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Voces Univa

Entorno global, responsabilidad “glocal”

Por Líderes de opinión, Voces Univa Sin comentarios

Mtro. José Luis Ríos Rodríguez • Coordinador de Desarrollo Integral UNIVA Plantel Vallarta

 

Puede pensarse que siempre hemos vivido en un sistema como el actual, y que sería inimaginable concebirlo de una manera diferente de cómo lo vemos ahora; sin embargo, apenas estamos alcanzando los treinta años del inicio de ese período de la globalización, que marcará el parteaguas de ese bum tecnológico y que ha revolucionado la vida de los pueblos a nivel mundial.

Hemos escuchado que “el hombre nunca antes ha estado más comunicado, pero al mismo tiempo es cuando más aislado se ha encontrado”; pero también, es cuando ha alcanzado un desarrollo que cada día lo encamina a realizar nuevos descubrimientos y los avances más sorprendentes con pasos agigantados.

Este corto tiempo nos ha enseñado que, si hemos de continuar con un consumo desenfrenado, una actitud individualista, un rechazo de lo social/comunitario, un desinterés de la dignidad humana y de los derechos de las personas, pero sobre todo perder de vista el rumbo y la dirección de nuestras vidas; estamos en camino de nuestra propia destrucción.

Nada parece hacernos reaccionar, y los pocos esfuerzos que hacen algunos, apenas si alcanzan a ser mínimas luces que brillan en una inmensa oscuridad; sin embargo, todavía estamos a tiempo de hacer con nuestra vida un cambio y con nuestra actitud un aliciente para todo el que esté a nuestro alrededor. Los grandes problemas que ahora están aquejando a la humanidad sólo serán solucionados en la medida en que dejemos el egoísmo a un lado, convirtamos el desinterés en participación y nuestra incredulidad en fe.

Debemos ser verdaderos promotores de cambio, pero no sólo de una manera romántica que muchas veces nos lleva a la inacción; tampoco como eruditos y estudiosos que al final nos lleva a dar ideas sin materializarlas o como soberbios gerentes que sólo nos esmeramos en dar las órdenes sin saber cómo cumplirlas.

Tenemos que retomar nuevamente el rumbo y empezar a generar el cambio no sólo haciendo, sino, siendo la diferencia, transformando la incertidumbre en esperanza, convenciendo a los demás de que, juntos podemos lograrlo, siendo este el único camino que debemos seguir para juntos, lograr revertir los efectos de unas causas que sólo nosotros podemos cambiar, finalmente será está nuestra responsabilidad local.

El salón de los dibujos animados

Por Líderes universitarios, Voces Univa Sin comentarios

José Alejandro Domínguez Islas • Alumno Producción de Medios Audiovisuales

 

“Lo que define a una excelente animación,

es que cada personaje te haga creer que es un ser racional”

Ed Catmull, presidente de Pixar Animation Studios

 

“Ya deja de ver tus caricaturas”, era una de las frases que de niño solía escuchar de mi madre para que dejara mis tiempos de ocio y me pusiera a hacer mi tarea. Después de velozmente realizarla, me disponía a volver a prender el televisor, y discutir con mi hermana para saber si poníamos Shrek o Toy Story. Al final de la noche, no importaba que película terminábamos eligiendo; lo trascendente para nuestra formación era que podíamos adentrarnos en una historia que no sólo le bastaba sorprender visualmente e incluir humor para nuestro divertimento, sino que, contaba con una propuesta que nos enseñaría de una manera que pudiéramos entender desde una temprana edad.

A los ojos de un infante, la fábula ha sido por excelencia, el recurso literario por el cual los niños pueden aprender valores, gracias a la simpleza y fantasía que adornan las historias con animales y seres parlantes. Aunque en la literatura no siempre se manejó la censura y sutileza que existe en la actualidad; recordemos los cuentos de los hermanos Grimm que hoy conocemos por las adaptaciones que hizo Disney, donde las historias no estaban pensadas para los niños, pero estos terminaban siendo consumidores de dichos relatos y repercutían en su aprendizaje. Muchos años después, hemos podido ver un cambio en lo que un niño observa por los distintos medios de comunicación, en específico la televisión y el cine, siendo estos los medios audiovisuales por excelencia.

