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(PIDAN Y SE LES DARÁ) (Lc. 11, 5-13)

Para nuestra interpretación es preciso aclarar que, la parábola conocida por muchos como del amigo inoportuno ha de ser tomada en todo su conjunto en el tema de la oración que el evangelista Lucas nos ofrece, es decir su precedente desde 11,1-4 y su consecuente 11, 9-13.

El biblista Luis Alonso Schökel nos ofrece un panorama a este respecto muy práctico. Es en la antesala del Padrenuestro en Lucas prepara el contexto para que Jesús pueda dirigir la parábola abiertamente a sus discípulos, quienes expectantes a su petición Jesús responderá, primero atendiendo a su necesidad primera de orar (al enseñarles el Padrenuestro), luego la enseñanza (la parábola) y al final (ya desde el v.8 hasta su consecuente en los v. 9-13) la revelación del mensaje propio de Jesús para sus amigos.

En términos generales podemos decir que, la parábola que nos ocupa, supone una situación de emergencia y al que pide movido por obligación de hospitalidad; no es por capricho o por puro interés personal, se desenvuelve en régimen de amistad, en condiciones culturales de la época. Uno pide que le den para poder dar, puede recordarse la burla que hace Elías de los profetas de Baal importunando a un dios sordo (1 Re 18,27).

Al tenor de la parábola, podemos entonces reflexionar, compartir, y predicar; cómo hoy en día es más frecuente la expresión entre nosotros de: “no tengo tiempo de orar”, esto a pesar de que nuestro tiempo libre con frecuencia va más en aumento.

Hoy en día, abandonamos, prácticas de piedad, de silencio, de hablar con Dios. No nos damos cuenta de que podemos hablar con Dios en el trabajo, en la oficina, en los acontecimientos del día a día. Y así pasamos de largo con prisa y sin Dios en no pocas ocasiones. Atrevernos a importunar a Dios, y no ser nosotros los faltos de oportunidad, es el reto personal. Por ello me gustaría sugerir tan sólo tres cosas. Los días penosos, los días alegre, y mis actitudes; pudieran ser los tres panes para ofrecer al amigo que nos visita a deshora, a media noche, y que, a mi parecer particular es Jesús quien con mucha probabilidad es quien se quiere dar cita en nuestra vida y nosotros no hemos atendido. Animémonos a cambiar este paradigma hagamos las cosas distintas en nombre de Dios.

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