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Brutalidad policial: una manifestación de abuso

Por 19 octubre, 2021Líderes de Opinión

Dra. Lucía Almaraz Cázarez · Docente UNIVA del departamento de Ciencias Sociales y Humanidades. Presidenta del Comité de Participación Social del Sistema Estatal Anticorrupción de Jalisco.

 

Casos como el de George Floyd en Minneapolis no son un hecho aislado, Human Rights Watch ha concluido que las personas negras son sometidas a medidas de fuerza física, que incluyen pistolas paralizantes, mordeduras de perros policía, gas pimienta, golpes y patadas; con una frecuencia que es 2,7 veces superior a la que se observa para la población blanca. En algunos vecindarios con poblaciones numerosas de personas negras y personas de bajos recursos, la frecuencia de las interceptaciones policiales es de 10 veces mayor que en otros sectores donde la población es predominantemente blanca y con mayores recursos económicos.

Desde 2015 hasta 2018, 3.943 personas fueron atacadas con armas de fuego y murieron a manos de policías en EE. UU., según los registros del Washington Post sobre muertes provocadas por policías. Casi una cuarta parte de las personas asesinadas eran negras, aunque los negros representan solamente el 13,4 % de la población general. Algunas estadísticas sitúan esta cifra por encima de los 400 casos, sin embargo, medios como The Washington Post aseguran que en 2017 las muertes llegaron a 1,000 personas.

En el caso de México existe la Ley Nacional Sobre el Uso de la Fuerza que tiene como fin regular el uso de la fuerza que ejercen las instituciones de seguridad pública. Existen protocolos en el uso de la fuerza, y además, un manual de uso de la fuerza policial; pero, esto no inhibe el tema de que exista brutalidad policial o exceso de fuerza a la hora de actuar.

En México, se han documentado actos abusivos por parte de cuerpos policiales. Entre ellos, de gran repercusión en los últimos años, como es el caso de San Salvador Atenco o la desaparición de los normalistas, que llevó a una serie de informes especiales y recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

El abuso policial es un fenómeno complejo que obedece a factores de diferentes niveles. Comprende formas tradicionales de efectuar el trabajo policial ajeno a principios democráticos, en las que el control sobre la población, en particular sobre ciertos grupos, es visto como una capacidad “natural” de su trabajo; incluye prácticas de extorsión a la ciudadanía ampliamente institucionalizadas, y depende de factores culturales de la organización policial, no ajenos al resto de la sociedad, en los que se establecen pautas morales sobre quién merece ser castigado y quién no.

 

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