Mara Isabella Méndez Jauregui · Estudiante de bachillerato, UNIVA Guadalajara
No hay nada mejor que ver alguna película de terror. Pero pocas veces nos hemos puesto a reflexionar que este es uno de los géneros más misóginos dentro de la industria cinematográfica.
A pesar de no consumir de forma frecuente contenido relacionado con el terror, debido al miedo que me generan algunas escenas por sus jump scares, he podido crear una opinión sobre este tipo de cine con lo poco que he visto.
El terror lo han abordado sobre todo hombres, hay pocas mujeres que participan en este, es muy común ver en estas historias una muy mala representación de las mismas.
El cine de terror muchas veces ha sido acusado de usar a la mujer como excusa para sostener un discurso misógino y sexualmente agresivo. En varias películas, las principales víctimas de asesinos, monstruos y demás criaturas han sido personajes femeninos, en específico si son hermosas, jóvenes y sexualmente activas. Donde en la historia se deja claro que las torturarán, perseguirán o asesinarán, relacionando su poca defensa a su condición de ser «frágiles» o «débiles», conceptos asociados con lo femenino.
También algunos posters de películas ayudan con la visualización de una mujer débil. Algunas veces son discretas donde se muestran objetos o figuras sugerentes al contenido, pero es frecuente verlas con una expresión de horror en su rostro o su cuerpo sexualizado y expuesto como una víctima.
En la gran mayoría de historias, los damnificados son en su mayoría hombres, sin embargo, estos tienen un deceso más rápido mientras las mujeres tienen más tiempo en la pantalla siendo horrorizadas, que se calculan en un aproximado de más de 5 horas de victimización femenina comparada con 1 hora de victimización masculina.
Estas películas casi siempre tienen un final girl, este consiste en que el asesino perseguirá a una chica durante toda la trama o solo los últimos momentos, normalmente son chicas inteligentes que deducen sobre quién pudiera estar cometiendo las agresiones. La presencia de la final girl, quien es argumentalmente la figura más poderosa en toda la película, trae un debate acerca de la misoginia en los asesinos, ya que muchos de estos personajes derrotan a sus atacantes masculinos y superan a sus contrapartes varoniles a través de características como la astucia y la inteligencia.
A pesar de todo lo anterior, el terror forma una parte muy grande de la industria cinematográfica, y a pesar de que faltan muchos años más para poder ver a más mujeres dentro de este género, cada día es más fácil ver o reconocer algunas obras producidas y protagonizadas por mujeres.
· Referencia
Biondi, I., & del Carmen, C. (2019). “No en mi película”: Sexualización de la violencia en el género slasher. El caso de Scream. Universidad de La Laguna.