Claudia Ruiz Ramírez • Pasante de la Licenciatura en Nutrición
El término microbiota intestinal se refiere al grupo de microorganismos vivos que se alojan en el tubo digestivo y es indispensable para garantizar el correcto funcionamiento de nuestro organismo, desarrollar una buena inmunidad y aprovechamiento de nutrientes; es por ello que, cuando existe un desequilibrio microbiano en el tubo digestivo -llamado disbiosis- se le asocia con el desencadenamiento de múltiples enfermedades como asma, obesidad, síndrome metabólico, enfermedades inflamatorias crónicas, esteatohepatitis no alcohólica, entre otras.
Los seres humanos mantenemos una relación mutua con nuestra microbiota intestinal, ya que los organismos que viven en ella nos proporcionan protección contra agentes patógenos, nos permite desarrollar el sistema inmune, ayuda a la digestión de los diversos tipos de alimentos que conforman a nuestra dieta y favorecen la provisión de vitaminas, así como otros nutrientes esenciales para nuestro organismo; en pocas palabras, la función de la microbiota es esencial para nuestra vida.
Cada persona posee una microbiota intestinal muy singular y diferente a la de cualquier otro individuo, ya que ésta se va forjando conforme a la edad y la dieta de cada persona. En los primeros años de vida, los tipos de bacterias que predominan se conocen como bifidobacterias y con el tiempo ésta se conforma en su mayoría de bacteroidetes y firmicutes; se ha demostrado que de acuerdo con el tipo de dieta que tenga cada individuo, ya sea pobre o rica en fibra, muy baja o alta en grasas, con o sin proteína, etc. Será el tipo de microorganismos que se irán desarrollando en su propia microbiota intestinal. Por ello, tanto el exceso como la restricción de ciertos alimentos en cualquier tipo de dieta, puede propiciar efectos adversos sobre la composición y salud de la microbiota intestinal, sobre todo si se mantienen en dietas inapropiadas durante un tiempo prologando y sin asistencia de un nutriólogo.
El cuidado y la buena conservación de la microbiota intestinal a través de una dieta equilibrada y saludable, nos brinda el elemento clave para promover una relación simbiótica entre los microrganismos que se alojan en el intestino y el cuerpo humano; el aumento de la fibra dietética, el consumo de prebióticos y probióticos favorecen la restauración de la microbiota, proporciona una mayor diversidad de bacterias en ella y ayuda en la prevención de un sinfín de enfermedades.