Cuando las personas hablan del cine de animación, se suele pensar que este tipo de películas son exclusivamente dirigidas para los pequeños de la casa, aquellos niños a los que puedes distraer con filmes coloridos y musicales para su entretenimiento, añadiendo un humor infantil y una tan acostumbrada moraleja para dar un mensaje importante en su formación. Si bien, varios estudios se han mantenido bajo esa línea, hay otros que logran sorprender por su propuesta narrativa o visual, para ofrecer un producto que pueda entretener y conmover tanto a chicos como grandes.

Y es así, desde el primer largometraje animado (Blancanieves y los Siete Enanos), que la industria de la animación no sólo ha evolucionado a nivel técnico, a su vez, trata de contar historias con temáticas que sólo esta técnica permite realizar y volver inteligibles. En tiempos de la Segunda Guerra Mundial se usaba con fines propagandísticos, cuando la famosa compañía del ratón estuvo involucrada a su manera en el conflicto, creando cortometrajes con el icónico del Pato Donald apoyando a las fuerzas estadounidenses. Dichas producciones les llegaban a niños, como adultos por igual. Ambas generaciones podían observar como la exageración producida en los dibujos animados, de alguna y otra manera, ayudaba a suavizar los conflictos de la época y seguir influenciando al público. Varios años después, llegaron nuevas propuestas que no sólo demostraron tener un avance tecnológico abismal, lo más importante siempre había sido que la historia puesta en pantalla pudiera tener su propia máscara.

Me gusta pensar que una gran mayoría de los directores de animación se reúnen en un gran salón para platicar con chicos y grandes sobre sus películas. Podemos imaginar a Andrew Stanton representando a Pixar, contando la sinopsis de su cinta, la historia de un sobreprotector padre viudo, el cual tiene que buscar a su hijo con una discapacidad física; claro que los niños se asustan con la trama, por lo que el director procede a ponerse una máscara de un simpático pez payaso. Parece que tanto a niños y adultos les gusta la idea que hoy conocemos como, Buscando a Nemo.

El irlandés, Tomm Moore, presenta una dulce aventura de un niño teniendo que lidiar con la falta de atención ante el nacimiento de su hermana menor. Parecería un relato simple, pero el director adorna su máscara con la poca explorada cultura celta que maravilla a todo el público en La Canción del Mar.

Finalmente, Hayao Miyazaki cuenta como Satsuke y Mei tienen que esperar junto con su padre a la recuperación de su madre enferma. No parece haber esperanza para las hermanas, sin embargo, para el japonés esto no representa un problema, selecciona una simpática máscara gris con aspecto de conejo, brindando ilusión y fantasía para nuestras protagonistas que encuentran la felicidad en aquel ser al que llamarían Mi Vecino Totoro.

Por supuesto que no todo tiene que estar pensado para complacer a toda la familia, existen cintas con clasificación B-15 ó C (para mayores de 15 y 18 años, respectivamente) que contienen temas pensados para un público más adulto, evitando las máscaras que van mayormente pensadas para el público infantil. En este gran salón, Charlie Kaufman nos sumerge en el drama de un hombre maduro en una crisis, que encuentra un escape ante la conexión que tiene con una mujer que conoce en un hotel. Lo que bien pudo contarse de la manera tradicional, el cineasta decide aventurarse en la técnica del stop-motion para deleitar al público adulto con Anomalisa.

Marjane Satrapi procede a contar su historia: la vida de una niña en Irán a finales de los años 70, siendo el crecimiento de la protagonista, paralelo al conflicto de su país. El relato resulta demasiado denso, sin embargo, la directora encuentra un carisma con la visión única de una niña ante la guerra, logrando despertar interés en el público con la irresistible esencia que hoy llamamos Persépolis.

