
Ana Martínez Aguilar · Estudiante de Bachillerato Bilingüe UNIVA Guadalajara
Impensable, cómo mi desnudez se dispersaba
y perdía a través del tiempo y el espacio.
Perturbador, las miradas desconocidas observando
con lujuria y descaro, las curvas de mis senos.
Deshumanizada, la crueldad de hombres y mujeres
y el odio de una sociedad que juzga sin piedad.
Incontables, aquellas noches llenas de impotencia y pánico al recordar
una inocencia pérdida que viajaba en conversaciones ajenas.
Atemorizante, experimentar tal tornado de murmullos a espaldas,
mientras la indiferencia de esos “amigos” hiere más.
Insano, el infierno que surgía dentro de mí, arrasando
con toda luz que aún permanecía en mi alma.
Absurdo, cómo una simple falacia en tus labios me llevaría a correr hacia ellos,
que una simple imagen terminaría de sepultarme.