseños que celebren la diversidad. Esto implica representar una variedad de formas corporales y estilos de vida, y asegurar que nuestros diseños sean accesibles para personas con discapacidades.
Un ejemplo notable es la campaña publicitaria de Nike, que ha destacado atletas de diferentes capacidades y géneros, mostrando que el talento y la dedicación no están limitados por las diferencias físicas. Estas campañas no solo venden un producto, sino que también envían un mensaje poderoso sobre la igualdad y la inclusión.
Como diseñadores gráficos, no solo cumplimos con una responsabilidad social, sino que también tenemos la oportunidad de impactar positivamente en la percepción de las personas y en la cultura visual. Esto no solo mejora la calidad de nuestro trabajo, sino que también impulsa un cambio cultural hacia una sociedad más equitativa, inclusiva y consciente de las diferencias que nos enriquecen como humanidad. A través del arte y la creatividad, podemos construir puentes entre diferentes culturas, comunidades y perspectivas, creando así un futuro más integrador y respetuoso para todos.
Mis aspiraciones como diseñadora gráfica se centran en utilizar el poder del diseño para promover la diversidad y la inclusión. A través de representaciones inclusivas, accesibilidad, educación, colaboración, innovación y responsabilidad social, espero hacer una diferencia significativa en el mundo del diseño gráfico. Quiero crear obras que no solo sean visualmente atractivas, sino que también reflejen y celebren la diversidad del mundo, fomentando un entorno donde todas las personas se sientan vistas, valoradas y respetadas.