No importa la temática, estos artistas optan por narrar sus relatos de una manera en la que juegan con los elementos, así como los escritores lo hacían con las fábulas; aunque a pesar de los méritos que les podamos dar, un producto que sólo busca complacer al niño y entretenerlo de la manera menos complicada posible, siempre será el principal enemigo para eliminar el estigma que tiene esta manera de contar historias. Películas con buena animación hay muchas, que se cumplan con los estándares de calidad visual ya no es algo innovador, cualquier estudio con impacto mundial puede mantenerse a la vanguardia y ser competente con las técnicas que se están usando en la actualidad. Sin embargo, alejarse de la mediocridad de historias recicladas, presentar nuevo contenido y que este tenga visibilidad, es la manera en que estos enmascarados aprovechan al máximo esta técnica, que durante toda su evolución, ha encontrado un refugio para aquellos que quieran disfrazar una infinidad de temas en este gran salón de los dibujos animados.

 

Vivir en el presente

Por Líderes de opinión, Voces Univa Sin comentarios

Mtro. Jorge Iván García Morando, Coordinador de Proyectos Sociales y Religiosos • Plantel Guadalajara

 

En el momento en que expresamos ¡vive el presente! No nos referimos a un simple sentido de vivir el momento como efímero o fugaz, como aquello que definió a la posmodernidad, sino como aquella acción que tiene que ver con el asumir nuestro estado de conciencia y disposición por vivir en la realidad en la que nos encontramos. De ninguna manera se trata de olvidar el pasado y dejar el futuro, más bien, consiste en insertarse en la realidad presente, es decir, vivir cada instante con presencia del presente en tanto que implica tener una capacidad de adaptarse a la realidad. No se confunda con el “acostumbrarse” de la realidad, puesto que nadie debería de acostumbrarse a la violencia, al maltrato, a la deshonestidad, a la infidelidad, a la calumnia, a la corrupción y a las condiciones que denigren a la dignidad humana. Es por ello que el vivir el presente con presencia significa, haberse dejado conmocionar por dicha realidad para emprender una serie de acciones que ayudaran a transformar nuestra condición humana global, porque a partir de esta conciencia del vivir, podemos afrontar el instante del presente desde otro enfoque y con nuevas estrategias, por un lado, tomamos conciencia de nuestro entorno y, por el otro, delimitamos el presente.

Conciencia y delimitación del presente son las dos acciones que el hombre pone en juego a su personalidad: puesto que de ello depende el cómo se van afrontar las condiciones de la realidad; de ello depende el asumir el sentido de responsabilidad y compromiso con lo que se vive y con quien se vive; de ello depende el sentido de felicidad con el que se quiera vivir, puesto que basta un instante del presente, para que esto denote una eternidad. Recordemos el evangelio de Marcos 9, 2-10 “En aquel tiempo, Jesús tomó aparte a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos a un monte alto y se transfiguró en su presencia…Después se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Entonces Pedro le dijo a Jesús: <<Maestro, ¡qué a gusto estamos aquí! Hagamos tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías>>” donde el instante del vivir el presente se torna la eternidad, dado que el escuchar a Cristo es, asumir la lógica de su ministerio pascual, ponerse en camino con Él. Este instante presente o este vivir el presente con presencia, es lo que les significó a los discípulos que, en vez de quedarse en lo sublime de la experiencia, Jesús les invita a seguir su camino y a estar dispuestos a <<perder la propia vida>> (cf. Mc 8, 35) por aquel a quién se ama. De igual manera, quisiera recordar un fragmento del poema Carpe diem atribuido a Walt Whitman:

No dejes que termine sin haber crecido un poco,

sin haber sido un poco más feliz,

sin haber alimentado tus sueños.

No te dejes vencer por el desaliento.

No permitas que nadie

te quite el derecho de

expresarte que es casi un deber.

