Mtra. María del Rosario Sandoval Espinosa • Docente-Investigador del Sistema UNIVA
El aprendizaje-servicio tiene su fundamentación en la filosofía de la educación de John Dewey creador de la Escuela Activa, esta corriente se centra en el fomento a la actividad, el respeto a la libertad y la flexibilidad del aprendizaje (Rodríguez, 2015) en donde “los alumnos deben vivir dentro de la escuela, tal como viven en la sociedad, pero con objetivos para mejorarla, evitando sus vicios e injusticias, por lo que propone que la escuela sea el germen de transformación y perfeccionamiento de la comunidad …”
De acuerdo a Tiritilli, Guiometti, Wanda, Yamila, & Aparicio (2016) el aprendizaje-servicio se define como:
La metodología de servicio solidario desarrollado por los estudiantes, destinado a cubrir necesidades reales de una comunidad, planificado institucionalmente en forma integrada con el currículum, en función del aprendizaje de los estudiantes. Mediante tres notas características: (a) está protagonizado fundamentalmente por los estudiantes, (b) se propone atender solidariamente una necesidad real y sentida por la comunidad, y (c) está planificada no sólo para atender a esa necesidad social, sino para mejorar la calidad de los aprendizajes escolares.
Actualmente la tendencia de la educación es hacia el aprendizaje-servicio y la Universidad del Valle de Atemajac ha utilizado esta metodología desde el 2009 con la realización de trabajos para más de 35 municipios pertenecientes al Estado de Jalisco. El proceso se dio cuando la institución se enfocó en la realización de un diagnóstico, que posteriormente definiría la determinación de necesidades para concluir con la elaboración de un proyecto bien estructurado y fundamentado. Así en conjunto, institución, estudiantes y maestros, dentro del currículum de las licenciaturas, actualmente, generan proyectos que abonan a los requerimientos de las instancias gubernamentales y las microempresas tales como: clínicas de primer nivel, casa de día para adultos mayores, casa de la cultura, museos de sitio, planeación urbana, imagen urbana, planes de comercio internacional, diseños de marca, imagen corporativa, canales de distribución, mercadotecnia, social y de servicios, entre muchos otros.
Dicha metodología también se ha trabajado con las Asociaciones Civiles y Asociaciones Religiosas en proyectos tales como: sistemas de software administrativos, planeación estratégica, campañas de donativos, estudios estadísticos, campañas de difusión, control de almacenes, programas de mantenimiento de instalaciones, levantamientos arquitectónicos, diseño de centros de atención a pacientes, diseño arquitectónicos de hospitales y casas pastorales, atención nutrimental y psicológica a los pacientes; entre muchos otros más.
De los beneficios percibidos a través de la implementación del aprendizaje-servicio en la universidad se mencionan los siguientes: a) en los estudiantes, el dominio de competencias transversales, sólida formación en valores, compromiso con su entorno y consciencia de la situación socioeconómica del país (participando más de 800 estudiantes); b) en los docentes, la experiencia de vivir la “pedagogía interactiva” en sus 6 dimensiones (participando más de 50 docentes); c) en la institución, la vivencia de su misión que es “incidir en la transformación social desde la cosmovisión católica y formar personas integras en lo humano, científico, tecnológico y profesional; que sean líderes con espíritu de servicio, comprometidos con el bien común y el desarrollo sustentable”.
De los beneficios percibidos a través de la implementación del aprendizaje-servicio en los municipios, microempresas, asociaciones civiles y religiosas: la oportunidad de concursar a nivel federal para la obtención de recursos adicionales para la ejecución de los proyectos, diversas aplicaciones profesionales para la mejora continua, optimización de recursos, sistemas administrativos, mercadotecnia y comunicación.
