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Pbro. Lic. Armando González Escoto • Director de Publicaciones del Sistema UNIVA

 

Desde el pensamiento de Erich From, la avidez de dinero y de poder se explica psicológicamente desde un anormal desarrollo de la personalidad, dicho de otra manera, la persona más que desarrollarse y madurar lo que hace es prolongar dependencias infantiles no resueltas que le llevan a buscar seguridades enfermizas tanto más aferradas cuanto más grave es la disfunción mental de la persona. En el fondo de todo dictador subyace siempre un psicópata.

Este tipo de personas buscará siempre los espacios del poder, en cualquier campo, porque el poder trae consigo también el dinero, así, en un solo juego adquiere la satisfacción de dominar y la seguridad que siente le da la riqueza. No toda persona que ejerce el poder lo hace desde una patología, existe por supuesto el liderazgo natural que lleva al ejercicio de una autoridad en servicio de la comunidad y de sus grandes ideales y propósitos, pero aquí hablo sólo de las patologías del poder a propósito de celebrarse en este día la fiesta de la Epifanía, comúnmente llamada Día de Reyes ¿y qué tiene que ver una cosa con otra?

La respuesta la da el relato evangélico de san Mateo, sobre unos magos de Oriente que llegaron a Jerusalén en busca del Mesías recién nacido, a partir de lo cual la narración adquiere un contexto político muy interesante y que no se incluye de manera accidental, sobre todo si tomamos en cuenta que Jesús nació bajo el gobierno de un rey Herodes, y murió bajo el gobierno de otro rey igualmente llamado Herodes, que era por cierto hijo del primero, con la misma saña, pero con menor inteligencia.

Los magos llegan hasta la corte del rey Herodes para preguntarle acerca del mesías que acaba de nacer y cuya estrella han visto en el firmamento, y ante la noticia, lejos de alegrarse, se sobresalta, porque le hablan de un mesías – rey, es decir, de alguien que le puede disputar el trono, el poder, la riqueza, como cuando de pronto aparece en el marco de nuestras democracias un candidato popular e inesperado, o un nuevo partido todavía más violento y sucio a la hora de luchar por el poder.

Conocemos el resto del relato, la frustración del tirano al no volver a tener noticia de los magos venidos de Oriente, y las pesquisas que hace hasta desembocar en la “matanza de los inocentes” una más y por desgracia no la última de las que ha producido la paranoia del poder en la historia humana.

Como la condición humana en ocasiones empeora lejos de mejorar, también en nuestro tiempo existen políticos rapaces, dispuestos a condenar a la muerte prematura a miles de niños sólo con el fin de obtener votos y seguir viviendo del presupuesto, porque apoyar y promover el aborto resulta hoy día un medio para lograr los votos que hacen la diferencia.

Herodes no era persona de principios, y sus valores eran los propios de un sicópata, ya sabemos que existen enfermedades mentales que privan a quienes las padecen de un mínimo de conciencia, para estas personas alienadas el fin justifica los medios y su único fin son sus personales y enfermizos intereses.

 

Publicado en El Informador del domingo 5 de enero de 2020

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