No abandones tus ansias de hacer de tu vida

algo extraordinario…

No dejes de creer que las palabras, la risa y la poesía

sí pueden cambiar el mundo…

Somos seres, humanos, llenos de pasión.

La vida es desierto y también es oasis.

Nos derriba, nos lastima, nos convierte en

protagonistas de nuestra propia historia…

Pero no dejes nunca de soñar,

porque sólo a través de sus sueños

puede ser libre el hombre.

No caigas en el peor error, el silencio.

La mayoría vive en un silencio espantoso.

No te resignes…

No traiciones tus creencias. Todos necesitamos

aceptación, pero no podemos remar en

contra de nosotros mismos.

Eso transforma la vida en un infierno.

Disfruta el pánico que provoca tener

la vida por delante…

Vívela intensamente,

sin mediocridades.

Piensa que en tí está el futuro y en

enfrentar tu tarea con orgullo, impulso

y sin miedo.

Aprende de quienes pueden enseñarte…

No permitas que la vida

te pase por encima

sin que la vivas…”

 

Publicado en El Semanario Arquidiocesano de Guadalajara del domingo 29 septiembre de 2019

La tecnología y su impacto ¿Cómo preparar a nuestros estudiantes para este futuro cercano?

Por Líderes de opinión, Voces Univa Sin comentarios

Mtro. Luis Enrique Cruz García • Docente UNIVA Plantel Colima

 

Tanto el presente como el futuro cercano, lucen retadores. Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC’s) tienen un impacto cada vez más significativo en nuestra cotidianidad, eso a lo que Manuel Castells (2005) llamó la “revolución tecnológica”, ahora se presenta de forma mayormente palpable. El impacto en el mercado, el empleo, la educación, el entretenimiento, entre otros aspectos de la vida, obliga a repensar qué estamos haciendo para, en palabras de Yuval Noah Harari (2018), no volvernos “irrelevantes” dentro de esta nueva configuración social.

 

La automatización de las tareas rutinarias, la sustitución de empleos por robots (que es cada vez mayor), así como el desarrollo de algoritmos y de Inteligencia Artificial (IA), han llevado a varios tecnopesismistas a cuestionar el destino que tendrán los empleos que aún cuentan con tareas mucho más manuales. Algunos académicos han vaticinado sobre la desaparición de gran parte de ellos como consecuencia de la automatización. Carl Benedikt Frey y Michael A. Osborne (2013) de la Universidad de Oxford, pronosticaron en un estudio que el 47% de los empleos en Estados Unidos, corren el riesgo de ser reemplazados por robots e IA en el transcurso de los próximos 15 o 20 años.

 

Desde nuestra trinchera, como responsables de la formación de las generaciones que se enfrentarán a este futuro cercano -prácticamente presente-, tenemos la obligación de preparar a nuestros estudiantes para insertarse de la mejor manera a este nuevo contexto. Resulta evidente que el uso de las TIC’s en su formación, familiarizará al estudiante con las habilidades técnicas que exige el mercado. Sin embargo, no son las únicas que debemos desarrollar.

 

En el año 2013, Google realizó un estudio sobre las habilidades que prevalecían entre sus empleados, aquellos que habían logrado un mayor éxito y reconocimiento en la organización. Sorpresivamente, entre las más importantes destacaban habilidades “blandas” como comunicación, saber escuchar, empatía, solución de problemas y pensamiento crítico.

 

Ante este escenario, queda claro que debemos fomentar desde el aula dichas habilidades en nuestros alumnos. Combinar la pericia en el desarrollo de habilidades técnicas que muchas veces resultan innatas en los jóvenes, con habilidades “blandas” que le permitan generar las competencias mejor valoradas por las organizaciones.

 

La filosofía UNIVA se centra en el desarrollo humano y los valores. Siguiendo esta línea de actuación, fomentando la pasión de los estudiantes en lo que hacen y aprovechando de manera eficiente e integral las TIC’s, estaremos cumpliendo con nuestra misión de prepararlos para un futuro ya muy presente.