
Dr. Fabián Acosta Rico · Docente Investigador, UNIVA Guadalajara
El Vaticano ya tiene una mascota estilo anime para captar al público juvenil y, en particular, al asiático. Les presentamos a Luce. ¿Quién dijo que lo kawaii (adorable en japonés) está peleado con la religión, especialmente con la católica? Es una guerra frontal contra la solemnidad. En tiempos de religiosidad laxa y lúdica, estos híbridos nacidos de la intersección entre la iconografía sagrada y la estética pop encuentran cabida.
¿Será que el esoterismo de masas ha llegado a la fe católica? Este fenómeno, de hecho, no es nuevo. En los años 90, la película Dogma mostró una versión desenfadada de Jesucristo: el “Jesucristo Colega” del Catholicism Wow, un personaje que guiña un ojo, levanta el pulgar y sonríe con entusiasmo, rompiendo las convenciones del arte sacro tradicional.
Esta tendencia hacia la «infantilización» de las imágenes religiosas tiene antecedentes, como la famosa «Virgencita Plis» de la marca mexicana Distroller, que convirtió a la Virgen de Guadalupe en un ícono adorable que apareció en cuadernos, calcomanías y hasta peluches coloridos. Sin gran polémica en su momento, la “Virgencita Plis” encontró su lugar en el imaginario de los jóvenes, quienes la llevaban en útiles escolares sin conflicto alguno.
Esta renovación de la religión mediante el lenguaje de la modernidad no es exclusiva de la cultura popular secular. Los jesuitas, siempre innovadores, publicaron en 2016 Jesús Manga, la historia completa, del artista Siku, que presenta la biografía de Jesús en estilo manga.
Ahora, la Iglesia ha dado otro paso en su estrategia de inculturación, utilizando los lenguajes y estéticas que consumen las generaciones jóvenes. Así llega Luce, la “mona china” (como se le conoce en la jerga friki), una figura inspirada en el arte del anime y manga japonés.
Al igual que la “Virgencita Plis”, Luce no es solo un producto comercial; su creación responde a una iniciativa del Vaticano, que la avala moralmente y ve en ella un medio para conectar con el público joven. Otras religiones ya han explorado vías similares. En India, por ejemplo, la serie animada Bal Ganesh presenta una versión infantil de la deidad Ganesh, sin que ello haya sido percibido como un acto irrespetuoso.
Luce es una mascota católica para tiempos postmodernos. Fue presentada en Japón por el embajador cultural del Vaticano, Michelangelo Merisi da Caravaggio, y el obispo Rino Fisichella, con el fin de representar la fe católica en el país. Más allá de ser una simple caricatura pop, Luce es un intento de inculturación, un esfuerzo de la Iglesia por adaptar su mensaje al lenguaje visual contemporáneo.
El diseño de Luce (que significa “luz” en italiano) es cuidadosamente modesto y no recurre a la estética juvenil idealizada. A diferencia de una “waifu” en el sentido convencional, no busca enamorar, sino inspirar ternura. Con grandes ojos azules, cabello del mismo color y un atuendo recatado —un impermeable amarillo con capucha, botas verdes y un cayado que la identifican como pastora—, Luce lleva un rosario al cuello, subrayando su filiación católica.
En 2025, Luce será más que un simple personaje; tendrá un papel destacado en eventos de la Iglesia, sirviendo como mascota oficial del Año Santo y del pabellón de la Santa Sede en Japón. El Año Santo, que se celebra cada 25 años, es un periodo de oración, reflexión y reconciliación en el que la Iglesia concede indulgencias y llama a sus fieles a profundizar en su vida espiritual. Luce, con su estética entrañable, es el rostro perfecto para transmitir este mensaje a una audiencia joven.
Desde su presentación el 28 de octubre como mascota del Jubileo 2025, Luce ha desatado un fenómeno en internet. Ya aparece en cientos de memes y fan art en redes como Facebook, X, Reddit y TikTok. Incluso se ha convertido en inspiración para disfraces de Halloween y ha dado nombre a una criptomoneda: Luce Token.
Algunos grupos católicos tradicionalistas han expresado su descontento, criticando la aparición de este personaje y los fines proselitistas que se le atribuyen. Sin embargo, el fenómeno Luce parece haber calado en la cultura popular. ¿Por qué no imaginar que pronto veamos una serie animada —ya sea patrocinada o independiente— donde Luce aparezca junto a otros personajes simbólicos como un ángel, una paloma y un pequeño perro?