Tras 7 años de trabajo y gestión, la Universidad del Valle de Atemajac (UNIVA) a través del trabajo de la investigadora la C. a Dra. Sandra Pascoe y su equipo, obtuvo el 10 de octubre del 2019 la patente de una mezcla y proceso para la elaboración de un plástico 100% biodegradable a partir del nopal.
El plástico de nopal o bioplástico es un material con un tiempo breve de biodegradación. A ras de suelo tiene un periodo de entre dos y tres meses para ello; en proceso de composteo de 15 días y en agua entre una y dos semanas. La formulación es flexible por lo que es posible producir películas transparentes, opacas, de colores (utilizando pigmentos naturales), de diverso grosor y dureza, dependiendo de la aplicación a la que se destine.
Actualmente, la Dra. Sandra Pascoe se encuentra en una fase de caracterización de diferentes formatos del bioplástico, para estandarizar la producción a nivel industrial con diferentes tipos de nopal, esto con la finalidad de obtener especificaciones técnicas para su oferta dentro del mercado. Instituciones, empresas y organizaciones sociales de 16 países en 4 continentes están interesadas en explotar la patente dada su enorme diversidad y aplicaciones como lo pueden ser: médicas, automotrices, agrícolas, productos de consumo, de envasado y empaque, entre otros.
Sin embargo, la UNIVA en apego a su visión, misión y valores institucionales espera contar con una propuesta sostenible que proteja el impacto social, ambiental y económico de la producción del bioplástico de nopal; para ello trabaja conjuntamente con instituciones educativas nacionales e internacionales, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, empresas de la industria del plástico local y nacional.
Cabe mencionar que, en una primera etapa la UNIVA firmó un convenio con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) del Estado de Jalisco y se realizaron diferentes muestras del material con insumos locales con miras a reducir costos. Hoy se impulsa un programa de desarrollo territorial con granjas de nopal en zonas indígenas para cultivos destinados al bioplástico y al autoconsumo, dado que el nopal, es una planta endémica y común en México con más de 300 especies en el país.
Es a partir de ello, que la UNIVA propone un emprendimiento social sostenible para la producción de pellets del bioplástico, sin olvidar ni dejar de lado el impacto social, económico y ambiental del mismo.
¡Se espera que el bioplástico de nopal sea un producto de Jalisco para el mundo!