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Hacia una nueva Ley General de Ciencia, Tecnología e Innovación: Parte II

Mtra. Lorena González González • Docente UNIVA Plantel Guadalajara

 

Para quienes me comentaron en la primera entrega, cuáles fueron los resultados y qué sigue:

En la anterior entrega nos enfocamos en la relevancia de adecuar la Ley de Ciencia y Tecnología y que por tal motivo la comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Cámara de Diputados acordó, en su 6ta Reunión Ordinaria, la celebración de los “Foros Regionales Hacia una Nueva Ley General de Ciencia, Tecnología e Innovación” con la finalidad de escuchar y recabar opiniones de diferentes actores locales y regionales de los sectores académico, científico, legislativo, empresarial, social y público, acerca del mandato constitucional contenido en esa reforma sobre el quehacer científico y tecnológico en México; sumado a otro ejercicio realizado anteriormente Foros Estatales de Consulta 2019, organizado por el Foro Consultivo Científico y Tecnológico A.C. (consultar resultados); se emitió la propuesta de exposición de motivos del proyecto CONACYT 24-06-2019 PROYECTO DE LEY GENERAL DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN, el documento consta de 49 cuartillas (aún no se publica, y por haber sido parte de este ejercicio la hizo llegar la Diputada Federal – distrito 8 Jalisco para su análisis), que en lo general dice lo siguiente:

Al comparar la Ley de Ciencia y Tecnología vigente, con la propuesta se observa en principio su designación por LEY GENERAL DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN, además de la aparición de la ciencia en la Carta Magna como un derecho humano:

“En el momento en que entramos a la Carta Magna, adquirimos un peso diferente” opinó la coordinadora del Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT), la doctora Julia Tagüeña Parga.

El presente proyecto de Ley General de Ciencia, Tecnología e Innovación contempla las bases de la política de Estado en cuanto a ciencia, desarrollo tecnológico, innovación, investigación y otras actividades conexas, así como del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, con una visión de largo plazo orientada al fortalecimiento de las capacidades de la comunidad académica, científica y tecnológica y a la protección de las diversas formas sociales del conocimiento, así como al impulso del desarrollo nacional integral y del bienestar social.

La propuesta parte del convencimiento de que el vínculo entre el desarrollo nacional y la ciencia pública debe ser estrecho y orientado a la construcción de una sociedad democrática que, consciente de sus problemas más apremiantes, decide afrontarlos particularmente desde lo público y con el concurso de los generadores del conocimiento científico, de quienes construyen las políticas públicas, del sector industrial y productivo; las comunidades y colectividades involucradas; procurando en todo momento la protección de las condiciones naturales de la vida social.

En armonía con el artículo 3 constitucional, el ordenamiento que se propone se alinea con los mandatos de que la educación debe basarse en el respeto irrestricto de la dignidad de las personas, tener un enfoque de derechos humanos, materializar la igualdad sustantiva, incluir la perspectiva de género, el conocimiento de las ciencias y humanidades, la tecnología, la innovación, el cuidado al medio ambiente y el respeto por la naturaleza, entre otros.

De esta exposición de motivos emanan 5 líneas generales, en las que basaré mi análisis respecto a si se consideraron los resultados de las mesas de consulta y su alcance:

Compromiso con la sociedad y con el ambiente

En esta línea se manifiestan las recomendaciones (propias en negritas y/o de los foros) en los siguientes apartados:

Una parte fundamental de la estrategia es la evaluación en términos cualitativos de los apoyos que prevé esta ley, lo cual permitirá desestimular la práctica de privilegiar la producción de conocimiento científico en términos de la cantidad de las publicaciones y no de su calidad y utilidad social.

Pero, los sentidos de esta política también se relacionan con el crecimiento económico, la consolidación de la independencia tecnológica, el impulso a la incidencia en escenarios internacionales, el fomento de la inversión del sector privado, la promoción de la certificación tecnológica de las empresas, la consolidación de programas y proyectos de cooperación internacional, así como con los intercambios propositivos de alto nivel global.

En materia de innovación, la propuesta de ley considera vital su orientación a impulsar el crecimiento del país, el mejoramiento de las condiciones laborales de la población y el desarrollo de fuerzas productivas nacionales, contribuyendo de esta manera al desarrollo integral de la Nación y al bienestar social.

Respecto a lo descrito en lo anterior, se aprecia que si se consideró evaluar no sólo indicadores cuantitativos como número de publicaciones, convenios de colaboración, proyectos vinculados con la industria, número de patentes y otras figuras de la propiedad industrial, entre otros indicadores, como también lo fueron aspectos cualitativos con impacto social pertinente que contribuyan al desarrollo económico y al bienestar social (enfatizado en mi anterior entrega); estos indicadores son más complejos y actualmente en proceso de precisar, además su medición debe realizarse a mediano y largo plazo, ya que su manifestación no se observa en el corto plazo.

Y por último, la certificación tecnológica de las empresas necesaria para que estas sean productivas, competitivas y rentables, estas certificaciones también aplica a los egresados de las universidades quienes contribuirán a lograrlo.

Por espacio abordaré en la siguiente entrega las 4 líneas faltantes, si es de su interés.