
Mtro. Alejandro Bravo Guzmán · Jefe de Desarrollo Institucional y Sostenibilidad, UNIVA La Piedad
Una tarde, mientras intentaba cruzar una vía de poco tráfico, dirigí mi mirada al final de la cuadra. En la esquina superior, la tradicional flecha indicaba la dirección de los vehículos. Confié en el señalamiento y crucé la calle. Sin embargo, un automóvil apareció repentinamente, a pesar de que no vi vehículos cuando verifiqué la vía. El sonido del motor ya lo anunciaba, pero mi confianza en la señalización me hizo suponer que era seguro cruzar. Fue un impacto fuerte. En ese momento, me pregunté, ¿por qué no miré en la otra dirección de la calle?
Esta experiencia no me ocurrió a mí, sino que refleja una tendencia en la sociedad. Nos enfocamos en mirar hacia adelante, hacia el futuro, hacia lo positivo, porque es familiar y nos genera confianza. Sin embargo, esta perspectiva unilateral es peligrosa. Al igual que al cruzar una calle, no solo debemos mirar en una dirección. La humanidad está experimentando una crisis similar, enfocándose únicamente en un lado de la historia.
En la actualidad, las redes sociales han abierto ventanas y puertas a una avalancha de información y opiniones. Este torrente de datos nos ha llevado a construir suposiciones y a perder de vista la importancia de considerar todas las perspectivas. Ya sea en nuestras vidas personales o en el mundo empresarial, hemos aceptado opiniones extremas como norma, ya sean muy positivas o negativas. En un mundo saturado de información, olvidamos que debemos discernir y analizar datos para emitir juicios equilibrados y empáticos.
Tomemos el ejemplo de un titular de un periódico de renombre que acusa a Taylor Swift de contaminar por el uso de jets privados. ¿Por qué solo medimos desde un lado? ¿Por qué no considerar el impacto positivo que su música ha tenido en miles de personas? Como la felicidad que generó en miles de personas en sus conciertos y que por un momento dejaron atrás todas sus tristezas, tal como lo comentó el diario la jornada. Es hora de que el análisis de datos se convierta en una práctica cotidiana. Debemos examinar cada fragmento de información para poder emitir juicios en ambas direcciones. Esta habilidad de discernimiento nos permitirá generar empatía en una sociedad que lucha por la colectividad.
Recordemos las palabras de Sun Tzu en El Arte de la Guerra: Siempre tendrás ventaja si puedes ver las montañas imponentes desde el valle, pero también explorar las riquezas estratégicas de las montañas. Esta filosofía se aplica a nuestras vidas digitales. Dejemos de limitarnos a una sola perspectiva y exploremos las riquezas de múltiples enfoques.
Al abrazar la diversidad de perspectivas, podremos navegar por este mundo digital con mayor sabiduría, compasión y empatía. A medida que enfrentamos desafíos globales, es nuestra responsabilidad mirar en ambas direcciones y encontrar un equilibrio que promueva un cambio positivo y duradero. Porque puede ser que las soluciones estén en el pasado, en nuestras tradiciones, en nuestro origen.
En conclusión, el acto aparentemente simple de cruzar una calle nos recuerda una lección esencial en nuestra vida digital y de la sociedad en general: la importancia de mirar en ambas direcciones. En un mundo inundado de información y opiniones polarizadas, debemos ejercitar la habilidad de discernir y analizar datos de manera equilibrada para tomar decisiones informadas y empáticas. La era digital nos ha brindado acceso a una multitud de voces, pero también nos ha desafiado a no perder de vista la totalidad de la imagen.
Al adoptar una mentalidad de exploración y comprensión profunda, podemos superar las suposiciones superficiales y los juicios unidireccionales. Tal como Sun Tzu sugiere, al abrazar tanto la perspectiva del valle como la de la montaña, podemos construir una comprensión completa y estratégica de nuestra realidad digital y social. Al buscar el equilibrio y abrazar la diversidad de opiniones, podremos fomentar una sociedad más conectada y colaborativa.
Por último, considero que el desafío de mirar en ambas direcciones nos llama a ser ciudadanos informados y conscientes, capaces de enfrentar las incertidumbres y complejidades de nuestro tiempo. Al cultivar esta habilidad, podremos construir un mundo digital y real más comprensivo y resiliente, donde las decisiones se tomen con sabiduría y las conexiones humanas se fortalezcan.