
Tania Yanina Arias Castro · Docente UNIVA Online
A lo largo de nuestra vida académica ¿Cuántos libros hemos leído por recomendación de nuestras maestras y maestros? Una buena lectura busca filtrarse impasiblemente e invitar a nuevos lectores a que lleguen a ella, ya sea en un encuentro ocasional en los pasillos de la universidad, en la explicación de un tema en el aula, en la retroalimentación de una tarea o en las instrucciones de una actividad académica, pero llega en algún momento; porque la lectura es punto de partida y no lugar de llegada.
El fragmento de novela, un cuento o un poema, es una invitación a la lectura; la pasión por leer que se comparte se transmite, leer por seducción y por voluntad produce en las personas esa hambre y curiosidad de descubrir experiencias enriquecedoras. La literatura es una oportunidad y puede ser una estrategia epistemológica y pedagógica para el fomento y desarrollo del aprendizaje significativo en estudiantes universitarios. Nada más apasionante que encontrar la oportunidad de comunicar el gusto de leer con los y las estudiantes e intercambiar títulos y autores.
Cultivar la pasión por la lectura es una herramienta de poder en el aula. Implementar la literatura como instrumento educativo, logra ser una estrategia pedagógica y epistemológica para el aprendizaje significativo. Leer por gusto, es un aliciente de motivación en el proceso de aprendizaje, en el refuerzo de ideas o conceptos, permite evocar de manera lúdica, sencilla y rápida, apropiarse de los saberes necesarios en los objetivos de aprendizaje. La literatura logra recuperar, parcial o totalmente, contenidos paradigmáticos de un saber, la literatura como táctica educativa puede crear nuevos lectores.
La juventud universitaria contemporánea, puede o no ser una generación de grandes lectores, independientemente de ello, las y los docentes podemos implementar la lectura en diferentes momentos de una clase. La literatura puede abrir un tema y apoyar a alumnos y alumnas en la aproximación de una problemática compleja, es capaz de acompañar la explicación de conceptos y de reforzar los aprendizajes; si se implementa la estrategia adecuadamente, se puede lograr cerrar de manera lúdica una sesión de clase o un tema.
La literatura tiene el potencial de contagiar emoción en los y las estudiantes, de entender el mundo a través de la imaginación, de la creatividad, del goce y del disfrute por las palabras. Es una posibilidad de desarrollar habilidades, la literatura, ofrece un diálogo interno dialéctico entre el sentir y el pensar, rebasa los parámetros de la racionalidad para interiorizar los aprendizajes.
Experimentar y vivir la literatura en soledad y en lo colectivo desde las universidades amplía los usos de la lectura a experiencias enriquecedoras que contribuyen al saber y al desarrollo humano, ofrece la posibilidad de integrar la cultura en la comprensión de la vida y de la comunidad, nos lleva a ser personas sensibles y pensantes, reflexivas y sintientes, que pueden ir y venir en analogías y metáforas y en problematizaciones abstractas.
Si llegaste hasta aquí y buscas algo que leer te recomiendo tres libros: Cartas que nunca llegaron de Gilraen Eärfalas (poesía en verso), Un lugar soleado para gente sombría de Mariana Enríquez (terror) y Amores de segunda mano de Enrique Serna (cuento-ficción).